Usted ya no es ufólogo, ahora es…

Usted ya no es ufólogo, ahora es»¦

Por «el tal Noguez»

Si usted «investiga» cosas raras que se ven en el cielo, por decirlo de algún modo, y se considera ufólogo y dice que sigue la pista a esas cosas que se ven en el cielo, temo decirle que está completamente equivocado.

Primero porque no se puede investigar lo negativo, lo que no es. De acuerdo con estos «investigadores» un ovni no es un avión, no es una nube, no es Venus, no es»¦ ¿Entonces qué SÍ es un ovni? De acuerdo con la «escuela ufológica» a la que pertenezca el «investigador» podrá decir que es un ente de un mundo paralelo, algo ultradimensional, «¦, una nave de otro mundo. ¿Pero será cierto? ¿Quién lo ha demostrado?

En casi 75 años de historia de platos voladores u ovnis ningún «investigador» ha podido demostrar que un ovni sea una u otra cosa (mucho menos una nave de otro planeta). De haber ocurrido eso la discusión y la polémica habrían terminado.

Segundo, porque realmente no investiga los ovnis, sino, en todo caso, informes sobre ovnis, lo que es algo completamente distinto. No tiene en un laboratorio, vamos, ni siquiera en la mesa de su comedor, un ovni o plato volador para investigarlo. Lo que tiene son reportes, informes y muchos recortes de periódicos o datos entresacados de internet. Entonces, no es ufólogo sino coleccionista de historias de ovnis.

No es ufólogo porque no hay una profesión como tal. Ninguna escuela o universidad otorga un título de ufólogo y en las listas de profesiones oficiales de los gobiernos no hay ninguna con ese nombre.

Tampoco es ufólogo para los puristas del idioma español. Para ellos, en todo caso, sería ovnílogo. Y si usted es angloparlante, tampoco podría ser ufólogo, sería ufologist.

Finalmente, si quiere estar al día, usted ya no es ufólogo, ahora es uapologo, es decir, supuestamente investigaría UAP (Unidentified Aerial Phenomena o Fenómenos Aéreos No Identificados), que es como ahora los llama el Pentágono. En español sería faniólogo. Ésta última me suena más a fanaticólogo, que se acerca más a la forma de ser de estos individuos.

También hay un nuevo acrónimo UAV (Unmanned Aerial Vehicle o Vehículo Aéreo No Tripulado). Entonces serían uavólogos o vantólogos, en español. El primero me suena a que se dedican a no hacer nada, lo que los describe muy bien.

Los problemas con estas nuevas denominaciones siguen siendo los mismos. Los uapologos o uavólogos no investigan nada de lo que creen investigar.

Además, las cuatro palabrejas (uapologo o faniólogo, uavólogos o vantólogos) son horribles. Y no podríamos decirle uapólogo a Maussán (y a muchos otros como él), por ejemplo, porque de guapo no tiene nada.

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