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La invasión de las personas capullo

La invasión de las personas Pod (capullo, vaina) – Mi opinión del nuevo libro de David Jacobs «Walking Among Us»

6 de mayo de 2016

Robert Sheaffer

Mi opinión del nuevo libro del ufo abduccionista David Jacobs Walking Among Us se publicó por primera vez en The Skeptical Inquirer, enero/febrero de 2016.

La invasión de las personas vaina

Reseña del libro: Walking Among Us «“

El Plan de Alien para controlar a la humanidad

Por David M. Jacobs. (San Francisco: Disinformation Books, un sello de Red Wheel/Weiser, LLC, 2015. 280 pp, $ 21,95).

La trama de la película de ciencia ficción de 1956 de culto Invasion of the Body Snatchersse resume en la Internet Movie data base: «Un médico de pueblo pequeño se entera de que la población de su comunidad está siendo reemplazada por duplicados alienígenas sin emociones». Esto, en pocas palabras, es lo que Jacobs alega está sucediendo en Walking Among Us, excepto que los alienígenas no roban nuestros cuerpos enteros, sólo nuestro ADN (que utilizan para cultivar su propia versión de nuestro cuerpo). Y producen híbridos alienígenas sin emociones, que ahora caminan entre nosotros. Leemos en la última página del libro:

Una invasión silenciosa e insidiosa ha comenzado. Los híbridos alienígenas se han mudado a su vecindario y a su lugar de trabajo. Ellos han sido entrenados por los secuestrados humanos para «pasar», para mezclarse con la sociedad, para que parezcan como normales, como su vecino de al lado.

David-JacobsDavid Jacobs

El Dr. David M. Jacobs, PhD, es un profesor retirado de historia en la Universidad de Temple en Filadelfia, Pensilvania. Él ha estado estudiando el fenómeno ovni desde 1960, y ha hipnotizando supuestos secuestrados ovni desde 1986, una habilidad que aprendió de su compañero abduccionista, el finado Budd Hopkins. A principios de 1990, la manía de las abducciones estaba en su apogeo, encabezada por su Troika del Dr. John Mack, respetado psiquiatra de Harvard; Budd Hopkins, artista e hipnotizador aficionado; y Jacobs. Resonó bien con otras manías concurrentes, tales como «recuerdos recuperados» de supuestos acosos de cultos satánicos, acosos de guardería a gran escala, etc. En 1992, CBS-TV emitió una mini serie de prime-time basada en las afirmaciones de Intrusos el libro de Hopkins, alimentando temores generalizados de secuestros extraterrestres siniestros. La Troika estaba tan segura sobre el estado «científico» de sus hallazgos que en 1992 organizaron una Conferencia de Estudio de la abducción en el MIT, organizada por el físico David Pritchard, en la que participé representando a CSICOP. Sin embargo, fueron a extremos extraordinarios mediante «formas de no divulgación» para controlar cómo se informaba de la conferencia. Mientras que los participantes estaban fuertemente inclinados hacia el punto de vista pro-secuestro, hubo una importante presencia de profesionales escépticos, y en lugar de solidificar las reivindicaciones abduccionistas, la conferencia puso de relieve sus deficiencias evidentes.

AmongUs1El primer libro sobre abducciones de Jacobs fue Secret Life (1992), que trata de categorizar lo que sucede durante una típica abducción ovni: eventos físicos, eventos reproductivos, y los eventos neurológicos «“ «manipulación de emociones, pensamientos e imágenes… He encontrado que los extraterrestres podrían causar a las mujeres tener orgasmos durante los procedimientos de miradas fijas». Su segundo libro The Threat (1998) se centró en supuestos extraterrestres «híbridos y sus roles en el fenómeno de la abducción», especialmente «híbridos de aspecto humano que se involucran con los secuestrados durante años».

En su nuevo libro, Jacobs explica en detalle acerca de los diferentes tipos de alienígenas:

Líderes «Insectalin», que tienen más de 6 pies de alto y se ven como una mantis religiosa.

«Grises», grandes y pequeños, que «sólo se comunican telepáticamente».

«Híbridos reptiles», con «cabezas de serpiente» y piel moteada

«Híbridos humanoides» (temprana, media y última etapa), llevando a

«Hubrids», que son «humanos en todos los aspectos excepto en las funciones neuronales específicas», capaces de «comunicación telepática y verbal».

Son estos «hubrids» los que supuestamente se están infiltrando en la sociedad humana en la actualidad.

Gran parte de Walking Among Us consiste en un recuento tedioso de supuestas experiencias de abducción provocadas durante las sesiones de hipnosis. Los extraterrestres se presentan como robóticos, sin sentido del humor, y desconcertados por los dispositivos de uso diario tales como teléfonos, así como por las convenciones sociales humanas.

Siempre fatalista, Jacobs se lamenta de que si suficientes personas bien informadas, inteligentes ponen sus mentes en el problema, puede haber una posibilidad remota de que puedan detener a los extraterrestres, o al menos aminoren su velocidad. Pero algo de esa naturaleza no se realizará, ya que académicos, científicos, y especialmente los neurólogos… no sólo hacen caso omiso del fenómeno de la abducción, sino piensan que es una indicación directa de mentira o inestabilidad mental.

Sin embargo, lo que me llamó la atención en repetidas ocasiones leyendo esto fue la absoluta falta de curiosidad de Jacobs por localizar, y exponer la presencia y actividades extraterrestres que él dice está pasando a nuestro alrededor. Por ejemplo, un abducido se habría reunido fuera de su casa y «conducido por dos híbridos de unos veinte años en su coche», a su apartamento. Era «un apartamento diferente al que había entrado antes». Por lo tanto, los hubrids alienígenas conducen coches. ¿Tienen licencias de conducir? Deben, pues no podrían correr el riesgo del escrutinio de la policía sobre ellos para conducir sin una. (Aunque supongo que Jacobs podría afirmar que los hubrids usarían sus poderes mentales alienígenas para hacer que el agente de tránsito no los infraccionara). ¿Cómo obtienen sus documentos los extraterrestres para obtener sus licencias de conducir? ¿Cómo pagan por ellos? ¿Quién paga por los automóviles que circulan con extraterrestres? ¿Quién paga por sus apartamentos? ¿Cómo se pagan cuando entran en un bar? ¿Cómo obtienen dinero los extraterrestres platillo? – ¿es que lo roban de bancos, o de minas de oro en los asteroides? Después que un Hubrid se detiene por una visita, ¿por qué no tratar de frotar un poco de ADN del vaso que usó? Teniendo en cuenta algunas pistas, cualquier investigador privado decente debería ser capaz de localizar a estos infiltrados con la suficiente rapidez – ¡y exponer la agenda alienígena! Sin embargo, Jacobs no tiene absolutamente ningún interés en este tipo de investigaciones. Es casi como si él supiera que todo esto es una fantasía paranoica, y no quiere correr el riesgo de enfrentarse a ese hecho mediante el examen demasiado de cerca de sus propias reivindicaciones.

Mack fue atropellado por un vehículo y murió en 2004. Hopkins murió en 2011, después de haber sido humillado públicamente por la impactante exposición de sus métodos deshonestos por su ex esposa y ex colaboradora, Carol Rainey. Esto deja a Jacobs como el último superviviente de la otrora poderosa Troika de la abducción ovni, pero su estrella está ahora bastante empañada, también. Sus tratos con una supuesta abducida conocida como «Emma Woods» han sido duramente criticados por otros investigadores ovni. No puedo entrar en todos los detalles aquí, pero se trata de cosas como la ropa interior de Emma, y las recomendaciones de Jacob de comprar en una tienda de sexo escabroso. Su sitio web está aquí. En la página web de Jacobs http://www.ufoabduction.com/, él tiene una respuesta a lo que él llama la «campaña de difamación» contra él. Refiriéndose a «Emma», como «Alicia», Jacobs dice que parece sufrir de «Trastorno límite de la personalidad», y que ella ha estado experimentando una «crisis emocional».

En el capítulo final, Jacobs reconoce: «La mayor evidencia de abducción es el resultado de la memoria humana, obtenido a través de la hipnosis, con todos sus problemas, administradas por los aficionados como yo». Después de haber hecho esta admisión, la siguiente frase debería decir algo como: «Así que no se tome nada en este libro demasiado en serio». En cambio, al igual que otros abduccionistas que han pagado palabrería a la falibilidad de la hipnosis y la memoria, Jacobs convenientemente lo ignora a lo largo de todo el libro, y utiliza los resultados dudosos de sesiones de hipnosis de aficionados para llegar a conclusiones sorprendentes.

David Jacobs fue ponente en el International UFO Congress 2016 en Arizona en febrero. Uno de los comentarios que hice en su discurso fue:

Jacobs dice que cuando él comienza las sesiones de hipnosis con un nuevo «abducido», el sujeto dice todo tipo de cosas que simplemente no son verdad, especialmente en las primeras sesiones. Los sujetos a menudo «confabulan». Pero después de unas cuantas sesiones de hipnosis, los sujetos de Jacobs aparentemente aprenden qué datos son «correctos» y cuáles no lo son, y cuentan historias que son mucho más «correctas». Esta conformidad entre los relatos se cita a continuación para «probar» que las historias de abducción son reales.

Fuera de la ufología, esto se conoce generalmente como «dirigiendo al testigo».

http://badufos.blogspot.mx/2016/05/normal-0-my-review-of-ufo-abductionist.html

Buscando los mini satélites (2)

Buscando los mini satélites (2)

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Tombaugh también publicó más tarde una negación de que nada había sido encontrado. Esto se puede leer en una carta a Willy Ley, y en el número de octubre de 1955 de la revista Popular Mechanics, en donde informó[1]:

PopularMechanics-10-1955aÉl espía a los satélites

 

Por Thomas E. Stimson Jr.

 

Cuarteles. Patrulla del Espacio Exterior.

 

Ese es un nombre adecuado para el extraño toldo de metal desde el cual se mantendrá una observación cercana sobre el satélite que los Estados Unidos planea lanzar en 1957-58.

 

Situado en los terrenos del Observatorio de Lowell en Flagstaff, Ariz., el edificio pequeño contiene cámaras telescópicas tan poderosas que pueden registrar un objeto del tamaño de una pelota de tenis a una distancia de 1,000 millas.

 

Desde este toldo los Estados Unidos ya están manteniendo una vigilancia del espacio que rodea la Tierra, hasta la Luna.

 

Desde aquí, presumiblemente, se están haciendo observaciones regulares del primer satélite artificial que se rumora ha sido lanzado al espacio hace un año.

 

Exclusivamente informado en el número de mayo de 1955 de Popular Mechanics, la existencia de esta luna hecha por el hombre no ha sido confirmada oficialmente. Pero no oficialmente se entiende que nuestro primer satélite artificial todavía sigue barriendo alrededor de la Tierra. La última información es que su órbita está cambiando lentamente a una elipse debido al jalón de la Luna.

 

Posiblemente el éxito de este primer experimento cae detrás del anuncio de que lanzaremos un satélite que transporte instrumentos dentro de dos años., en conexión con el Año Geofísico Internacional, para reunir nueva información sobre el espacio exterior. Los científicos dicen que el satélite instrumental se posicionará a 200 o 300 millas de altura y zumbará PopularMechanics-10-1955balrededor de la tierra cada 90 minutos. El satélite, informan, será del tamaño de una pelota de basquetbol, pensando que esto se refiere sólo a su diámetro. Varios tamaños y formas diferentes pueden ser lanzados durante el programa de satélites.

 

Una propuesta hecha por Aerojet Corporation, fabricantes de JATO y otras unidades cohete, es usar un cohete sonda Aerobee modificado como satélite. El Aerobee es de 20 pies de largo y 15 pulgadas de diámetro, impulsado con un motor de combustible líquido y lanzado por medios de una unidad propulsora de combustible sólido. Una versión de 30 pies, el Aerobee-Hi, ha transportado 100 libras de instrumentos a una altura de 123 millas.

 

La idea de Aerojet para el satélite es un usar un impulsor extra largo bajo el cohete. Este podría elevar el Aerobee alrededor de 20 millas, punto en el cual su propio motor se haría cargo hasta que esté paralelo con la Tierra. En el pico de su elevación, alrededor de 300 millas, podría dispararse un pequeño motor de combustible sólido en la nariz, desprendiendo la nariz del cuerpo del cohete y acelerando la nariz a una velocidad orbital de alrededor de 16,000 millas por hora. Habría un cuarto en el cono de la nariz para varios instrumentos de medición más los circuitos de telemetría que regresarían a la Tierra la información por radio.

 

Los datos sobre presión, temperaturas, rayos cósmicos y otros fenómenos pueden obtenerse de esta forma. Pero el rastreo real del cohete mismo será hecho por instrumentos astronómicos. La altura del satélite, su velocidad y dirección de movimiento pueden medirse más precisamente por los instrumentos ya en uso en Flagstaff. El eventual descenso del satélite a la atmósfera y su desintegración serán pronosticados PopularMechanics-10-1955ccon la ayuda de los mismos instrumentos.

 

Hasta ahora, el uso principal de estos instrumentos ha sido la búsqueda de cualesquier satélites naturales que pueda poseer la Tierra.

 

Los científicos sospechan que estos objetos pueden existir, aunque ninguno ha sido detectado incluso con los telescopios más poderosos. Hasta hace poco nadie se preocupaba si el espacio cercano estaba totalmente vacío o contenía una población de satélites, ni nadie había averiguado la forma de buscarlos.

 

Tales cuerpos pueden ser pedazos de residuos dejados arriba por la creación de la Luna o pueden consistir de material capturado de un asteroide que ha pasado a través del campo gravitacional de la Tierra.

 

Un pequeño satélite natural puede ser menor al tamaño de un automóvil o puede medir muchas millas de largo. Puede ser una masa sólida o simplemente una mezcla suelta de rocas. La información sobre satélites naturales, si existen, puede ser extremadamente valiosa en el mapeo del programa para satélites artificiales, PopularMechanics-10-1955dsu altura y órbitas.

 

La búsqueda de cualquiera de tales objetos naturales está siendo conducida por el astrónomo Clyde W. Tombaugh para la Oficina de Ordenance Research del Ejército. El Profesor Tombaugh es el descubridor del «Planeta X», ahora conocido como Plutón, el planeta que está más alejado del Sol. Él es una autoridad en el hallazgo de objetos hipotéticos en el cielo. Aunque para su búsqueda de satélites él ha inventado métodos nuevos. Ninguna técnica astronómica previa podía hacer el trabajo.

 

Su descubrimiento de Plutón vino después de que otros astrónomos concluyeron que un objeto desconocido estaba afectando los movimientos de algunos de los planetas externos. Se sospechó de un planeta no descubierto. Su posición probable fue trabajada y se hicieron muchas fotografías en esa parte del cielo. Pero no se encontró ningún nuevo objeto. El «Planeta X» permaneció en el misterio hasta que el Profesor Tombaugh tomó la búsqueda. El recalculó, mucho más precisamente, la posición que podría ocupar el cuerpo desconocido. Entonces apuntó un telescopio en esa dirección. Fue recompensado con fotografías que contenían una imagen del objeto.

 

Este método no funciona para satélites pequeños de la Tierra. Si existen son tan pequeños para afectar los movimientos de la Tierra y la Luna, así que no hay forma teórica de señalar su localización. Ni pueden ser detectados por telescopios que están orientados para girar a la misma velocidad a la que se mueven las estrellas a través del cielo. Un satélite pequeño cercano se movería demasiado rápido para construir una imagen en la película de un telescopio que está girando a la velocidad usual.

 

El Profesor Tombaugh superó este problema calculando la velocidad a la cual podría moverse un satélite natural a través del cielo, luego orientó sus instrumentos (un telescopio de reflexión Schmidt con un campo de 13 grados y una cámara aérea K-24 con un campo de 40 grados) para moverse a la misma velocidad. De esta forma, un satélite podría literalmente pararse

 

(Continúa en la página 332)

 

PopularMechanics-10-1955eEl espía a los satélites

 

(Viene de la página 109)

 

y producir una fuerte imagen fotográfica. Las estrellas ordinarias se arrastrarían en largas líneas delgadas de luz en la película. Esto explica las largas líneas de luz estelar en la foto de telescopio que acompaña este artículo.

 

Un telescopio con unidad sideral normal gira a unos constantes 15 grados por hora. Los instrumentos que buscan satélites están orientados para girar a velocidades de un rango mayor a 1,500 grados por hora.

 

Pero el problema no es tan simple, explica el Profesor Tombaugh. «La velocidad de un satélite depende de su distancia a la Tierra», dice. «Mientras más cercana es, se debe mover más rápido para mantenerse en órbita».

 

Para superar esta complicación, el astrónomo dividió el espacio alrededor de la Tierra en numerosas esferas concéntricas o zonas de profundidad. Él calculó la velocidad orbital promedio para cada zona, entonces exploró cada zona ajustando el mecanismo de velocidad variable del telescopio para adaptarse.

 

«Lo que buscamos en la película son dos puntos de luz, uno sobre el otro», explica. «Los dos puntos pueden mostrar que hemos atrapado un objeto moviéndose en una velocidad angular correspondiente al mecanismo del telescopio. Líneas cortas indicarán un sospechoso que se estaba moviendo no lejos de la velocidad calculada».

 

La doble imagen (un punto sobre el otro) es creada haciendo un desplazamiento en la declinación del telescopio de alrededor de la mitad a través de cinco minutos de exposición. Esto es hecho con el propósito de evitar imágenes espurias tales como las creadas por una mota de polvo en la película. El polvo no puede producir el desplazamiento de imagen y fácilmente puede ser identificado como espurio».

 

Ocasionalmente el Profesor Tombaugh encuentra una brillante línea diagonal en una película, corriendo en un ángulo a lo largo de las estelas de estrellas. Ha sido producida por un meteoro. Otra película puede mostrar rayas intermitentes de luz, posiblemente con una línea brillante blanca a lo largo de ellas. Estas son hechas por una aeronave, las rayas cortas son creadas por el parpadeo de las luces de navegación en las puntas de las alas del avión.

 

Justo como la Luna es visible dado que refleja la luz del Sol, los pequeños satélites pueden detectarse sólo por la luz del Sol que reflejan hacia la Tierra. Esta en el mejor de los casos no podría ser mucha, y parte del tiempo un satélite podría ser sólo completamente «lleno» o podría estar en la sombra de la Tierra.

 

Así que en algunos procedimientos, el personal de observación deliberadamente busca en una dirección alejada del Sol. Apuntan sus instrumentos al Este justo después de que el Sol se oculta en el Oeste, y en el Oeste justo antes del amanecer. Esto da

 

(Continúa en la página 334)

 

PopularMechanics-10-1955f(Viene de la página 332)

 

una reflexión máxima de la luz del Sol de cualquier objeto que esté afuera en el espacio.

 

¿Por qué no usar radar en lugar de instrumentos de captación de luz para la búsqueda? Porque, explica el Profesor Tombaugh, el radar es mucho menos efectivo que la luz para detectar objetos pequeños a grandes distancias. Es verdad que señales de radar han sido reflejadas de la Luna, pero la Luna es un cuerpo grande. Ella refleja una señal debido a su tamaño.

 

La búsqueda metódica del Profesor Tombaugh es tan sensible que no sólo puede detectar una pelota de tenis a 1,000 millas de distancia, puede revelar un cohete pintado de blanco del tamaño de un V-2 a la distancia de la Luna. Puede registrar un meteorito oscuro de alrededor de un pie de diámetro a 1,000 millas en el espacio.

 

El profesor Tombaugh mantiene silencio acerca de sus resultados. No dice si los pequeños satélites naturales han sido descubiertos o no. Él dice, sin embargo, que los informes periódicos de hace 18 meses anunciando el descubrimiento de los satélites naturales en 400 y 600 km no son correctos. Añade que no hay conexión entre el programa de búsqueda y los informes de los llamados platillos voladores.

 

Aparte de buscar satélites, la nueva técnica tiene otras varias aplicaciones útiles en astronomía. Se presta para la búsqueda sistemática de pequeños planetoides (asteroides) que ocasionalmente cruzan la órbita de la Tierra. A la fecha sólo una docena de ellos han sido descubiertos, todos por accidente, aunque se piensa que realmente puede haber miles de estos objetos. También, la técnica de deriva rápida puede revelar un gran número de pequeños cometas que ahora no conocemos que existen[2].

 

Otro campo es la investigación de una nueva clase de estrellas variables conocidas como estrellas «flare». Estas incrementan repentinamente su brillo en casi dos magnitudes, entonces regresan a su brillo normal a los cinco minutos. Se ha sugerido que estas repentinas explosiones de energía representan la detonación de equivalentes naturales a enormes bombas de hidrógeno. El proceso que causa la explosión es de un gran interés astrofísico.

 

El mejor método de buscar estrellas flare en el pasado era lento y tedioso. Consistía en comparar cuidadosamente pares de fotografías de la misma región del cielo bajo un microscopio especial. La técnica de deriva rápida da la misma información casi de un vistazo. Una simple mancha brillante en un prolongado rastro de una estrella puede indicar que una estrella flare ha estado activa.

 

Una de las propuestas del Profesor Tombaugh es usar un satélite artificial para medir

 

(Continúa en la página 336)

 

PopularMechanics-10-1955g(Viene de la página (334)

grandes distancia en la Tierra con una exactitud de varios pies. Los océanos nunca han sido medidos por instrumentos topográficos, de aquí que nadie conoce la distancia y dirección exactas de, por ejemplo, la ciudad de Nueva York a Roma.

 

Haciendo fotografías simultáneas de un satélite artificial desde varios lugares de la Tierra, se pueden obtener azimut y elevaciones exactas por triangulación geodésica sobre grandes distancias.

 

«Esa es una posibilidad», dice el Profesor Tombaugh, «y hay otras. Una cosa curiosa sobre la astronomía es que hemos explorado el universo a una distancia de 1,000,000,000 años luz y nunca antes hemos hecho una búsqueda a través de nuestro vecindario inmediato. Ahora por primera vez estamos tratando de aprender qué es lo más cercano a casa».

 

Y, ahora que estamos lanzando un programa de satélites artificiales, los telescopios que barren el cielo, del Profesor Tombaugh, serán usados para rastrearlos.

En una conferencia de meteoros de 1957 en Los Ángeles, Tombaugh reiteró que sus cuatro años de búsqueda de satélites naturales no habían tenido éxito[3]. En 1959, Tombaugh emitió un informe final que indica que no se había encontrado nada en su búsqueda. Por otra parte, la participación de La Paz y Tombaugh en la búsqueda de objetos cercanos a la Tierra que orbitan fue casi accidental.

Sin embargo, a pesar de los desmentidos de La Paz y Tombaugh sobre el hallazgo de supuestas mini lunas de la Tierra, en cuestión de días, la historia estaba por todo el país. Otros medios de comunicación también recogieron la historia de los satélites. Un artículo publicado por el Washington Evening Star declaró que había muchos más que dos objetos desconocidos en órbita alrededor de la Tierra. Se hace referencia a la obra de un ingeniero eléctrico John P. Bagby que divulgó sus hallazgos en un artículo que pronunció en el Planetario Adler de Chicago. Bagby informó que había «más de cincuenta objetos, algunos de los cuales brillaban rojo tenue de vez en cuando». Calculó que los objetos estaban orbitando a «cerca de 475 millas de la tierra… tal vez se mueven en una órbita elíptica alargada», y que él había hecho su primera observación de los objetos en febrero de 1954[4].

No todas las personas, creyeron que los objetos eran naturales, ya que las posibilidades de capturar dos asteroides en el campo gravitacional de la Tierra eran casi imposibles. Muchos en el público simplemente asumieron que los dos objetos eran artificiales y podrían haber estado relacionados con el acercamiento del planeta Marte que siempre parecía traer consigo muchos más avistamientos ovni que lo normal.

JosephAlsop-StewartAlsopLa historia de los satélites fue impresa por muchas publicaciones pero ninguna causó más preocupación en la Casa Blanca de Eisenhower que la historia publicada por el columnista conservador Steward Alsop el 25 de mayo 1955 relativa a los objetos misteriosos[5]. El artículo titulado «Debate sobre el satélite» fue escrito por Steward uno de los más destacados periodistas políticos de la década de 1950 que escribía para el New York Herald Tribune, el Saturday Evening Post y el Newsweek. En un momento de su carrera su columna fue la más fuertemente sindicada en los Estados Unidos.

En su artículo Alsop escribía: «La posibilidad de que los soviéticos lanzaran un satélite se toma tan en serio que se ha establecido un proyecto de detección por satélite en White Sands, Nuevo México y en el Monte Wilson, California. Una tremendo susto fue causado no hace mucho tiempo en el Pentágono cuando el proyecto identificó no uno, sino dos satélites. Resultó que ambos eran satélites naturales, nunca antes detectados»[6].

DwightDEisenhower-RobertCutlerEsta columna ante la falta de urgencia acerca de un programa de satélite del Pentágono fue una de una serie de columnas por Stewart y su hermano Joseph Alsop que criticaron la postura de defensa de la administración de Eisenhower. A pesar de que la historia sobre el programa de seguimiento del Pentágono para recoger objetos que orbitan ya había sido hecha pública, el artículo de Alsop encolerizó a Robert Cutler, asesor de Seguridad Nacional de Eisenhower. En una reunión del Consejo de Seguridad Nacional al día siguiente, Robert Cutler estaba tan molesto de la columna que ordenó a dos miembros de la N.S.C., amigos cercanos de Joseph Alsop, cortar todo contacto con él.

Keyhoe informó que Cutler estaba tan enojado por la publicación del artículo que las personas en el NSC tenían miedo de estar cerca de él.

En el artículo Alsop también describía la rabia de Cutler por la historia del satélite, pero se mantuvo su nombre fuera de la historia hasta tres semanas más tarde. En ese artículo detalla las consecuencias obtenidas del artículo del satélite en un artículo titulado «Advertencia de censura». El artículo inicial describió cómo la «Administración estaba practicando una censura generalizada, que no es menos eficaz en la inclinación de la noticia porque es insidiosamente indirecta».

En una serie de columnas desde junio 8 al 13[7] los hermanos Alsop se quejaron amargamente de la mezquindad y la venganza de Cutler y los intentos de mano dura de la administración para censurar a la prensa.

El artículo de Alsop informó que dos amigos cercanos de Joseph Alsop habían cancelado asistir a una fiesta que él había creado justo después de que apareciera el artículo del satélite. A Joseph se le dijo sin rodeos que «sus posiciones oficiales (en el NSC) se pondrían en peligro si asistía a la fiesta como estaba previsto».

Los Alsops se enteraron de que el día después de que apareció el artículo del satélite, la reunión del NSC en la Casa Blanca rompió en un «estallido prolongado de justa indignación» dirigido por Cutler. «Aquí, una vez más», escribieron el Alsops, «al pueblo estadounidense se les están contando hechos de suma importancia nacional – pero hechos que el NSC quería encubrir»[8].

Se hizo evidente que Cutler había dicho a los dos empleados de NSC que cancelaran asistir a la fiesta de Joseph Alsop. Hablando de Cutler los Alsops escribieron, «no temía ninguna divulgación indebida (por los dos empleados), pero temía en gran medida el ataque que se desarrollaría en su agencia, si se supiera que subordinados importantes seguían una vieja amistad con personas que se atrevieron a escribir sobre hechos de la más alta importancia nacional».

Lo que siguió a continuación fue un ataque a los Alsops por la Casa Blanca. En una serie de cuatro artículos sobre la censura los hermanos escribieron cómo se habían convertido en el blanco de una investigación de seguridad. Ellos acusaron a la Casa Blanca de Eisenhower de escuchar sus teléfonos, molestar sus casas, lanzar indirectas de detención y procesamiento y la garantía de que «oficiales conocidos y amigos están sujetos al acoso más vergonzoso».


[1] Stimson, Thomas E., Jr., «He Spies on Satellites«, Popular Mechanics, Vol. 104, No. 4, October 1955, page. 106.

[2] Esta técnica también se podría aplicar para detectar platillos voladores. De hecho Tombaugh originalmente ofreció a la Fuerza Aérea buscar y fotografiar ovnis. (Nota LRN)

[3] Los Angeles Times, 4 de septiembre de 1957

[4] Washington Evening Star, February 18, 1955

[5] Steward Alsop «Matter of Fact. Satellite Debate« New York Herald Tribune, New York, 25 May 1955.

[6] Steward Alsop «Matter of Fact. Satellite Debate« New York Herald Tribune, New York, 25 May 1955.

[7] New York Herald-Tribune 8 – 13 June 1955

[8] Joseph and Steward Alsop, «Censorship Warning» New York Herald Tribune, New York 8 June 1955

Buscando los mini satélites (1)

Buscando los mini satélites (1)

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A finales de la Segunda Guerra Mundial se comenzaron a utilizar los equipos del recientemente inventado radar para otras aplicaciones distintas a la aviación, especialmente de guerra. Pasaría mucho tiempo antes de que se comprendieran cabalmente todos los fenómenos físicos involucrados en esta tecnología. Así, poco a poco, se fue entendiendo, por ejemplo, que se podía utilizar virutas de metales (aluminio, principalmente) para generar falsos ecos en el radar), pero que las inversiones de temperatura, y otros fenómenos meteorológicos, también generaban falsos ecos. Recordemos aquí el incidente de junio de 1952 en donde falsos ecos en el radar generaron una psicosis de invasión sobre la capital Washington[1].

Una de las primeras aplicaciones del radar fue en la exploración espacial. A principios de 1954 la Office of Ordnance Research del Ejército de los Estados Unidos encargó a Clyde Tombaugh[2] buscar asteroides cercanos a la Tierra. El Ejército emitió un comunicado público en marzo de 1954 para explicar el motivo de esta búsqueda[3].

LosAngelesTimes-LosAngeles-4-3-1954Fuerzas Armadas buscan «trampolín a las estrellas»

 

Usando diminutas lunas de la Tierra vistas

 

Albuquerque, 3 de marzo (AP) «“ Las fuerzas armadas están patrocinando una búsqueda de barrido del cielo por lunas de la Tierra diminutas que puedan servir al hombre como un trampolín para las estrellas.

 

Si ellas existen «“ y los científicos dicen que hay razones para creer que sí «“ los casi invisibles satélites de la Tierra también podrían ser usados como plataformas espaciales para lanzamiento de misiles en tiempos de guerra.

 

Clyde Tombaugh, el hombre que descubrió el planeta Plutón, y el Dr. Lincoln La Paz, Director del Institute of Meteoritics en la Universidad de Nuevo México, son dos de los hombres comprometidos en la búsqueda de pequeños satélites que viajan rápido.

 

White Sands

 

Mucha de la investigación se está haciendo en White Sands Proving Ground en el sureño Nuevo México, escenario del programa de pruebas de misiles de los Estados Unidos y el lugar en donde estalló la primera bomba atómica.

 

Tombaugh dijo en una entrevista que los satélites de la Tierra podrían seguir orbitas rápidas cercanas al ecuador, y entonces escapar de ser notados por los mapeadores del cielo en los países del Norte.

 

Hallar una luna diminuta moviéndose rápido en el cielo podría ser un trabajo pesado no importa en dónde esté localizada. Las cámaras de escaneo lento podrían ser poco afectadas por la poca luz de los satélites.

 

Cámaras móviles

 

La única forma de observarlas, dice Tombaugh, es rastrearlas con cámaras moviéndose a la misma velocidad que el satélite y en la misma dirección. El satélite podría entonces mostrarse como un punto contra el telón de fondo de las estrellas.

 

Probablemente uno de los más importantes aspectos inmediatos de la búsqueda de un satélite natural puede ser un ahorro de millones de millones de dólares. Transportar un satélite hecho por el hombre fuera de la atmósfera de la Tierra, si se intenta, podría costar millones de millones.

 

Razón principal

 

Hace mucho que los científicos han visto la necesidad de una estación de paso para preceder cualquier intento del hombre para conquistar el espacio. La razón principal es la enorme cantidad de combustible que debe ser usado para escapar de la gravedad de la Tierra. Las «Naves espaciales» «“ si alguna vez se materializan «“ probablemente nunca tocarían la Tierra, sino que serían recargadas y tomarían sus pasajeros y carga en alguna de tales estaciones de paso en la órbita de la Tierra como ahora Tombaugh y La Paz están buscando.

La revista Time se ocupó del tema en su número del 15 de Marzo, 1954[4].

Time-15-3-1954Ciencia: ¿Segunda Luna?

 

Lunes, 15 de marzo de 1954

 

El astrónomo Clyde Tombaugh, quien descubrió el planeta Plutón (1930), está buscando un objeto aún más difícil de alcanzar: un segundo satélite de la Tierra. Ya que él se niega a dar detalles y refiere los interrogadores al Army Ordenance – en Washington – es razonable suponer que los famosos hombres-cohete que trabajan para el Army Ordenance están interesados en el proyecto. Es posible que simplemente quieran saber qué oposición de la naturaleza será susceptible que encuentren sus cohetes cuando suban al espacio profundo. O puede tener un interés más ambicioso: un satélite cercano, natural podría ser una base más conveniente en el espacio para lanzar…

También apareció una nota en el Science News Letter del 20 de marzo de 1954[5]:

ScienceNewsLetter-20-3-1954Satélites de la Tierra diminutos

 

Astronomía

 

Las oportunidades son «muy buenas» de que haya uno o más pequeños satélites entre la Tierra y la Luna, pero observarlos será difícil, ha declarado el Dr. G. M. Clemence, Director de la oficina del Nautical Almanac del Observatorio Naval de los EE.UU.

 

Tales objetos diminutos, que pueden servir como plataformas espaciales listas para usar, podrían haber salpicado la Tierra de meteoritos si no hubieran sido capturadas por el campo magnético de nuestro planeta. Una búsqueda telescópica de las lunitas se está haciendo para las fuerzas armadas por los Doctores Clyde Tombaugh y Lincoln La Paz, Director del Institute of Meteoritics de la Universidad de Nuevo México, Albuquerque, N. M.

 

La velocidad de las lunas diminutas podría depender de su distancia a la Tierra, explicó el Dr. Clemence. Un satélite a 1,000 millas de distancia podría zumbar alrededor de la Tierra en más o menos dos horas y media, lo que es una razón por la cual tales objetos no han sido observados previamente «“ podrían estar moviéndose tan rápido para captarse en las placas fotográficas normales.

 

Otra razón por la cual no se han visto los satélites diminutos es que «la mayor parte del tiempo están en la sombra de la Tierra, y por lo tanto no brillan», continuó el Dr. Clemence. Sin embargo, si tal objeto no estuviera tan cerca a la Tierra, podría salir de la sombra sólo un poco, y entonces poder ser visto. La solución al problema de tal movimiento tan rápido, dice el Dr. Clemence, es mover la cámara a la misma velocidad que destellaría en el cielo el satélite que está siendo cazado.

 

Se espera que la terminación de la búsqueda por barrido celeste tome dos o tres años.

En el número de abril de 1954 de Popular Mechanics se mencionan las investigaciones que supuestamente estaba realizando el Profesor Clyde Tombaugh, patrocinadas por los Army Ordenance Corps, tratando de localizar diminutos satélites naturales de la Tierra[6]:

PopularMechanics-4-1954¿Tiene la Tierra lunas diminutas?

 

Algunos cientificos creen que lunas diminutas que van de un pie a más de 100 pies de diámetro circundan la Tierra a distancias de 10,000 a 240,000 millas. El astrónomo Clyde Tombaugh, descubridor del planeta Plutón, ha comenzado una búsqueda sistemática de estos objetos con una cámara y un telescopio especial de ocho pulgadas. Patrocinado por los Army Ordenance Corps en el Observatorio Lowell, en Flagstaff, Ariz., el proyecto puede suministrar nuevos datos relativos al origen del sistema solar y ayudar a proporcionar el costo probable de establecer estaciones en el espacio.

DonaldKeyhoeSin embargo, el Mayor Donald Keyhoe, más tarde director del Comité Nacional de Investigaciones de Fenómenos Aéreos (NICAP), la mayor organización de investigación ovni en el momento, dijo que una de sus fuentes dentro del Pentágono le había informado que la verdadera razón de la búsqueda súbita se debió a dos objetos cercanos a la Tierra que habían sido recogidos en el nuevo radar de largo alcance a mediados de 1953 lo que provocó la repentina búsqueda visual por Tombaugh y La Paz[7].

Keyhoe declaró el 6 y 7 de mayo que la búsqueda había sido un éxito, y se habían encontrado uno o dos objetos. Según él la Tierra estaba siendo circundada por uno o dos satélites artificiales y esta información se mantenía oculta al público. Keyhoe añadió que científicos del gobierno EE.UU. en White Sands, N.M. (es decir, La Paz y Tombaugh), estaban haciendo un esfuerzo intensivo para localizar y trazar el curso de los satélites en un intento de determinar lo que eran y de dónde venían[8].

FrankEdwardsKeyhoe también informó más tarde, el 13 de mayo, en el programa del comentarista de radio Frank Edward, que uno y posiblemente dos satélites artificiales de gran tamaño habían sido detectados por el radar de la Fuerza Aérea en el White Sands a finales de 1953 y que los científicos estaban trabajando duro para averiguar qué eran los satélites y de dónde venían. También dijo que habían descendido sobre Washington D. C., creyendo que eran los satélites que habían descendido de su órbita.

En junio un ovni gigante fue detectado de nuevo sobre Washington y Baltimore, lo que causó que los funcionarios pusieran toda la «costa este en alerta total».

Keyhoe también indicó que los científicos canadienses habían sacado una alerta a todos los observadores del cielo para informar de cualesquier objetos inusuales.

AviationWeek-23-8-1954aEn el Pentágono, un general que escuchó la noticia supuestamente preguntó si los satélites eran naturales o artificiales. Sin embargo, la historia realmente no descansó hasta el 23 de agosto de ese año, cuando la revista Aviation Week, dijo que sólo se había encontrado dos satélites naturales de 400 y 600 kilómetros. Se dijo que eran satélites naturales y que habían sido recientemente capturados[9]. El corto artículo de un párrafo en la sección «Washington Roundup», declaró:

AviationWeek-23-8-1954bEl susto del Pentágono por la observación de dos satélites no conocidos antes, que orbitan la Tierra, se ha disipado con la identificación de los objetos como satélites naturales, no artificiales. El Dr. Lincoln La Paz, experto en cuerpos extraterrestres de la Universidad de Nuevo México, encabezó el proyecto de identificación. Un satélite está en órbita alrededor de 400 millas de distancia, mientras que el otro está a 600 millas de la Tierra. El Pentágono pensó por un momento que los rusos habían golpeado a los EE.UU. en las exploraciones espaciales.

A pesar de que La Paz fue implicado en la búsqueda de los objetos, él de inmediato negó su participación, pero no la verdad de la historia[10]. También el New York Times del 29 de agosto[11] citó una fuente anónima cercana al proyecto que dijo que la historia era verdadera y mencionó que La Paz efectivamente no estaba implicado, de hecho, había sido el único en detectar e identificar los objetos como satélites naturales en lugar de artificiales. La misma fuente también negó cualquier relación con los platillos volantes:

NewYorkTimes-NewYork-29-8-1954a«Satélites» de la Tierra estimulan estudio del Ejército

 

Informes de objetos recogidos por Investigación de Artillería en Universidad de Duke

 

Especial para The New York Times

 

Durham, N. C., 28 de Agosto «“ Si hay satélites orbitando la Tierra bastante cercanos a ella, la Office of Ordenance Research (Oficina de Investigación de Artillería) del Ejército los localizará.

 

Esta predicción fue hecha aquí hoy por el Coronel Walker W. Holler, oficial comandante del O. O. R. en la Universidad de Duke.

 

Mientras el Coronel Holler dijo que el trabajo patrocinado por la Artillería en este campo no ha descubierto ningún satélite, una fuente cercana la unidad de O. O. R. aquí describió como «bastante preciso» el informe en la revista Aviation Week de que dos satélites previamente no observados habían sido vistos e identificados por el Dr. Lincoln Lepaz[12] de la Universidad de Nuevo México como objetos naturales y no artificiales.

 

Esta fuente también dijo que absolutamente no había conexión entre los satélites informados y los reportes de platillo volador.

 

Es bastante posible que la O. O. R. tenga razones para creer que estos satélites existen, pero esté reteniendo sus hallazgos hasta que se descubran más datos.

 

NewYorkTimes-NewYork-29-8-1954bEl estudio va en secreto

 

Sin embargo, el Coronel Holler niega que O. O. R. esté ocultando cualquier información.

 

Pero, al mismo tiempo tuvo esto que decir:

 

«Si algo es encubierto, depende qué debe ser encubierto, todo o algo puede ser clasificado al mismo tiempo. Pero no a menos de que exista una verdadera razón para hacer eso.

 

«En este momento, la búsqueda por satélites de la O. O. R. no está clasificada como secreta».

 

El Coronel Holler dio la opinión de que «tenemos el mejor hombre disponible para este proyecto en el Dr. Clyde Tombaugh, el descubridor del planeta Plutón».

 

«El Dr. Tombaugh está entre los principales científicos en este campo y si ellos (los satélites) están ahí, él tiene el equipo, la técnica y las habilidades para encontrarlos», añadió el Coronel Holler.

 

El jefe de la O. O. R. admitió que el Dr. Lepaz puede tener alguna información «de la que no conocemos. Planeamos hacer mucho más trabajo en este campo en el futuro».

 

La idea de satélites orbitando la Tierra ha intrigado a los astrónomos por siglos.

 

Comentario por revista científica

 

Aviation Week dijo que los supuestos satélites habían causado un temor en el Pentágono hasta que fueron identificados como objetos naturales.

 

La revista continuó: «Un satélite está orbitando alrededor de 400 millas, mientras que el otro se rastreó a 600 millas de la Tierra».

 

El artículo añadió que «El Pentágono pensó momentáneamente que los rusos habían vencido a los Estados Unidos en las operaciones espaciales».

 

La O. O. R. aquí desea dejar en claro que el Dr. Lepaz «no tiene conexión con ningún proyecto de la O. O. R».

 

«Para el éxito de los esfuerzos actuales para localizar un satélite de la Tierra del tipo descrito, no estamos conscientes de todo el trabajo que se puede estar haciendo fuera de los auspicios de la Artillería», declaró el Coronel Holler.

 

«La liberación de detalles de posibles descubrimientos futuros necesariamente estará gobernada por consideraciones de seguridad militar», añadió.

 

Comparativamente satélites pequeños circundando cercanamente a la Tierra a velocidades tremendas pueden haber escapado de la observación, de acuerdo con algunos astrónomos, pero ahora que el Dr. Lepaz ha informado detectar dos de tales objetos naturales, la O. O. R. planea intensificar su trabajo en este campo.

Seis semanas más tarde, el 10 de octubre, en un especial para el New York Times, La Paz volvió a negar por completo, no sólo su participación directa, sino también que nada había sido encontrado. Los supuestos dos satélites naturales eran una mentira[13]:

NewYorkTimes-NewYork-10-10-1954Científico niega hallazgo de base espacial

 

La búsqueda es por «plataformas» dice La Paz, pero ninguna se ha descubierto todavía

 

Especial para The New York Times

 

Alburquerque, N. Mex., Oct. 9 «“ Descubra un meteorito bastante estable que gira alrededor de nuestra Tierra en forma de satélite, a 400 o 600 millas sobre nuestro nivel del mar y lo suficientemente grande para ser usado como plataforma espacial científica y militar, y podrá ahorra todos nuestros impuestos a pocos millones de millones de dólares en los siguientes años.

 

La autoridad para lo anterior es el Dr. Lincoln LaPaz, notable matemático y astrónomo, quien ha dirigido el Institute of Meteoritics de la Universidad de Nuevo México desde 1945. El Dr. LaPaz se refirió al reciente artículo de una revista que lo cita como autoridad para la confirmación de dos de tales plataformas espaciales naturales que han sido descubiertas. Él dijo que el artículo era «falso en todos los detalles, en la medida de la referencia que se hace a mi persona».

 

Pero, añadió, al mismo tiempo, la búsqueda de una plataforma espacial no es nueva y es enteramente posible que algunos de tales satélites puedan ser descubiertos en algún momento, aquí o en tierras extranjeras. Tales descubrimientos si se hacen en países de la cortina de hierro seguramente se mantendrán en secreto por un tiempo.

 

De todas formas, señaló, nadie en ningún país negará que la búsqueda fuera por tales plataformas naturales. De hecho, una referencia explícita a una de tales búsquedas patrocinadas por la Army Ordnance Research de los Estados Unidos, fue dada en un artículo que el Dr. LaPaz publicó en febrero de 1954, en la revista de la Sociedad Astronómica del Pacífico.

 

La búsqueda por tales «plataformas» comenzó simplemente como investigación científica, y ahora es reconocida como de la más alta importancia militar. La nación que tenga la única de tales bases espaciales controlará el mundo, dijo el Dr. LaPaz.

 

Se tendrán que gastar grandes sumas antes de que el hombre pueda crear y volar sus propias islas espaciales artificiales. Y ahí hay grandes problemas de mantenimiento, una vez que tales objetos hechos por el hombre sean creados y colocados fuera de la atmósfera de la Tierra. Uno es la protección del hombre de los peligrosos rayos cósmicos, a los cuales él entonces estaría sujeto directamente sin el beneficio del efecto filtrante de nuestra atmósfera.

 

Un segundo peligro real, para el cual se deben hacer preparaciones de defensa, es del bombardeo de partículas meteóricas que, a falta de la densa atmósfera para retardarlas y evaporarlas, se esperaría que golpeen a velocidades devastadoras. Como una simple ilustración de esto, el Dr. LaPaz cita comparativamente las relativamente pequeñas y ligeras balas anti tanque, la alta velocidad de las cuales les permite penetrar armaduras de grueso acero endurecido. Él estima en miles de toneladas de material meteórico diariamente zumbando dentro de la atmósfera de la Tierra, la mayoría siendo consumido por el calor generado por su propio paso a través del aire.

 

Sin embargo, para establecerse en el espacio, el hombre debe planear un «satélite centenario», cree el Dr. LaPaz. Se espera que una vez accionado y en sintonía con la velocidad de la Tierra, el satélite continúe girando sin peligro de hundirse a la atmósfera de la Tierra por al menos 100 años antes de requerir cualquier «impulso» o propulsión. Esto es, asumiendo por supuesto que no es golpeado fuera de su posición por una lluvia de meteoritos. Tal vez aparatos que creen su propia atmósfera puedan construirse para la plataforma.

 

Parte de la base para el trabajo del Dr. LaPaz, quien ha establecido una reputación internacional como cazador de bolas de fuego, ha sido su búsqueda por claves del efecto de la radiación cósmica sobre los meteoritos. Tal investigación requiere una rápida recuperación de los meteoritos caídos, ya que las radioactividades inducidas por la radiación cósmica generalmente tienen vidas medias cortas.

 

Por esa razón él ha intentado, mediante publicidad, cuando una bola de fuego o lluvia ha sido informada, encontrar los lugares de aterrizaje y recuperarlas antes que su radiación se haya reducido en intensidad.

 

El Dr. LaPaz y sus colegas hacen frecuentes viajes al campo siguiendo tips sobre exhibiciones meteóricas. En un viaje reciente investigaron cuatro cráteres meteóricos en Colorado. Ninguno de estos se probó, pero la expedición reunió veintisiete meteoritos con pesos por arriba de cinco libras de una vieja caída en las Chicago Hills, del Noroeste de Nuevo México donde fue recuperado uno de 281 libras por el Institute of Meteoritics en abril de este año.

 

Los escritos de sociedades astronómicas de muchas naciones, incluyendo los que ocasionalmente provienen de los países de la cortina de hierro, indican el interés mundial en posibles satélites. Así que la carrera internacional de ser el primero en usar una plataforma espacial obviamente está en su apogeo, dice el Dr. LaPaz.

 

Con esto, crece la importancia económica del estudio de las bolas de fuego. Si en lugar de enviar cohetes caros a la atmósfera superior para traer datos, uno puede obtener la misma información del estudio de los meteoritos, que son gratis, el contribuyente tendrá un respiro.

 

Los falsos informes de que el Dr. LaPaz está yendo y viniendo entre White Sands Proving Ground y Mount Palomar Observatory e identificando dos satélites utilizables de posiblemente miles que están disponibles, podrían ser más divertidos, afirma, si la investigación por y la necesidad de tales bases espaciales no fueran tan reales.


[1] De esto nos ocuparemos en una serie que estamos preparando.

[2] Descubridor de Plutón.

[3] Anonimo, Armed Forces Seeks «Steppingstone to Stars«, Los Angeles Times, Los Ángeles, California, 4 March 1954

[4] http://content.time.com/time/magazine/article/0,9171,857419,00.html

[5] Anonimo, Tiny Earth Satellites, Science News Letter, 20 March 1954. Pag. 180.

[6] Anonimo, «Does Earth have Tiny Moons?», Popular Mechanics, Vol. 101, No. 4, April 1954, page. 155.

[7] Anonimo, Artificial Satellites Are Circling Earth, Writer on «Saucers» Says, St. Louis Post-Dispatch, 14 May 1954.

[8] «1 or 2 Artificial Satellites Circling Earth, Says Expert», San Francisco Examiner, San Francisco, California, 14 de mayo de 1954. page. 14. Ver: https://marcianitosverdes.haaan.com/2016/05/satlites/

[9] Anonimo, Satellite Scare, Aviation Week, 23 August 1954

[10] Ver: San Francisco Chronicle del 24 agosto 1954

[11] Anonimo, Earth «Satellites» Spur Army Study, The New York Times, New York, 29 August 1954.

[12] (Sic) por LaPaz.

[13] Anonimo, Scientist denies Space Base Find, The New York Times, New York, 10 October 1954.