Una gigantesca reserva natural… en el papel

IMPACTO AMBIENTAL

Una gigantesca reserva natural»¦ en el papel[1]

Juan José Morales

Establecer nuevas áreas naturales protegidas no es malo. Todo lo contrario. Pero crearlas al vapor, sin un adecuado sustento científico y legal, sólo por razones políticas y para presentarse ante el mundo con una imagen de protector de la naturaleza, es no sólo malo sino pésimo. Tal es el caso de la Reserva de la Biósfera Caribe Mexicano, cuya creación fue anunciada recientemente por el gobierno federal, que tal como andan las cosas en materia de protección ambiental, corre el riesgo de ser sólo una reserva de papel, decretada para el lucimiento del gobierno de Peña Nieto con miras a la décimo tercera Reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre Diversidad Biológica «”COP13 para abreviar»”, de la que México será sede en diciembre de este año y a la cual se espera asistan más de diez mil delegados de todo el mundo, incluidos desde luego gran número de científicos y altos funcionarios, amén de una nutrida cantidad de periodistas.

clip_image001La propuesta creación de la Reserva de la Biósfera Caribe Mexicano, que «”al menos en el papel»” agregaría un 20% a la superficie de áreas naturales protegidas de México, es tan sólo un juego de cifras para que Peña Nieto pueda decir al término de su mandato en 2018 que las ANP ya cubren el 17% de la superficie terrestre del país y el 10% de sus mares. En la foto, la bahía de Akumal, importante playa de anidación de tortugas marinas.

Decimos lo anterior porque resulta paradójico y contradictorio que «”como hemos señalado varias veces en los últimos meses»”, el gobierno federal esté recortando drásticamente los presupuestos, el personal, el equipo y los suministros para la vigilancia de las actuales áreas naturales protegidas, y al mismo tiempo pretenda crear de un plumazo una nueva ANP, y para colmo de enormes dimensiones: más de 5.6 millones de hectáreas, de las cuales más de 5.5 millones marinas y 116 mil terrestres.

Esa nueva reserva abarcaría una extensa franja que comprende prácticamente la totalidad de las aguas marinas del estado de Quintana Roo, más una porción de tierra firme y humedales, desde el municipio de Lázaro Cárdenas en la costa del Golfo, hasta el de Othón P. Blanco, en la frontera con Belice. Sus más de 5.5 millones de hectáreas equivalen a más del doble de la superficie total de la Reserva de la Biósfera Sebastián Vizcaíno, en la porción media de la península de la Baja California, actualmente la mayor de México, que no llega a 2.5 millones de hectáreas.

Uno se pregunta: quién y cómo va a vigilar esos 5.6 millones de hectáreas marinas y terrestres de la nueva reserva «”una superficie mayor que la de Costa Rica»” cuando las áreas protegidas ya existentes tienen sólo un remedo de vigilancia a cargo de sólo un puñado de inspectores y científicos que sufren además la crónica falta de embarcaciones, vehículos, combustible y otros elementos de trabajo, debido a los masivos recortes de personal y presupuesto decretados en el curso del último año por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

Todavía puede señalarse algo más: de las 177 ANP actualmente existentes en el país, casi la mitad ni siquiera tienen plan de manejo, ya sea porque aún no se elabora «”cual es el caso de casi la tercera parte de ellas»” o porque existe pero todavía no se publica en el Diario Oficial para que entre en vigor. Y no hablamos sólo de áreas de reciente creación, sino incluso de algunas con diez o veinte años de vida. Eso, por lo demás, sin contar los casos en que existe plan de manejo pero no ha sido actualizado en mucho tiempo pese a los cambios en su situación.

Es dentro de ese panorama de carencias, deficiencias e ineficiencia, recorte de recursos, despido de técnicos, científicos y personal de campo y otras muchas limitaciones, que el gobierno de Peña Nieto quiere exhibir ante el mundo una nueva y colosal reserva de la biósfera, creada «”literalmente hablando»” de un plumazo. Porque será otra reserva de papel más. Sólo existirá en el documento con la firma presidencial.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 13 de junio de 2016

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