La mancha extraterrestre

LA MANCHA EXTRATERRESTRE

Víctor Corradi era un conocido ufólogo argentino. Director del Instituto de Estudios de Fenómenos Extrahumanos «Hombre Cósmico»; egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo; profesor de literatura, castellano, griego y latín.

Corradi dijo tener la primera fotografía que existe de un extraterrestre. Esto fue en 1979, pero ni en ese año era verdad1.

El médico Juan Nobital había obtenido el documento gráfico. Nobital, quien trabajaba en el Hospital Lencinas de Mendoza, había declarado a los medios de comunicación:

Juan Nobital.

Yo quería guardar silencio al respecto, pero de todos modos creo que esta fotografía puede ser de gran utilidad para los interesados. Por eso, merece que le preste atención.

Todo comenzó en la tarde del 18 de febrero de 1979, aproximadamente a las seis. Venía con mi mujer, mis hijos y dos sobrinos de una excursión al Cristo Redentor. Cuando pasamos por el Puente del Inca, mi esposa quiso detenerse para sacar unas fotografías.

La familia Nobital contaba con una sencilla cámara Kodak Instamatic. Todo transcurrió normalmente hasta después de ser revelada la película: en el costado derecho de una de ellas aparecía una extraña mancha que recordaba una figura humanoide. Los hijos de Nobital dijeron que era «un muñequito». Su color era naranja, casi rojizo. Alguien sugirió que era un defecto de la película. Pero para el ufólogo Corradi esa no era la explicación correcta.

Ese defecto seguro que no existe. Hicimos todas las pruebas posibles con el negativo, en el estudio de Atilio Spinello, uno de los más conocidos fotógrafos mendocinos. Es posible observar incluso que el «muñequito» esta vestido y tiene zapatos. También detrás de las personas hay unos puntos luminosos. A mí no me quedan dudas de que eso es una nave.

Yo mismo realicé prolongados estudios con las fotos antes de darlas al conocimiento público, y estoy seguro de que van a recorrer el mundo. No sólo están en ellas el humanoide sino la nave en la que aterrizó.

Nobital, Monica Cahen Danvers y Víctor Corradi en un programa de la TV argentina.

La supuesta nave que menciona Corradi se encuentra debajo de una piedra, arriba del «muñequito». Se trata de otras manchas anaranjadas, casi del mismo tono que el «extraterrestre».

Corradi llegó al conocimiento de dichas fotos durante una charla con el doctor Nobital. Este último las había guardado junto con las demás en un cajón del ropero ya que no le había dado ninguna importancia al asunto:

Jamás pensé que una foto familiar pudiera dar lugar a algo semejante, tan importante para la humanidad. A veces no sé por qué, tengo ganas de olvidarme por completo del asunto, pero es imposible.

Corradi desarrolló toda una teoría en torno al «muñequito».

Se trata de un humanoide perteneciente a una especie que ha convivido con los hombres durante infinidad de años, que tiene como objeto cuidarnos, pero no se puede ver a simple vista. En cambio, sí puede ser fotografiado.

La foto del «marcianito» de Mendoza. En primer término la esposa y los hijos de Nobital, a la derecha, el «marcianito».

Antes se llamaban duendes o hadas y luego fantasmas, pero no podían fotografiarse. Ahora, nos enfrentamos con los duendes fotografiados. Nuevas formas de un arquetipo que aguarda para emerger del inconsciente colectivo: ¿un ser extraterrestre?, ¿una entidad de otra dimensión?, ¿un monstruo de universos paralelos? Esto demuestra la avidez del hombre del siglo XX por enfrentarse con lo desconocido.

El «extraterrestre» o «muñequito» se encuentra frente a un par de sandalias, propiedad de la esposa de Nobital. Esta casi a la altura del codo izquierdo de uno de los hijos del médico mendocino. En las ampliaciones se puede ver su estructura nebulosa. Su cabeza es cónica, tiene el brazo izquierdo levantado, el derecho está amputado a la altura del antebrazo, mientras que el brazo no está pegado al tórax. Lo mismo ocurre con ambas piernas, siendo el efecto más evidente en la pierna derecha. Precisamente en el lado derecho no aparece cadera. Ninguna de las piernas termina en pies.

El marcianito señalado por una flecha. La nave es una forma «triangular» por arriba de él, casi en línea recta, y a la izquierda de la roca más grande.

De la nave se puede decir muy poco. Se encuentra arriba, a la derecha del muchacho (a la derecha según nuestro punto de visión, pero a la izquierda de él). Es una mancha amorfa que ni siquiera tiene la forma clásica del platillo volador.

El tono similar en ambas manchas («muñequito» y «nave») indica un origen común. Como dudo mucho que un extraterrestre posea forma humanoide, y que esa forma posea miembros que no estén conectados al cuerpo, creo que mi conclusión no estará lejos de la verdad. Con toda probabilidad se trata de una mancha de revelado.

REFERENCIAS

Pichel Marcelo Eduardo, ¿Fotografía de un humanoide enano o duende?, en Contactos Extraterrestres, No. 81, México, 6 de febrero de 1980, págs. 8-10.

Ruiz Noguez Luis, Extraterrestres de papel, en 100 fotos de extraterrestres, Corporativo Mina SA de CV, México, 1996, págs. 74-75.


1 No existe, hasta el momento, ninguna fotografía de extraterrestres. Pero si consideramos las supuestas fotografías de ET que ha mostrado la ufología, la de Corradi no es la primera.

3 pensamientos en “La mancha extraterrestre”

  1. jajaj eso no es una flecha miren bn es la bandera de argentina

    yo creo en los extraterestres pero esa foto es malisima xD

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