Avinu Malkeinu: La experiencia de comunicación en el más allá que impulsó la carrera del Dr. Jeffrey Mishlove en parapsicología
11 de noviembre de 2021
Red Pill Junkie
A continuación se muestra un video en el que Jeffrey Mishlove, PhD, autor, psicólogo clínico y presentador de la serie de televisión Thinking Allowed, que ahora es un canal de Youtube, relata la experiencia dramática que tuvo cuando era un joven estudiante universitario, que cambió drásticamente su camino de la vida hacia el estudio de la conciencia y su supervivencia potencial después de la muerte corporal.
La experiencia en cuestión fue un sueño vívido que tuvo de su “tío abuelo Harry” que sacudió a Jeff tan profundamente que se despertó con lágrimas en los ojos y, sin razón aparente, lo obligó a cantar la canción Avinu Malkeinu, uno de los cantos más sagrados en la religión hebrea.
Impactado por lo que parecía más que un sueño ordinario, Mishlove inmediatamente escribió a su familia preguntando por el bienestar del tío Harry. Dos días después su madre lo llamó por teléfono para darle la noticia: el tío Harry había muerto en el mismo momento en que lo había soñado.
En el video, Jeff amplía aún más los detalles de la historia, y cómo eventualmente se enteró de que este pariente difunto había sido en realidad un estudiante de las enseñanzas místicas del rabino Israel Baal Shem Tov, algo que no era común entre los judíos estadounidenses en el 1950, que se inclinaban hacia el secularismo después de los horrores del Holocausto.
“Solo hay una forma razonable de explicar este evento, el más conmovedor e inolvidable de mi joven vida. El tío Harry me visitó en un sueño cuando murió. La percepción extrasensorial por sí sola no explica las emociones abrumadoramente potentes asociadas con su presencia. La visita del tío Harry me convenció, más allá de toda duda, de que el alma existe y sobrevive a la muerte del cuerpo físico”.
Mishlove utilizó esta poderosa anécdota personal como nota introductoria, en el ensayo que escribió para el concurso organizado por el recientemente creado Bigelow Institute for Consciousness Studies (BICS), que le otorgó el primer premio. (Nuestro amigo Greg Taylor también participó en el concurso y recibió una mención honorífica por su ensayo). En la introducción, Jeff explica con más detalle cómo el sueño lo llevó a “cambiar de carril” y alejarse de la carrera en Criminología que estaba siguiendo en ese momento. Aprovechó las reglas flexibles de la división de posgrado en Berkeley, algo que Terence McKenna también disfrutó cuando era estudiante allí, y creó su propia especialización de doctorado individualizada que le permitió recibir el único título oficialmente reconocido en “parapsicología” otorgado por una Universidad acreditada.
Es difícil adivinar qué planea hacer el Instituto Bigelow con todos los excelentes trabajos presentados en su concurso. Hasta ahora, BICS no ha logrado generar mucha publicidad al respecto en los principales medios de comunicación; de lo contrario, los detractores habituales no habrían perdido tiempo en criticar tanto el concurso como los argumentos de los participantes a favor de una vida después de la muerte. Quizás Bigelow esté planeando hacer algo más que simplemente adquirir un nivel de tranquilidad y consuelo por la pérdida de sus seres queridos, como financiar un programa de parapsicología en alguna universidad importante en un futuro cercano.
Pero incluso si ese no es el caso, y BICS es incapaz de influir en la obsesión actual de la cultura moderna con equiparar nuestro cerebro con un ordenador y desestimando las afirmaciones de que la conciencia existe independiente del tejido húmedo encerrado en nuestros cráneos óseos, una cosa que podemos afirmar con certeza es que la gente de todo el mundo seguirá teniendo el mismo tipo de experiencias que Jeffrey Mishlove y muchos otros; ningún nivel de razonamiento material convencerá jamás a esas personas de que la supervivencia más allá de la muerte es imposible, y que cuando llegue su momento, como en los versos de Avinu Malkeinu, alguien en algún lugar inscribirá sus nombres en el Libro de la Vida.