Misterio en un pueblo de Santa Fe: una luz flotante alteró al ganado y el caso fue declarado de seguridad nacional
Una luz blanca con destellos violetas apareció sobre un campo y alteró al ganado. Dos meses después, las autoridades clasificaron al expediente de «reservado»
16 de octubre 2025
El pueblo de Candioti sigue revolucionado. Imagen creada con IA
La noche del 14 de agosto en Candioti, un pequeño pueblo agrícola del departamento La Capital de la provincia de Santa Fe, se tiñó de misterio. Lo que comenzó como un aviso vecinal por “luces raras” terminó con una denuncia oficial, un parte policial, y ahora, dos meses después, con un expediente reservado por razones de seguridad nacional.
Todo empezó pasadas las 22, cuando el presidente comunal, Sergio Oreggioni, llamó a la Comisaría 22. Vecinos habían visto algo extraño sobre un campo al norte del pueblo: una luz blanca con destellos violetas que parecía flotar a pocos metros del suelo.
Un subinspector salió a recorrer la zona. En el camino, el cuidador de un establecimiento ganadero le hizo señas desesperado. Le dijo que los animales estaban fuera de sí. Al llegar, el agente se encontró con una escena difícil de explicar: las vacas giraban en círculo alrededor de la luz, como hipnotizadas, mientras los caballos corrían desbocados, relinchando y chocando contra los alambrados.
La luz —según el parte oficial— permaneció inmóvil apenas unos minutos. Luego se apagó sin dejar rastro. De inmediato, los animales se calmaron y volvieron al establo. No hubo daños. No hubo fuego. Tampoco ruido. Solo el desconcierto y el silencio de una noche que, en Candioti, nadie olvida.
Del campo al expediente reservado
El hecho se incorporó al informe policial de rutina, pero al poco tiempo trascendió entre vecinos y productores. La noticia llegó a la investigadora Andrea Pérez Simondini, presidenta de CEFORA (Comisión de Estudio del Fenómeno Ovni de Argentina) y una de las referentes nacionales de la temática, quien decidió pedir formalmente acceso al documento.
La solicitud —presentada ante el gobierno provincial bajo la Ley de Acceso a la Información— se registró con el expediente N° 00101-0333678-6. Lo que vino después sorprendió incluso a quienes llevan años siguiendo estos temas: “La información no puede ser proporcionada porque se encuentra dentro de las excepciones previstas por razones de seguridad pública y nacional”, respondieron las autoridades.
La notificación, firmada el 14 de octubre, citó tres normas: la ley nacional 27.275, la ley provincial 14.256 y el decreto 692/2009, todas vinculadas a seguridad e inteligencia del Estado. Se trata de un llamativo caso en el que un fenómeno de este tipo queda oficialmente clasificado como reservado por motivos de seguridad nacional.
Entre el misterio y la burocracia
El caso de Candioti se suma a una larga lista de avistamientos rurales en el centro-norte santafesino: luces que se encienden y apagan sobre los campos, animales inquietos, testimonios que se repiten entre Laguna Paiva, Nelson y Recreo.
Pero esta vez hay algo distinto: un documento oficial sellado, una investigación interna y una clasificación de seguridad. En Candioti, mientras el expediente duerme bajo llave, la historia de la luz blanca que hipnotizó a las vacas sigue corriendo de boca en boca.
¿Extraterrestre, ovni o qué? Luces misteriosas dejan a las vacas hipnotizadas: La investigación se vuelve confidencial por motivos de seguridad nacional.
Los residentes reportaron luces extrañas sobre un campo. Los animales reaccionaron de forma descontrolada y la seguridad nacional cerró una investigación.
25 de octubre de 2025
Sounak Mukhopadhyay
Luces misteriosas sobre un campo dejan a las vacas ‘hipnotizadas’: la investigación se vuelve confidencial debido a la seguridad nacional (imagen de IA representativa creada con Google Gemini)
La noche del 14 de agosto, el tranquilo pueblo agrícola de Candioti, en la provincia argentina de Santa Fe, se vio sacudido por un misterioso suceso. Alrededor de las 22:00, los residentes reportaron haber visto extrañas luces blancas con destellos violetas flotando sobre un campo cercano.
El alcalde Sergio Oreggioni alertó a la policía y envió a un subinspector a investigar. De camino, un cuidador de la granja le informó que los animales se comportaban de forma descontrolada.
Cuando el agente llegó, vio vacas que volaban alrededor de la luz como hipnotizadas. Los caballos, presas del pánico, se estrellaban contra las vallas. El objeto brillante permaneció inmóvil unos minutos antes de desaparecer sin dejar rastro.
Los animales se calmaron de inmediato y no se encontraron daños. La policía presentó una denuncia, pero dos meses después, las autoridades de seguridad nacional archivaron el caso. Los lugareños están desconcertados. Aquella noche silenciosa y misteriosa se ha convertido en un misterio permanente en Candioti.
Cómo se convirtió en un asunto de seguridad nacional
Tras el misterioso avistamiento de luz en Candioti, la policía presentó una denuncia de rutina. Sin embargo, la noticia se difundió rápidamente por toda la ciudad.
La investigadora Andrea Pérez Simondini, titular de CEFORA (Comisión Argentina para el Estudio del Fenómeno ovni), solicitó formalmente acceso al informe policial.
Su solicitud se justificaba con base en la Ley de Acceso a la Información Pública de Argentina. Para sorpresa de todos, las autoridades provinciales la denegaron. El caso se clasificó por razones de «seguridad pública y nacional», según indicaron, citando tres leyes de seguridad nacional y provincial.
“La información no puede ser proporcionada porque está comprendida dentro de las excepciones previstas por razones de seguridad pública y nacional”, indicaron las autoridades.
Esta inusual negativa convirtió un simple misterio rural en un secreto de estado. El suceso se sumó a una creciente lista de luces inexplicables en el centro-norte de Santa Fe, a menudo vistas cerca de zonas agrícolas.
Sin embargo, lo que hace que este caso destaque es el documento sellado. La investigación interna continúa. Además, existe una creciente creencia entre los residentes de que algo extraordinario ocurrió esa noche.
Avistamiento anterior de ovnis en Argentina
En febrero de 2024, una pareja de ancianos argentinos afirmó haber fotografiado un ovni durante sus vacaciones cerca de San Pedro de Colalao. Rina Juárez, de 76 años, y su esposo René estaban fotografiando pájaros blancos cuando avistaron un objeto ovalado que volaba cerca de cables de electricidad antes de elevarse en el cielo.
Al principio, Rina pensó que era un pájaro negro. Pero su esposo dijo que parecía un platillo volador. Sus nietos quedaron maravillados con las fotos, y Rina declaró a Jam Press: «Tenías que verlo para creerlo».
J. Posadas, el líder trotskista que defendía la existencia de los ovnis y el socialismo del espacio exterior
La editorial Libros del Zorro Rojo recupera una conferencia del político argentino en la que afirma que los ovnis proceden de civilizaciones extraterrestres más evolucionadas, dado que han alcanzado la utopía socialista.
27 de octubre de 2025
Por Eduardo Bravo
Revolución desde más allá de Orión. Marc Torrent
“¡Los seres de otros mundos tienen que existir!”, afirma rotundo, con un tono a medio camino entre el deseo y el mandato, J. Posadas. La frase está recogida en Los platillos voladores, el proceso de la materia y la energía, la ciencia, la lucha de clases y revolucionaria y el futuro socialista de la humanidad, (¡uf!), una conferencia pronunciada por el líder trotskista argentino en 1968 y que acaba de ser rescatada por Libros del Zorro Rojo en una edición ilustrada por Marc Torrent.
A pesar de su brevedad, Los platillos voladores, el proceso de la materia y la energía, la ciencia, la lucha de clases etcétera incluye buena parte de los planteamientos que provocaron que J. Posadas se convirtiera en uno de los líderes políticos de la izquierda más particulares y curiosos de la segunda mitad del siglo XX. Entre ellos, el convencimiento de la existencia de vida en otros planetas y la certeza de que esa vida extraterrestre —lo suficientemente avanzada como para controlar la materia y la energía—, tenía que haberse desarrollado, sin lugar a dudas, en una sociedad en la que hubiera triunfado el socialismo. Una realidad que las grandes potencias preferían ignorar.
“El capitalismo no está interesado en los ovnis, y por eso no ha desplegado todavía una investigación seria. La burocracia soviética tampoco, porque carece por completo de perspectivas”, afirmaba Posadas que, a continuación, desarrollaba su razonamiento: “Ni unos ni otros pueden utilizar esos ovnis a su favor: el capitalismo porque no les son útiles ni rentables, y esa es la forma en que el capitalismo lo mide todo. A la burocracia soviética y de los Estados obreros, por su parte, solo le interesa aquello que le permita perpetuar su poder”.
Por si no fuera ya suficientemente desalentador, incluso los grupos de la izquierda argentina desacreditaban a Posadas, popularizando cantos como: «No son marcianos ni luces de colores, son posadistas en platos voladores».
Marc Torrent
Del Cono Sur para el universo
J. Posadas, alias político de Homero Rómulo Cristalli Frasnelli, había nacido en Argentina en 1912 en una familia formada por un matrimonio de emigrantes italianos del que nacieron siete hermanos (ocho contándole a él), que quedaron huérfanos de madre, fallecida en 1919 tras el parto del último de sus hijos.
La complicada situación familiar provocó que, desde muy joven, Homero tuviera que desempeñar diferentes oficios y actividades. Entre ellas, zapatero como su padre, cantor de tangos, boxeador, obrero metalúrgico y jugador de fútbol en clubes como Atlético Argentinos Juniors, San Lorenzo de Almagro, Estudiantes de La Plata e Independiente. En paralelo a su actividad laboral, Posadas siguió estudiando y comenzó a militar políticamente, primero en organizaciones sindicales y, posteriormente, en partidos como la Juventud Socialista de Córdoba, de la que sería expulsado por discrepancias con sus dirigentes. Lejos de bajar los brazos, Cristalli se integró en el Partido Socialista Obrero, una de cuyas facciones estaba participada por seguidores del trotskismo, doctrina política que, a partir de entonces, marcaría no solo su carrera política sino toda su vida.
Opuesto al autoritarismo de Stalin, Leon Trotsky propugnaba el concepto de “revolución permanente”, una vía para llegar al socialismo fiel a las ideas de Marx, que evitaba caer en la burocracia, el anquilosamiento que ya por entonces manifestaba la URSS. No obstante, a partir de 1945, Cristiani añadió a su concepción del trotskismo una algunas gotas de una nueva doctrina política surgida en Argentina, el peronismo, especialmente su defensa de la soberanía popular, la justicia social y la idea de la tercera posición, que defendía un distanciamiento de los regímenes hegemónicos en el mundo en ese momento: el socialismo de la URSS y el capitalismo de Estados Unidos.
Con ese equipaje ideológico, Cristiani viajó a Europa en 1948 para participar en el segundo Congreso Mundial de la Cuarta Internacional, organización de la que acabaría siendo dirigente y en la que incorporó una serie de curiosas novedades que permitieron que el posadismo tuviera muy buen arraigo en diferentes países latinoamericanos. Entre otras cosas, bajo la dirección de Cristiani se estableció que en las reuniones de la IV Internacional se comieran asados y choripanes, se jugase al fútbol en los descansos y se tomase mate. Además, entre los temas de discusión comenzó a debatirse sobre platillos volantes, seres extraterrestres, guerra nuclear y delfines, mamíferos a los que Posadas atribuía una especial inteligencia que les permitiría comunicarse en el futuro con los humanos e incluso integrarse en esa nueva sociedad utópica en condiciones casi de igualdad.
Del utopismo al desencanto
Seguidor ortodoxo del marxismo, en las teorías ufológicas de Posadas hay, sin embargo, más voluntarismo y pensamiento mágico que materialismo científico. Aunque acepta que no todas las formas de vida que puedan existir en el universo tienen que ser antropomorfas, parecerse a las que habitan la Tierra, ni estar igual de evolucionadas —lo que implica que puedan estarlo mucho más—, la premisa principal nunca se cuestiona, a pesar de que no haya ninguna prueba fehaciente de la existencia de esa vida extraterrestre. Una situación que le permite estirar la ficción hasta el infinito y llegar a conclusiones como: los extraterrestres no mueren nunca, son pacíficos porque carecen de deseos materiales provocados por el capitalismo o no comparten la concepción humana del tiempo porque no tiene que estar pendientes de los ciclos naturales y, mucho menos, tener que ir a cumplir con un horario laboral en una fábrica.
Marc Torrent
A pesar de lo curioso de sus planteamientos, algunas de las reflexiones que realiza Cristiani sobre la sociedad capitalista y de la burocracia soviética son incuestionables: “Los conocimientos científicos siguen siendo limitados en todo lo que concierne a la comprensión de la materia que ha permitido una determinada forma de vida y reproducción de la Tierra. Y por supuesto, esa comprensión está limitada también por la falta de medios financieros. Son los capitalistas quienes disponen de esos medios, y tienen sus propios intereses. Se trata de una limitación muy grande. Además, aquí influye la concepción del mundo que establece la apropiación y el uso de la propiedad, que restringe nuestra audiencia y nuestra capacidad de observación. En resumen, nuestro conocimiento es limitado, y lo es en gran medida por los intereses particulares y los prejuicios sociales”.
En su utopismo cósmico, Posadas se atrevió a defender el fin de la lucha de clases, el fin de los conflictos sociales provocados por la ambición de riquezas e incluso la abolición de los estudios superiores: «Las universidades existen porque hay que hacer una distinción, separar a los que tienen estudios de los que no. Para eso están las universidades: preparan a unos cuantos profesionales para que exploten a la sociedad en beneficio del capitalismo. Mañana no harán falta, no necesitaremos universidades, habrá un solo objetivo y ese será la universidad [empleada aquí en su quita acepción, universalidad]. El Progreso será común para todos».
No obstante y a pesar de su entusiasmo, Posadas no se dejó llevar por la euforia extraterrestre. De hecho, en un momento dado de su conferencia hace una matización no menor sobre cuál debía ser el verdadero fin de un contacto ufológico: “Nuestro objetivo primordial es que sean útiles inmediatamente a la Tierra, para después ir a ver cómo son los otros planetas y estar en condiciones de comprender cómo es la organización de la vida, de la energía y lo que allí sería la naturaleza. Pero lo importante es resolver primero los problemas de la humanidad en la Tierra, y solo después ir a sus planetas o sistemas de origen”.
Hasta donde hay registros, no hay pruebas de que J. Posadas pudiera contactar con los seres de otros mundos. El 14 de mayo de 1981, el político falleció en Roma, ciudad en la que se había radicado después de romper sus vínculos con la IV Internacional, debido a su defensa de la guerra nuclear como punto cero para una nueva humanidad que resurgiría en un estado de naturaleza sin desigualdades de clase. A partir de entonces, lideró su propio grupo político que, lejos de defender la igualdad de sus miembros, funcionaba, según relataron muchos de ellos, con mecanismos sectarios, de abuso emocional y culto al líder. Nunca se podrá saber, por tanto, si de haberse llegado a dar ese contacto con otros planetas, Posadas se hubiera convertido en un líder amable o en el mismísimo Galactus.
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