Autoridades rusas adoptarán línea más dura contra magos y ESP
04.07.2008
Por ITAR-TASS World Service, Lyudmila Alexandrova
Moscú, 4 de julio (ITAR-Tass) – Creer en los asuntos sobrenaturales es humano. Los que profesan religiones tradicionales monoteístas tienen fe en Dios. Pero también hay muchos que sinceramente creen en la magia, personas extra-sensoriales, ovnis y otros fenómenos esotéricos y paranormales.
Mientras que algunos creen, otros hacen algunos pesos con su fe. Esto es verdad no sólo para todo tipo curanderas, que conocen cómo hacer una poción de amor o curar los embrujos de una enfermedad, sino también todo tipo de pseudo-científicos, asalariados y que trabajan para organismos gubernamentales.
La Duma Estatal está tomando una línea más dura contra los brujos, magos, astrólogos, ESP y otros entusiastas del negocio paranormal. El primer golpe será sobre la publicidad. Pronto se prohibirán todos los anuncios de místicos y servicios ocultistas, junto con la publicidad del tabaco y alcohol.
La legislatura de la ciudad de Moscú desde hace varios meses trabaja sobre la modificación de la ley federal sobre la protección de la salud de la nación. Si se aprueba, serán declarado por completo ilegal la prestación de servicios ocultistas en territorio ruso.
El semanario Argumenty I Fakty dice que los legisladores tomarán esta actividad debido a una petición de Vladimir Putin. En un reciente discurso en la asamblea de la Academia de Ciencias de Rusia el primer ministro habló sobre lo que describió como floreciente oscurantismo y pseudo-ciencias. Incluso las relacionó al extremismo.
Según el semanario, regresando al comienzo mismo de su primera presidencia, Putin hizo una purga en el Kremlin de toda una manada de «˜profetas»™ y «˜lectores de fortuna»™. En 2000 un buen número de estos tipos se había reunido allí. El General Georgy Rogozin fue una verdadera «˜estrella»™ en este sentido. Su posición era la de subdirector de seguridad presidencial y servicio de guardaespaldas. Pero en realidad, era el jefe de los astrólogos del Kremlin.
De vez en cuando él iba mucho más allá de hacer horóscopos para el séquito presidencial. Un día, con referencia a Nostradamus, predijo una guerra nuclear que se iniciaría a más tardar en agosto de 1999. Esta previsión significó el final de su carrera.
Muchos otros miembros clave de su equipo también tuvieron que abandonar altos cargos.
Los lectores de fortuna en el Ministerio de Situaciones de Emergencia mostraron resultados no menos notables. El Ministerio de Situaciones de Emergencia tenía, desde hace varios años, una unidad especial integrada por decenas de astrólogos pagados por el gobierno. Se les pidió a salir de una buena vez sólo después de una gran metida de pata. Un avión de pasajeros Tu-154 se estrelló en el Lejano Oriente hace varios años. Un total de 127 ESP estuvieron involucrados en la búsqueda, pero incluso diez días después de la catástrofe ninguno de ellos podía ver nada. Especialistas convencionales fueron los que finalmente encontraron los restos.
En algunas ocasiones algunos detalles de fraudes y engaños colosales se filtran al público en general. Aquí está uno de esos casos, narrado por Argumenty i Fakty. En 1999 el entonces presidente Yeltsin estaba dando una gran recepción VIP en el Kremlin. El miembro de la Academia Rusa de Ciencias Eduard Kruglyakov fue uno de los científicos invitados. Así es como lo recuerda. En un cierto punto el presidente se le acercó para charlar.
«¿Dígame, por favor, ¿es posible extraer energía barata de las piedras?» preguntó Yeltsin curioso. El científico explicó que desafortunadamente era prácticamente imposible, por decir lo menos. Tal como resultó, había existido un programa de alto secreto para obtener energía a partir de piedras desde 1991. Decenas de millones de rublos se gastaron en él – naturalmente, sin ningún signo de éxito.
Sin embargo, los mayores dividendos que un pseudo científico haya logrado jamás ordeñar del estado son los que el Ministerio de Defensa pagó a Anatoly Akimov.
Su nombre encabeza la lista de la Academia Rusa de Ciencias de los once más notorios psuedo-científicos del país. En 1985, militares rusos en Moscú crearon lo que ellos llamaron el Centro de Tecnologías No Tradicionales (CNT). Bajo la guía de Akimov se encargó al centro que hiciera investigaciones en los campos de torsión.
Científicamente, no puede haber nada malo acerca de la existencia de un término como ese. El problema es que ningún laboratorio en todo el mundo hasta la fecha había logrado descubrir nada por el estilo. En el ínterin, el director de CNT se atrevió a declarar que había identificado los campos de torsión (si se confirmaba, este descubrimiento por sí solo le haría a ganar un Premio Nobel). Además, prometió crear en su base algún tipo de «armas psicotrónicas» con fabulosas capacidades. Tanto los militares y los servicios secretos estaban pagando.
«Cuando la comunidad científica supo sobre el asunto Akimov, la unidad física general de la Academia de Ciencias de Rusia levantó airadamente una revuelta contra el apoyo del Estado al charlatán», recuerda el miembro de la ACR Kruglyakov. «El esquema fraudulento se rompió como una burbuja de jabón, pero no sólo antes de que el Estado hubiera dilapidado 500 millones de rublos «“ de los antiguos rublos soviéticos. La URSS ya no existe, pero parece que Akimov puede estar planificando su regreso. Según algunas fuentes, está en la nómina del Ministerio de Defensa. Esta vez es prometiendo líneas de comunicación basadas en campos de torsión».
Rimily Avramenko, un ingeniero del Instituto de Investigación de Ingeniería de Radio Instrumentos y ufólogo en su tiempo libre también ha tenido un enorme trozo de pastel del presupuesto. En un cierto punto, declaró que estaba trabajando en la creación del más poderoso sistema de misiles antibalísticos de defensa del mundo. Vehículos de entrega inter-continental, dijo, serán derribados fácilmente con lo que describió como «plasmoides autónomos». Avramenko dijo que necesitaba 50 millones de dólares de presupuesto. ¡Y los tuvo! Hoy el país no tiene el dinero, los plasmoides prometidos o incluso a quién culpar. Avramenko falleció recientemente, y sus seguidores se han ido a otros lugares»¦
Un conjunto que se autodenomina Academia Internacional de Ciencias de la Información y Energía ha celebrado una exposición bastante peculiar en la Duma del Estado. Como se desprende de un informe de televisión, el evento de mayor éxito fue un sofá extra-sensorial, anunciado como un remedio para un sin fin de problemas de salud, incluida la frigidez y la impotencia.
Bastante aburrida con los estafadores, la Duma de Moscú se ha puesto a trabajar, y puede producir a la mayor brevedad las modificaciones a la ley federal que pondrán al margen de la ley a todos los servicios ocultistas en el país.
La jefa de la comisión de protección de la salud de la Duma de Moscú, Lyudmila Stebenkova, dijo que «el punto en cuestión no es una prohibición de la medicina tradicional y las prácticas curativas, sino la prohibición de este tipo peculiar de actividad como deshacer «el mal de ojo», eliminar «la corona de celibato», mezclado con las pociones de amor y otros servicios ocultos, místicos y religiosos», dijo Stebenkova a Kommersant.
Rusia cuenta con unos 2000 curanderos tradicionales registrados oficialmente, con licencias. Aunque de acuerdo con estimaciones no oficiales, el número de magos y lectores de la fortuna es de 100,000.
El Instituto Serbsky de Psiquiatría Social y Forense en Moscú ha dicho que cada año más de 100 pacientes, que han desarrollado graves problemas como consecuencia de ritos ocultos, son objeto de tratamiento en sus instalaciones.
En el ínterin, el 32 por ciento de los rusos creen que la magia puede afectar la suerte de un ser humano, el 58 por ciento no creen en la magia, y el 10 por ciento siguen sin definirse, según encontró una encuesta del Fondo de Opinión Pública el pasado mes de septiembre.
Las mujeres tienden a reconocer con más frecuencia la posibilidad de los efectos mágicos en la vida de una persona – más del 40 por ciento de las encuestadas creen en esto, y el 50 por ciento no excluyen esa posibilidad, mientras que sólo el 23 por ciento de los hombres reconocen la existencia de las fuerzas mágicas.