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Cuánto cuesta comprar la Presidencia

ESCRUTINIO

Cuánto cuesta comprar la Presidencia[1]

Juan José Morales

No por esperado deja de ser aberrante el fallo del tribunal electoral sobre la elección presidencial. No se preocuparon los magistrados «”ni uno solo de ellos»” por al menos guardar un poco las apariencias aceptando siquiera alguno de los muchos elementos de prueba que el Movimiento Progresista aportó para demostrar lo que es evidente para todos, excepto para los integrantes del Trife. Es decir, que no se cumplieron los requisitos de igualdad y equidad que, según el Art. 41 constitucional, deben regir las elecciones.

clip_image002«La foto presidencial de Peña Nieto» se titula este cartón, cortesía de Carlos Latuff, en el cual se ilustra cómo y con ayuda de quiénes el hombre del copete pudo comprar la presidencia de la República.

Para nadie es un secreto que hubo compra y coacción del voto por parte del PRI, que Peña Nieto rebasó holgadamente el tope de gastos de campaña «”que según la ley era de 336 millones»”, que hubo una confabulación entre el propio Peña Nieto y las empresas del duopolio televisivo para impulsar su candidatura, que la campaña priísta se financió con dinero de oscuro origen que fluyó a raudales a través de empresas fantasmas, que diversos gobiernos «”en particular el del estado de México»” aportaron también enormes cantidades mediante transferencias ilegales, que hubo repartos de láminas, despensas, materiales de construcción y otros productos para inducir el sufragio, que a cambio de su voto se entregaron a los electores tarjetas «”equivalentes a dinero en efectivo»” para adquirir mercancías, tarjetas que se harían válidas al día siguiente de la elección (obviamente, sólo si triunfaba Peña Nieto, lo cual los obligaba a ejercer su voto en tal sentido).

Una tras otra, tales pruebas fueron desechadas por los magistrados, aduciendo que no las consideraban suficientes para probar que hubiera habido compra y coacción del voto, o que no se demostraba las acciones en cuestión hubieran tenido como propósito vulnerar la ley. Se llegó al extremo «”para citar un caso»” de aducir que, si bien quedó demostrado que Peña Nieto, en su calidad de gobernador del estado de México, firmó contratos con Televisa y Televisión Azteca para promover su imagen en todo el país y no sólo en su propia entidad, eso no significaba que hubiera sido con propósitos electorales (quizá fue sólo porque EPN buscaba mostrar a todas las mujeres de México su copete envaselinado y su rostro de galán de telenovela).

A despecho del fallo del tribunal, siguen ahí sin embargo, a la vista de los mexicanos, todos esos hechos que los magistrados minimizaron o no quisieron aceptar. Ahí están, por ejemplo, los famosos monederos electrónicos Monex, que «”según facturas hechas públicas»” tuvieron un valor de 160 millones de pesos, o sea casi la mitad del total de gastos de campaña. Ahí están las no menos famosas tarjetas de Soriana, que costaron no menos de cien millones de pesos y de las que primero se negó su existencia y después, al tener que admitirla, llegó a decirse en el colmo del cinismo que las había utilizado López Obrador para desprestigiar al PRI.

Ahí está la verdadera flota de helicópteros y grandes aviones «”uno de ellos de cien pasajeros»” que Peña Nieto utilizó durante su campaña electoral. El alquiler de tales aviones asciende en un caso a 10 mil dólares la hora y en el otro a 12 mil. O sea, 22 mil dólares la hora por ambos. Suponiendo un mínimo de tres horas de vuelo durante los 90 días de la campaña, estamos hablando conservadoramente, en números redondos de dos millones de dólares, o sea unos 26 millones de pesos. A ello hay que sumar la renta de los helicópteros.

Y desde luego, esos no fueron los únicos gastos. Ahí están también la renta de cientos y cientos de autobuses para el acarreo en los actos masivos, la profusión de anuncios espectaculares, los millones de gorras, camisetas, sombrillas y demás parafernalia electoral, y otros muchos «”muchísimos»” gastos.

No resulta exagerado decir, como afirmó el Movimiento Progresista, que la campaña de Peña Nieto costó más de 4 500 millones de pesos. O sea más del mil por ciento por encima del límite legal.

Eso le costó comprar la presidencia de la República. Y, obviamente, él y sus patrocinadores pronto comenzarán a recuperar «”y con creces»” la inversión. De modo que, si ya los gobiernos priístas dejaron en bancarrota a sus estados por haber destinado el dinero del erario a financiar la campaña de EPN, sólo nos queda esperar que las cosas empeoren.


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y tana Roo. Martes 4 de septiembre de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

Los peligros de Caballo Blanco

IMPACTO AMBIENTAL

Los peligros de Caballo Blanco[1]

Juan José Morales

Una de las actividades humanas más agresivas contra el medio ambiente y que produce mayor contaminación ambiental, es la minería a cielo abierto. No sólo porque las excavaciones dejan enormes oquedades en la superficie, como tremendas cicatrices de suelo desnudo y estéril que afean el paisaje y no permiten la agricultura, sino porque en los procesos de refinación del mineral se emplean sustancias extremadamente tóxicas, como cianuro y arsénico, que contaminan ríos, arroyos, lagos y mantos subterráneos, y se generan inmensos volúmenes de desperdicios que permanecen indefinidamente liberando materiales contaminantes.

Por lo anterior, ningún país de la Unión Europea permite la minería a cielo abierto. Tampoco está permitida en Canadá. Sin embargo, en México el gobierno de Felipe Calderón ha estado otorgando a manos llenas concesiones, sobre todo a empresas canadienses, para operar minas a cielo abierto en Chiapas, San Luis Potosí, Sonora, Guerrero, Hidalgo, Chiapas, Guanajuato, Baja California, Baja California Sur y ahora también en Veracruz.

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Fragmento de un folleto ilustrado en que el dibujante Patricio expone con gran claridad los daños que ocasionaría la operación de la mina a cielo abierto Caballo Blanco, un tipo de minas que no se permite en la Unión Europea, Costa Rica ni Canadá, pero en México promueve el gobierno federal.

En este último caso «”del cual nos ocuparemos ahora»” la concesión fue concedida a la transnacional canadiense Goldgroup y abarca nada menos que 50 mil hectáreas en los municipios veracruzanos de Actopan y Alto Lucero. Ahí, la empresa pretende establecer una mina denominada Caballo Blanco para producir oro, lo cual ha provocado una fuerte oposición de los lugareños, de numerosas instituciones y organizaciones, y de la comunidad científica nacional.

Y no es para menos. Por principio de cuentas, la compañía utilizará cianuro, un compuesto del cual bastan dos gramos para matar a un ser humano. La minera, sin embargo, pretende emplear mil toneladas al año. El solo transporte de tan mortífera sustancia ya implica graves riesgos para la población, sin contar la contaminación que ocasionará y de la cual ya se tienen trágicos ejemplos en otros lugares del mundo.

Necesitará también la transnacional consumir entre dos y medio y tres millones de litros de agua al día, agua de la cual se despojará a los agricultores de la región y a los habitantes de las poblaciones, que la necesitan para consumo doméstico.

Además, hay que considerar la inmensa cantidad de desechos tóxicos que producirá la mina. En el proceso que empleará para separar el oro se genera como mínimo una tonelada de desperdicios por gramo de metal producido. O sea, que por cada kilo de oro producido, habrá mil toneladas de desperdicios venenosos, que sencillamente se acumularán en tiraderos a cielo abierto.

No hay datos precisos sobre la cantidad de oro que se planea producir en Caballo Blanco, pero una estimación razonable es 40 toneladas en los diez años que como máximo «”según ha anunciado la propia empresa»” estará en operación. Esto significa que dentro de diez años, cuando la mina cierre, quedarán ahí para siempre no menos de 40 millones de toneladas de desechos contaminados con cianuro, plomo y otros materiales tóxicos, de los cuales obviamente no se hará responsable la empresa y durante siglos contaminarán las aguas en la zona. Sobre todo durante las tormentas y huracanes que con frecuencia impactan Veracruz y provocan inundaciones.

Tan grandes y serios son los peligros que representa la operación de Caballo Blanco, que el propio gobierno de Veracruz «”del cual no puede decirse que se preocupe mucho por los intereses populares»” se ha opuesto al proyecto, al igual que se oponen biólogos, conservacionistas, antropólogos, campesinos, estudiantes y otros muchos sectores. Pero la decisión está en manos del gobierno federal, que parece estar empeñado en tenderle una alfombra roja a las grandes empresas mineras canadienses para que vengan a México a causar los desastres ambientales que no se les permiten en su propio país.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. viernes 7 de septiembre de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

Los beneficiarios de la Nichupté

IMPACTO AMBIENTAL

Los beneficiarios de la Nichupté[1]

Juan José Morales

Hay animales para los cuales la acción humana ha resultado catastrófica, al grado de llevarlos al borde de la extinción o a la desaparición misma. Pero los hay también que se han visto inesperadamente favorecidos por la actividad del hombre. Un ejemplo notable y sorprendente es el de los cocodrilos del sistema lagunar Nichupté en Cancún, sobre los cuales mucho se ha publicado en los últimos días a propósito de dos ataques: uno en el cual un perro fue casi arrebatado de las manos de su ama y devorado por el cocodrilo, y otro en que el animal le arrancó el brazo a un hombre.

clip_image002Este es el cocodrilo de pantano, Crocodylus moreletii, el más abundante en el sistema lagunar Nichupté de Cancún, donde comparte el hábitat con su congénere el cocodrilo de ría, Crocodylus acutus, de hocico más afilado.

Resulta que las poblaciones de las dos especies de estos reptiles que habitan la laguna «”el cocodrilo de pantano Crocodylus moreletii y el de ría Crocodylus acutus»” han venido aumentando durante los últimos años a pesar de «”e incluso como resultado de»” la presencia humana en sus antiguos territorios y las profundas transformaciones del medio ambiente lagunar.

Si bien las obras de dragado y relleno realizadas en las riberas del sistema lagunar y la construcción de edificios en esos sitios arruinaron algunas zonas de alimentación y anidación de los cocodrilos o los ahuyentaron de ellas, también tuvieron como efecto positivo «”para ellos»” crear una gran cantidad de sitios apropiados como escondite o para el desove, sobre todo canales y zonas de relleno con taludes de material arenoso que se alzan a considerable altura sobre el nivel del agua y resultan ideales para excavar nidos. Los vecinos del lujoso fraccionamiento Isla Dorada, donde ocurrió el ataque al perro, por ejemplo, se sorprenderían al saber cuántos nidos de cocodrilo hay en los bordes de calles, calzadas y avenidas, e inclusive junto a los cimientos de sus residencias; nidos, por lo demás, muy difíciles de descubrir.

Por otro lado, hay muchos sitios en los cuales deliberada e irresponsablemente se alimenta a los cocodrilos con el propósito de atraerlos para que sean fotografiados por los turistas. Esto se hace sobre todo en restaurantes y marinas pero también en residencias particulares.

No es casual que, según estudios del biólogo Marco Lazcano Barrero, las mayores concentraciones de cocodrilos se encuentren en la parte oriental del sistema lagunar, en la porción correspondiente a la zona hotelera, y no «”como podría pensarse»” en la parte occidental, donde aún se conservan los manglares. El hecho de que haya tantos cocodrilos en aquella zona con tanto movimiento de gente y llena de marinas, restaurantes, centros comerciales, campos de golf y otros establecimientos, se explica porque ahí están más protegidos de los vientos dominantes «”que soplan desde el este y sureste»”, tienen más escondites y sitios de anidación gracias a los rellenos y dragados, y reciben generosas dosis de comida. Es más: a veces hasta encuentran construcciones hechas por el hombre que les resultan particularmente atractivas, como los jacuzzis que cierto hotel tiene muy cerca de la laguna y en los cuales a menudo se encuentran cocodrilos retozando.

Ya desde hace años, Lazcano advirtió que pronto comenzaría a haber problemas con los cocodrilos, porque se estaban habituando a la presencia humana. Y ya está ocurriendo. Cada vez hay más avistamientos, incidentes y ataques. Y la solución al problema no es fácil, pues no es cuestión de simplemente matarlos o capturarlos y llevarlos a otro sitio. Más bien lo que debe hacerse «”como en Florida»” es convivir con esos animales, que ya estaban ahí desde varios miles de años antes de que el hombre invadiera sus dominios, pero manteniéndolos a raya para que no constituyan un peligro.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 27 de agosto de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

Parque eólico o no todo lo que brilla es oro

IMPACTO AMBIENTAL

Parque eólico o no todo lo que brilla es oro[1]

Juan José Morales

Cuando, el pasado 3 de agosto, publiqué algunos comentarios sobre los riesgos ecológicos que implicaba el proyecto de la transnacional Cannon Power Group de instalar un conjunto de grandes aerogeneradores eléctricos en la costa oriental de Cozumel, pronto comencé a recibir ataques de quienes defendían ese plan, apoyado por el gobierno del estado y el de Felipe Calderón. Se me acusó de dejarme influenciar por «ambientalistas mercenarios», de falto de visión e información, de irresponsable, de ocultar o eludir información sobre las bondades del proyecto, y otras lindezas por el estilo.

clip_image002De haberse autorizado, el parque eólico habría ocupado la gran extensión que muestra el mapa, con las consiguientes afectaciones al medio ambiente de Cozumel. La situación legal de esos terrenos, por lo demás, nunca quedó clara y no se sabe si el gobierno del estado pretendía donarlos a la transnacional Cannon Power Group.

No me tomé la molestia de responder tan risibles críticas. Preferí dejar que las cosas cayeran por su propio peso. Y no tardaron en caer. El pasado 16 de agosto, la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó la autorización para construir el parque eólico. La negativa se fundamentó en las mismas razones que señalamos en nuestros comentarios y que habían sido expuestos, no por ecologistas románticos, despistados, ignorantes o mercenarios, sino por científicos de reconocida autoridad y prestigio en la materia.

Tales puntos de vista de los expertos que se oponían al parque eólico en Cozumel fueron refrendados por el dictamen que, a solicitud de la Semarnat, emitió un grupo académico integrado por investigadores de los institutos de Biología y Ecología de la UNAM, El Colegio de la Frontera Sur y el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Universidad de Las Américas de Puebla. Al analizar la manifestación de impacto ambiental que la transnacional presentó a través de su filial México Power Group Cozumel, se encontró que tenía numerosas inconsistencias y omisiones deliberadas y ocultaba información fundamental, como el hecho de que «”tal cual señalamos en esta columna»” las obras afectarían el área natural protegida Manglares y Humedales del Norte de la Isla de Cozumel, que incluso está registrada entre los humedales de importancia internacional de la Convención de Ramsar, además de amenazar a buen número de especies de plantas y animales catalogadas como vulnerables, raras o en riesgo, entre ellas tortugas marinas.

Igualmente, el proyecto vulneraba el Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio de Cozumel y violaba diversos artículos de la Ley General de Vida Silvestre.

La negativa de la Semarnat a permitir la instalación del parque eólico «”hay que subrayarlo»” se dio pese a que el proyecto tenía el firme apoyo del gobierno federal, pues se dio a conocer en un acto, el 7 de julio del año pasado, en presencia del propio Calderón, quien lo elogió calurosamente diciendo que sería una importante fuente de empleo y pondría a México en lugar destacado en el campo de las energías renovables. Si pese al espaldarazo calderonista la Semarnat vetó el proyecto, es indudablemente porque tenía tantas y tan graves deficiencias, ofrecía tales riesgos ambientales y violaba tantas normas legales, que en caso de haber sido aprobado, fácilmente se habría logrado su cancelación mediante una acción legal.

A mi juicio, la experiencia que puede sacarse de este caso, es que no todo lo que brilla es oro, Esto es, que no necesariamente un proyecto de uso de fuentes alternas de energía resulta inocuo para el medio ambiente, que se debe ser en extremo cauteloso antes de darle luz verde, y siempre tomar en cuenta la opinión de científicos independientes, sin ligas con el gobierno ni «”mucho menos»” las empresas promotoras de tales planes.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 31 de agosto de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

Una mala alternativa para las gaseosas

ESCRUTINIO

Una mala alternativa para las gaseosas[1]

Juan José Morales

Ante los peligros para la salud «”particularmente para los niños»” que representa el consumo de refrescos carbonatados, muchas madres han optado por dar a sus hijos bebidas embotelladas sin gas que consideran más sanas y nutritivas. Por ejemplo, té.

Pues bien, resulta que, según reveló un estudio realizado por la asociación civil mexicana El Poder del Consumidor, la bebida Nestea «dista mucho de ser una opción saludable para el consumo de adultos, mucho menos para niños y niñas». Por lo contrario «”señala el documento»” puede resultar nociva para los pequeños y es «otro claro ejemplo de productos que exageran sus propiedades y mienten en su etiqueta para engañar al público consumidor».

La investigación en que se basa lo anterior fue realizada por la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de la citada organización.

clip_image002Mucha gente considera los tés embotellados una buena alternativa al consumo de gaseosas, pero tienen un alto contenido de azúcar.

La bebida en cuestión, presentada en envases de 600 mililitros, contiene «”dice la nutrióloga»” 48 gramos de azúcar en cada botella. Para sorpresa de muchos, esa cantidad de azúcar es mayor que la contenida en una típica gaseosa de cola y equivale casi a diez cucharadas cafeteras «”9.6 para ser exactos»”, lo cual representa del 137% al 192% de la cantidad de azúcar que un adulto puede consumir en todo el día.

Evidentemente, tan exagerada cantidad de azúcar se le añade a la bebida para hacerla más atractiva al paladar infantil, e incluso de algunos adultos, sin que a los fabricantes importe el daño que puede causar a la salud de los consumidores.

Al respecto, señala el estudio que de acuerdo a la Asociación Norteamericana de Cardiología, el máximo de azúcar que debe incluirse en la dieta de una persona adulta para no causarle problemas de salud, es de cinco a siete cucharadas cafeteras al día. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, que es más laxa al respecto, establece como límite máximo de consumo de azúcar, diez cucharadas diarias.

Aun considerando el más amplio límite fijado por la OMS, dice el estudio a que nos referimos, resulta que un adulto que tome una botella de Nestea de 600 mililitros, estará tomando el máximo diario de azúcar recomendado por los médicos. Todo lo demás que consuma con otros alimentos y bebidas será en exceso.

Y esto «”hay que recalcarlo»” se refiere a las personas adultas. Pero si un niño toma esa bebida, estará consumiendo azúcar en demasía, con todas las consecuencias que ello implica: sobrepeso, obesidad, caries dental, riesgo de diabetes y posibilidades de sufrir problemas cardiovasculares.

Hay que recordar que México ocupa un nada envidiable primer lugar mundial en sobrepeso y obesidad infantil. Y hay que recordar también que un elevado consumo de azúcar se traduce en mayor riesgo de sufrir graves problemas de salud ligados a la diabetes. Por ejemplo, retinopatía diabética, que puede ocasionar ceguera.

El estudio de la nutrióloga Cabada señala que esta bebida, que muchos consideran una buena alternativa a las gaseosas, no resulta apropiada para consumo habitual en adultos, mucho menos para niños y niñas. En todo caso, se puede usar de manera muy ocasional, pero en vez de ella sería mejor preparar en casa verdadero té, con una cantidad moderada de azúcar «”difícilmente una madre le pondrá diez cucharadas»” y dárselo al niño en un termo para llevar a la escuela. Será una bebida realmente sana y mucho más económica.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 30 de agosto de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales