MATERIA OSCURA[1]
Mario Méndez Acosta
Sorprende comprobar que casi no hay aspecto alguno de la ciencia contemporánea libre de los intentos de los charlatanes más famosos obsesionados por apropiarse de los conceptos más extraños y misteriosos para promover sus supercherías.
En esta ocasión, tocó el turno nada menos que a la famosa materia oscura. Se trata de un concepto hipoÂtético, postulado por los cosmólogos para explicar el hecho de que -al parecer- las grandes estructuras del universo tienen mucha más masa que la manifiesta en las estrellas visibles tanto en cada una de las galaxias como en el gas interestelar.
En este sentido, resultó sorprendente que el pasado mes de enero, el conocido conductor de televisión Jaime Maussán divulgase un video enviado por unos estudiantes de la ciudad de Mérida, Yucatán, en el que supuestamente aparecía un típico extraterrestre que deambulaba por las calles de esa ciudad interactuando con varios jóvenes que jugaban pelota.
Como es usual, Maussán aseguró que la grabación era legítima, a pesar de que los jóvenes que aparecían en el video acudieron ante el diario Milenio a ratificar que ellos habían perÂpetrado la broma[2], Pero lo curioso es que un supuesto asesor científico de Maussán, llamado Jorge Guerrero, señaló que el hallazgo era asombroso e inexplicable, porque en el lugar del avistamiento las mediciones realizadas con aparatos especiaÂlizados detectaron una «presencia radioactiva no considerada como peligrosa, sino como materia oscura». ¡Uno de los más grandes misterios de la cosmología contemporánea quedó así expuesto a la humanidad en las calles meridenses, gracias a lo que salpicó en el suelo un extraterrestre vacilador!
Pero, ¿que es la materia oscura? ¿Qué es lo que han especulado los astrónomos y cosmólogos al respecto? Se ha determinado que todas las galaxias no sólo contienen en su interior una gran cantidad de materia negra -no visible- que les brinda una estabilidad dinámica en el giro de sus brazos en espiral, cuentan también con halos de esta materia incógÂnita que se extienden más allá de los límites de la galaxia tal y como se ve mediante los telescopios.
Ahora bien, se ha postulado que estos halos están consÂtituidos por Objetos Astrofísicos Masivos Compactos (MACHOS, por sus siglas en inglés) o también por Partículas Masivas de Interacción Débil (WIMPS). De los primeros se supone que son, sobre todo, hoyos negros y enanas cafés (estrellas apagadas), hechos de materia convencional -o bariónica-, es decir, que están formados por los átomos con masa con los que estamos familiarizados. En cambio, se piensa que los WIMP están constituidos por alguna forma no bariónica de materia, es decir parÂtículas casi sin masa que interactúan sólo a través de la fuerza nuclear débil y que se mueven a velocidades relativísticas; los candidatos más probables son los diversos tipos de neutrinos.
Hay ciertos indicios -determinados por la proporción de átomos de helio y de hidrógeno que hay en el cosmos- de que la mayor parte de la materia oscura no puede estar constituida por bariones y que debe haber en ella otro tipo de partículas como son los leptones. Si finalmente se puede determinar con precisión si el neutrino tiene masa, el problema de la materia oscura del universo se acercaría a una posible solución. Sin embargo, aún si el neutrino resulta ser una partícula masiva, todavía quedarían aspectos por explicar. La formación de estructuras a gran escala no puede resultar sólo de neutrinos, porque, al ser éstos tan livianos y con velocidades tan grandes, escaparían de una región en un tiempo mucho más corto de lo que le toma a la gravedad colapsar en una estructura que se esté formando. Es decir, los neutrinos sólo contribuirían a la formaÂción de estructuras a partir de escalas muy grandes, dejando sin explicación la aparición de estructuras a escalas menores.
El Sol, por ser una fuente de neutrinos, puede ser utilizado como laboratorio para probar esta hipótesis. Los neutrinos son partículas eléctricamente neutras que sólo tienen una forma de interacción nuclear débil con otras partículas, por esta razón atraviesan la Tierra como si nada las perturbarse. Según el experimento japonés de Súper Kamiokande, los neutrinos producidos por rayos cósmicos en la atmósfera terrestre sufren oscilaciones, lo cual indica de forma indirecta que los neutrinos pueden tener masa. Debido a la inmensa abundancia de estas partículas, bastaría que tuvieran una masa 17 mil veces más pequeña que la de un electrón para alcanzar 80% de la masa faltante en el universo.
Los monopolos magnéticos también han sido considerados como posibles candidatos a materia oscura del universo, pues a diferencia de las cargas eléctricas, que vienen en entidades separadas en positivas y negativas, las cargas magnéticas nunca se han visto separadas.
Si uno trata de separar el polo norte de un imán de su polo sur lo que resulta son dos imanes pequeños cada uno con su polo norte y su polo sur. De acuerdo con P. A. M. Dirac[3], la existencia del monopolo magnético podría explicar la cuantización de la carga eléctrica. Hoy aún persiste el interés por los monopolos magnéticos, y científicos de todo el mundo aúnan sus esfuerzos y prueban muchas técnicas para detectarlos en un gran experimento realizado en el túnel bajo las montañas del Gran Sasso, a pocos kilómetros de Roma.
Otra posibilidad que se ha analizado para explicar la naturaÂleza de la materia oscura es que esté integrada por partículas que supuestamente deberían existir según la teoría cosmolóÂgica de la supersimetría. Se trata de los duales de todas las partículas conocidas a las que se ha bautizado con nombres similares a los de las partículas normales ya conocidas. Así están squarks, gravitinos, fotinos, gluinos, selectrones, duales respectivamente de los quarks, de los gravitones, de los fotones, de los gluones y de los electrones, y los winos-duales de la partícula w de la fuerza atómica débil.
Algunas de estas partículas, de existir, sólo interactuarían con las conocidas a través de la atracción gravitatoria. Serían imperceptibles a la vista y al tacto para nosotros y podríamos atravesar un gran trozo de las mismas sin darnos cuenta siquiera, ya que no las podemos ver, aunque podríamos desÂplazarnos en su seno como si fuéramos fantasmas.
Como quiera que sea, ninguna de estas explicaciones de la materia negra permite esperar que la misma -por ejemplo, un monopolo magnético- aparezca tirada en la calle y menos que emita radiaciones, aunque no sean peligrosas.
[1] Publicado originalmente en Ciencia y Desarrollo, No. 194, México, abril de 2006, Págs. 56-57.
[2] Milenio Diario. México D. F., días 17 y 18 de enero de 2006. 2.
[3] http://en.wikipedia.org/wikí/Magnetic_monopole