«Manochantas»: decían sanar todos los males y se robaron U$S 235 mil
Tres curanderos «truchos» convencieron a una mujer y sus dos hijas de vender su campo ubicado en la localidad pampeana de General Pico por estar «maldecido», las indujeron para entregar el dinero con el fin de «limpiarlo del mal», pero finalmente desaparecieron con los 235 mil dólares de la operación.
Los sanadores, dos hombres y una mujer, se presentaban en los diarios locales como los «Caciques Sandokán», un grupo de «taitas videntes, espiritistas, santeros, curanderos, pitonisas y rezanderos», que ofrecían curar «todos los males».
La denuncia fue radicada en la noche del jueves en la comisaría Primera de General Pico, al norte de La Pampa, aunque la estafa comenzó a gestarse el pasado 28 de junio, cuando esta mujer y sus dos hijas decidieron recurrir a una consulta después de leer una publicidad.
«Curamos enfermedades desconocidas, retiramos brujerías, hechicerías, maleficios y salamientos. ¿Escucha ruidos extraños? ¿No le rinde su dinero? ¿Sus animales se mueren? ¿Sus cosechas no prosperan?», se promocionaban los estafadores.
La mujer, de 60 años, y sus dos hijas jóvenes, de 21 y 29, creyeron el engaño y pagaron una consulta inicial 30 pesos, luego de presentarse en un garaje de la calle 106 entre 17 y Fraternidad, donde «atendían» los curanderos.
Los sanadores, luego de entrar en confianza con el correr de las sesiones, les dijeron que «el mal estaba en el campo de la familia» y que había que venderlo.
El líder del grupo, incluso, les aseguró que desde «el más allá, el ángel protector de sus vidas», el marido y padre de las jóvenes, les «aconsejaba la venta de la propiedad rural».
En el transcurso de la segunda semana del mes de julio, las mujeres concretaron la operación y vendieron el establecimiento rural a un productor de la zona de Realicó en una suma cercana a los 500 mil dólares.
El comprador les adelantó un pago de 235 mil dólares y las mujeres, tal como les había sido solicitado por los «Caciques Sandokán», regresaron con los billetes para «limpiar» el mal. Así, los curanderos empezaron a quemar cada uno de los billetes de 100 dólares hasta llegar una suma total de alrededor de 10 mil, aunque los investigadores sospechan que, en realidad, sólo habrían quemado fotocopias.
Los santeros les dijeron a las mujeres que debían quedarse con el resto del dinero para «limpiarlo», pero cuando las clientas regresaron al otro día, los «Caciques Sandokán» ya no estaban.
El último jueves, la madre y sus hijas efectuaron la denuncia penal y la Policía llevó a cabo un allanamiento en el garaje donde tenían el «consultorio». El garaje que utilizaban para atender, en la calle 106, le fue alquilado a una vecina que les cobró por adelantado, sin contrato y por tres meses.
Los investigadores están tratando de ubicar a los estafadores, que presumiblemente serían de un país de Centroamérica, por lo que podrían haber salido de la Argentina. El líder del grupo tendría unos 35 años, al igual que la mujer -con quien tendría un pequeño bebé- y el restante integrantes de la banda sería de 30. (NA)