Aparece ovni en Irán, numerosos testigos, aviones de combate involucrados

01/08/2025

Adam Felkai

El 19 de septiembre de 1976, en la madrugada, un acontecimiento extraordinario sacudió los cielos de Teherán.

Civiles y militares observaron un objeto inusualmente brillante en el cielo, que parecía una estrella, pero era mucho más brillante. La Fuerza Aérea Imperial Iraní envió rápidamente dos cazas F-4 Phantom II para investigar el fenómeno.

Cuando el primer F-4 se acercó al objetivo a 46 kilómetros (25 millas náuticas), todos los instrumentos de a bordo y las comunicaciones UHF/intercomunicación dejaron de funcionar repentinamente. El piloto abortó la interceptación y regresó, momento en el que los sistemas se restablecieron de inmediato. Sin embargo, esto no puso fin al incidente: un segundo F-4 despegó poco después. El radar de la aeronave detectó un objeto con un eco comparable en tamaño al de un avión cisterna Boeing 707.

Los pilotos informaron que el objeto era extremadamente brillante. Sus destellos se alternaban en un patrón rectangular; los colores azul, verde, rojo y naranja se sucedían tan rápidamente que aparecieron casi simultáneamente. A medida que el caza se acercaba (la fuente original indica que viajaba a unos 78 km/h (48 mph), o 42 nudos, aunque las unidades de medida son inciertas), un objeto secundario más pequeño se desprendió de él y se dirigió hacia el F-4 a gran velocidad. El piloto lanzó un misil AIM-9 Sidewinder, pero en ese momento el sistema de armas se apagó, junto con los instrumentos y las comunicaciones. El piloto se lanzó en picado en gravedad negativa y luego dio la vuelta; una vez fuera del alcance del objeto amenazante, los sistemas volvieron a funcionar correctamente.

En otra ocasión, otro objeto brillante se separó del principal y descendió rápidamente, como si aterrizara suavemente. Sin embargo, un sobrevuelo posterior no detectó nada en el presunto lugar de aterrizaje. Posteriormente, los investigadores visitaron el lugar designado —el lecho seco de un lago—, donde los lugareños informaron haber oído un fuerte estallido esa noche y haber visto un destello brillante, similar a un relámpago.

El informe oficial del incidente circuló ampliamente en los servicios de inteligencia de defensa, llegando a la Casa Blanca, el Departamento de Estado, el Estado Mayor Conjunto, así como a la NSA y la CIA. El informe destacó la detección por radar, las múltiples perturbaciones electromagnéticas experimentadas por las dos aeronaves (incluidos los sistemas de armas), testimonios creíbles, incluyendo los de altos funcionarios iraníes, y la inusual maniobrabilidad del objeto. Por todas estas razones, el incidente se consideró un «estudio ovni válido».

Algunos escépticos han cuestionado algunos detalles de lo sucedido. Sin embargo, Philip Klass, por ejemplo, se ha basado en un número limitado de entrevistas, rechazando el testimonio de varios controladores aéreos. Otros analistas han señalado que los resúmenes de otro experto, Brian Dunning, eran incorrectos o incompletos; entre otras cosas, omitió el extraordinario brillo del objeto, su espectáculo de luces estroboscópicas y los repentinos cambios de dirección, de hasta 10 grados, que experimentó cuando los cazas intentaron interceptarlo.

Independientemente de su interpretación, el incidente de Teherán de 1976 sigue siendo uno de los casos de ovnis mejor documentados hasta la fecha. Fue un evento que combinó evidencia visual, de radar y electromagnética, y que desde entonces ha sido corroborado por materiales de inteligencia estadounidenses desclasificados.

(Fuente: The Black Vault, imagen generada por AI/Rakéta.hu)

Nota: Este artículo forma parte de una serie continua en la que analizaremos los incidentes más famosos del fenómeno ovni/FANI y la situación actual de las investigaciones. A partir de ahora, las últimas entregas de la serie estarán disponibles en nuestro sitio web todos los martes.

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