El misterio de las centellas (125)

El misterio de las centellas (125)

En el verano de 1968, en Long Beach, California, el área experimentó una serie de severas tormentas eléctricas. Una mañana de sábado, estaba sentado frente una ventana abierta de la habitación, mirando la tormenta (me gusta mirar las tormentas). Oí un sonido sordo como «crack», voltee la cabeza hacia la puerta de la habitación para ver si algo más iba a pasar ahí. Cuando nada más vino, regresé mi atención a la escena de la ventana de mi dormitorio, sólo para ver una bola del tamaño de una pelota de socker de color amarillo-blanco rebotando y dando vueltas por la carretera, en silencio, a pocos metros de donde yo estaba sentado, antes de que desapareciera de mi vista, detrás de otros edificios.

Estaba pensando que debía decirles a mis padres lo que había visto cuando mi padre abrió la puerta del dormitorio, mirando extrañado, y me preguntó qué estaba haciendo. Cuando le dije que estaba viendo la tormenta me hizo cerrar la ventana y alejarme de ahí.

Más tarde en la mañana descubrí que esta misma «bola de luz» había llegado a través de una de las ventanas de la habitación de mis padres, rompiéndola al hacerlo (este fue el sonido de «crack» que había escuchado).

Después de salir por la ventana, la bola de luz había golpeado el piso «rotando», salido por la puerta del dormitorio, ido por el pasillo, a través del suelo de la cocina, bajado las escaleras y salido a la carretera, donde la había visto pasar volando.

Había pasado por la cama de mis padres a unas 8 pulgadas, y mi padre estaba bastante preocupado. Algo del caso afectó su barba, ya que no pudo afeitarse durante una semana. Nada más metafísico que eso… pero estábamos contentos de saber que no habíamos quedado huérfanos por esta centella.

Pauline E.

MD USA

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