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Lazando al chupacabras

Lazando al chupacabras

CentroCulturalBellasArtes El Centro Cultural Bellas Artes, también conocido como Centro Cultural El Nigromante o Centro Cultural Ignacio Ramírez está en un edificio del siglo XVIII que alguna vez fue el claustro del Convento de la Concepción (construido en 1755 por el arquitecto Francisco Martínez Gudiño, e inaugurado en 1765).

En 1938 el pintor y crítico de arte Felipe Cossío del Pomar, convenció al entonces Presidente de la República, Lázaro Cárdenas, de restaurar y rehabilitar el edificio para convertirlo en una Escuela de Bellas Artes. La Secretaría de Bienes Nacionales, cedió la propiedad a la Escuela Universitaria de Bellas Artes.

En 1968 pasa a formar parte del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y adquiere su actual nombre. El centro ofrece clases de pintura, dibujo, escultura, música y danza. Talleres de artes plásticas, cerámica, teatro, danza, escultura, piano, guitarra También se organizan festivales de Música de Cámara.

Se exhiben varios murales de Pedro Martínez, Eleanor Cohen, e incluso uno de David Alfaro Siqueiros, quien fuera maestro de la institución. En 1948 Siqueiros fue invitado a San Miguel de Allende, Guanajuato, a dar un ciclo de conferencias sobre cómo hacer un mural. Terminó pintando un mural (inconcluso) alusivo a la vida y obra de Ignacio Allende.

El Centro Cultural Ignacio Ramírez «El Nigromante» se encuentra en la calle Dr. Hernández Macías No. 75, San Miguel de Allende, Guanajuato, México (Tel. 415 152-0289).

En uno de sus pasillos podemos encontrar un mural que haría las delicias de los ufólogos y criptozoólogos. No tiene placa que identifique la obra o al artista. Algunos lo llaman «Lazando al diablo» y en él aparecen tres mujeres que corren despavoridas ante la aparición de algo parecido a un enorme murciélago, mientras que dos hombres intentan lazarlo.

Como no conozco el autor de este mural ni cual fue su inspiración, cualquier cosa que diga sería mera especulación.

Elton John. Bad Side Of The Moon

Bad Side Of The Moon Elton John

It seems as though I’ve lived my life

On the bad side of the moon

To stir your dregs in sickness still

Without the rustic spoon

Common people live with me

Where the light has never shone

And the hermits flock like hummingbirds

To speak in a foreign tongue

I’m a light world away

From the people who make me stay

Sitting on the bad side of the moon

There ain’t no need for watchdogs here

To justify our ways

We live our life in manacles

The main cause of our stay

Exiled here from other worlds

My sentence comes too soon

Why should I be made to pay

On the bad side of the moon

Construcciones ovni (35)

Chemosphere1 A finales de los cincuenta Leonard Malin, un joven ingeniero aeroespacial, recibió como regalo de bodas de su suegro un lote al norte de Mulholland Drive, cerca de Laurel Canyon, en el Valle de San Fernando en el lado de Hollywood Hills. El único problema es que el predio tenía una pendiente de aproximadamente 45 grados y para cualquier arquitecto hubiera sido casi imposible construir algo ahí.

Imposible para todos, excepto para John Lautner. Lautner fue un arquitecto americano de la Costa Oeste y que trabajó en mayor medida en los alrededores de Los Angeles y Hollywood. Fue alumno de Frank Lloyd Wright y estudió en West Taliesin.

chemosphere2 Malin dio a Lautner un presupuesto de 30,000 dólares, y la construcción comenzó en mayo de 1959. La supervisión estuvo a cargo de Guy Zebert.

La solución de Lautner al terreno con una pendiente de 45 grados fue enterrar un pedestal de concreto, de más de 6 metros de diámetro. Sobre él se levanta un poste de hormigón de casi 10 metros de alto, el cual sostiene una estructura octogonal, con alrededor de 200 m2 de espacio libre.

La casa, que es conocida como Chemosphere, está bisectada por una pared Chemosphere3central de ladrillos con una chimenea, con asientos en el centro. Un lado de la casa es «público», con una pequeña cocina, una sala y comedor con sofás empotrados por debajo de las ventanas de vidrio. La casa «privada» incluye un dormitorio principal con baño, pequeños cuartos de lavado y almacén, dos dormitorios infantiles (actualmente estas recámaras fueron transformadas en oficina), y un cuarto de baño adicional. A pesar de ser más compacta que muchas de las nuevas viviendas unifamiliares, tiene la mayoría de los elementos esenciales. Las ventanas se inclinan para evitar la reflexión de la luz, además integra muebles, estructura y elementos diversos y cotidianos para evitar el vértigo creando al interior espacios acogedores que se articulan alrededor de un simbólico lucernario Chemosphere4junto a la chimenea. Se accede por teleférico o funicular desde el garaje o bien por un pequeño puente lateral.

El edificio, que la Enciclopedia Británica, una vez llamó «la casa más moderna construida en el mundo», es admirado tanto por el ingenio de su solución para el problema del emplazamiento como por su diseño único: parece a un platillo volante sobre su plataforma de lanzamiento, encaramado encima de un poste de 10 metros de altura. Pero Lautner no veía la casa como un platillo volante, sino como una solución razonable. Y de hecho ha demostrado su factura, sobreviviendo chemosphere5a fuertes terremotos y lluvias. La casa es hoy considerada como uno de los grandes iconos arquitectónicos de Los Angeles.

Alan Hess, un historiador de arquitectura y autor de The Architecture of John Lautner, considera la Chemosphere como una perfecta expresión de la cultura del Sur de California.

En 1976 la casa fue vendida al doctor Richard Kuhn, quien fuera apuñalado a muerte en un robo por dos hombres. Luego la casa pasó por un proceso de declinación. Durante años estuvo a la venta, pero, por su diseño, resultó muy difícil de vender. Luego se puso en alquiler para fiestas y set de películas. De hecho su fama de «invendible» fue usada en uno de los episodios de Los Simpson, en donde uno de los personajes, Troy McClure reside en la casa y coloca un cartel de venta (el mismo que había tenido chemosphere6durante años).

Desde 1964 la Chemosphere fue utilizada en el capítulo The Duplicate Man, de la serie The Outer Limits, de la ABC. La historia se basa en un cuento de ciencia ficción de Clifford D. Simak. Las escenas de exterior del episodio fueron filmados en el lugar.

«Quiero dejar claro que esa casa en forma de nave espacial existe realmente «“declaró Brian de Palma. «No construimos un decorado. Es una casa que está en el Valle de San Fernando, se llama Chemosphere y la hizo John Lautner, chemosphere7un exdiscípulo de Frank Lloyd Wright». El director también utilizó la casa en su película Body Double.

Se escogió el mismo escenario para la película de James Bond, Diamonds are Forever. No se si no pudieron pagar el alquiler, pero en la película de Los Ángeles de Charlie hay algunas escenas filmadas en un set inspirado en la casa. Lo mismo ocurre con el set de Current TV, que es una réplica exacta del interior de la Chemosphere.

En la ficción, el personaje de Desolation Jones en el comic del mismo nombre chemosphere9vive en la Chemosphere. La casa también aparece en el videojuego Grand Theft Auto: San Andreas, cerca de la señal VINEWOOD.

La casa se encuentra en el 7776 Torreyson Drive en Hollywood Hills. Desde Flynn Ranch Road y Torreyson Drive o directamente cruzando la calle en 7777 Torreyson Drive se obtienen las mejores vistas. Para llegar ahí hay que tomar al norte hasta Laurel Canyon, doblar al este en Mulholland, a la derecha en Torreyson Drive. Girar a la izquierda hasta la calle estrecha sin letreros. La chemosphere10casa tiene una maravillosa vista del Valle de San Fernando, a lo largo del 101 Freeway.

En el año 2000 la casa se vendió al editor alemán Benedikt Taschen, dueño de la editorial alemana Taschen. Durante los primeros años en que los Taschens vivieron allí, la casa se convirtió en un lugar famoso por sus fiestas, donde el fotógrafo Bill Claxton y su esposa la modelo Peggy Moffett iban de parranda con estrellas porno, músicos de Chemosphere11jazz y el director Billy Wilder.

Luego Taschen decidió restaurar la casa. Para ello contrató al arquitecto Frank Escher, quien escribió el primer libro sobre Lautner unos pocos años después de mudarse a Los Angeles en 1988, y actualmente supervisa los John Lautner Archives. Escher, considera a Lautner «el eslabón perdido entre el Modernismo clásico y el Case Study Houses».

Escher hizo tan buen trabajo que ganó el premio de Los Angeles Conservancy. El único problema actual con el hogar es el mayor costo de mantenimiento.