El lagarto que bajó de un ovni en Durango

Hace algunas semanas se estrenó la más reciente versión de Godzilla. No sé por qué pero eso me recordó cuando un lagarto bajó de un plato volador, muy cerca de la ciudad de Durango[1].

KolosimoCreía recordar que el lagarto, aunque no era un gigante como Godzilla, si era mucho más alto que un hombre. Por lo menos eso recordaba de aquella época de los setentas, cuando leí por primera vez sobre este caso en un libro del astroarqueólogo italiano Peter Kolosimo[2]. Como esa lectura coincidió con la época en que me dediqué a visitar la Hemeroteca Nacional en busca de recortes sobre platos voladores y ovnis, le dediqué algunos días a buscar algo más sobre este caso. Nunca encontré nada, ni en los periódicos de la capital, ni en los del Estado de Durango.

Pero no fui el único en no encontrar nada, el psicólogo Héctor Escobar Sotomayor, que también hizo una revisión de los periódicos mexicanos en busca de recortes sobre ovnis, tampoco encontró nada. Su colección de recortes, que me cedió al término de la publicación de la revista especializada Perspectivas Ufológicas, no contiene nada al respecto.

Entiendo que esto no demuestra que ese caso no ocurrió. Más bien dice que ni Héctor ni yo encontramos nada en los periódicos nacionales sobre un lagarto que cayó cerca de la ciudad de Durango durante la oleada de 1965. Pero es sintomático.

El caso es prácticamente desconocido en México, aunque varios ufólogos extranjeros se han ocupado de él. Veamos algunos ejemplos. Comencemos con el catálogo de humanoides, 1965 Humanoid Reports, del ufólogo americano Albert Rosales.

Albert Rosales indica en su catálogo que cerca de Durango, México, el 3 de noviembre de 1965 en un momento desconocido, en un área desértica aislada, un hombre y su hijo de 15 años de edad, se encontraron con un objeto en forma de disco que se detuvo y permaneció cerca de la tierra en las inmediaciones. Al cabo de unos minutos una abertura redonda se hizo visible en la parte superior del objeto y vapor rojizo o humo fue visto saliendo. Entonces emergió un extraño ser, fue descrito como un reptil de aspecto pequeño con las orejas muy largas, seis salientes como brazos tubulares y una cola larga verdosa. Llevaba un extraño objeto parecido a un paraguas metálico que movía alrededor como si estuviera haciendo señales. El ser descubrió a los testigos y saltó al suelo. En este punto los dos testigos huyeron de la zona en estado de pánico y no vieron la partida del objeto y el ser.

SombrasEnLasEstrellasAlbert Rosales indica como fuente Peter Kolosimo, «Sombra en Las Estrellas»[3]. Pero hay un ligero error en el título del libro, el correcto es «Sombras en las estrellas».

Por su parte el ufólogo belga Godelieve van Overmeire, en su catálogo de humanoides Chronologie OVNI [4], de 1999, nos da un resumen ligeramente diferente, ya que nos dice que el suceso ocurrió el 5 y no el 3 de noviembre de 1965, y el lugar fue Duringo, Argentina, que hasta donde yo sé no existe.

El ufólogo indica que el 5 de noviembre de 1965, en Argentina en Duringo (sic), el pastor José Luis Fernández y su hijo Ignacio, de 15 años, estaban en una meseta alta y vieron un disco que se detuvo en el cielo. Después de un minuto de espera, vieron que se abrió un agujero redondo en la base de la nave espacial de donde salieron inicialmente vapores rojizos.

Entonces apareció un marciano que los dos testigos coincidieron en describir de la misma manera:

«Es parecido a un lagarto grande, longitud 80 cm; tenía las orejas de un ratón[5], seis brazos tubulares y una larga cola terminada en hojas de olivo[6]. Portaba un objeto, una especie de paraguas metálico, provisto de tres soportes muy finos que agitaba como si estuviera haciendo señales».

Después de haber observado todo con atención, saltó al suelo «y, por supuesto, José e Ignacio huyeron».

DesOmbresSurLesEtoilesGodelieve van Overmeire indica que la fuente es Peter Kolosimo, «Des ombres sur les étoiles», Albin Michel, 1970, página 353.

Esta misma versión aparece (copiada) en el libro de un ufólogo canadiense: Milliard Donald, Le Phénomène Ovni, Édition Maison, Canada, mai 2012.

El caso también aparece en el INTCAT (International Catalogue of Entity Reports) del crítico magoniano Peter Rogerson[7], quien escribe:

3 de noviembre 1965 (MEXICO)

 

Dos pastores, José Luis Fernández y su hijo de 15 años Ignacio estaban en una meseta cuando un objeto se detuvo en el aire, y después de un minuto una abertura circular apareció en su parte inferior. Desde esta apertura surgieron vapores rojizos y una criatura parecida a un lagarto de 80 cm de altura, con orejas como de topo, seis brazos tubulares y una larga cola con hojas de olivo en el extremo. Llevaba una especie de sombrilla metálica con tres apoyos estrechos que movía como si estuviera haciendo señales. El extraño ser se dio cuenta de los dos testigos aterrados y saltó al suelo, haciendo que huyeran en pánico.

 

Richard Heiden citando Kolosimo (?) P.376 citando una edición sin fecha de Domenica del Corriere.

Mi amigo Richard Heiden, del que hemos publicado algún trabajo en Marcianitos Verdes, alguna vez me preguntó sobre este asunto.

Finalmente, el ufólogo francés Patrick Gross, en su sitio ufologie[8], nos da un resumen y valoración del caso (URECAT-000604):

3 o 5 de noviembre, 1965, Durango, México, José Luis Fernández e Ignacio Fernández

 

Breve resumen del evento y seguimiento:

 

El autor de baja credibilidad Peter Kolosimo supuestamente dijo en 1966 que el 3 o el 5 de noviembre de 1965, en un momento desconocido, en el estado de Durango, México, el pastor José Luis Fernández y su hijo Ignacio, de 15 años, estaban en una alta meseta de un aislado desierto cuando vieron un disco que se detuvo y permaneció cerca del suelo.

 

Después de un minuto de espera, o unos pocos minutos, se abrió un agujero redondo en la parte inferior o la parte superior, del disco y salieron vapores rojizos o humo, entonces apareció un marciano.

 

Supuestamente, se parecía a un lagarto de 0,80 metros de largo, con los oídos de un ratón, seis brazos tubulares y «una larga cola terminando en hojas de olivo». Llevaba una especie de paraguas metálico, provisto de tres soportes muy finos que agitaba como si estuviera haciendo señales.

 

Observaba todo con atención, saltó al suelo y los testigos huyeron en pánico.

Puntos a considerar:

 

Autor Peter Kolosimo fue llamado «el príncipe de la invención» por otros ufólogos italianos ya que simplemente inventaba sus propias historias que mezclaba con los casos ufológicos de otros autores en libros caprichosos con historias de la Atlántida, Lemuria, gente del espacio, viajeros en el tiempo. Sus propias invenciones estaban, naturalmente, privadas de cualquier indicación de una fuente u origen.

 

Los dos resúmenes de la historia escrita más tarde están en desacuerdo entre sí en varios puntos.

 

Evaluación:

 

Invención del autor.

Ahora veamos qué es lo que escribió el autor italiano Peter Kolosimo, de acuerdo con la traducción del ufólogo español Antonio Ribera, de 1974[9], del original italiano[10], de 1966:

Mucho más terrorífico[11] debe haber sido el encontronazo ocurrido el 3 de noviembre de aquel año, cuyos protagonistas fueron dos pastores mexicanos, José Luis Fernández y su hijo, de quince años, Ignacio. Sobre un altiplano a 500 millas de Durango, los dos vieron un platillo detenerse en mitad del aire.

 

«Después de cerca de un minuto «“ leemos en un servicio publicado por la Domenica del Corriere -, en la parte inferior de la astronave se abrió un orificio redondo, del que surgieron vapores rojizos y, además, un marciano, que los dos testigos han descrito concordantemente como «˜semejante a un lagarto de ochenta centímetros de alto, con largas orejas de topo, seis brazos tubulares y una larga cola terminada en hojas de olivo»™. Tenía en la mano un objeto extraño, una especie de sombrilla metálica provista de tres soportes delgados, que agitaba de una manera descompuesta, como haciendo señales. El extraño ser observó por un instante a los pálidos pastores, y después bajó a tierra de un salto. Presas de pánico, José e Ignacio huyeron corriendo, sin poder decir lo que pasó con el marciano. Cuando volvieron con más gente, había desaparecido».

De acuerdo con Patrick Gross esta historia fue un invento del «príncipe de la invención», es decir Peter Kolosimo, pero el autor italiano se refiere al Domenica del Corriere como fuente primaria (no habla de ningún periódico mexicano).

LaTribunaIllustrata-21-11-1965En efecto, en el semanario La Tribuna Illustrata, que era un suplemento dominical de la Domenica del Corriere – en particular en el número 47 del 21 de noviembre de 1965[12] -, podemos ver la historia original publicada por Luigi Macciocca, – que no se si haya sido un pseudónimo de Peter Kolosimo. En la portada aparece una bella ilustración (como todas las que solía publicar La Tribuna Illustrata) en la que vemos a nuestro, ahora ya, famoso lagarto.

Esta portada es la culpable de que haya pensado en un enorme lagarto descendiendo de un plato volador pues el dibujante (M Uggeri) no guardó la proporción indicada por el autor (Luigi Macciocca) sobre la supuesta altura del lagarto: 80 centímetros. La portada tiene un pie de ilustración que dice:

Un marciano con sombrilla bajó de un disco volante

 

Y juran que lo vieron en los últimos días los pastores mexicanos José Luis Fernández y su hijo Ignacio. Lo curioso es que el extraño ser con paraguas se ha observado también en la zona de América del Norte y Australia. En las páginas 12 a 15 hay un gran reportaje fotográfico y las noticias de los recientes avistamientos. (Diseño de M Uggeri)

En las páginas centrales hay un largo artículo de Luigi Macciocca titulado: Los vieron así[13]. También encontramos un recuadro que habla sobre el caso del lagarto de Durango[14]. Lo más probable es que haya sido escrito por el propio Macciocca, pero no estamos seguros. El recuadro dice:

imageEl marciano con seis brazos

 

Dos pastores mexicanos, José Luis Fernández, de 55 años, y su hijo el quinceañero Ignacio, han declarado haber presenciado, aturdidos y asustados, el aterrizaje de un disco volante y al desembarque de un marciano. El hecho se produjo en un altiplano a quinientas millas de la ciudad de Duringo, donde los dos estaban pastando un rebaño grande.

 

Aunque ha levantado un gran revuelo, la noticia no ha cogido de sorpresa a la prensa y opinión pública mexicana. En estos últimos tiempos, numerosos apariciones de objetos volantes han creado en el país una verdadera y propia psicosis, por lo que ha habido personas que incluso han adoptado medidas defensivas en previsión de una invasión de seres extraterrestres hostiles al hombre.

 

José y su hijo son gente absolutamente normal. La policía de Duringo los ha definido como «personas tranquilas, honestas, sin grillos en la cabeza». Y por lo tanto fiables.

 

Los dos protagonistas de la espantosa aventura han narrado: «Eran las tres de la tarde. El primero en advertir la presencia extraña fueron las ovejas. Intentamos calmar al rebaño y nos dimos cuenta del objeto volante que se acercaba. Lo vimos cuando un leve silbido y un potente viento caliente llamó nuestra atención. La máquina estaba apuntando ligeramente hacia la tierra a unos 300 metros de nosotros. La ovejas se dispersaron dándose a la fuga y buscando refugio en la vegetación y las rocas de los alrededores».

 

«Ignacio «“ prosiguió el padre «“ exclamó de inmediato: «˜Dios mío, un monstruo y cayó junto a nosotros»™. Pero el monstruo era de metal, brillaba y emitía bocanadas de vapor. Luego, se escuchó un crujido prolongado, como si algunas partes metálicas se frotaran entre sí».

 

Siempre soplando, el disco se detuvo suavemente en el aire. Y después de cerca de un minuto, en la parte inferior de la aeronave se abrió un orificio redondo, del cual salió vapor rojo y, luego, un marciano, que los dos testigos han descrito concordantemente como «similar a un lagarto de ochenta centímetros de alto, con grandes orejas de topo, seis brazos tubulares y una cola larga terminando en una hoja de olivo». En la mano tenía un objeto extraño, una especie de sombrilla metálica provista de tres soportes delgados, que agitaba de una forma desorganizada, como haciendo señales.

 

El ser extraño observó por un tiempo a los dos asombrados pastores, luego descendió a tierra de un salto. Presas del pánico, José e Ignacio huyeron corriendo. Y por lo tanto no fueron capaces de describir qué pasó con el marciano. Cuando regresaron con otras personas, «él» ya había desaparecido.

No podemos afirmar que Macciocca haya sido un seudónimo de Kolosimo, por lo que, en esta ocasión, no podemos acusar a Peter Kolosimo de haber inventado esta historia. Pero los datos tan vagos, como por ejemplo en cuanto a la localización de los sucesos en una zona tan extensa como un radio de 800 kilómetros, o la mala ortografía para describir la ciudad de Durango, pero sobre todo la descripción de un marciano[15] en forma de lagarto con una cola terminada en hoja de olivo, orejas de topo y portando una sombrilla, nos hacen pensar que todo fue una broma producida por los periodistas del semanario italiano. Seguro que si vivieran todavía se estarían riendo de los ufólogos que se creyeron este cuento.


[1] Si a 500 millas (800 kilómetros) se le puede llamar cerca. Porque esa fue la distancia que informó La Tribuna Illustrata, el semanario dominical de La Domenica del Corriere. En un radio de 800 kilómetros, partiendo de la ciudad de Durango, se encuentran las principales ciudades de México, como Monterrey, Guadalajara, Chihuahua, Mazatlán, Los Mochis, San Luis Potosí, Zacatecas, León, y un largo etcétera que casi incluye la Ciudad de México. Por lo visto los datos de ese semanario italiano eran muy precisos. Tan precisos que incluso llama Duringo, a la ciudad de Durango.

[2] Kolosimo Peter, Sombras en las estrellas, Plaza & Janés, Barcelona, Colección El Arca de Papel, 1974. Pág. 596-597.

[3] http://www.ufoinfo.com/humanoid/humanoid-1965.pdf

[4] https://web.archive.org/web/20050214191325/http://users.skynet.be/sky84985/chron16.html

[5] En la versión original se habla de un topo.

[6] En la versión original y en la ilustración aparecida en el Domenica del Corriere se habla y se ve una sola hoja de olivo.

[7] http://intcat.blogspot.co.uk/search/label/1965

[8] http://ufologie.patrickgross.org/indexe.htm

[9] Kolosimo Peter, Sombras en las estrellas, Plaza & Janés, Barcelona, 1974. Pág. 596-597.

[10][10] Kolosimo Peter, Ombre sulle Stelle, Sugar Editore, Milano, 1966.

[11] Unos párrafos antes Kolosimo se refirió al caso del desfile de ovnis sobre el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, una leyenda ufológica de la que me ocuparé en otra ocasión.

[12] La Tribuna Illustrata, Año 75, N. 47, L. 70, 21 de noviembre de 1965

[13] Macciocca Luigi, Li Hanno Visti Cosi, La Tribuna Illustrata, Año 75, N. 47, L. 70, 21 novembre 1965.

[14] Anonimo, Il marziano con sei braccia, La Tribuna Illustrata, Año 75, N. 47, L. 70, 21 novembre 1965.

[15] ¿Cómo sabían que era un marciano?

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