En uno de sus múltiples contactos con los seres del espacio, Adamski preguntó sobre el caso del piloto fallecido al perseguir un ovni (Thomas Mantell). Esta fue la respuesta de Ramu (seguramente esta es la verdad):
Ese fue un accidente que lamentamos honradamente. La nave que él perseguía era grande. Los miembros de la tripulación habían visto al capitán Mantell volando hacia ellos y sabían que su interés era sincero, no belicoso. Redujeron su velocidad y trataron de ponerse en contacto con la nave de él mediante sus instrumentos. Sabían perfectamente el poder que irradiaba la nave grande y pensaban que eso detendría el avance de él sin dañarlo. Pero cuando él se acercó, el ala del avión cortó esa barrera de fuerza, lo que ocasionó una succión que jaló el avión hacia la nave, con la inmediata desintegración de aquel y de su ocupante.
Esta desintegración se produce por una radiación magnética que separa las moléculas que mantienen unido el material, cambiando completamente su posición. Si ese avión hubiera sido redondo o de forma de puro, no habría ocurrido el accidente. El avión no era de perfil uniforme. Las alas sobresalían del cuerpo del mismo, y una de ellas fue la causa del desastre. El fuselaje no habría ocasionado la succión suficiente para tirar del aparato, pero una vez que el ala fue cogida por la fuerza, el resto del avión fue succionado instantáneamente y se redujo a minúsculos restos que cayeron a Tierra, totalmente hechas polvo algunas de las partes.
La semana pasada cuando estaba en curso la lluvia de meteoritos de las Leonidas, Joel Bavais de Ath, Bélgica, tomó su cámara fotográfica y salió, buscando las estrellas fugaces. Esto es lo que vio:
«Tomé la foto poniendo mi cámara fotográfica en una mesa del jardín apuntando para arriba», dice Bavais. «Las rayas de luz estaban casi directamente arriba».
¿Eran Leonidas? ¿Rayos cósmicos? ¿ovnis?
«Ninguno de los antedichos», dice el experto en óptica atmosférica Les Cowley. «Éstos son pilares de luz urbanos».
Él explica: «Esa noche sobre Ath había una niebla helada completamente llena de placas de cristales. Los minúsculos cristales reflejaron las luces de la ciudad, debajo de ellos, en sistemas de pilares de luz. Cuanto más altos son los cristales, más cerca están los destellos de la reflexión aproximándose al cenit haciendo que los pilares parecieran converger por encima. ¿Por qué hay líneas discontinuas de luz? Había varias capas de cristales de hielo con huecos entre ellos.»
Un hombre cuyo nombre ha llegado a ser sinónimo de los ovnis en Manitoba ha sido honrado por sus patrones.
La Universidad de Manitoba ha otorgado su Outreach Award a Chris Rutkowski así como a otros 12 miembros de la facultad
Rutkowski fue reconocido por compartir sus conocimientos de astronomía, ciencia y ovnis con la comunidad.
Otros ganadores incluyen al profesor Marilyn Sequire de la facultad enfermería, el Dr. Terry Janzen de la facultad de lingüística, y la Dr. Elizabeth Comack del departamento de sociología.
Hemos visto a lo largo de estos artículos cómo se fue «cocinando» el caso Adamski. Vimos cómo las ideas «filosóficas», de las que luego haría uso en sus cursos, conferencias y libros, fueron extraídas de la teosofía. También vimos que su historia la había presentado originalmente como cuentos de ciencia ficción. Ahora veremos cuál es, probablemente, el origen de la morfología de sus venusinos.
Aunque Adamski afirma que su contacto comenzó en 1946, la verdad es que los primeros comentarios los hizo en 1952 y la primera referencia escrita (Flying Saucers Have Landed) es de 1953. Nuestra historia comienza tres años antes de la publicación de este libro.
El 28 de marzo de 1950, Samuel Eaton Thomson, un granjero de Centralia, en el Estado de Washington, estableció contacto con seres de otro planeta.
Este, al parecer, es el primer reporte de lo que luego se llegaría a conocer como «contactado».
El fin de semana anterior a esa fecha lo había pasado en Marckam, en casa de unos familiares. Al regresar a su hogar, Eaton tomó un camino secundario que se internaba en el bosque. Manejaba un Buick 1943 en mal estado por lo que tuvo que hacer varias escalas. En una de ellas se internó en el bosque mientras se enfriaba el radiador.
Dentro del bosque, en un claro, vio flotando a unos dos metros de altura, un gran platillo volador que despedía una luminosidad intensa pero que no hacía ruido.
Repentinamente apareció una escalerilla en la parte inferior del objeto. De ella comenzaron a descender bulliciosamente varios niños completamente desnudos que gritaban en un idioma totalmente desconocido.
Thompson se acercó, y cuando estaba a unos 10 metros de la nave, pudo percibir un fuerte calor que provenía de la misma. Según el granjero ese calor era el causante de la piel bronceada de los niños.
Tiempo después, de la misma nave, bajó una pareja de jóvenes de raza blanca, con rasgos de gran finura, cabello rubio cenizo y largo. Al igual que los niños estaban completamente desnudos.
Los extraterrestres, dirigiéndose al granjero, lo invitaron a acompañarlos al interior de la nave. Eaton, audazmente, aceptó. Dentro fue presentado al resto del grupo «nudista». Ahí supo que sus anfitriones provenían de Venus, y que en tiempos ya muy lejanos, venusinos y terrestres habían formado un mismo pueblo, en una Edad de Oro a la que puso fin una serie de desastres propiciados por la maldad humana. En realidad esa historia estaba de moda en aquellos años debido a que desde 1946 la revista de ciencia ficción Amazing Stories había estado publicando una serie de artículos sobre lo que se llegó a llamar «el misterio Shaver» que narraba, en términos generales, cómo parte de la humanidad había huido a las estrellas a causa de la contaminación de nuestro planeta hace 12,000 años, y cómo ahora regresaban al hogar tripulando los portentosos «platos voladores».
Samuel Eaton Thomson aseguró haber viajado en la nave durante 40 horas, acompañado por diez familias venusinas. Él fue el primer humano que dijo haber estado en el espacio a bordo de una nave de otro planeta.
La descripción que hizo Eaton de los venusinos es la misma que luego retomaría Adamski. La diferencia era el vestido o falta de ello y eso se debe a la moral y costumbres religiosas de ambos contactados: en ese sentido Adamski era más «conservador».
Por $69 puede conseguir trezas del mortal producto químico industrial
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Contrario a los priemeros informes de noticias, el polonium-210 -el veneno que se sospecha está involucrado en la muerte de un exespía ruso en Inglaterra- no es un material exótico solamente disponible de laboratorios nucleares. El isótopo está disponible de firmas que lo venden para aplicaciones legales y legítimas en la industria, tal como eliminar la electricidad estática de las maquinas y películas fotográficas.