La cita errónea que cambió el mundo

La cita errónea que cambió el mundo

15 de enero de 2024

John Rimmer

61pXPX-NVKL._SL1491_Chris Aubeck. Saucers. Tracing the Origin of Disk-Shaped UFOs. Aubeck, 2023.

Los platillos volantes aparecieron por primera vez en 1947, todos lo sabemos. Bueno, todos estamos equivocados, han existido desde al menos 1885. Y en cuanto aparecieron, la gente empezó a dispararles. Afortunadamente, esto no dio lugar a una “guerra de los mundos”, ya que estos platillos volantes fueron diseñados para recibir disparos.

Creados por un inventor de Ohio llamado George Ligowsky, que se inspiró al ver a los niños en la playa aventando conchas sobre el agua (¿le suena?), estos “platillos volantes” eran lo que ahora llamamos “palomas de arcilla”, utilizadas en competiciones de tiro. Además de su uso deportivo, los platillos volantes también se utilizaban en el entrenamiento militar, sobre todo para los artilleros aéreos.

Una de las personas más aficionadas a este tipo de prácticas de tiro fue el jefe de las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos, el general Henry H. Arnold. Aubeck comenta: “En un lapso de apenas dos años y medio, la asociación del público con los ‘platillos volantes’ pasó de un Arnold a otro Arnold totalmente distinto”.

Según la versión autorizada de la ufología, Arnold nunca describió los objetos que vio aquel fatídico día de 1947 como “en forma de platillo”, y el término se derivó de una cita errónea de un periodista que confundió su descripción del movimiento con su aspecto físico.

El proceso por el que la frase gráfica de Arnold fue citada y citada erróneamente se expone con cierto detalle. Se suele culpar al reportero Bill Bequette de utilizar falsamente la expresión “platillo volante” para describir la forma y no el movimiento de los objetos, pero la verdad es bastante más compleja. En realidad, Bequett utilizó la descripción de Arnold “en forma de murciélago” en su reportaje original para el periódico East Oregonian. Fue un informe posterior de Associated Press el que omitió la descripción “parecida a la de un murciélago” pero mantuvo la analogía del platillo de la declaración inicial de Arnold, Esta fue la versión que la mayoría de los estadounidenses leyeron y asumieron que se refería a la forma de los objetos.

Pero es justo señalar que el propio Arnold describió los objetos de diferentes maneras en diferentes momentos, incluso como un “plato de pastel”, lo que indica claramente un objeto aplanado en forma de disco. Pasó algún tiempo repasando y revisando su descripción de lo que había visto, describiéndolo a veces como medias lunas, en forma de murciélago o de media luna, y realizó bocetos que iban desde un “ala voladora” hasta un círculo casi completo. También me sorprendió la cantidad de avistamientos de ovnis de los que Arnold informó durante muchos años después del suceso original.

Pero una vez que la frase “platillo volante” salió a la luz, por el proceso que fuera, ya no hubo vuelta atrás. Tal vez fuera por la familiaridad de los blancos de tiro o simplemente porque sonaba tan bien, que rápidamente se unió a casi cualquier anomalía celeste. La atractiva pegada del nombre quedó pronto demostrada por la forma en que se explotó comercialmente la imagen del platillo. Aubeck presenta anuncios de periódicos de finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta en los que se utilizaban “platillos” para promocionar desde cajas de ahorros hasta concesionarios de automóviles, pasando por joyerías y confiterías. Y todavía hoy se comercializa con ese nombre un tipo de helado especialmente dulce.

Pero aunque el nombre estaba en todas partes, los informes sobre platillos volantes reales no lo estaban. Aubeck demuestra que los informes sobre discos voladores constituyen sólo un pequeño porcentaje de los informes sobre ovnis, y la mayoría de ellos eran de los primeros días del fenómeno. En el análisis de 145,500 informes de avistamientos realizado por el National UFO Reporting Center [de EE.UU.] desde 1980 hasta la actualidad, poco menos del 6% hacen referencia a un disco u objeto con forma de platillo, y un análisis más reciente realizado por la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios [AARO] concluye que sólo el 2% de los casos recogidos desde 1996 han sido de objetos con forma de platillo

¿Y cuándo fue la última vez que se informó de un ovni con forma de disco? Está pasado de moda. Ahora se habla más bien de triángulos voladores o de “tic-tacs”, formas ambas que pueden evocarse fácilmente a partir de cualquier fenómeno vagamente descrito. A algunas personas les parece extraordinario que cualquier combinación de tres luces en el cielo forme un “triángulo volador”.

Pero, ¿qué hay de la prehistoria de los ovnis? Por supuesto, hubo dirigibles en las décadas de 1890 y 1900, aviones misteriosos en los años 30 y cohetes fantasma inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial. Y antes de los dirigibles hubo aeronaves fantasma (vide el logotipo de Magonia), bolas de fuego (todavía un tema popular), así como formas de puros, escudos, lanzas y una infinita variedad de formas geométricas. Los buscadores de platillos anteriores a Arnold afirman haberlos encontrado en documentos y obras de arte de siglos anteriores, pero como señala Aubeck “los sucesos inexplicables sirvieron a agendas religiosas y políticas … se requiere una lectura crítica y matizada”[1].

switzEl único lugar donde se encontraron platillos volantes en grandes cantidades antes de Arnold fue en los pulps de ciencia ficción de la década de 1930. En ellos se representaban conscientemente naves que no se parecían a nada que se hubiera visto antes. Eran algo verdaderamente extraterrestre, pero el hecho de que también recordaran a las palomas de barro que giraban a gran velocidad, con las que mucha gente ya estaba familiarizada, demostraba que se trataba de una forma aerodinámicamente eficaz.

Tal vez impulsados por estas ideas, algunos diseñadores de aviones empezaron a plantearse si las naves circulares o casi circulares podían ser una propuesta realista. Apenas un mes antes de la experiencia de Arnold, la popular revista Mechanix Illustrated publicó un reportaje sobre el “Flying Flapjack”. Se trataba de una nave de hélice vagamente circular, invención de Charles Horton Zimmerman, quien, junto con otros diseñadores, había estado trabajando en el concepto de avión de alas circulares desde los años treinta.

En 1942 fabricó un prototipo llamado Skimmer, que parecía prometedor, y en 1943 la US Navy encargó un prototipo que, aunque tuvo éxito en los vuelos de prueba, fue desechado casi inmediatamente cuando el desarrollo de los motores a reacción lo dejó obsoleto. Esta versión, el XF5U-1, fue sugerida en su momento como lo que Arnold había visto. Aubeck cita las casi proféticas últimas palabras del artículo de Mechanix Illustrated: “No te sorprendas cuando un día de estos oigas un silbido en el cielo y veas un objeto circular azulado surcando los cielos, a una velocidad nunca antes alcanzada por el hombre”. Todo parece indicar que 1947 fue “la época de los platillos volantes”, adaptando la famosa frase de Charles Fort.

Lo que resulta obvio al leer este libro es que la aparición del fenómeno de los “platillos volantes” fue el resultado de una improbable serie de incidentes centrados en el vuelo de un piloto. ¿Y si aquel día de junio de 1947 Arnold hubiera despegado en su CallAir A-2 diez minutos antes o después? ¿Habría ocurrido todo el enorme circo UFO/UAP que nos rodea ahora? Parece probable.

Chris Aubeck ha elaborado un meticuloso relato histórico con cientos de ejemplos, a menudo muy divertidos, del crecimiento, difusión mundial y eventual declive del meme del “platillo volante”, que ahora puede verse claramente como un artefacto sociológico más que como informes de algún tipo de objeto físico. El logro de Kenneth Arnold, en una sola frase casual, y por estar en el lugar adecuado en el momento oportuno, fue crear un sello que cobró vida propia y pasó, en alguna pequeña medida, a cambiar el mundo. Este libro bien ilustrado documenta ese proceso de forma clara y entretenida.

https://pelicanist.blogspot.com/2024/01/the-misquotation-that-changed-world.html


[1] Para un ejemplo de esto, véase la explicación de John Harney de un extraño fenómeno aéreo en la época de la Guerra Civil inglesa: https://magoniamagazine.blogspot.com/2013/11/the-earthlights-controversy-johm-harney.html

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