El misterio de las centellas (260)
Hace varios años trabajé en un campamento de verano en las montañas. Estábamos en 8500 pies y era común tener tormentas repentinas, y siempre instruíamos y dábamos consejeros y los campistas sobre la seguridad eléctrica.
Un día yo acababa de entrar en nuestra pequeña tienda cuando apareció una gran bola de luz brillante que explotó en una formación rocosa a unos 15 pies de distancia. Un amigo y su hijo que estaban a las afueras de la puerta se arrojaron al suelo.
Pensé que había explotado un tanque de propano cercano debido a la forma en que se vio y sonó. Nuestros oídos quedaron zumbando durante horas, las líneas de teléfono del campamento y las alarmas de incendio se apagaron, y los teléfonos estaban humeando.
No había nubes en el cielo, y no se desarrolló una tormenta ese día. No tuvimos ninguna de las advertencias comunes (pelo estática, etc.) y se trataba de una bola redonda en vez de un rayo.
Lo que realmente nos dio escalofrío fue que la formación rocosa la habíamos utilizado para fotografiar el grupo del campamento, y 15 minutos antes estaba cubierta de unos 60 niños.
Janet Stone
Colorado Springs, CO USA