Las encuestas, parte de la película

IMPACTO AMBIENTAL

Las encuestas, parte de la película[1]

Juan José Morales

Si le hiciéramos caso a las encuestas, la elección ya está decidida por anticipado y el próximo presidente de la República es un individuo de alto copete y cara bonita que desde hace muchos, muchísimos meses, viene galopando velozmente hacia la residencia oficial de Los Pinos montado en un caballo tricolor que hace tiempo vivía en aquel establo, mientras en lontananza, a su zaga, muy, pero muy lejos de él, otros contendientes tratan vanamente de alcanzarlo trotando a duras penas sobre sus torpes jamelgos.

Dada esa situación, pues, no tiene caso ir a votar el próximo domingo 1° de junio. ¿Para qué, si al telecandidato no hay quien pueda vencerlo?

Ese es uno de los propósitos de la avalancha de encuestas y comentarios políticos pagados por el PRI y Peña Nieto que dan sistemáticamente a este último como triunfador. Lo que se busca con ello es desalentar a los simpatizantes de López Obrador, infundirles una sensación de derrota anticipada, y lograr que no acudan a votar.

El otro propósito es atajar de antemano las protestas por un fraude electoral. Si se logra convencer a la opinión pública de que Peña Nieto contaba desde hace mucho con una mayoría aplastante, resultará más fácil en caso dado descalificar las denuncias por anomalías en la elección.

clip_image002En la presente campaña electoral, las encuestas se han convertido en instrumentos de manipulación de los votantes, en métodos de control político y mental orientados a inhibir la participación en los comicios.

Cabe entonces preguntarse qué tan veraces son esas encuestas que machaconamente presentan al candidato de Televisa como invencible. Ya hemos mencionado en esta columna las grandes pifias cometidas por las casas encuestadoras en numerosas elecciones. Pero, quizá más que de equivocaciones o desaciertos habría que hablar de manipulación.

En realidad, con los mismos datos, reales y no inventados ni falsificados, pero manejados de una o de otra manera, las encuestas pueden llegar a resultados totalmente diferentes. Por razones de espacio no podemos entrar en detalles, pero una de las tácticas más usuales consiste en dejar de lado a quienes no contestan y a los indecisos. Los porcentajes de preferencia, entonces, se elaboran sobre la base de quienes sí responden a la encuesta.

Pero «”y aquí viene lo interesante»”, quienes contestan son minoría. En una reciente encuesta de Mitofsky, por ejemplo, más dela mitad de los entrevistados se negaron a responder, y 22%, aunque contestaron, no dijeron por quién votarían o manifestaron estar todavía indecisos. Resulta así que las afirmaciones sobre la arrolladora ventaja de Peña Nieto que sistemáticamente nos receta Mitofsky, se basan en lo que dijo la cuarta parte de los encuestados. Se necesitaría una bola de cristal para saber cómo votará el otro 75%. Como señalan los expertos, el alto porcentaje de no respuesta afecta directamente la precisión de las encuestas, volviéndolas técnicamente inservibles.

Más todavía: es bien sabido que en México mucha gente todavía teme expresar abiertamente sus preferencias electorales por temor a represalias, sobre todo en estados dominados por los viejos cacicazgos priístas. Esas personas a menudo dicen que votarán por el PRI, pero en la soledad de la casilla electoral marcan otra opción.

No es casual que en estos días la propaganda del PRI haya puesto el énfasis en que las encuestas pronostican su triunfo arrollador. Eso es parte del juego de las encuestas, que más que genuinos instrumentos de medición son cada vez más medios de propaganda política y manipulación del electorado.

Como escribió en un artículo titulado «Encuestas y manipulación» el colega Raúl Rodríguez Cortés, «las encuestas electorales no mienten. Manipulan la percepción de la gente sobre la intención del voto al presentar sus resultados de determinada manera. Así no dejan ver la película completa, sólo una parte. Digamos que engañan con la verdad.»

Y para no dejarse manipular ni engañar, hay que participar en la única encuesta verdadera: la votación del próximo domingo.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 27 de junio de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales

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