Interludio del traductor
Hay un poder fascinante que emana de este informe. Si lo lees por segunda vez, tienes la sensación de enfrentarte al humano extraterrestre Sol-Tec. Causó tal impresión en el autor del informe, Dick Miller, que pudo (ciertamente involuntariamente) dejar que la personalidad del comandante brillara entre las palabras. Aunque la reproducción de la conversación solo es accesible para los lectores en traducción, el resplandor de Sol-Tec pudo penetrar en el idioma extranjero. Somos afortunados de tener este mismo mensaje, ya que ha sido completamente asimilado a nuestra forma de hablar y nuestra expresión cotidiana.
Se puso en el nivel anímico y espiritual de su visitante y es por eso que el relato de Miller se ha vuelto tan denso y transparente al mismo tiempo.
Lo más asombroso es la clara previsión de cosas y acontecimientos, algunos de los cuales ya se han materializado, al menos en términos técnicos. Sin embargo, en cuanto al lado oscuro de la previsión, debería servir como un recordatorio muy serio de que nosotros, todos y cada uno de nosotros, tenemos nuestra parte de responsabilidad si no deseamos enfrentar el destino del desafortunado y arruinado planeta de Maldek. Hay que reconocer que se necesita coraje para exponerse a las burlas de sus oponentes, las burlas de los incrédulos y otras cosas que no son nada agradables. Pero eso no debería impedir que ninguno de nosotros agote todas las posibilidades de difundir estos y otros mensajes de los planetarios, porque al hacerlo estamos haciendo exactamente lo que ellos quieren. Ayudamos, a nuestra parte quizás más débil, a hacer realidad la paz.
El destino del planeta “Maldek” nos dará que pensar. Cuanto más rápido se difunda la información sobre los peligros reales que amenazan a nuestra estrella, más podemos esperar que finalmente se pueda evitar el desastre. Por lo tanto, para todos los que sabemos más sobre las conexiones, es relevante ese viejo dicho: “El conocimiento es poder”.
Cuanto más sepa la gente y mejor sepa lo que los gobiernos de los pueblos se niegan a reconocer, más poderosa será la oposición al criminal impulso de la guerra, cuyo fin último es llenarse los bolsillos y aumentar el poder. Así, el poder se opone al poder, y debemos luchar, no con las armas de la guerra, sino con las armas del espíritu. Y tenemos el consuelo de que detrás de nosotros, de nuestro lado, hay ayudantes poderosos que están dispuestos a poner sus fuerzas y medios superiores al servicio de una paz difícil de alcanzar.
Foto original (arriba) y representación ilustrada del interior de una nave espacial interplanetaria, como la describe George Adamski (“Inside the Spaceships”, Ventla), a la que se le concedieron varios vuelos, incluso a una nave espacial nodriza de 1,600 m de largo.
Nave nodriza espacial.