Ovnis invaden el DF y en lugar de pánico generan algarabía

OVNIS INVADEN EL DF Y EN LUGAR DE PÁNICO GENERAN ALGARABÍA

Testigos1enero1993e«»¦hasta antes de las cinco de la tarde, aproximadamente, el tranquilo atardecer del viernes 1 de enero se vio súbitamente alterado, cuando las calles y avenidas de amplia área del Norte y centro de la ciudad, prácticamente se paralizaron, cuando miles de capitalinos observaron, inusual y detenidamente, el hermoso y extrañamente descontaminado cielo de la capital del país, en el cual se distinguían varios e indefinibles objetos plateados, que inmediatamente fueron etiquetados (por gran parte de los observadores) como ovnis».

Así comenzaba su crónica el periodista Maximino Acosta Sánchez, del periódico Excélsior[1]. Aunque algunos otros periodistas dicen que los avistamientos ocurrieron en horas tan tempranas como las 14:00 y hasta las 19:00, aproximadamente[2]. Lo cierto es que por la tarde del viernes 1 de enero de 1993, miles de personas se quedaron estáticas, detuvieron sus autos, y otros salieron de sus hogares, para contemplar un fenómeno que algunos pensaron que eran ovnis.

Testigos1enero1993dEl acontecimiento hizo que miles de personas salieran a las calles, subieran a las azoteas de sus casas o edificios, o se asomaran a los balcones, para observar el firmamento y tratar de descubrir qué cosa eran los objetos, que parecían metálicos, que por momentos se movían y por otros permanecían estáticos, que por momentos brillaban y por otros cambiaban de color.

Testigos1enero1993fUnos salieron de sus casas con binoculares y cámaras fotográficas o de video. Familias completas estaban en la calle. Se apiñaban en las azoteas de casas y edificios, en las avenidas, en los parques. Observaban al cielo, no podían despegar la vista de esos misteriosos invasores del espacio aéreo, y más de una vez gritaron al unísono al verlos desplazarse con rapidez de un lado a otro.

Muchos señalaban al cielo, hacia los puntos plateados y negros. Los que viajaban en automóviles, al ver que no poca gente miraba hacia el cielo y señalaba hacia donde aparecía la Luna, detenían la marcha para descender y observar. La visión causó congestionamientos, según informó Genoveva Ortiz Gutiérrez, del periódico La Prensa[3]. Mientras que Luz María Mondragón, de El Sol de México, escribió en su columna[4]:

Testigos1enero1993g«Taxistas que circulaban por la transitada avenida de los Insurgentes, no dudaron en parar abruptamente su unidad a mitad de la calle, cuando vieron transeúntes que miraban hacia el cielo, y se sumaron a la contemplación».

Las descripciones variaban, según era el testigo entrevistado:

«Â¡Eran como hongos brillantes!

 

«Â¡Parecían puntos flotantes!

 

Testigos1enero1993h«Tres objetos de color plateado y de forma geométrica «“rombo- que realizaban vuelos «˜irregulares»™, como trazando figuras triangulares en el aire.

 

«Â¡Dos lunas que se balanceaban!

 

«Â¡Discos luminosos que hacían suaves movimientos ondulantes!

 

«Eran como una especie de globo de color plateado con destellos luminosos intermitentes que se movía rápidamente sobre su propio eje.

 

«Â¡Objetos circulares!»

Testigos1enero1993iLa versión de que seres extraños invadían la capital no tardó en regarse como pólvora por distintas zonas y los cuerpos de emergencia se aprestaron a intervenir ante cualquier contingencia.

Muchos capitalinos hablaron a los periódicos, sorprendidos, preocupados, inquietos y curiosos por saber qué es lo que se veía en el cielo. También hablaron al Servicio Meteorológico Nacional, al Seneam (Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano), a la Torre de Control del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, a la Secretaría de Protección y Vialidad, el Planetario Luis Enrique Erro, a los Cuerpos de Rescate y Socorro, a Locatel y a la Cruz Roja Mexicana.

Testigos1enero1993nVarios periodistas, como Alejandra Mireya Ballesteros, de La Prensa[5], se comunicaron con personal de la Torre de Control del Aeropuerto, en donde los inspectores, de apellidos Zamudio y Mendoza, les informaron que sólo habían registrado la aproximación de los aviones.

Testigos1enero1993o«De haber sido de otra forma «“indicaron-, hubiéramos dado aviso a la Fuerza Aérea Mexicana, misma que se encuentra alerta para cualquier contingencia que pudiera registrarse».

Testigos1enero1993pLa comandancia general del Aeropuerto informó que las operaciones aéreas habían transcurrido con normalidad y que de haberse registrado la presencia de algún objeto extraño los aviones lo hubieran detectado durante sus despegues y aterrizajes.

Seneam aclaró que sus radares sólo registraron la presencia de aviones. No se había detectado nada extraordinario. Sin embargo, el periódico amarillista La Prensa, en una nota de Augusto Cabrera M. informó que[6]:

«Ante esta eventualidad, aviones y helicópteros de la FAM fueron puestos en alerta y se mantuvieron en constante comunicación con la comandancia del aeropuerto capitalino, a fin de que las operaciones aéreas no fuesen puestas en peligro».

LA INVASIÓN. LAS OLEADAS

Mexico1enero1993cEn el mismo tono amarillista Jaime Maussán, en una entrevista radial (Radio Acir, 8:20 de la noche), dijo que, en efecto, se trataba de ovnis. Inexplicable afirmación, dado que él se encontraba en San Juan del Río, Querétaro y no en el DF. No había visto ni las fotos, ni los videos. Ni siquiera había podido entrevistar a uno sólo de los testigos. Aunque, después de todo, la afirmación de Maussán no es extraña. Es la misma forma de «investigar» que ha seguido durante todos estos años.

Mexico1enero1993dMaussán declaró: «Son las oleadas de ovnis de las que habló en el programa de Nino, el señor Daniel Cerda«.

En efecto, tres días antes, en un programa de televisión, el contactado había asegurado que se iba a producir una gran oleada de ovnis en los últimos días del mes de diciembre, particularmente el 31[7].

Mexico1enero1993eLos periodistas de La Prensa llamaron a Televisa y se contactaron con el «astrónomo» de esa televisora, el señor Jorge Rubí, quien dijo que «podría tratarse de burbujas de hielo, científicamente conocidas como «˜cirrus»™ y que significan que descendería la temperatura»[8].

Pero muchos otros periodistas si contactaron con verdaderos astrónomos e informaron a sus lectores que en el Observatorio Nacional recibieron en dos horas 20 llamadas de gente preguntando sobre los objetos[9]. Ethel F. Riquelme, de Excélsior, habló con el astrónomo Rafael López Vélez, del Planetario Luis Enrique Erro, del Instituto Politécnico Nacional, quien dijo que algunos de esos objetos fueron observados muy cerca de la Luna, pero fueron identificados como globos de gas helio[10].

Mexico1enero1993fEn efecto, mediante la ampliación de fotografías se pudo comprobar que los «ovnis» no fueron más que brillosos y aventureros globos de gas. El ingeniero Mario Méndez Acosta informó a sus lectores en Excélsior que[11]:

«No eran sino globos con helio, hechos de un plástico metalizado, que soltaron unos niños con el objeto de hacer llegar sus cartas a los Reyes Magos, en una promoción que hizo un almacén comercial».

De hecho eran globos metálicos de aproximadamente un metro de diámetro. Así lo informaba Don Pedro Ferriz Santacruz en el noticiario Buenos Días, de Canal 13. Otro tanto informaba Amador Narcia, de Televisa, aunque exagerando la nota:

Mexico1enero1993j«Nos llega información de que se le escaparon mil globos a una persona».

Otros periodistas informaron que en varias zonas, diversas personas habían dejado escapar estos globos. El ufólogo y colaborador de La Prensa, José Luis Martínez Jiménez, escribió en su columna del 10 de enero que[12]:

«Los globos fueron soltados desde un jardín aledaño a la Basílica de Guadalupe».

En su nota del 2 de enero, el mismo Martínez dijo que[13]:

«Algunos cayeron en la zona de Tlatelolco».

Uno de los lectores de La Prensa, José Luis López García informó que seis de estos globos descendieron en la zona Cuautepec, entre Barrio Bajo y Barrio Alto.

COLOFÓN

Mexico1enero1993kNo hay pruebas, pero, aparte del lanzamiento de globos con las cartas de los niños a los Santos Reyes, el que hubiera varios informes de personas lanzando globos en diversas partes de la ciudad, a distintas horas del día, me hacía sospechar que el propio Daniel Cerda pudo haber estado involucrado, para asegurarse de tener su «oleada» o su «invasión» de ovnis. Recordemos que los avistamientos se dieron desde las 14:00 hasta las 19:00 horas y en distintas partes de la ciudad. Tiempo suficiente para que Cerda y sus compinches recorrieran las calles lanzando globos.

Mexico1enero1993nAdemás, habría una pregunta qué responder. Cerda afirmó que la «oleada» se daría la noche del 31 de diciembre de 1992. ¿Porqué no hubo avistamientos ovni esa noche? La profecía había fallado. No es válido decir que se cumplió el 1 de enero pues eso haría quedar mal la tecnología de los «hermanos del cosmos».

Con lo que Cerda no contó es que, si bien muchos citadinos están afuera observando los fuegos pirotécnicos, en la noche es difícil ver globos (en caso de que hubiera tratado de utilizarlos); y la gente no podría decir que las chispas de un cohete, al estallar, son ovnis. Su jugada estuvo mal calculada. ¿Lanzó algunos globos y se dio cuenta que no llamaban la atención? ¿Abortó la operación y esperó hasta el otro día?

Pero, nuevamente, esto es sólo especulación, no hay pruebas.

Lo que sí demostró esta «oleada» de ovnis es que el argumento manido de los ufólogos, cuando se les pregunta ¿porqué no hay un avistamiento masivo de naves extraterrestres sobre una ciudad, ante miles de testigos (con cámaras)? A lo que ellos responden «porque provocaría un caos, el pánico entre la multitud, y eso lo saben «˜ellos»™, por lo que prefieren no generar ningún accidente».

Eso es un mito (otro más dentro del mito de los ovnis) y la algarabía y el júbilo de los mexicanos, de los «chilangos» (los habitantes de la Ciudad de México), lo confirmó aquella tarde del 1 de enero de 1993.

REFERENCIAS

Acosta Sánchez Maximino, Ovnis en la ciudad, Excélsior, México, 3 de enero de 1993. Pág. 3.

Anónimo, Asombro de los capitalinos ante la presencia de tres supuestos ovnis, El Heraldo de México, México, 2 de enero de 1993. Pág. 3.

Anónimo, Ayer en el DF, expectación por un objeto que sobrevoló el cielo, Uno Más Uno, México, 2 de enero de 1993. Pág. 10.

Anónimo, En el Nororiente de la capital; curiosidad e incertidumbre por un objeto volador no identificado, Novedades, México, 2 de enero de 1993. Pág.

Anónimo, Ovnis en el cielo del DF. Asombro de capitalinos, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Págs. 2 y 49.

Anónimo, Simple globo aerostático, dicen muchos. Aún no saben si era ovni el objeto que llamó la atención, Mediodía, México, 2 de enero de 1993. Págs. 1 y 12.

Anónimo, Un mundo nos vigila. Eran ovnis: espectadores; Fueron globos: meteorológico, Cuestión, México, 2 de enero de 1993. Págs. 1 y 9.

Arizmendi Rubén, Aparición de un supuesto ovni, Metrópoli El día, México, 2 de enero de 1993. Pág. 1.

Ballesteros Alejandra Mireya, Un misterio su presencia en el cielo, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Págs. 9 y 49.

Cabrera M. Augusto, Ovnis en el cielo del DF. Alertaron a la FAM, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Pág. 49.

Esquinca Vianey, Páramo Arturo y Ramos Claudia, «Un mundo nos vigila», Reforma, México, 2 de enero de 1993. Pág. 1.

Guerrero Chiprés Salvador, El DF inició el año con una jubilosa observación de ovnis. Familias enteras miraron a través del ozono, La Jornada, México, 2 de enero de 1993. Pág. 14.

Martínez Jiménez José Luis, Globos crearon sicosis, La Prensa, México, 10 de enero de 1993. Págs. 2 y 11.

Martínez Jiménez José Luis, Globos crearon sicosis, La Prensa, México, 10 de enero de 1993. Págs. 2 y 11.

Martínez Jiménez José Luis, Ovnis en el cielo del DF. Fueron globos, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Pág. 49.

Méndez Acosta Mario, País de inocentes. Campaña desinformadora, Excélsior, México, 5 de enero de 1993. Págs. 7-8.

Mondragón Luz María, Psicosis colectiva en el DF; ¡ovnis invadieron el cielo capitalino!, El Sol de México, México, 2 de enero de 1993. Págs. 1 y 14.

Ortiz Gutiérrez Genoveva, Expectación u confusión por la oleada de ovnis, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Págs. 1 y 9.

Ortiz Gutiérrez Genoveva, Ovnis en el cielo del DF. Vistos hacia las 17 horas, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Pág. 49.

Ramírez Aparicio José Juan, Incertidumbre y conmoción, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Pág. 49.

Riquelme F. Ethel, Conmoción por supuestos ovnis ayer en la capital, Excélsior, México, 2 de enero de 1993. Págs. 5 y 31.

Velázquez Ariel, ¿Seres extraterrestres?, provocaron sicosis colectiva. Asombro: ovnis en el firmamento, El Nacional, México, 2 de enero de 1993. Pág.


[1] Acosta Sánchez Maximino, Ovnis en la ciudad, Excélsior, México, 3 de enero de 1993. Pág. 3.

[2] Anónimo, Ayer en el DF, expectación por un objeto que sobrevoló el cielo, Uno Más Uno, México, 2 de enero de 1993. Pág. 10.

[3] Ortiz Gutiérrez Genoveva, Expectación u confusión por la oleada de ovnis, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Págs. 9 y 49.

[4] Mondragón Luz María, Psicosis colectiva en el DF; ¡ovnis invadieron el cielo capitalino!, El Sol de México, México, 2 de enero de 1993. Págs. 1 y 14.

[5] Ballesteros Alejandra Mireya, Un misterio su presencia en el cielo, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Págs. 9 y 49.

[6] Cabrera M. Augusto, Ovnis en el cielo del DF. Alertaron a la FAM, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Pág. 49.

[7] Ver García Oscar, Los ovnis que conmocionaron a México

[8] Anónimo, Ovnis en el cielo del DF. Asombro de capitalinos, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Págs. 2 y 49.

[9] Esquinca Vianey, Páramo Arturo y Ramos Claudia, «Un mundo nos vigila», Reforma, México, 2 de enero de 1993. Pág. 1.

[10] Riquelme F. Ethel, Conmoción por supuestos ovnis ayer en la capital, Excélsior, México, 2 de enero de 1993. Págs. 5 y 31.

[11] Méndez Acosta Mario, País de inocentes. Campaña desinformadora, Excélsior, México, 5 de enero de 1993. Págs. 7-8.

[12] Martínez Jiménez José Luis, Globos crearon sicosis, La Prensa, México, 10 de enero de 1993. Págs. 2 y 11.

[13] Martínez Jiménez José Luis, Ovnis en el cielo del DF. Fueron globos, La Prensa, México, 2 de enero de 1993. Pág. 49.

2 pensamientos en “Ovnis invaden el DF y en lugar de pánico generan algarabía”

  1. Yo fui testigo junto con mi papá del avistamiento de esos objetos extraños que sobrevolaban el cielo por encima de la Basílica de Guadalupe el primero de enero de 1993. Eran objetos que se desplazaban en línea recta, se detenía por un momento como conversando con los otros objetos, para después desplazarse en otras direcciones y volver a conversar con otros objetos. El avistamiento se dio en un cuadrante del firmamento. Duró aproximadamente 3 horas hasta el atardecer. Hubo uno que se me acercó bastante, me quedé helada por la sorpresa. Y al momento de reaccionar y tomar la cámara, de inmediato retrocedió rápidamente hasta convertirse de nuevo en un pequeño punto negro.

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