El Hombre de Marte

El Hombre de Marte

World

16-8-1878

TheManFromMars-World-16-8-1878aHace dos o tres años Sir Henry Thompson, buscando algún posible origen para la fuente de la vida en la Tierra, dijo a la British Association que muy probablemente los primeros gérmenes de algo capaz de crecer fueron traídos a nuestro planeta por meteoros «“ una teoría que, en la medida en que arroja alguna luz sobre esta cuestión oscura, es científicamente tan importante como si Sir Henry hubiera sugerido que Cadmus trajo las primeras esporas y gérmenes junto con él cuando traía cartas a Grecia. Parece imposible de verificar su extraña creencia, en la medida en que después de llegar a través del espacio y entrar en el aire los aerolitos comúnmente se encuentran intolerablemente calientes que resulta vano buscar evidencias de vida en ellos, y lo que ellos contienen son simples minerales bien conocidos en la Tierra. Pero si alguna vez se encuentra que alguna piedra meteorito contiene algo que alguna vez indudablemente estuvo vivo la teoría podría ser muy bien sustentada sin exigir demasiado a la imaginación. Por lo tanto es agradable escuchar del South Pacific Times de Callao que un químico llamado A. Serarg ha llegado ahí tras un inmenso aerolito, cavando hasta su corazón en el cual descubrió un cuerpo humano perfectamente preservado, de cuatro pies seis pulgadas de largo, que justo es dieciocho pulgadas más largo que el famoso hombre fósil que alguna vez fue encontrado en el esquisto de OEningen y que resultó ser una salamandra. Podríamos pasar por este descubrimiento como uno en el que investigaciones posteriores podrían demostrar su no existencia, pero un plato de plata fue encontrado con el cuerpo en el cual ciertos jeroglíficos mostraban que el hombre había venido de Marte. Podemos entonces contemplar la teoría de Sir Henry Thompson del origen de la vida terrestre como teniendo al menos un hecho que la corrobora, y también podemos aceptar la doctrina del Sr. Richard A. Proctor de que hay otros mundos además del nuestro en los que seres inteligentes como los hombres viven y especulan. Por lo menos Marte está habitado, y el lenguaje de sus habitantes es inteligible para los químicos de la tierra suficientemente inteligentes.

TheManFromMars-World-16-8-1878bEs posible que, a la manera del Profesor Haeckel, que justo ahora ha representado al célebre médico Virchow por ser un jesuita porque él niega que el hombre pudo alguna vez desarrollarse de un mono, los hombres pueden surgir y poner en duda y ensuciar el descubrimiento de este hombre marciano en la tierra, y de su placa de la puerta inscrita con jeroglíficos, diciendo que nadie podría posiblemente ser empacado en un aerolito que venga de Marte a menos que previamente hubiera estado expuesto a vivir en un volcán. Pero de acuerdo con un estilo de razonamiento ahora muy en boga, y del cual el Sr. Proctor es eminentemente aficionado, se podría mostrar que en Marte los hombres pueden vivir muy confortablemente en volcanes. En primer lugar, ese planeta, tanto por su distancia al Sol y su tamaño comparativamente pequeño, es mucho más frío que la Tierra, así que sus habitantes desean fácilmente poder encontrarse sólo en lugares calientes. Se sabe que las regiones polares están cubiertas de hielo y nieve; y debido al gradual enfriamiento del cuerpo principal, incluso en los trópicos, los volcanes ahora no están calientes, sino simplemente tibios; de hecho ellos tienen que ser tan calientes como los nuestros. De otra forma el plato de plata en el cual el Sr. Serarg encontró los preciosos jeroglíficos se habría fundido. Siendo este el caso, es más que probable que los volcanes marcianos sean fríos, así que la gente debe ser forzada a excavar hoyos en las masas de lava que se alinean a los lados de las cavernas en las cuales viven con cierto grado de confort; también ellos deberían permanecer en ellas todo el tiempo, y por lo tanto sería necesario tener placas de puerta en sus moradas para que los visitantes pudieran conocer con precisión en donde encontrarlos.

Una objeción principal que prevemos a la creencia de fondo en el descubrimiento del Sr. Serarg y de sus mismas conclusiones es que entonces los trogloditas, pararon las comunicaciones entre sí, no serían capaces de gravar sobre un metal o hablar un lenguaje descifrable por el hombre. La primera objeción sólo la podría hacer un pensador superficial e inexperto, imbuido profundamente de jesuitismo, determinado a restablecer la Inquisición y perseguir el libre pensamiento científico de la faz de la Tierra. La segunda es todavía más fácil de responder. Si existe hierro en Marte o Sirio o Alfa lira, debe ser del mismo tipo del que encontramos en la Tierra, de otra forma no sería hierro sino otra cosa. Por lo tanto es con oro, el ámbar del comercio, el mercurio de las tiendas, o no. Así que si existe la mente en Marte debe ser mente, ya que de otra forma sería algo distinto y no mente. Así, también, debe ser con el lenguaje; sin embargo se encontró que debe ser la misma cosa. Como la plata en Marte es la misma plata que existe en la Tierra, entonces si el lenguaje existe ahí es el mismo lenguaje que se encuentra en nuestro planeta. Por lo tanto no es difícil suponer que los jeroglíficos que estaban inscritos en el plato descubierto por el Sr. Serarg puedan ser fácilmente descifrados por una persona competente que pueda leer y hablar el idioma inglés con propiedad. En cuanto a cualquier supuesta imposibilidad de que un aerolito conteniendo un hombre llegue a la Tierra después de haber sido eyectado de un volcán en Marte, es suficiente respuesta que ese planeta es sólo de unas 4,400 millas de diámetro que la atracción que puede ejercer sobre un hombre de cuatro pies y medio de altura debe ser muy pequeña. Si tal persona en la Tierra pudiera pesar noventa libras, en Marte no podría pesar más de dos onzas, y, como el aire de ese planeta es muy denso y enormemente cargado con vapor, es más que probable que pueda flotar en él como una de nuestras más ligeras nubes en un día de verano, así que el más ligero impulso dado por el volcán en el que él habitó podría enviarlo a él y a su placa de puerta más allá de la atracción de su planeta padre a la influencia de la Tierra. En cuanto al aerolito envolvente y su peso no lo estamos considerando ahora, ya que está más allá del alcance del negocio que traemos en manos.

Entonces, cuando ponderamos la vastedad del universo y vemos en toda su majestuosidad los logros de la ciencia moderna, somos golpeados por los grandes poderes de la mente humana, y no podemos más que detenernos a admirar el genio de un Thompson, un Proctor, un Serarg y un volcán – ¿pero quien es el más grande que nos puede decir?

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