Hombre de una «secta» de West Wales niega las acusaciones en el juicio
WalesOnline
16 de febrero 2011
Un líder «maligno» de una secta intentó forzar a una estudiante embarazada a dar a luz para que el grupo oculto secreto pudiera reclamar al hijo como propio, escuchó un jurado el día de hoy.
Colin Batley, de 48 años, está acusado de haber violado a una estudiante vulnerable después de atraerla a su casa.
En otra ocasión, intervino para tratar de impedir otro aborto de un bebé que él creía suyo, o de otro miembro del culto, escuchó el tribunal.
Batley es acusado de dirigir una enfermiza red de pedofilia que dirige como un culto casi religioso con el fin de controlar mejor a sus víctimas.
Organizó «fiestas paganas», donde miembros de la secta se ponían túnicas con capucha y se acostaban juntos, escuchó el jurado del Tribunal de la Corona de Swansea.
Los miembros del culto también se aprovechaban de las jóvenes vulnerables, y las obligaban a unirse al grupo cuasi-religiosa con veladas amenazas de muerte, dijeron a la corte.
Batley está siendo juzgado, junto a otros cinco acusados de dirigir el culto anodino en Kidwelly, West Wales.
Él y un grupo de miembros de la secta se trasladaron a Gales desde Londres antes de establecerse en la tranquila localidad como base de operaciones.
Batley negó reiteradamente las acusaciones en su contra hoy cuando habló en su propia defensa.
Negó que él dirigiera una secta o que fuera un líder. Él admitió que tiene una relación sexual «abierta» con su esposa, disfrutando de tríos.
Rechazó las acusaciones de que había violado a una estudiante adolescente que más tarde quedó embarazada, alegando que habían tenido relaciones sexuales consensuales.
Batley y cuatro mujeres niegan 32 cargos, incluyendo violación, asalto indecente, obligando a una chica a trabajar como prostituta e incitar a un niño a tener relaciones sexuales.
Su esposa Elaine Batley, de 47 años, Sandra Iveson, de 45 años, Jacqueline Marling, de 42 años, y Shelly Millar, de 35 años, son juzgadas al mismo tiempo.
Batley niega otros 12 cargos de posesión de imágenes indecentes de una niña.
El sexto demandado, Vincent Barden, de 70, de Kempston, Bedfordshire, ha admitido agredir a una niña en edad, pero niega una acusación de violación individual.
Tres de las mujeres en el juicio inicial se trasladaron a Gales con sus parejas masculinas, ninguno de los cuales figura en el juicio.
Shelly Millar, la cuarta mujer en el juicio, era soltera cuando se mudó a la ciudad costera.
Batley ya se ha declarado no culpable de un cargo de violación tras una revisión de las pruebas al final de la acusación.
El fiscal Peter Murphy QC, dijo que el líder de la secta Batley tomaba el 25% del dinero en efectivo que ganaban los otros miembros.
Destacó la compra de Batley de una caravana de lujo de £ 21.000 en febrero del año pasado con un depósito de £ 3,210 en efectivo, a pesar de no tener ingresos obvios.
Sin embargo, Batley afirmó que gana 10,000 libras al año criando rottweilers de pedigrí para la venta y también criando gatos siameses.
Afirmó que tenía una línea lucrativa de venta de DVDs piratas de películas nuevas en Swansea, en su cajuela del coche, hasta que fue procesado por fraude.
Murphy también dijo que las testigos que testificaron contra él dieron detalles que sólo los miembros del culto conocerían.
Murphy dijo que Batley celebraba reuniones en las que leía un texto oculto conocido como el Libro de la Ley.
Una de las fiestas se llevó a cabo el día de Halloween, cuando «se llevaban túnicas, se hacían las lecturas y se tenía sexo».
Él le dijo a Batley que una testigo sabía estos detalles porque ella fue invitada a unirse al culto.
Batley dijo que tales fiestas nunca tuvieron lugar.
Murphy dijo a la corte que el texto oculto que supuestamente seguía Batley afirmaba que los niños nacidos de los miembros del culto pertenecían a la secta.
«Todos los niños nacidos de miembros de la secta son considerados como niños de la secta», dijo.
Dijo que Batley le había dicho lo mismo a una de las víctimas de la secta cuando quiso abortar a su hijo.
«Ella quería un aborto, se le dijo que no iba a tener uno, que era un niño de la secta».
«No», contestó Batley.
El juicio continuará.
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