Irisina

QUE NO LE DIGAN, QUE NO LE CUENTEN

Irisina[1]

Juan José Morales

A mi correo llegó hace poco un anuncio de la irisina, uno de esos productos milagro que ofrecen bajar de peso sin tener que seguir dietas de ningún tipo ni mover un músculo para hacer ejercicio, porque «” supuestamente»” el compuesto de marras se encarga de «quemar la grasa». Al decir del anuncio, «la irisina podría suprimir la formación de células adiposas de un 20 a un 60 %.» Y no sólo eso. También «ayuda a mejorar la función cardiaca, reducir el riesgo de ateroesclerosis, aumentar la biogénesis mitocondrial y a inducir el estiramiento de los telómeros en las células, lo que podría mejorar su salud y longevidad.» O, para decirlo en términos más comprensibles y llanos, rejuvenece el organismo, aumenta su resistencia a las enfermedades, y permite prolongar la vida. En fin, una monada de producto.

Aquí puede aplicarse aquel viejo adagio de que si suena demasiado bonito para ser cierto, es porque no es cierto. La tal irisina fue uno de esos yerros científicos «”ninguna ciencia es infalible»” que en su momento causó furor y despertó grandes expectativas pero no tardó en ser descartado a la luz de nuevas investigaciones.

La historia comenzó en 2012, cuando la afamada revista científica británica Nature publicó un informe de un grupo de investigadores de la universidad norteamericana de Harvard encabezados por Bruce Spiegelman, según el cual al parecer después de hacer un esfuerzo físico las células musculares liberan cierta sustancia, a la que llamaron irisina, que es transportada por el torrente sanguíneo hasta las células adiposas, o sea las células grasas. Allí, provoca una reacción química permite consumir calorías a partir de la grasa.

imageUno de los llamativos anuncios de los vendedores de irisina, en el cual «”como es costumbre en la publicidad de este tipo de productos milagro«” se promete cura o alivio para todo tipo de enfermedades y padecimientos.

El informe desató un torrente de artículos y especulaciones en el sentido de que en vez de sudar haciendo ejercicio para generar irisina y en consecuencia eliminar el exceso de grasa en el cuerpo, bastaría tomar unas píldoras de esa maravillosa sustancia «quemagrasa». Así podría por fin hacerse realidad el sueño de adelgazar cómoda y tranquilamente apoltronado en un sofá, mirando la televisión y bebiendo cerveza y comiendo tacos de cochinita a pasto. Y, desde luego no faltaron los timadores que comenzaron a ofrecer tratamientos a base de irisina como fórmula mágica para bajar de peso, aunque las investigaciones sobre la existencia de esa sustancia eran todavía de carácter preliminar y arrojaban resultados vagos, poco convincentes y a menudo contradictorios.

Pero el sueño no tardó en desvanecerse. Por principio de cuentas, los intentos por aislar la irisina resultaron infructuosos. Finalmente, con métodos muy refinados, pudo detectarse, e incluso sintetizarse. Pero se comprobó que las células la producen en cantidades bajísimas, tan reducidas que no podría tener efectos fisiológicos apreciables.

Una vez más quedó así comprobado que los productos milagro no existen, aunque se les presente respaldados por hechos científicos. Y una vez más quedó demostrada una de las muchas y muy grandes virtudes de la ciencia: que cuando se equivoca, se corrige por sí misma, como en este caso.

De modo, pues, que no le digan, que no le cuenten, lo de adelgazar con pastillas o brebajes de irisina no es más que un timo.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 8 de diciembre de 2016

La fotografía Detroit

LA FOTOGRAFÍA DETROIT

freepress-detroit-michigan-7-7-1947Otra de esas fotografías «falsificadas» por los periódicos durante la oleada de platos voladores de 1947, fue la publicada por el Free Press, de Detroit Michigan, el 6 de julio de ese año.

La foto, nocturna, fue realizada por el equipo de fotógrafos de ese diario.

Estancia La Aurora, el enigma

Libro de matemático uruguayo desmitifica leyenda de extraterrestres y ovnis

1/10/2016

Alejandro Prieto

EstanciaLaAuroraElEnigmaMontevideo, 01 oct (EFE).- Los extraños fenómenos ocurridos en 1977 en una localidad rural de Uruguay, hasta ahora atribuidos a causas sobrenaturales, como objetos voladores no identificados o criaturas extraterrestres, pueden ser explicados científicamente según el último libro del matemático uruguayo Eduardo Cuitiño.

En el libro «Estancia La Aurora», el uruguayo se propone «organizar un poco la leyenda» en torno a un establecimiento rural ubicado en el departamento (provincia) de Paysandú, en el noroeste de Uruguay donde se han dado varios presuntos avistamientos de ovnis, explicó el autor a Efe.

Una noche de febrero de 1977 comenzó la leyenda que, según Cuitiño, «fue el gran acontecimiento que hubo en Uruguay de avistamiento ovni» ya que se produjo «un extraño acontecimiento lumínico» que dejó como consecuencia quemaduras en varios animales de la estancia y un círculo marcado en la tierra.

El supuesto misticismo del lugar atrae visitas de cientos de personas cada semana y se organizan peregrinaciones, con visitantes tanto de Uruguay como del extranjero, que buscan beneficiarse del contacto con los presuntos extraterrestres o las fuerzas sobrenaturales en las que creen.

Sin embargo, desde la postura del escritor uruguayo estos sucesos pueden ser explicados por ciertas condiciones de la naturaleza muy diferentes a las que se le atribuyen a Aurora.

El matemático dice que «muy probablemente la gente esté confundiendo un fenómeno natural con lo que quieren creer» y en su libro propone como causa real del origen de la leyenda «un rayo» dado que hubo una tormenta esa noche.

Cuitiño explicó a Efe que su libro «trata de analizar con calma» los sucesos que algunos creyentes han atribuido, por ejemplo, al monstruo Chupacabras y dice que además de testimonios se aporta «explicaciones lógicas basadas en conceptos de geología y física» que brindan una justificación racional a esas supersticiones.

El libro surgió a partir de la declaración de una estudiante en una de las clases que imparte, quien afirmó que su abuelo había sido «abducido» por extraterrestres cerca de La Aurora, donde ocurren fenómenos lumínicos y magnéticos que, sugiere, «podría ser investigado desde el punto de vista científico».

Por ejemplo, es el «único lugar en Uruguay» donde se hace «meditación bajo cables de alta tensión», que al influir sobre la actividad pueden causar alucinaciones, explicó.

El ensayo, que investiga estos acontecimientos a través de distintos testimonios de creyentes, científicos y medios de comunicación, es para Cuitiño «un libro de periodismo que habla de lo que ocurrió y ocurre» en esa estancia uruguaya en particular.

El libro se presenta en ocasión de la 39 Feria Internacional del Libro de Uruguay que se celebra hasta el 10 de octubre en la Intendencia de Montevideo. EFE

http://www.lavanguardia.com/vida/20161001/41713880839/libro-de-matematico-uruguayo-desmitifica-leyenda-de-extraterrestres-y-ovnis.html

¿Hay una explicación sensata a los fenómenos de La Aurora?

¿Hay una explicación sensata a los fenómenos de La Aurora? Eduardo Cuitiño lo analiza

La verdad está ahí adentro

AngelMariaTonnaDon Ángel María Tonna al lado del famoso ombú

¿Qué hay detrás de los fenómenos extraños en La Aurora? El investigador Eduardo Cuitiño lo analiza en su nuevo libro e incluso aporta una teoría sobre la caída del avión de Air Class.

El matemático e investigador Eduardo Cuitiño acaba de publicar por Editorial Fin de Siglo Estancia La Aurora, el enigma, producto de su investigación periodística sobre la estancia que se hizo famosa por las supuestas visitas de seres extraterrestres y otros fenómenos extraños que se le adjudican.

El autor, desafiado por una alumna que cree en las visitas de seres extraterrestres a la estancia La Aurora, se decidió a escribir un libro en el que indaga en el misterio que rodea al lugar hasta dar con una posible explicación a los reportes. En comunicación con Montevideo Portal, Cuitiño hace un repaso de los relatos en torno a La Aurora e incluso aporta una teoría a la caída del avión Fairchild de Air Class en 2012.

 

El enigma

El mito de la estancia La Aurora es parte de nuestra cultura desde hace cuatro décadas, y se va adobando jugosamente a medida que pasan los años con nuevos y muy variados ingredientes.

Cuenta la leyenda que en la madrugada del 17 de febrero de 1977, una nave espacial con forma de torta frita voladora -según palabras del dueño de la estancia-, aterrizó y despegó desde los campos de don Ángel María Tonna Zanotta (alias Toto), y que en ese pasaje ultradimensional el vehículo calcinó a un perro que le salió a ladrar, quemó vivo a un toro normando de exportación que descansaba en el corral, dejó infértil a un caballo, quemó a varias ovejas, cortó alambrados, rompió los pistones de un grupo electrógeno, tiró eucaliptus, dejó un círculo misterioso marcando piedras basálticas que se desquebrajaban con las manos, quemó parte del brazo derecho al dueño del lugar… y dejó sin luz eléctrica a toda la ciudad de Salto durante horas.

Al hacer memoria con los suyos, Tonna recordó que un año antes, más precisamente en la noche del 3 de marzo del año 1976, a eso de la 1:30, aparentemente otra nave hizo estragos en un ombú generando un gran hueco, donde los sapos y liebres que allí caían morían disecados por la radiactividad.

¿Cómo se puede explicar lo que sucedió allí? Hay diversas teorías.

El único libro dedicado íntegramente a explicar el enigma de La Aurora fue publicado por un tal José Hipólito Trigueirinho Netto en el año 1989, y se titula: Aurora: esencia cósmica curativa.

Según su autor, su obra es a encargo del Gobierno Celeste Central de la Confederación Intergaláctica, y allí se explica que los fenómenos extraños que se perciben obedecen a que debajo de la estancia La Aurora existe una ciudad intraterrena que auxilia al ser humano en su integración con el mundo buscando evitar la Tercera Guerra Mundial y es presidida por una jerarquía llamada AMHAJ.

Para otros, esas naves emergieron de una base secreta de los Estados Unidos, al igual que el astronauta Neil Armostrong, que por algo rondaba por el lugar.

Otros creen que La Aurora en realidad es un lugar de contacto con seres de Ganímedes, el satélite más grande de Júpiter, que en realidad se llamaría Morlen y que hace contacto con seres superiores a nosotros con forma de luz.

Para los chamanes, en La Aurora existe lo que se llama un axis mundis, un lugar rico en cuarzo, en donde de vez en cuando las categorías del espacio y del tiempo colapsan, y que es usado por seres de otros planetas para llegar hasta aquí, como pudo ocurrir en febrero de 1977.

Al sur de la estancia se puede encontrar una comunidad liderada por una discípula de Trigueirinho que se hace llamar ‘Shimani’, (su verdadero nombre sería Elizabeth César), que dirige el Centro Mariano Aurora, donde afirman que la Virgen María se aparece por allí todos los 13 de cada mes.

Hay quienes plantearon como explicación que las luces que se observaron eran en realidad avionetas que aterrizaron en suelo rocoso y que la familia Tonna escondía negocios de contrabando.

Otros suponen que un rayo pudo ser la explicación; sin embargo, la noche del 3 de marzo de 1976 el cielo estaba despejado.

La leyenda se acrecienta con testimonios de personas que dicen haberse curado de cáncer luego de dormir en el lugar, o que las cámaras digitales fallan o se descargan repentinamente, o que cerca de la gruta del Padre Pío existe un extraño olor a rosas y sin embargo es un lugar muy árido, que los días de lluvia los campos de La Aurora no se mojan, o que si se pone un reloj sobre las piedras de otro planeta que habría en La Aurora éstos dejan de funcionar, como si quedaran congelados en el tiempo.

 

Sobre las explicaciones

EstanciaLaAuroraElEnigmaEn el libro de Eduardo Cuitiño, presentado el pasado viernes 30 de setiembre en la Feria del Libro, se analizan todos los fenómenos extraños y se plantean explicaciones sensatas.

Según el autor, atrás de la comprensión de los extraños fenómenos que ocurren en La Aurora se pueden encontrar muchas claves. Varias personas van a La Aurora con esperanza de ver algo y no ven nada; entonces, ¿cuándo ir? ¿Realmente el lugar posee una energía especial y piedras que curan? ¿De qué está formado el subsuelo del norte del Uruguay? ¿No será que la clave para el desarrollo de nuestro país es la extracción de hierro y la producción de acero con mano de obra propia?

Más aún, el 6 de junio del año 2012 un Fairchild Metro III matrícula CX-LAS perteneciente a la empresa Airclass se estrelló cerca de la isla de Flores en un desgraciado evento que la Justicia nunca logró explicar.

Según el informe de Bomberos, en los restos del avión no hay rastros de combustión. Sin embargo, hay tres testigos diferentes (entre ellos un piloto de la ex Pluna) que dijeron ver bolas de fuego en el cielo en el lugar y momento que se estrelló el avión. Existe un cuarto testigo que vio algo similar desde las costas de la Bahía de San Borombón en Argentina. ¿No será que esas bolas de fuego son un fenómeno natural no entendido que afectaron repentinamente los comandos del avión?

Por un error probado del piloto la aeronave volaba sólo con sus sistemas de energía continua. Por lo tanto, ese avión era un inmenso electroimán que pudo atraer cierto tipo de fenómenos naturales que en el año 2012 tuvieron un pico.

Si bien todo avión es una gran caja de Faraday, el autor desafía a los investigadores a que se pregunten qué ocurrió con los descargadores de estática de este Fairchild que cayó a tan sólo unos pocos kilómetros de la costa de Montevideo o la Costa de Oro, las áreas más densamente pobladas del Uruguay.

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