La vegetación del mundo maya

IMPACTO AMBIENTAL

La vegetación del mundo maya[1]

Juan José Morales

Hace más de 30 años, en 1980, el Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos, el INIREB, inició un ambicioso proyecto denominado Etnoflora Yucatanense, con el objetivo principal de identificar y clasificar todas las especies vegetales existentes en la península de Yucatán.

El INIREB, lamentablemente, desapareció. Pero la Universidad Autónoma de Yucatán retomó el proyecto en 1989 y «”bajo el impulso y la guía del Dr. Salvador Flores Guido«” lo ha mantenido durante más de dos décadas, no sólo acumulando nuevos y más detallados registros de plantas, sino también «”y sobre todo»” realizando estudios acerca de los usos y características de las especies de la región, el conocimiento que de ellas tienen los campesinos mayas y la manera en que las aprovechan.

clip_image002Las viviendas campesinas de la península están usualmente enclavadas entre la vegetación del solar o huerto familiar, en el cual se encuentran numerosas especies de plantas útiles, tanto nativas como exóticas y asilvestradas, que proporcionan una diversidad de productos útiles.

Aquí, como paréntesis, vale la pena señalar que durante estos estudios sobre la flora peninsular se encontró que los campesinos no solamente utilizan en una docena de formas diferentes el jabín, Piscidia piscipula en la clasificación científica, sino que también les sirve «”aunque parezca sorprendente e increíble»” como indicador meteorológico. Este árbol de hasta 12 metros de altura y muy importante en la apicultura por su copiosa floración, que se prolonga durante cuatro meses, es totalmente caducifolio. Pierde por completo sus hojas durante los meses de sequía. Pero «”dice en un estudio el Dr. Flores Guido»” los campesinos, a lo largo de siglos de observaciones sistemáticas, descubrieron que si deja caer el follaje tempranamente, en enero, la temporada de lluvias será corta y la precipitación escasa. En cambio, si por el contrario, pierde las hojas tardíamente, en marzo, las lluvias serán abundantes y se prolongarán por más tiempo.

Hasta la fecha, y con la colaboración de investigadores de decenas de instituciones nacionales y extranjeras, se han incorporado a los listados florísticos del proyecto Etnoflora Yucatanense 2 300 especies de 956 géneros catalogadas como nativas de la península o asilvestradas. Es decir, originalmente exóticas, introducidas desde otras regiones del mundo, pero que se adaptaron a su medio ambiente y ya pueden reproducirse y propagarse por sí solas de igual manera que las especies silvestres nativas.

Como detalle curioso respecto a este punto, sin duda a mucha gente le sorprenderá saber que ese listado de especies de plantas peninsulares no incluye a dos de los árboles más conocidos y abundantes en las zonas urbanas e incluso en pequeñas poblaciones: el flamboyán, Delonix regia, y la lluvia de oro, Cassia fistula. Miles de ejemplares de ambos árboles de ornato se encuentran en parques y camellones, al borde de las calles y en viviendas, y de hecho se les considera «”sobre todo al flamboyán»” distintivos del paisaje peninsular. Pero no se les incluyó en el listado porque no se han asilvestrado. Esto es, únicamente se les encuentra ahí donde son objeto de siembra y cuidados por parte del ser humano, y es en extremo raro o imposible hallarlos como parte de la vegetación natural. Por ello siguen siendo clasificados como exóticos.

Del total de especies nativas y asilvestradas o naturalizadas, la décima parte «”o sea, 230″” son endémicas de la península, inclusive el norte de Belice y la zona del Petén en Guatemala. Y aquí cabe también una precisión: si bien usualmente se considera que la península de Yucatán está constituida por los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, desde el punto de vista geológico y biogeográfico, abarca también los ya señalados sectores de Belice y Guatemala, que están constituidos por rocas calizas y tienen una vegetación semejante a la del resto de la región, aunque más exuberante por la abundancia de lluvias.

Calladamente, pues, los botánicos siguen enriqueciendo el acervo de conocimientos sobre la vegetación del Mayab.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y ntana Roo. Lunes 10 de septiembre de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

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