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¿Bigfoot en el condado de Fresno?

¿Bigfoot en el Condado de Fresno?

Viernes, 25 de abril de 2008

Por Gene Haagenson

BigfootFresno Fresno, CA (KFSN) – Ya sea que usted quiera creerlo o no, hay un montón de gente en el centro de California que piensan que han tenido un encuentro con un Bigfoot o Sasquatch.

Muchos no hablan de ello por temor a ser ridiculizados. Pero otros están convencidos de que son reales, y piensan que la ciencia está a punto de demostrar que existen realmente.

Acechando en los bosques en lo alto de la Sierra hay personas, como Bill Compton. Un vendedor de teléfonos celulares que pasa muchos fines de semana buscando al esquivo Bigfoot. Él dice, «Yo creo realmente que hay un primate bípedo rondando el terreno. He visto demasiadas huellas, he visto bestias lejos de mí que parecen animales gigantes y peludos, caminando con dos piernas».

Bill y sus socios regularmente buscan en el Bosque Nacional Sequoia al sureste del Condado de Fresno. Bill nos dice, «En esa zona hemos tenido mucha actividad, por eso regresamos constantemente a ella». Cazadores locales y excursionistas han informado de avistamientos del Bigfoot, junto con lo que ellos piensan son los sonidos y olores de la criatura en el sitio web de la Bigfoot Field Research Organization.

Otro encuentro cerca de North Fork no tiene relación con los olores sino con sonidos. Susan Larson, una contadora cree que escuchó un Bigfoot fuera de su ventana una noche. Dice: «El grito era tan aterrador, que si no estuvieras en tu sano juicio saldrías por esa puerta e irías en buscarlo, y es una lástima que no haya tenido el coraje».

Susan dice que ella no sabía que había escuchado un Bigfoot, hasta oir una grabación en un sitio web. Escuche el sonido, «Ooooappp…. ooooapp…» Nos dice, «Eso es exactamente lo que oí».

Más tarde tomó fotos de huellas que ella piensa podrían pertenecer a un Bigfoot, o tal vez un oso. Moldes de huellas, junto con fotos, videos y otras pruebas del Bigfoot están en exhibición para que todos las vean en el Bigfoot Discovery Museum, cerca de Santa Cruz. El propietario y curador del museo Michael Rugg dice, «Estamos tratando de llegar a la prueba definitiva de que hay un Bigfoot allá fuera».

Uno de los pocos científicos académicamente acreditados que reconocen la posibilidad de la existencia del Bigfoot es Jeff Meldrum. Un profesor de biología en la Universidad Estatal de Idaho en Pocatello. Su libro, «Sasquatch, Legend Meets Science»» se ha citado en algunos de los más recientes documentales sobre Bigfoot. Él cree que casi se ha encontrado una base científica para la legendaria criatura en un sitio en Ontario, Canadá. Meldrum dice, «se han recogido tejidos, restos de sangre, así como tejido muscular, y algunos pelos». Meldrum explica que la criatura pisó una placa con tornillos en ella, dejando carne, dándoles una muestra a los investigadores para obtener el ADN para la prueba. Él dice que una prueba preliminar indica un ADN característico que parece poner a la criatura en algún lugar entre un humano y un chimpancé.

Meldrum admite que se necesitan muchas más pruebas de ADN, pero, dice que piensa que hay algo ahí fuera. Él dice, «Basándome en todas las pruebas que he visto, sugieren que se trata de una especie no reconocida de grandes simios».

Que sin embargo, no es una conclusión compartida por la mayor parte de la comunidad científica. Stephen Lewis es profesor de Ciencias de la Tierra en la Universidad Estatal de California de Fresno. Un geólogo que enseña un curso sobre los mitos populares disfrazados de ciencia. Él pone al Bigfoot en la misma categoría que los ovnis y el poder de los cristales. Él dice, «Todo este tema del Bigfoot es lo que puede ser clasificado como pseudo ciencia». Y añade: «realmente no hay pruebas creíbles de que una criatura homínida gigante de seiscientos libras, parecida al hombre excepto que más grande, habite en el noroeste del Pacífico, o el Condado de Fresno o en cualquier otro lugar. No hay pruebas de ello».

http://abclocal.go.com/kfsn/story?section=news/local&id=6101884

El Monstruo del Loch Ness. Los primos de Nessie (13)

EL MONSTRUO DEL LOCH NESS. LOS PRIMOS DE NESSIE (13)

La segunda mitad del siglo veinte comienza con el hallazgo de una carcasa en Suez, Mar Rojo, en enero de 1950. Se trataba de los restos de una Ballena Bryde, Balaenoptera brydei.

En febrero de 1951 le tocó el turno a la playa de Hendaye, Bajos Pirineos, Francia. Según los periódico de la época se había encontrado «un animal prehistórico» con una especie de «antenas» saliendo de su cabeza.

Uno de los testigos dijo que el canal tenía unos 16 pies de largo, con una cabeza como de tortuga, dos antenas cartilaginosas, un largo cuello y un cuerpo cubierto de escamas en forma de óvalo, un cuerpo como de foca o de tortuga, y cuatro aletas cortas. El testigo hizo un dibujo de la carcasa, que llamó la atención de Bernard Heuvelmans, pero que no coincidía con las varias fotografías tomadas.

En este caso pasó lo mismo que con la carcasa de Tran Van Con. Los recuerdos de los testigos no coincidían con los restos encontrados. Las problemáticas escamas que dibujó el testigo, en las fotos no se parecen mucho a escamas, más bien parecen parches de piel suelta. Heuvelmans estaba desconcertado por las antenas, pero se dio cuenta de que el tiburón peregrino tiene dos soportes cartilaginosos rostrales, que probablemente también son responsables de los cuernos del «Scapasaurus». Así que, este animal era probablemente otro tiburón peregrino.

Una carcasa de 9.15 metros de largo con un cuello largo de 1.20 metros, una cabeza parecida a la de una vaca o de caballo, y una cola de 3.70 metros de largo, se encontró el 21 de agosto de 1953 en Girvan, Ayshire, Escocia.

El animal tenía, además, 4 «piernas» regordetas. Al igual que muchos otros canales, estaba cubierto de cerdas. Este canal, como muchos otros, era de un tiburón peregrino.

En la primavera de 1956 aparecieron los restos de lo que posteriormente se supo era una ballena peregrina, Berardius bairdi, en Yukatak, Alaska, EU.

Ese mismo año, pero en el mes de julio se encontró otra en el Golfo de Alaska, Alaska.

Posiblemente el mayor globster encontrado. Esta madre de todas las carcasas encontradas en tierra en un vendaval, tenía unos 30 metros de largo. A menos que haya algún terrible error en la medición, o si de alguna manera se alargó por la descomposición, el único animal que puede encajar con este canal es la ballena azul, pero no parece ser una. Medía 4.60 metros de espesor en la parte más ancha, y estaba cubierta de pelo pardo rojizo de 5 centímetros. La carne en descomposición era de color carmesí. La enorme cabeza de la bestia era de 1.70 metros de ancho, y tenía cuencas oculares de 23 centímetros de ancho y 1.05 metros de separación. Los dientes eran de 15 centímetros de largo y 12 centímetros de ancho en la parte inferior. Los 1.85 metros de la columna vertebral tenía grupos de costillas. A diferencia de cualquier vertebrado conocido, la mandíbula «superior» era movible, como el colmillo, y estaba varios centímetros más allá de la mandíbula «inferior». Dado que no hay fotos ni nunca se hicieron bocetos, es difícil dar una identidad exacta. Pero una pista muy importante podría dar su identidad. Supongamos que el animal estaba o bien al revés, de tal forma que no era muy seguro cuál era la mandíbula superior e inferior. La descripción de la mandíbula es prácticamente idéntica a la de un cachalote, la ballena de esperma, pero nunca llegó a esa masa en los últimos años. Sin embargo, en los primeros días de la caza de las ballenas, no eran raros los relatos de animales de más de 30 metros. El Museo Británico de Historia Natural tiene una mandíbula de 4.30 metros, probablemente perteneciente a un individuo de 25.60 metros de largo. Pero, también es posible que la descomposición haya alargado el canal, o se equivocó la medida considerablemente. Es muy probable que este canal fuera de un cachalote, pero dado que hay tan poca información, todo son sólo conjeturas.

En el otoño de 1956 se encontró una «serpiente de mar» en Nueva Gales del Sur, Australia. Esta falsa serpiente de mar tenía sólo 5.60 metros de largo, y nunca ha generado mucha atención. Se encontró en una trampa para peces, se arrastró a la playa, y se mantuvo en un hangar. Hay una foto, y las vértebras claramente pertenecen a un tiburón. Debido a su pequeño tamaño, podría haber sido cualquiera de las numerosas especies de tiburón, y no se pueden establecer conclusiones.

EL GLOBSTER DE TASMANIA

En agosto de 1960, Ben Fenton, Jack Boote, y Ray Anthony estaban buscando su ganado cerca del río Interview, al oeste de Tasmania. Encontraron un gran canal. Era de 6.10 metros de largo y 5.50 de ancho.

Aunque Fenton trató de hacer que la gente se interesara en el canal, nadie lo examinó hasta marzo de 1962. Luego el empresario de Hobart, G. C. Cramp financió una expedición que constaba de Bruce Mollison, Max Bennett, L. E. Wall, y J. A. Lewis.

Entre el momento de su descubrimiento y de la expedición, el canal fue arrastrado hacia el norte por la marea. No está claro si la carcasa se descompuso durante este tiempo. Fenton dijo que el canal no tenía «ningún olor, ningún signo de descomposición, y la piel era tan dura como siempre».

Sin embargo, Boote dijo, «En el momento en que llegamos allí, la cosa se había descompuesto».

La primera cosa que hizo la expedición fue buscar y localizar el cadáver. Lo encontraron, y el equipo principal regresó el 2 de marzo. El primer contacto con Cramp, por teléfono, fue el 7 de marzo. Nadie en el equipo pudo identificar el cadáver. Una descripción del mismo apareció el 9 de marzo, en The Mercury (de Hobart):

«Cerca de 6.10 metros de largo, 5.50 de ancho y alrededor de 1.40 de espesor, con un peso estimado de entre cinco y 10 toneladas… La parte expuesta era dura y elástica y en un muy buen estado de conservación…

Según The Mercury, «un fuerte vapor acido venía de la carne, muy similar al de ácido de batería, y los perros y los caballos no estaban dispuestos a acercarse»[1].

La partida lo describió en líneas generales como una gigantesca tortuga, sin apéndices. Inicialmente estaba cubierta de pelos finos, que los ganaderos describieron como la lana de oveja, pero grasosos al tacto. El animal tenía una joroba de unos 1.20 metros al frente y disminuyendo gradualmente a aproximadamente 15 centímetros a lo que presume que era la parte de atrás. Había cinco o seis aberturas sin pelo a cada lado de la parte de enfrente. Tenía cuatro grandes lóbulos frontales, y entre el par del centro había un orificio como una garganta. En el margen de la parte posterior había unas protuberancias como cojines de más de 60 centímetros de ancho por 45 de profundidad, y cada una de estas con una sola fila de espinas, fuerte, y dura, casi tan gruesas como un lápiz y parecidas a plumas. Aparentemente no había ojos u otros órganos. Se hizo una profunda incisión en la parte alta y se encontró con una resistente carne, que parecía estar compuesta de numerosos hilos como tendones soldados juntos en un grasosa sustancia. En ninguna etapa de la investigación se encontró con ningún material óseo. Obviamente era extremadamente dura y había resistido todo el tiempo así.

En los siguientes 10 días, el canal se hizo famoso en todo el mundo. En esa época, fue llamado «globster». Un científico, A. M. Clark, especuló que el canal era una raya gigante. Ivan T. Sanderson sugirió que era del espacio exterior. Después del retorno de la expedición, Mollison regresó a la carcasa para recoger muestras. Esto no fue fácil, ya que la carcasa era extremadamente dura y difícil de cortar. En poco tiempo, las preguntas sobre la criatura llegaron al Parlamento australiano. El gobierno decidió montar una segunda expedición.

Esta expedición constaba de John H. Calaby, A. M. Olsen, Eric Guiler R., y W. Bryden. Ninguno de los científicos de la expedición original se incluyó en la expedición del gobierno. La expedición duró sólo 2 días, 17 y 18 de marzo. A su regreso, presentó un informe al Senador John Gorton, que luego sería primer ministro de Australia.

Varias de las observaciones de este equipo en contradicción con los de la anterior expedición. Se dice que el canal era de 2.45 metros de largo, 90 centímetros de ancho y 25 de espesor (en comparación con los 6.10, 5.50, y 1.40 metros, respectivamente, de la expedición anterior). Asimismo, no hallaron espinas. El equipo del gobierno dijo que, «Hasta el momento, a partir de nuestras investigaciones, no es posible identificarlo específicamente. Pero nuestras investigaciones nos llevan a creer que el llamado monstruo en descomposición es una parte de un gran animal marino. No es incompatible con grasa o esperma de ballena».

Sin embargo, más tarde ese día, el Senador Gorton, declaró: «En un lenguaje del hombre de la calle, y observando precaución científica, esto significa que su monstruo es una gran masa de grasa en descomposición, probablemente arrancada de una ballena».

En poco tiempo, el cadáver fue totalmente olvidado. Sin embargo, según un análisis de las muestras de tejidos, la carcasa estaba compuesta en gran parte de colágeno. El colágeno es una sustancia que se encuentra en el cartílago, hueso, tejido conectivo, o cualquier otro lugar de los animales que deban ser especialmente rígidos.

MÁS GLOBSTERS Y TIBURONES PEREGRINOS

El 21 de marzo de 1961 encontraron un monstruo en Boulmer, Northumberland, Inglaterra. Se trataba de los restos de un tiburón peregrino.

Otro más fue encontrado en julio de 1961, en Barra, Hébridas Exteriores, Escocia. Se trataba de algún tipo de animal de cuello largo arrastrado hasta la costa. Un biólogo local, lo identificó como una ballena peregrina macho desecada. Se desconoce la forma en que el canal obtuvo la apariencia de tener cuello largo, pero parece casi exactamente como la carcasa de «Santa Cruz».

Otro más se halló el 24 de diciembre de 1961 en Saint-Jean-des-Monts, Vendée, en Francia. Era similar a la carcasa de Hendaya.

Al menos uno de los cadáveres muestra un superávit de vértebras, por lo que puede haber una condición genética involucrada.

El incidente comenzó el 2 de agosto de 1963 y tuvo lugar cerca de Hamai en Sungyce, China. El capitán Boyle del Beaver fue el oficial que reportó este caso. A pocos kilómetros hasta un río, un grupo de 3000 nativos arrastraron un gigantesco animal, que al parecer, estaba vivo. El grupo cortó al animal, y separó un segmento de la cola de 12.20 metros. La cabeza, parecida a la de una serpiente fue cortada y vendida a Boyle por 500 dólares. La cabeza estaba desfigurada, y la mandíbula inferior tuvo que ser cortada para poder ver su interior. El animal tenía tres filas de dientes, todos los cuales eran uniformes y movibles. En la boca había unas estructuras como agallas en forma de rastrillo. La mejilla y ceja estaban separadas unos 75 centímetros. La piel del animal tenía unos 4 centímetros de espesor, era azul sucio, y tenía porciones cubiertas de percebes. Cuando se eliminaron las barnaclas, se encontró que debajo la piel era blanca. El ojo del animal se describió como «el de los puercos». La longitud del animal era de 24.70 metros de largo, y pesaba varias toneladas. La descripción de este animal es muy problemática, pero no parece un fraude. La «cabeza parecida a la de las serpientes» y la cola larga parecen similares a un tiburón de collar. Sin embargo, las agallas en forma de rastrillo y los dientes pequeños se parecen a los de un tiburón peregrino. Sin embargo, no se informó de aletas como las de tiburón, y el tamaño es demasiado grande para ser un tiburón peregrino. Ben Roesch piensa que este animal era una ballena rorcual, probablemente sobre la base del tamaño y la coloración.

Otro tiburón peregrino. Diciembre, 1964. Skaket Beach, Orleans, Massachusetts, EU. El cráneo de este animal era sólo del tamaño del de un mapache con un cuello de alrededor de 1.20 metros. El animal tenía una cola alargada. Por razones desconocidas, un periodista local, comparó este animal con un terodáctilo. Sin embargo, este animal resultó ser un tiburón peregrino.

En marzo de 1965, se encontró otro globster, pero esta vez en Nueva Zelanda en Muriwai Beach. Tenía 9.15 metros de largo y 2.40 de altura.

El jefe del departamento de zoología de la Universidad de Auckland, J. E. Morton, dijo: «El objeto tiene una capa dura de 6.50 centímetros de grosor. Bajo esto hay lo que parece ser una capa de grasa, y luego carne sólida. Pelo de 10 a 15 centímetros de largo cubre su cuerpo. Cortado y lavado, el pelo tiene la textura suave de la lana»[2].

Según J. Robb, la criatura no estaba cubierta con pelo, sino de fibras de tejido conectivo. Este era, en opinión de Robb, los restos de grasa, y el cadáver de una ballena, posiblemente, una ballena jorobada.

En 1970, un segundo globster apareció en Tasmania. Fue descubierto por el mismo Ben Fenton, que se conecta con el hallazgo de 1960. Se encontró a pocos kilómetros al sur de Cabo Sandy. Fenton dice que tenía 2.45 metros de largo y era jorobada. Él también dijo, «Este es un ejemplar relativamente fresco de lo que sea, y probablemente aún podría ser identificado con certeza».

No se sabe qué sucedió con este canal.

El siguiente caso de importancia es el famoso «dinosaurio» pescado por el barco japonés Zuiyo Maru que veremos en la siguiente entrega.

ContinuarỦ


[1] Ellis R., Monsters of the Sea, Alfred A. Knopf, New York, 1994.

[2] Dinsdale Timoty, Monster Hunt, Acropolis Books, Washington, D.C., 1972.

¿Son kosher los seres imaginarios?

Guía de Evil Monkey de los animales imaginarios kosher

Con motivo de las próximas fiestas de Pascua (judía), pensé que sería mejor pedirle a la mejor mitad de Jeff, Ann VanderMeer, editora de Weird Tales y una practicante judía, que nos diera una idea de que animales y seres fantásticos serían kosher y cuáles no lo serían. Las respuestas a continuación»¦ – Evil Monkey

Abumi-Guchi (criaturas peludas formadas del estribo de la montura de un comandante militar) – Ann (con mirada de incredulidad): «¿Mastican a su presa?» EM: «Creo que sí». R: «Entonces no. Además, la procedencia es sospechosa».

Aigi Kampoi (pez con cola de cabra) – A: «Sí, eso sería kosher porque tiene patas, es un animal biungulado, es rumiante, y tiene aletas y escamas. Aunque, podría considerarse harina de carne, a pesar de que parcialmente es pescado. Así que no se pueden comer productos lácteos al mismo tiempo».

«¦

Chupacabras – A: «Es definitivamente un carnívoro». EM: «¿Y si es sólo por show y no se comen a sus presas?» R: «Pues estoy segura de que no mastican su comida y son animales con pezuñas biunguladas a menos que el chupacabra resulte ser una especie de vaca mutante».

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Dragón – A: «Reptiles o anfibios no». EM: «¿No hay excepciones? ¿Qué hay si rumian? R: «Cállate».

«¦

ET – A: «¿?» EM: «Tiene pezuñas biunguladas». R: «Es un humanoide». EM: «Se veía como un montón de estiércol. Parecía masticar. ¿Un extraterrestre podría ser kosher automáticamente?» R: «Creo que realmente depende de los extraterrestres parecidos a plantas» EM: Un extraterrestre que viene a la Tierra». R: «No, porque no sería considerado un animal». EM: «¿Qué pasa si se ven como una vaca, pero con cerebro?» R: «Las vacas tienen cerebros». EM: «Â¡Arggh!» A: «Pero las vacas no viajen a otros planetas utilizando sus cerebros». EM: «Â¡Ese es mi punto exactamente!» A: «Todo lo inteligente no es kosher».

«¦

Hobbits – A: «No son kosher en absoluto. Ellos son seres sensibles». EM: «Eso trae a colación un punto. Que en realidad son no sensibles porque no son reales, por lo que, simplemente, no son kosher como el aire». Ann: «Sin comentarios».

Jackalope – R: «No, los conejos no son kosher». EM: «¿Los conejos? ¿Por qué no?» R: «Porque a pesar de que rumian, no tienen pezuñas».

«¦

Sirenas – R: «No, por las razones obvias». EM: «¿Qué pasaría si te casas con una? ¿Sería kosher? ¿Podría casarte un rabino?» R: «Kosher es un término para la comida, y no sobre el sexo». EM: «No estoy hablando de sexo. ¡Estoy hablando de matrimonio!» A: «Si la sirena es judía, el rabino, probablemente te casará. Pero sólo si es muy judía. No obstante, definitivamente tendrías que encontrar el rabino adecuado»¦»

«¦

Sasquatch – A: «¿Qué es sasquatch?» EM: «Me imagino un tipo peludo». R: «No, eso no es lo que quiero decir». EM: «Un tipo parecido a un mono, supongo». A: «Sigue siendo indeterminado, podría ser kosher, pero tal vez no».

«¦

EM: «Y los monos no son kosher, ¿verdad?» R: «Tú ciertamente no lo eres».

http://www.jeffvandermeer.com/2008/04/17/evil-monkey%E2%80%99s-guide-to-kosher-imaginary-animals/

El falso bigfoot de Hays

Hays cobra vida con rumores del Bigfoot

Por Kim Skornogoski

Tribune

Hay un misterio en marcha – err … un Bigfoot – y si alguien iba a solucionarlo, sería Ruben Horseman.

El jefe de bomberos voluntarios se describe a sí mismo como snoop. Su teléfono suena regularmente cuando sus vecinos de Hays están tratando de solucionar una historia.

«Al principio hubo un poco de rumores», dijo. «Esa es la razón por la que nos ocupamos en ir y caminar por ahí y ver qué podíamos averiguar».

Varias personas habían visto unas extrañas y muy grandes huellas en la nieve y el lodo – algunas manchadas con sangre y cabello «“ alrededor de los terrenos del powwow donde los miembros de la tribu de Fort Belknap celebran sus bailes cada verano.

El mes pasado, armados con sólo una cámara, Horseman y dos amigos encabezaron valientemente una búsqueda a Mission Canyon, una milla al sur de Hays.

Lo que encontraron sorprendió incluso a estos rudos investigadores. En el extremo sur del cañón, fueron vistas unas 25 huellas en un tramo de 75 yardas. Las huellas parecían manos gigantes, con los dedos unas 4 pulgadas más largos que los de Horseman.

Otras huellas estaban esparcidas a lo largo de la pared del cañón. Una huella estaba rodeada por un mechón de cabello y sangre.

Luego Horseman y su equipo encontraron la evidencia más importante de todas «“ un coyote medio comido.

«Parecía que la criatura lo agarró por las patas delanteras y traseras y le dio un mordisco por la mitad», dice Horseman.

El resto de la historia se puede leer en http://www.greatfallstribune.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20080417/NEWS01/804170308, pero lo más destacado es:

Presionado por los periodistas del Tribune, Anthony Shambo dijo que el tramposo había sido su hermano, Reno Shambo, y que la intención había sido simplemente jugarle una broma a su joven hijo.

No hubo Bigfoot, todo fue una broma.