El misterio de las centellas (243)

El misterio de las centellas (243)

Sucedió en Hopewell, Alabama, en el verano de 1956. Hopewell es una comunidad rural en las afueras de Bessemer. Tenía 14 años y mi hermano Bill tenía 5 años. Era tarde y el cielo estuvo oscuro y nublado todo el día, como si se tratase de lluvia, pero no llovió.

Bill y yo estábamos jugando juntos en el piso del comedor mientras nuestros padres habían salido a la tienda de comestibles. Ambos miramos hacia arriba para ver una bola brillante de color azul que flotaba a través de la ventana de la cocina sobre el fregadero. Nos sentamos en silencio y la miramos cuando flotó justo a través de la pantalla de la ventana y lentamente flotó hacia abajo, hacia la estufa eléctrica. En el instante en que tocó la estufa hubo un fuerte BAM. – Y la bola brillante desapareció.

Bill y yo nos metimos debajo de la mesa del comedor, con miedo y yo lo tuve en mi regazo hasta que oímos el sonido del coche de la familia que venía por el camino. Nuestros padres se esforzaban por bajar las bolsas de comestibles cuando corrimos al porche de atrás y comenzamos a contarles excitados lo que había sucedido, pero estaban preocupados metiendo los comestibles en la casa y lo que les decíamos sonaba tan inverosímil que nos ignoraron, más irritados por que los estábamos estorbando que interesados en lo que dos niños estaban parloteando.

Bill y yo no habíamos tenido ninguna experiencia así, y no sabíamos qué hacer con eso y nunca lo volvimos a mencionar. No fue hasta años más tarde, después de leer un artículo sobre las centellas que recordé el incidente y me dio cuenta que eso era lo que habíamos visto.

No dejó residuos de ningún tipo y no hubo dañado en el calentador eléctrico, simplemente había flotado por la ventana, tocado la estufa con una fuerte explosión y desapareció inmediatamente después del contacto.

Frank Gilson

USA

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