De cómo nació el «fenómeno» Maussán
Por Oscar García
EN CONTACTO: «YO SABÃA QUE EL OVNI APARECERÃA»
Sábado 4 de Octubre:
El siguiente fin de semana después del programa antes mencionado la Academia Para la Ciencia Futura organizó una conferencia de James Hurtak en México donde, con el éxito popular a sus espaldas por sus frecuentes apariciones en TV, Maussán hablaría y presentaría los videos del «ovni del eclipse». Entre el público participante se encontraba la contactada mexicana Nataly, quien nos informó que había conocido a un señor llamado Daniel Cerda, quien tenia una filmación «súper espectacular» del día del eclipse que demostraba sus «teorías». Días después asistí a casa de Nataly para que me mostrara el material filmado. Para mi suerte en ese momento, y mi desgracia después, en el lugar se encontraba el candidato a convertirse en el sexto «testigo». Tras conocerlo la contactada me mostró la filmación y, mi sorpresa no pudo ser mayor.
El video era más impresionante que los demás. Al principio no se observaba nada parecido a lo tomado por los otros «testigos» pues esta filmación presentaba un «objeto» en forma ondulada, sumamente luminoso, «como un pedazo de Sol» -dijo Natali- que aparentemente salía y entraba de las nubes. Después había un corte y se observaba -ahora sí- algo muy parecido a la toma hecha por Arreguín, Alamilla y los demás.
Mientras más avanzaba el video mi corazón comenzaba a latir cada vez con más fuerza. Mi emoción iba en aumento y llegó a sus limites cuándo observé que este «testigo» había filmado ¡no un «objeto» sino dos! Nada más se podía pedir. Estos estaban grabados con gran nitidez durante el eclipse ¡y en tomas fijas! Esas imágenes, fijas, ofrecían grandes ventajas, pues el «testigo» además hacía impresionantes acercamientos que llenaban todo el monitor con la imagen del «ovni» y para rematar, al hacer estos acercamientos el objeto adoptaba una forma como la del murciélago de Batman. Mi emoción no podía ser mayor. Esos dos «objetos» tenían un gran parecido a lo filmado por los otros testigos.
Una semana después, finalmente Cerda se presentó en las oficinas de Programas de Investigación para que Martínez, Maussán y yo escucháramos la increíble historia que nos tenía que contar.
Daniel Cerda es un mexicano que reside en California y que aseguraba haber venido hasta la ciudad de México porque él «sabia» que un ovni aparecería durante el eclipse. Concretamente afirmaba ser contactado y decía que debido a esto los extraterrestres de Andrómeda que lo habían contactado le habían dicho -ordenado seria mejor decir-, que viniera aquí, pues ellos le darían «un espectáculo el 11 de julio, durante el eclipse» sobre su casa.
Según Martínez[2]: «En california recibió el siguiente mensaje: «˜Tienes que ir a la ciudad de México durante el eclipse del 11 de julio de 1991. Te subes a la azotea de la casa de tu mamá, te acuestas sin ropa, boca arriba (¿Â¡!?), con algunos cristales de uso específico. Después tomas tu cámara de video, y diriges tus pies hacia el oriente. Junto con tus compañeros buscarás dos objetos del espacio»™».
Tras contarnos su historia, el Sr. Cerda nos mostró su video. Este era tan convincente que en ese momento comencé a creer en los contactados, en quienes nunca había creído a pesar de mi desmedida credulidad de entonces.
Maussán, al observar ese video, se emocionó tanto como yo.
Posteriormente, Daniel Cerda nos explicaría que esa forma de murciélago de Batman era en realidad la estructura de la base del ovni pues, según él, las imágenes las había tomado acostado en la azotea de su casa con el ovni arriba de él mostrándole la estructura de su base con forma de murciélago de Batman y acercándose a su cámara de arriba a abajo. Imagínense el espectáculo que aseguraba haber vivido: Un ovni arriba de él alejándose y acercándose…
Inmediatamente, Jaime Maussán pidió a Cerda que le permitiera sacar una copia a su video, sin embargo, éste se inventó uno y mil pretextos para no permitírnoslo. Dijo algo así como que nos quería dar toda la secuencia completa…
Después nos contó que no sólo tenía ese video sino que tenía muchos más. Resaltó uno que aseguró haber tomado tiempo atrás donde, según dijo, se observaban unas bolas de fuego que se habrían estrellado en unas casas en California provocando una gran incendio al que habrían asistido «cientos de bomberos y patrullas» (¡¡¡¡)
Su video del eclipse, indudablemente, era impresionante a primera vista y sin verlo detenidamente. Pero claro que nosotros no le creímos… todo.
Esa parte donde aseguraba que estando acostado en el piso y que el ovni subía y bajaba para que Cerda le grabara la base de murciélago de Batman en realidad era un desenfoque de unos aparentes (y bien subrayado ese «aparentes») objetos.
Mi delirio de creyente desaforado había provocado que yo no dudara ni por un momento de la autenticidad de ese video y de las palabras del Sr. Cerda. Unos días después Maussán llegó a sus oficinas y al encontrarme, inmediatamente me dijo con una tremenda convicción en su rostro un frase que nunca había escuchado en su boca y que nunca he vuelto a escuchar. «Ese caso es un fraude, cabrón».
Quizá porque el video no era sólo el desenfoque sino todo un espectáculo, quizás porque yo tenía menos experiencia, edad y era menos crítico, desafortunadamente, y para mi gran desgracia, no le creí.
Maussán por primera vez desde que lo conocía, había rechazado un material. La razón era lógica; lo que Cerda decía que era la base del ovni era un evidente desenfoque, del que todos nos habíamos dado cuenta y al que todos habíamos tomado de tal modo porque precisamente eso era lo que parecía. Nadie pensó en que fuera otra cosa sino hasta que el mismo «testigo» nos lo dijo.
Maussán consideraba que por ese simple hecho el caso era un fraude, así que decidió no volver a saber nada más de ese video y de ese testigo.
Se podría pensar que la actitud de Maussán más bien se debió a que se dio cuenta de que con semejante historieta Cerda obviamente nos estaba engañando y que el hecho de que no nos dejara copiar su video para «analizarlo con solarizaciones» le había hecho sospechar, y más aún por la mentira aquella de darnos desenfoques para la base de un ovni o, lo que es lo mismo, gato por liebre. Mas sin embargo no era así, pues actualmente Maussán nos está presentando un caso de contactado casi «“o más- delirante que el que nos contó el Sr. Cerda en su momento: el de un «contactado» de Tepoztlán llamado Carlos Díaz, de quien en otra ocasión nos ocuparemos en un artículo aún más corrosivo, extenso y crítico que éste.
LA REBELIÓN DE MARTÃNEZ
Así estaban las cosas. Si Maussán por primera vez había dicho que un caso era un fraude, entonces todo podía suceder»¦ y sucedió.
Hasta este momento, los videos que habíamos recibido únicamente incluían filmaciones logradas el día del eclipse.
Jueves 17 de septiembre de 1991:
Ese día el Sr. Vicente Sánchez Guerrero se presentó en las oficinas de Programas de Investigación para mostrarnos un video que ya no era «un ovni más del día del eclipse». El Sr. Sánchez traía consigo una filmación tomada el día de la Independencia nacional, el miércoles 16 de septiembre que es cuando en México se realiza, con motivo de los festejos, un desfile militar muy espectacular, en donde participan la Fuerza Aérea, el Ejército y la Armada en general, además de otras muchas instituciones.
Según la historia de Sánchez, él estaba grabando los aviones del desfile cuando, de repente, observó en el centro del monitor de la cámara «un objeto redondo y brillante que se movía lentamente». Por lo raro de esto se quedó filmándolo durante poco más de 1 minuto.
El video mostraba como al paso de los aviones militares ese objeto comenzaba a ascender y luego, en el momento en que era más distinguible su forma y aspecto, había un corte. El argumento del Sr. Sánchez era que en ese momento se había perdido la energía de su cámara»¦ Jaime Maussán pudo haber exclamado que se trataba de un efecto EM, pero no lo hizo, pues ni siquiera sabía que en la ufología se maneja tal término.
Debido a la perdida de energía, el Sr. Sánchez tuvo que tomarse su tiempo, bajar 2 pisos, para ir a su casa, tomar una nueva pila, ponérsela a la cámara y regresar a la azotea para continuar grabando «el ovni». Curioso resultó que cuando se recobró la imagen el objeto nuevamente se observaba a la distancia indistinguible»¦
Sábado 19 de septiembre:
Al día siguiente, Martínez y Maussán asistieron a la casa del «testigo». El hecho de que la filmación tuviera un corte en el momento más interesante era un dato curioso, pero aún más curioso resultó que cuando José Luis Martínez le pidió la cámara para examinar las razones por las que «una pila nueva» dejó de funcionar, el «testigo», sin rubor alguno, le dijo ¡que la había vendido![3] Esos dos hechos comenzaron a hacer que Martínez y yo dudáramos de la autenticidad del caso.
Sábado 27 de septiembre:
Así, una semana después, y un día antes de que Maussán asistiera al mencionado programa de TV internacional Siempre en Domingo, Martínez y yo tuvimos una plática con Jaime que terminó en discusión, donde utilizamos por primera ocasión un argumento racional, planteándole la posibilidad de que en realidad ese ovni se tratara de un globo sonda[4].
Maussán ya había quedado muy formal de presentar al siguiente día por TV ese video «“sin más «pruebas»- por lo que rechazó a gritos nuestros argumentos diciendo que viéramos el video, que no era posible, que era un auténtico ovni»¦
José Luis Martínez había llegado a la conclusión de que se trataba de un globo sonda porque la grabación original «“sin perdida de calidad por los transfers y sus ediciones- se observaba en la parte de abajo del «ovni» algo pesado que lo hacía tambalearse de un lado a otro. José Luis dijo que «quizás eso era el instrumental que cargan los globos sonda».
Otra cosa que apoyaba la hipótesis de un globo era que al momento de pasar los aviones por arriba del objeto, estos ¡permanecían totalmente indiferentes!
En comparación con los aviones, en realidad el objeto se mostraba de un tamaño muy pequeño y, lo más curioso y comprometedor de todo era que, tras pasar por encima de él, el objeto comenzaba a ascender. Según Martínez, esto se debía a que el aire se tornaba más caliente provocando, así, el ascenso del globo»¦
Pero el video era demasiado espectacular como para desperdiciarlo en explicaciones racionales. «Â¡16 aviones militares pasando junto a un ovni!», decía Maussán, ¿qué más se podía pedir? Así que discutimos esa posibilidad y, como era de esperarse, Jaime la negó y al siguiente día asistió al programa de TV internacional para presentar los videos del eclipse y «esta gran sorpresa»»¦
A partir de ese momento comenzó el principio del fin de la relación entre Martínez, Maussán y yo.
Fue principalmente José Luis Martínez quien se dio cuenta del juego de Maussán, pero él no me lo dijo, e incluso después del programa todavía tuvimos algunas reuniones con Jaime y además lo acompañamos el siguiente fin de semana a su conferencia con James Hurtak.
Domingo 12 de octubre:
Una semana después de la aparición de Maussán en TV llegó la gran sorpresa. Sin que nadie sospechara nada, José Luis Martínez finalmente publicó un artículo donde lo criticaba por haber mostrado en Siempre en Domingo el video del desfile aéreo militar. El artículo se titulaba «El ovni del desfile es un globo sonda»[5],y en él, José Luis no se tentaba el corazón al decir directamente que Maussán estaba predispuesto a creer todo el material que recibía»¦
Lunes 20 de octubre:
Como antes lo había dicho, Martínez nunca me había comentado nada de que fuera a publicar un artículo de tal calibre, por lo que unos días después me presenté, como si nada, en las oficinas de Programas de Investigación, para continuar con la investigación del ovni del eclipse y seguir recolectando videos para Maussán.
Pero cuando llegué comencé a sentir un ambiente extraño pues todos me observaban como si fuera escéptico y con cara de que los había traicionado.
Pero esto duró poco, porque no pasó ni un minuto cuando entonces los camarógrafos, asistentes y algún editor y productor, se me acercaron, con cara de pocos amigos, para, aprovechando que Maussán no se encontraba, decirme que (por escéptico) yo ya no era bien recibido en el seno de su compañía, donde se creía en lo que los demás rechazaban»¦
Aún sin enterarme del porqué de esa actitud, hablé telefónicamente con Maussán quien me dijo que Martínez había publicado «un artículo poco ético» donde lo calumniaba y decía «una sarta de mentiras» (sic) para terminar preguntándome «¿pero qué no estabas enterado?»
Finalmente, al poco tiempo, regresé a sus oficinas para aclarar las cosas, mientras sus empleados me miraban como si fuera un ateo en el Vaticano.
Entre en su oficina, nos sentamos y, paso seguido, se puso a contarme lo difícil que había sido llegar «hasta donde estaba» (sic). Después me dio unas cuantas instrucciones de lo que debía y no debía hacer, para finalmente preguntarme: «¿quieres continuar con nosotros?» Yo le dije que a mí no me habían criticado, que no era de mí quien habían escrito, y él tomó eso como un «si»»¦ aunque no lo fue.
Ese sería el último día que «trabajé» en las oficinas de Maussán investigando (gratis) para él los «ovnis» del eclipse. Esa plática me había demostrado lo que ya sospechaba: que Jaime únicamente deseaba su beneficio económico y personal a costa de los ovnis.
EL SEXTO OVNI: LA CREDULIDAD LLEGA A SUS LÃMITES
Por coincidencia ese lunes 20 de octubre de 1991, después de mi plática con Maussán, se presentó en las oficinas de Programas de Investigación la Sra. Laura Hernández, para mostrarnos otro «ovni» grabado el día del eclipse.
Maussán, como siempre, me pidió que la atendiera. Era un video grabado en la Colonia Pradera «“al Noreste de la ciudad- donde se observaba algo muy parecido a lo grabado en los otros. Era un video más, el sexto, que contribuía a engrandecer el caso.
Éste fue el último que me tocó investigar y ver el modo en que pasó a formar parte de las otras «evidencias».
En la entrevista con la Sra. Hernández, que Maussán muestra en su video producción[6], ella, como los demás, comentó que en realidad «había confundido el ovni con una estrella«.
«Se vio muy raro «“dijo- cuando enfoqué, lo acerqué, y la verdad no me imagin黦
«-¿A qué hora sería esto?
«No recuerdo muy bien pero fue antes de que oscureciera, antes de que se viera totalmente el eclipse, sería la 1:20 más o menos. Después lo buscamos y ya no lo vimos, ya no estaba, por eso fue que pensamos que era una estrella«.
Finalmente, esa tarde observé el video de la Sra. Hernández y como la credulidad de todos, los que supuestamente en esa compañía «investigábamos ovnis en forma seria», estaba llegando a sus límites»¦ Por último me di cuenta el juego maussanita y decidí romper todos mis lazos con él.
Debido a nuestras disputas posteriores, al poco tiempo, y sin darnos cuenta, Maussán nos dio (a Martínez y a mí) «golpe de estado» quitándonos todo el crédito del trabajo en la investigación que sobre el video pudiéramos tener[7]. Como quien diría, Jaime nos había hecho el primer «matanga dijo la changa».
Pero la verdad es que eso era previsible desde el inicio de este affaire, pues cada vez que Jaime se refería al material filmado lo hacía de un modo muy personal, con frases y palabras como: «preparé, «les traje», «hice», «conseguí», «quiero presentarles», etc. Finalmente, Maussán se sintió con toda libertad de hacer con los videos lo que quería, sin pedirle autorización a nadie.
VIDEO #7: EDUARDO MEJÃA
Cuando Jaime recibió la séptima grabación yo ya no tenía ninguna relación con él. Entonces en realidad no conozco el modo en que se desarrolló la historia, pero puedo decir que fue tomado por el joven Eduardo Mejía, desde Ciudad Nezahualcóyotl, al oriente de la ciudad.
En la grabación de esta persona se puede observar al «objeto» durante bastante tiempo; antes y después del eclipse. En la misma video producción hecha por Maussán[8], Eduardo Mejía narra sus impresiones y, al igual que los demás, dice que pensó que era una estrella:
«Mis familiares, al principio, habían dicho que se trataba de una estrella, pero yo me quedé grabándolo por simple curiosidad, no por creer que haya sido un objeto volador no identificado. Me interesó su brillo y eso. Entonces, creyendo que era una estrella, me di cuenta después de que ese objeto era algo que estaba ahí, suspendido totalmente».
PEDRO FERRIZ: «UN MUNDO NOS VIGILA»
En la década de los setenta Don Pedro Ferriz fue la persona más famosa relacionada con los ovnis en México y algunos países del extranjero[9]. Cuando aquí despertó el interés popular por los ovnis muchas personas aún le recordaban, a pesar de que durante muchos años él no había hecho en TV ningún programa sobre el tema, pues él era todo un mito que la gente siempre mencionaba cada vez que Maussán asistía a un programa de TV… por esto en realidad, Don Pedro no era muy de su agrado.
Según Jaime «en su época» había sido un buen investigador, «pero ahora ya no» (seguramente creía que el buen investigador ahora era él). Sus comentarios sobre Ferriz se mostraban inexactos pues Maussán, desde el principio, había mostrado un infantil afán de nunca toparse o tener una plática, debate o saludo con él. Esto tenía una razón lógica; Jaime quería ocupar el puesto que seguía ocupando Don Pedro…[10]
Sin embargo, el interés por los ovnis estaba a flor de piel desde el día del eclipse. Ferriz lo sabía y, en contra de lo que Maussán pudiera decir, él estaba más que interesado por el tema de los ovnis debido a sus muchos años de estudio e investigación… así que decidió reiniciar una nueva fase de su clásico y muy recordado programa de TV Un Mundo Nos Vigila.
Por esas coincidencias de la vida, un día terminé en casa de Don Pedro donde platicamos durante horas una gran cantidad de datos ufológicos… ¡él sí era un experto conocedor de la ufología con quien se podía hablar!
En esa conversación le comenté que uno de los casos más importantes de México que él, debido a la abrumadora cantidad de «evidencias», se había encargado de difundir en su época como auténtico: el caso del «ovni» estrellado en Puebla, finalmente se habla resuelto descubriéndose que se trataba de la tercera fase del cohete que puso en órbita al satélite soviético Cosmos 929.
A diferencia de lo que algún otro «investigador» inexperto pudiera hacer, como Jaime, Don Pedro recibió la noticia con un gran agrado y jubilo… a él le interesa encontrar respuestas y no recolectar datos para encajarlos en una creencia previamente concebida de la cual está convencido: que los ovnis son naves extraterrestres.
Al final de esa plática le expliqué a Ferriz que yo ya no era más un investigador crédulo; que me había dado cuenta que, sobre todo, se debe buscar la verdad terrestre en los incidentes ovni. Él se mostró muy complacido con mi postura y confesó compartirla.
Desde ese momento se inició una bonita amistad entre el ufólogo que más años tenia en este asunto y el más joven de México… un contraste maravilloso que trajo, a posteriori, algunos interesantes frutos.
ContinuarỦ
[1] Publicado originalmente como; García Oscar, El ovni del eclipse. De cómo nació el «fenómeno» Maussán, Perspectivas Ufológicas, Año 1, No. 3, México, septiembre de 1994. Págs. 33-47.
[2] Martínez José Luis, Contactos extraterrestres, Populibros La Prensa, México, 1993.
[3] ¡A tan sólo 3 días de haber hecho su filmación! (Nota de LRN)
[4] No es necesario pensar en un globo sonda. Un simple globo explica perfectamente ese avistamiento. (Nota de LRN)
[5] Martínez José Luis, El ovni del desfile es un globo sonda, La Prensa, México 12 de octubre de 1991. (Nota de LRN)
[6] «Luces en el cielo», video producción presentada por Jaime Maussán y realizada por la compañía «Programas de investigación».
[7] Si no fuera por Martínez, Maussán nunca habría tenido el acceso que tuvo a ese material, y sin mí el caso no se hubiera expandido del modo en que lo hizo.
[8] «Luces en el cielo», video producción presentada por Jaime Maussán y realizada por la compañía «Programas de investigación».
[9] En realidad Don Pedro ya estaba relacionado con el tema de los ovnis desde épocas tan tempranas como la década de los cincuentas. (Nota de LRN)
[10] Algo que nunca ha logrado. Existe una diferencia abismal entre Don Pedro y Maussán. El primero tiene una sólida cultura y un título universitario, mientras que es evidente el escaso nivel cultural del segundo, por no decir de sus sospechosos «estudios universitarios». (Nota de LRN)