Aterrizaje en Tula: un cuento de hadas

ATERRIZAJE EN TULA: UN CUENTO DE HADAS[1]


Luis Ruiz Noguez, Oscar García, Héctor Escobar, Héctor Chavarría


Prefacio

«Escuché un ruido muy diferente al que produce un auto, una moto, una máquina de las terrestres. Era un ruido hueco, vibratorio, fuerte, muy fuerte. Algo muy fuera de la realidad. Los perros comenzaron, no a ladrar ni a aullar, sino como a chillar muy asustados. Se sintió frío, como una atmósfera de vacío».

Así inicia el relato de uno de los testigos de los sucesos que ocurrieron en la madrugada del miércoles 12 de mayo de 1993 en un claro de la población de San Marcos, entre las ciudades de Tula y Cruz Azul en el Estado de Hidalgo[2]. Algunos vecinos afirman que aquel día, una nave de grandes dimensiones aterrizó en el lugar y de ella descendieron cinco humanoides. Las pruebas que aportan son una serie de extraños fenómenos que van desde la aparición de una enorme huella circular de aproximadamente 9.4 metros de diámetro, hasta fotografías de la supuesta nave, pasando por la abducción de una perrita, efectos electromagnéticos en grabadoras y en las líneas de suministro eléctrico, ruidos, voces, sonidos inexplicables y la extraña observación de una «nave nodriza» frente a la luna. En una palabra, se trata de un caso tan espectacular que, seguramente, pasará a la historia de la ufología mexicana. Estos son los hechos:

Antecedentes

La testigo principal de los hechos es la señora María de Lourdes Sánchez Uribe, de 34 años, vecina del poblado de San Marcos, quien trabaja como cajera en un bar. Su vivienda se encuentra a unos pasos del bar Tony’s, a unos 20 metros del lugar donde «se posó el OVNI». Fue la señora Sánchez quien escuchó los extraños ruidos descritos anteriormente.


«Nosotros teníamos la televisión prendida y había terminado la película del canal 5[3]; es decir, el fenómeno ocurrió aproximadamente después de la 1:00 a.m».

La relación de sucesos extraños no inicia precisamente ese día. Tenemos que remontarnos algún tiempo atrás para comprender mejor los acontecimientos:


«El 10 de mayo para amanecer el día lunes -informa la Sra. Sánchez- hubo luna llena[4] y ésta se veía roja. Nosotros no estábamos en casa; nos fuimos de fiesta[5]. Al regresar, entre las 0:00 y 0:30 vimos el astro que tenía una sombra que lo cubría, como si fuera un eclipse. Mi hijo (Jorge Morales S., de 8 años) pensó que se trataba de una plataforma ovni que estaba desplazando las naves».

Como puede verse, la idea de la testigo es que esos ovnis fueron los que aterrizaron después frente a su hogar y, que esos mismo ovnis, habían sido transportados desde lugares lejanos por una nave nodriza.


«En Zaragoza, ese mismo 10 de mayo en la carretera que va a Tepeji, un ingeniero observó un OVNI suspendido en al aire.


«En Iturbe, hace seis años, mi hijo y yo vimos un platillo volador sobre el cerro de Xicuco, junto a la presa Endo. Permaneció en el aire sin moverse como una hora u hora y media».

Al preguntar a la testigo si esos objetos vistos anteriormente tenían algún parecido con lo visto el día 12 de mayo nos enteramos que la testigo no vio nada en esa fecha sino que únicamente escuchó ruidos. He aquí un aspecto evidentemente sorprendente, pues la testigo, que ubica perfectamente toda una atmósfera ovni y escucha ruidos extraños, decide no salir a observar. Sólo era necesario asomarse a la ventana de la casa para ver que pasaba; ¡no hace nada de esto, y se pierde de ver un ovni que debe estar, cuando mucho, a unos 30 metros de ella!. Los aspectos incoherentes son especialmente notorios en este caso. Por otra parte, la supuesta observación de Iturbe, queda sólo en el terreno de la anécdota, ya que en aquel entonces, el niño tendría a lo más dos años, y difícilmente podría corroborar lo dicho por su madre.

Al transcurrir la entrevista, nos percatamos que la «cultura» ufológica de María de Lourdes es bastante amplia en cantidad aunque no en calidad.


«Nos hemos reunido con las personas que creen en el fenómeno ovni y hemos estado cotejando los datos y haciendo un análisis empírico, puesto que no tenemos grados de científicos. Hicimos un análisis muy cotidiano (sic) y empírico y llegamos a la conclusión de que esto no se puede trucar porque no se puede quemar el pasto de la noche a la mañana. Si usted lo hace van a quedar residuos de algún combustible. Estamos seguros que no lo trucaron con una moto ni con un auto porque quedaría el surco de las llantas. Es sumamente difícil trazar un círculo sobre el pasto, porque la tierra está desigual y no es plana; está a desnivel. Cuando se quema el pasto con algún combustible o con un soplete, quedan residuos del mismo. Las quemaduras que tiene son fuera de lo normal. Los surcos están bien delineados, como si el platillo, al posarse, hubiera vibrado. Es decir, el suelo estuvo sujeto a un peso y al movimiento del platillo que formó los surcos.


«Los surcos estaban quemados -continúa la Sra. Sánchez- es decir, hubo una ola de calor. ¿Porqué no se quemó el resto del pasto? Además, la parte central conserva un color verde que no se ha apagado».


La perrita abducida


«Toda la semana ha habido muchos ruidos[6]. Como cuando se cierra una cajuela metálica (sic). El domingo pasado escuchamos unos sonidos metálicos. Mi vecina también los pudo oír en una ocasión. El viernes anterior, dos días después del aterrizaje, se extravió la mascota de mi hijo, una pequeña perrita pastor alemán de un mes y medio de edad. ¿La raptaron los extraterrestres? .No lo sé, pero pudiera ser. El miércoles siguiente vino una reportera de la revista OVNI[7] y, durante la entrevista, su grabadora se apagaba. Esta es un área magnética y que de que aquí existe el fenómeno ovni eso es un hecho indudable[8].


«Bueno eso es lo que yo comento; no quiero ser sensacionalista ni llamar la atención. No afirmo que yo lo vi, sino que le trasmito lo que he vivido. Aparte de eso, se tomó una foto de un platillo volador. Se dice que un muchacho lo vio pero eso son sólo rumores, fue un fenómeno únicamente auditivo. Nadie observó el platillo».


Habla otro de los testigos

Posteriormente, en el mismo lugar, hablamos con Martín Trujillo, de 24 años, vecino de Las Palmas, poblado sito a unos 200 metros del lugar de la huella.

De acuerdo con el señor Trujillo, el ovni aterrizó en este lugar debido a que se encuentra cerca de una escuela «y los niños, al jugar y estudiar, dejan mucha energía (sic), luego vienen los ovnis y la absorben (sic). El día 12 de mayo llegué aquí como a las 7:00 y no había absolutamente nadie. La huella ya era visible pero nadie la había tomado en cuenta. Ese mismo día, pero un poco más tarde, los muchachos de la escuela que tienen la clase de educación física en este lugar vieron el anillo cuando la pelota se les vino para acá; le dijeron a los maestros y así empezó a correr el rumor. Cuando yo pasé -a las 7:00- se veían unos surcos similares a los del anillo pero saliendo de él. A esta altura (señala el terreno), vean bien, todavía se pueden ver. Mas allá (afuera del anillo) hay otras marcas similares a éstas».

En el terreno podemos comprobar efectivamente la presencia de un surco similar, sólo que éste en línea recta, de unos 10 metros de largo que por un extremo se interrumpe repentinamente y por el otro conecta con el anillo.


«La gente -continúa Trujillo- dice que el perímetro del círculo (unos 9.20 metros aproximadamente) era la base del ovni y que su estructura sobresalía de él. Es decir que se trataba de un objeto de unos 20 metros de diámetro por lo que calculo que debía pesar unas 50 toneladas. No creo que un objeto tan grande dejara una huellas tan débiles.


«Posteriormente llegó el gobernador del estado, reporteros del noticiero ECO, del programa de Lolita Ayala…»

-¿Es posible que nadie haya visto el ovni?


«No lo creo. De haber ocurrido algo así, forzosamente alguien tuvo que verlo. Siempre pasan automóviles y autobuses por la carretera (a unos 100 m. de la huella y con visibilidad perfecta). El último, de Cruz Azul a Tula pasa más o menos a las 2 de la mañana».

Al respecto, el Ing. Bartolomé Quijano, quien informó a uno de nosotros (Héctor Chavarría) del aterrizaje, afirma que es muy raro que nadie haya visto nada pues además hay muchas viviendas en los alrededores.

Efectivamente, el área se encuentra a unos 100 metros de la carretera y la visión desde ella es prácticamente libre. En las cercanías hay una unidad habitacional de Infonavit donde moran unas 500 familias, igualmente se encuentra el mentado bar Tony’s y a unos 10 o 15 metros hay un mínimo de 5 viviendas. Igualmente resulta extraño que en la ciudad de Tula, de 60,000 habitantes ,y a no más de 3 kilómetros nadie se percatara de nada. El claro donde está la huella se encuentra pues rodeado de viviendas y cerca de tres poblados, San Lorenzo, Montecillo y San Marcos, además de la ciudad de Tula. En total una población cercana a 120,000 habitantes.


¿Y los humanoides?

Quien manejó la versión referente a humanoides fue igualmente el Sr. Trujillo, aclarando que él no creía en ella.


«Un muchacho dice que él si vio el platillo por la altura de aquellos árboles (a unos 50 metros). Era una luz intensa; mientras lo observaba se fue la luz de las casas y se veía el ovni resplandeciente. De él bajaron cinco humanoides y rodearon la nave. Según este muchacho, en Poza Rica, Veracruz, hubo un fenómeno igual[9].

Al tratar de investigar a este supuesto testigo que vio humanoides, nos encontramos con aquel fenómeno que uno de nosotros (H.Ch.) ha llamado «Síndrome del compadre ausente». Es decir, se habla de un amigo que tiene un conocido que oyó decir a una vecina, que tiene un compadre que vio el ovni. Cuando se trata de contactar con este compadre, resulta que jamás aparece por ningún lado. Es decir, se trata de un mero rumor que nunca puede rastrearse y del cual están llenos muchos relatos ovni.


La foto del OVNI

La existencia de una supuesta fotografía nos fue comentada por dos vecinos, la señora Sánchez y el señor Trujillo. Según Trujillo «llegó un señor con una foto -un evidente fotomontaje-; no se veía nada original. En la foto aparece una cosa plateada pero borrosa a la altura de los árboles».

En nuestras indagaciones averiguamos que el autor de tales fotos fue el señor Alfredo Laguna, de 58 años, quien vive en el poblado de San Marcos, a algunos kilómetros de Tula. En tres ocasiones acudimos al domicilio del señor Laguna siendo imposible ponernos en contacto con él o siquiera ver las supuestas fotografías. La hija y el yerno del señor Laguna nos comentaron que esas fotos no fueron tomadas el día 12 de mayo sino algunos años antes, pero que el señor Laguna confunde las fechas. La familia del señor Laguna se negó a mostrar las fotos argumentando que se las habían dado a un periodista de la televisión (al parecer Jaime Maussan). Los vecinos, quienes conocen la afición del señor Laguna por los ovnis, creen que se trata de un truco. Desgraciadamente, por el momento, dichas fotos están en el terreno de lo anecdótico, pero sí es claro que no guardan relación alguna con el avistamiento del 12 de mayo.


La Huella OVNI

Como hemos podido ver, el caso Tula está lleno de elementos que permiten tener dudas razonable acerca de lo dicho por los testigos. No hay tales fotos, y si las hay, no tienen relación con la huella. La anécdota de la perra abducida suena a una fantasía digna de Salvador Freixedo, al igual que la teoría de los ovnis que vienen a absorber la energía de los niños. Es evidente además, que los supuestos «humanoides» no son más que un mero rumor. Pero, ¿qué podemos decir de la evidencia física encontrada en el lugar?: la huella del ovni.

El equipo de Perspectivas llevó a cabo distintas mediciones y toma de muestras en el lugar, en ellas se encontró que la temperatura del suelo en el interior del círculo era de 15.3ºC, en el surco del anillo de 17.8ºC y en el exterior de la huella de 15.1ºC. Esto se explica claramente ya que al ser el anillo la parte más seca, disminuye el contenido de humedad, lo cual provoca que aumente la temperatura del terreno.

Igualmente se hicieron mediciones con cuatro brújulas no encontrando la menor evidencia de efecto electromagnético.

Algunos vecinos nos informaron que unos científicos de PEMEX[10] acudieron al lugar a tomar muestras de la huella y llevaron un contador Geiger. No sabemos que pasó con estos científicos, ni los resultados de estas pruebas, pero al parecer, si en realidad se hicieron tales pruebas, se trató de una investigación personal y no oficial[11].

El anillo de Tula es de apariencia circular aunque no es un círculo perfecto ni tampoco una elipse. Mide en promedio 9.20 metros de diámetro, por lo tanto abarca un área de unos 70 metros cuadrados.

El anillo de Tula lo conforman en realidad varios fragmentos de un anillo, en la parte NE se ve un total de 4 surcos, en la parte SO sólo son visibles dos y en las partes SE y NO se aprecian 3 surcos. El ancho de los mismos es variable, siendo en promedio de 20 centímetros, con un máximo de 30 centímetros en la parte NE y un mínimo de 15 centímetros en la parte SO. En los surcos del SE, el pasto está aplastado de manera levógira (hacia la izquierda), en tanto que los del NO son dextrógiros (hacia la derecha). En la zona NE los dos surcos externos son levógiros, en tanto que los dos internos son dextrógiros. En los surcos de la zona SO la dirección del giro es inapreciable.

La huella parece circular a simple vista, pero en realidad se trata de un círculo imperfecto en el que se distinguen dos ejes, uno mayor que mide 9.4 metros (SE-NO) y uno menor de 9.1 metros (NE-SO).

Lo que distingue a la huella es que se trata de una zona más o menos definida en la cual el pasto está seco, lo que contrasta notoriamente con el interior y el exterior de la huella. Escarbando en los anillos, se aprecia que bajo ellos, la tierra también se encuentra seca hasta una profundidad de 40 centímetros En la parte interna de la huella, el terreno está húmedo desde la superficie hasta unos 30 centímetros de profundidad.

Uno de nosotros, (Luis Ruiz) llevó a cabo los análisis de las distintas muestras de terreno en los laboratorios de Ciencia Básica de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde se obtuvieron los siguientes resultados (ver Tabla I).

Igualmente se hicieron pruebas de compactación con un dinamómetro. Los resultados indican que, para que el aparato penetre sobre el terreno a la profundidad que se encuentran los surcos, es necesario aplicar una fuerza de 1.09 Kg. sobre un área de 4 cm2 es decir, una presión de 2,752 kg/m2 . Dado que el área del anillo es de 4.36 m2, se desarrolla la siguiente fórmula:

(9.4/2)2Ï€ – (9.1/2)2Ï€

Para producir este efecto, la masa del objeto (m=PA/g) debió ser de 1,211 Kg. Dicho de otra manera: el resultado sería el mismo al producido por un hombre de 200 Kg. que calce del 7.

Supongamos, por un momento, que en verdad aterrizó un ovni. Hagamos dos suposiciones sobre la forma del mismo:

a) un objeto en forma de moneda de 20 metros y una altura de 1 metro;

b) un objeto esférico de 20 metros.

En ambos casos con una base anular de 9.4 metros (el diámetro de la huella). En el primer caso tenemos un volumen (hDÏ€) de 62.85 m3 y en el segundo (D3Ï€/6) de 4188.79 m3. La densidad de cada uno de estos objetos, considerando que estuvieran fabricados de una sola sustancia homogénea, sería, respectivamente de 19.3 y 0.29. Estas densidades corresponden a las del oro y al carbón de pino que, como todos sabemos, son excelentes materiales para fabricar naves espaciales.

A partir de todas las características físicas del terreno y de las condiciones morfológicas de la huella, así como la debilidad manifiesta de la hipótesis ovni, existían fuertes probabilidades de que el fenómeno cayera bajo la rúbrica de un Anillo de Hadas.


El Anillo de Hadas

Un anillo de hadas es producido por el crecimiento de distintos tipos de hongos, que normalmente crecen bajo tierra formando en el exterior, como en el caso Tula, una huella casi circular con crecimiento diferencial de la vegetación.

A partir de los análisis de terreno se infiere que se trata de un terreno de tipo calcáreo, muy propenso al crecimiento de este tipo de hongos. Igualmente otras condiciones como una leve lluvia (4 mm.) ocurrida el domingo anterior, permitieron las condiciones ideales para la formación de este anillo de hadas.

La hipótesis del anillo de hadas se refuerza aún más si tomamos en cuenta que el terreno es básicamente un sembradío y es utilizado para el pastizal de borregos. Los excrementos de dichos animales son un excelente abono para distintos tipos de hongos.


Hidrofobia

Posteriormente, un análisis micológico de las muestras logró identificar el hongo que produjo al huella, se trata del Marasmus oreades.

El micelio de dicho hongo[12] impartió al terreno una propiedad bastante asombrosa que, dada la ignorancia científica de otras personas que investigaron el caso[13], les evitó percatarse de ello, y que hubieran podido utilizar como «prueba» en favor de la hipótesis extraterrestre. Se trata de la impermeabilidad al agua que presenta el terreno de estudio. Las muestras de tierra que se extrajeron del anillo no son miscibles en agua (es decir no forman lodo, parecen secas y flotan en el agua), la repelen por completo. En cambio, la tierra extraída a pocos centímetros del anillo y fuera de la huella, es perfectamente permeable (forma lodo). La explicación de este fenómeno es muy simple y confirma el hecho de que se trata de un hongo.

Elemento ppm fuera del círculo ppm en el interior del círculo ppm en el anillo
Silicio (Si) 7200 7440 7680
Sodio (Na) 2240 2200 3820
Calcio (Ca) 1310 3200 3450
Aluminio (Al) 2030 1900 1880
Magnesio (Mg) 245 3020 2180
Potasio (K) 985 1300 1600
Níquel 180 130 125
Azufre (S) 100 100 115
Manganeso (Mn) 13 107 120
Hierro (Fe) 5 10 20
Plomo (Pb) 3 2 3

Figura 2: Tabla que muestra los componentes de la muestra de terreno

Las raicillas microscópicas de éste son hidrofóbicas, es decir, repelen al agua. Dado que el terreno está impregnado de estas raicillas, el agua no puede pasar, pues está cubierto de una capa grasa. En cambio, el área exterior al círculo, adonde aún no ha llegado el micelio, absorbe perfectamente el agua.

Al llevarse a cabo pruebas de cultivo, en las muestras extraídas dentro de la huella, en el anillo y afuera de éste se encontró el desarrollo de una especie de «pelusa»[14] en la muestra correspondiente al anillo y nada en la muestra exterior.

Resumiendo los resultados de la investigación, es enormemente probable que las huellas de Tula hayan sido el producto de un hongo, (Marasmus oreades) y no del aterrizaje de un platillo volador que, por otra parte, nadie vio.


Psicosis ovni

Días después de la aparición de la huella en el poblado de San Marcos, y cuando este número estaba en trabajo de edición, nos enteramos de otra huella, aparecida ahora en el poblado de Atitalaquia a unos 5 Km. de San Marcos.

En esta ocasión, cerca de las tres de la mañana, un grupo de muchachos informó haber visto el despegue de un ovni en un campo de fútbol. En el lugar del aterrizaje quedó una huella compuesta a su vez de varios círculos concéntricos, el mayor de unos 10 metros de diámetro y el menor de 1.40 metros.

Según la versión sensacionalista manejada por la prensa[15], el 18 de julio, a las 3.00 de la mañana, un grupo de jóvenes que regresaban de una fiesta, pudieron ver un ovni despegar de un campo de fútbol. Al despegar, el objeto quemó el terreno y al tocarlo uno de los jóvenes, aún estaba caliente[16].

Los aterrizajes de ovnis han causado psicosis en Hidalgo y es muy probable que aparezcan nuevas huellas. Seguiremos informando[17].


Colofón

Como hemos visto, la actividad ufológica no se limita a entrevistar a los testigos, tomar muestras de terreno y sacar unas fotografías para luego publicarlas en un libro o en revistas apareciendo en primer plano junto con los testigos, ni tampoco a tomar videos para luego comercializarlos a nivel nacional para extraer jugosos dividendos de los ovnis. El investigador serio aporta sus conocimientos, tiempo y recursos económicos para tratar de llegar a una explicación racional. Estos fenómenos, aparentemente inexplicables a los ojos profanos, pueden, eventualmente, conocerse a la perfección cuando la investigación la realizan personas que poseen un mínimo de cultura científica. Es mucho más fácil, rápido y redituable, ofrecer hipótesis fantasiosas. Lo difícil, lento y caro, es dar explicaciones razonables. Como diría Philip Klass: «Los malos ufólogos son los más populares, puesto que todos los casos que «˜Investigan»™ son -para ellos- inexplicables y, por lo tanto, pueden comercializarse fácilmente en revistas, radio y televisión. Los buenos ufólogos encuentran una explicación que convierte al caso en algo sin atractivo comercial, dado lo cual, es muy difícil que se publique, quedando ellos, y su trabajo, en el anonimato».


[1] Este artículo apareció originalmente en: Ruiz Noguez Luis, García Óscar, Escobar Héctor y Chavarría Héctor, Aterrizaje en Tula: Un cuento de hadas, Perspectivas Ufológicas, No. 1, México, diciembre 1993, págs. 11-20.

[2] Situada aproximadamente en las siguientes coordenadas: 20º,00′,00″N, 99º,20′,00″W.

[3] Efectivamente Canal 5 transmitió ese día la película «Héroe Callejero» de las 23:00 a las 1:05 aproximadamente.

[4] En realidad la luna llena no fue sino el día 5 a las 21:34. Pasados ya cinco días la luna era mucho más menguante que llena, esto acarrea dudas en esta parte del relato.

[5] En esa fecha se celebra en México el Día de las Madres.

[6] La entrevista se llevó a cabo el 23 de mayo, 11 días después de la aparición de la huella.

[7] Se trata de Zita Rodríguez de Reporte OVNI quien dio un tratamiento altamente sensacionalista al presente caso.

[8] Durante la entrevista, nuestras grabadoras, equipo fotográfico y de video funcionaron perfectamente.

[9] Este caso fue investigado por uno de nosotros, Óscar García.

[10] Petróleos Mexicanos.

[11] Durante años he trabajado para la Refinería de Tula como asesor en control de corrosión y se de cierto que no tienen equipo de esta naturaleza.

[12] Es decir el hongo como tal, no la seta que es únicamente el cuerpo fructuoso y puede no aparecer, salvo que se reúnan las condiciones de temperatura y humedad adecuadas.

[13] No queremos mencionar a Zita Rodríguez… pero ya lo hicimos.

[14] El micelio.

[15] Rodríguez, Z. Un OVNI aterrizó en un campo de fútbol, en Reporte OVNI, Nº 11, México, 1993.

[16] Esta es la versión manejada por la autoridades municipales.

[17] Posteriormente publicamos el resultado de nuestra investigación del caso Atitalaquia: Ruiz Noguez Luis, Sexo, mentiras y ovnis, Perspectivas Ufológicas, No. 2, México, abril 1994, págs. 27-30.

2 pensamientos en “Aterrizaje en Tula: un cuento de hadas”

  1. yo recuerdo ese evento y he visto mas avistamiento de ovnis en tula y voy a revisar el material para compartir con ustedes pero lo que estoy seguro es que sigue ocurriendo en tula de allende y es el momento de estar informados

  2. De niño recuerdo haber visitado el lugar cuando se dio el avistamiento. Sería bueno que subieran fotos si las hay, del círculo que dejó.

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