Desconozco desde cuándo se comenzó a difundir la idea que los extraterrestres, el gobierno de los Estados Unidos o ambos, estaban emitiendo señales electromagnéticas para controlar la mente de los seres humanos. Pero esa nueva moda paranoica fue aprovechada por Michael Menkin, en 1998, para vender su gorra antiabducción y por el director de cine M. Night Shyamalan en su película Signs (2002).
La gorra de Menkin está hecha con un plástico metalizado (3M Velostat) y sirven para «bloquear la comunicación mental entre los seres humanos y los extraterrestres» evitando así una posible abducción. Menkin vende su invento en la página stopabductions.com.
Por su parte Shyamalan muestra a sus personajes vistiendo unos cascos de papel de aluminio terminados en antena, precisamente para no ser abducidos. Esta creencia popular en la ufología de que un simple sombrero de papel de aluminio Tin Foil Hat (TFH) puede bloquear unas supuestas ondas hipnóticas está relacionada con problemas mentales como la paranoia, o con las teorías de la conspiración.
La creencia de que tales objetos puedan blindar el cerebro contra la influencia de las «ondas telepáticas», las «ordenes hipnóticas» o los campos electromagnéticos, se basa en una falsa concepción del funcionamiento de las Jaulas de Faraday. Ni los gorros de aluminio, ni los de estaño pueden actuar como una jaula de Faraday. Tampoco lo hacen las gorras construidas con malla o tela de gallinero. La razón es simple: no están completamente cerradas, la parte inferior está abierta a la entrada de las ondas electromagnéticas.
Aquí estamos hablando, como ya se dijo, de un problema mental. De hecho los TFH se han convertido en un estereotipo o un término popular para mofarse de las ideas de la ufología.
Ahora tenemos la aparición de varios diseños de TFH para todos los gustos. Para los jóvenes deportistas, para las señoras sofisticadas e incluso un TFH «kosher»: una kippa judia.