Llegaron las “bocanadas de aire frío”

IMPACTO AMBIENTAL

Llegaron las «bocanadas de aire frío»[1]

Juan José Morales

Este domingo, 30 de noviembre, termina oficialmente la temporada de huracanes en el Atlántico. Y ya comenzó la de nortes «”las «bocanadas de aire frío», como las calificó el famoso naturalista Alejandro de Humboldt«”, que no tiene fechas oficiales de inicio y final. Algunos lectores me han preguntado por qué nortes y huracanes se alternan a lo largo del año y por qué, aunque los nortes ocurren en el Golfo de México, afectan también «”a veces con gran violencia»” la zona del Golfo de Tehuantepec, en el Pacífico, al otro lado del país.

clip_image002Así, se representan los frentes fríos en los mapas meteorológicos. En su libro «Descripción Física de la Nueva España», el naturalista Alejandro de Humboldt escribía a principios del siglo XIX que «en las costas orientales de la Nueva España los grandes calores ceden por algún tiempo cuando los vientos del norte envían algunas bocanadas de aire frío de la bahía de Hudson hacia el paralelo de La Habana y Veracruz. Estos vientos impetuosos soplan desde el mes de octubre hasta marzo».

La alternancia huracanes-nortes-huracanes se debe a cambios en la circulación general de la atmósfera, que durante

los meses cálidos es del océano hacia el continente y en los meses fríos se invierte. Desde la primavera hasta el otoño, los rayos solares inciden más directamente en las zonas situadas al norte del ecuador. Eso provoca un intenso calentamiento del continente y el océano. Pero la temperatura del terreno se eleva más rápidamente que la del agua, que tiene una gran capacidad para absorber calor sin que su temperatura aumente mucho. Ese aire continental caliente se eleva formando una zona de baja presión, y para reemplazarlo fluye aire marítimo, cargado de humedad que provoca lluvias. Además, la gran cantidad de calor almacenado en las aguas marinas es la fuente de energía que alimenta las tormentas tropicales y los huracanes.

Pero después del solsticio de verano, cuando el Sol comienza su retroceso aparente hacia el sur, los rayos solares ya no inciden tan directamente sobre las zonas situadas al norte del ecuador. Por lo tanto, tierra y océano empiezan a perder el calor acumulado durante los meses cálidos. El enfriamiento, empero, es desigual. El terreno, con poco calor almacenado, se enfría mucho más rápidamente que el mar, que como decíamos tiene una gran capacidad para acumular calor. Así, el aire marítimo se eleva y se forma sobre el océano una zona de baja presión hacia la cual fluye el aire continental de las altas latitudes, desde el norte de Estados Unidos y Canadá, el cual es frío.

De esta manera se forman los llamados frentes fríos, que reciben ese nombre porque la masa de aire frío avanza en forma de un gran frente. Cuando la línea frontal interactúa con el aire cálido, se produce gran turbulencia «”esos son los vientos de los nortes, que pueden ser tan intensos como los de una tormenta tropical»” y se forman lluvias que también pueden ser relativamente abundantes. De hecho, buena parte de la precipitación pluvial que cae en la zona noroeste de la península de Yucatán «”la menos lluviosa»” es producto del vapor de agua levantado por las masas de aire de los nortes a su paso sobre las aguas del Golfo de México. De no ser por estos fenómenos, esa zona de la península sería mucho más árida.

Y en cuanto a por qué cuando los nortes del Golfo de México repercuten en el de Tehuantepec al otro lado del continente, la explicación estriba en la orografía de la región. El istmo de Tehuantepec no sólo es la porción más estrecha del territorio nacional, sino también donde las montañas alcanzan su menor altitud, de sólo unos cientos de metros y no miles como en las grandes cordilleras. Se forma así una especie de embudo por el cual pasan los frentes fríos de un golfo al otro, y el aire encajonado incrementa su velocidad. De hecho, la zona de La Ventosa, en Chiapas, recibe su nombre por esa circunstancia, y la carretera que la atraviesa tiene fama entre los camioneros por los fuertes ventarrones, que, al golpear de costado a los vehículos, llegan a volcar incluso unidades de gran tonelaje.

Espero que estas explicaciones sean de utilidad a los amigos lectores.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 28 de noviembre de 2014

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