El día después de Roswell (6)

EL DÍA DESPUÉS DE ROSWELL (6)

Candelabro Luego del avistamiento de Kenneth Arnold se reportaron discos voladores en 10 estados y Canadá. El capitán E. J. Smith de United Airlines dijo que fue escoltado por cinco discos el 4 de julio cerca de Boise. En Texas el granjero Victor Wenmoth dejó de ordeñar su vaca Gussie al ver tres discos negros flotando a unos 300 metros. En Chicago un ama de casa se paralizó en su porche al ver un objeto «del tamaño de un platillo, con patas». Tuvo la sensación de que iba a descender y golpearla en la cara, así que corrió al interior y azotó la puerta. En Seattle, Washington, el señor J. William Sheets dijo, «Pasan por nuestro patio todo el tiempo». Cerca, en Spokane, Washington, la señora Walter Johnson vio «ocho lavadoras voladoras, cada una del tamaño de una casa de cinco pisos». En Denver se vieron «tazas de café» voladoras. Un «candelabro volador» cruzó los cielos americanos. El 10 de julio fueron reportados en 43 estados y en el distrito de Columbia.

El 28 de junio de 1947, sólo cuatro días después del avistamiento de Arnold, el término «platillo volador» comenzaba a filtrarse en los periódicos, justo antes de la erupción de informes de noticias de avistamientos a nivel nacional.

Una tarde de sábado, muy por encima del paisaje árido de Nevada, en algún lugar cerca del lago Mead. El teniente Eric Armstrong estaba pilotando su F-51 en un vuelo a Oregón desde Brooks Field en Texas. De repente, a las cuatro en punto sobre su ala derecha, Armstrong vio cinco o seis objetos circulares blancos. Volaban en formación cerrada en un camino recto. Estimó que tenían tres pies de diámetro. Unos momentos después, se perdieron de vista.

Esa misma noche, pero a 1,800 millas de distancia, en Montgomery, Alabama, dos pilotos de Air Corps y dos oficiales de inteligencia de la Base Aérea Maxwell vieron una luz en el cielo acercándose a la base desde el Oeste. Seguía un curso en zig-zag con ráfagas de alta velocidad, «muy similar a un insecto de agua». Durante cinco minutos estuvo en lo alto, y luego hizo un giro brusco de 90 grados y lentamente se fue volando hasta desaparecer de su vista 20 minutos más tarde.

Estos fueron los primeros informes militares, conocidos, de algo nuevo y desconocido en el cielo.

Al día siguiente, tres científicos investigadores de la Marina trabajando en una futura prueba de un cohete V-2 en White Sands, Nuevo México, se dirigían a un sitio de pruebas en la tarde. Un destello brillante en el cielo les llamó la atención, y se detuvieron para ver mejor. Presentarían un informe a la Inteligencia del Ejército de lo que habían visto «un disco plateado girando por el cielo sin nubes», a una altitud entre 8,000 y 10,000 pies. Los tres científicos espaciales concordaron en que no era cohete convencional, ni un globo.

Otro incidente se produjo al día siguiente, según una entrevista del FBI liberada a través de FOIA (con los nombres tachados) en la que un piloto…

«declaró en esencia, que era teniente primero en la Reserva y que en el 29 de julio 1947 poco después de las 12 horas él y XXXXX acababan de aterrizar de un vuelo de entrenamiento de rutina cuando XXXXX llamó la atención a XXXXX sobre un objeto volador no identificado que estaba persiguiendo un avión P-80 a una velocidad increíble. XXXXX estimó que el P-80 volaba a unos 250 kilómetros por hora en una primera aproximación al aterrizaje en Hamilton Field. En la estimación de XXXXX el objeto que vio siguiendo al P-80 mantuvo una velocidad de tres a cuatro veces la de la aeronave. Un momento después, apareció un segundo objeto y voló un grado descrito como algo similar a las maniobras de un avión de combate, cuando acompaña a naves más pesadas, o haciendo un movimiento de izquierda a derecha, sobre el primer objeto avistado. XXXXX declaró que esta maniobra continuó hasta que los objetos se perdieron de vista. Se estima la duración fue de aproximadamente 15 segundos, el curso de aproximadamente 120 grados. XXXXX no puede estimar el tamaño de los objetos ni la altitud real, aunque no cree que estuvieran a más de seis mil pies. XXXXX describe los objetos como de color blanco lechoso y diferentes de cualquier aeronave de tipo convencional que hubiera visto. Cuando se le preguntó si estaba familiarizado con el «Flapjack» de la Marina, XXXXX dijo que si, y que ciertamente los objetos que dijo haber visto no eran de esta naturaleza».

El agente que llenó el informe agregó, «XXXXX es un ex oficial de la U.S.AAF y piloto de un B-29 de considerable experiencia. XXXXX no dar la impresión de ser el tipo de persona que se pueda «imaginar» estar viendo objetos, ni tiene ningún deseo aparente de publicidad. XXXXX está a cargo de XXXXX, en Berkeley, California».

Pero los avistamientos habían comenzado poco antes del 4 de julio y se intensificaron el lunes de la siguiente semana (lunes 7). La semana anterior a los festejos de la Independencia de EU, la semana del avistamiento de Arnold, se dieron varios casos. El Albuquerque Journal publicaba un cable de la agencia Associated Press, «El misterio de los platillos voladores se incrementa al aumentar las descripciones de los testigos», que decía[1]:

Flying Saucer Mystery Deepens As Eyewitness Descriptions Increase - Albuquerque Journal 6-27-1947 Hoy las conjeturas se multiplican cuando en áreas muy separadas se reportó la aparente confirmación de objetos parecidos a discos increíblemente rápidos rayando a través del cielo «“ pero los escépticos continúan siéndolo.

Siguiendo al reporte de ayer de Pendleton, Oregón, de Kenneth Arnold de Boise, Idaho, de que él había visto nueve objetos brillantes en forma de platillo volando a través del cielo entre Monte Rainier y Monte Adams en el estado de Washington a una velocidad estimada de 1,200 millas por hora, hoy llegaron estas observaciones:

Byron Savage, piloto y hombre de negocios de Oklahoma City, dijo que hace cinco o seis semanas él observó desde su jardín frontal un objeto parecido a un disco aplanado viajando a través del cielo a una enorme velocidad. Él se lo contó a su esposa y a unos pocos pilotos amigos, luego no dijo nada más hasta que escuchó el informe de Arnold. «Sé que ese chico allá arriba (Arnold), realmente los vio», declaró Savage.

En Kansas City, W. I. Davenport, un carpintero, dijo que ayer él, también, vio nueve objetos veloces, moviéndose al Oeste alto en el cielo. Iban rápido y no pudo darse cuenta de su forma, dijo. Sin embargo, reportó un sonido de motor y una estela de vapor «“el único de los observadores con ese tipo de reporte.

Un ama de casa de Bremerton, Washington, -al Oeste de Cascade Mountains en donde Arnold vio sus objetos- dijo que dos veces en los 10 días anteriores ella había visto objetos «parecidos a platos» reflejando la luz. La primera vez fue la semana pasada, el martes o el miércoles, y la segunda el martes de esta semana a las 10 a.m.

«Pensé que seguramente nada podría viajar tan rápido», dijo la señora Elma Shingler. Su observación de que oscilaron de lado a lado fue similar al reporte de Arnold de inmersiones como si los aviones fuesen cambiando de lugar en la formación. Ella dijo que se movían hacia el Noroeste.

Flying Saucer Mystery Deepens As Eyewitness Descriptions Increase (Cont) - Albuquerque Journal 6-27-1947 En Eugene, Oregón, E. H. Sprinkle dijo que casi les toma una fotografía. El miércoles de la semana pasada, dijo, llevó su cámara de $ 3.50 a las colinas locales para probarla. Vio objetos en el Suroeste elevándose hacia el Noreste, pero antes de que pudiera disparar salieron de su visión. Dijo que no había contado de este avistamiento de los objetos «“ que eran similares a los reportados por Arnold- porque pensó que nadie le iba a creer. Ampliaciones de sus fotos no mostraban nada más que el cielo limpio.

Contra estas observaciones de apoyo, los escépticos buscan explicaciones. El capitán Al Smith, piloto de United Air Lines en la ruta a Seattle, dijo que pensaba que Arnold vio los reflejos de su panel de instrumentos y el Dr. J. Hugh Pruett, meteorólogo de la Universidad de Oregón, dijo que la «visión persistente», frecuentemente notada después de observar objetos brillantes tales como el Sol, pudo haber mantenido tales reflejos ante él después de que hubieron pasado.

Elmer Fisher, primer asistente de meteorólogo en la oficina del clima de Portland, sugiere un ligero toque de ceguera por nieve de los picos de las montañas.

Estas posibilidades estaban centradas en la observación de Arnold y dejaban sin respuesta las preguntas surgidas de los otros reportes.

Pruett dijo que sea lo que fueren los objetos, no eran de origen meteórico ya que los meteoros no su sumergen y se elevan.

Se publicó otro artículo en el mismo tono en The Oregonian del 28 de junio[2]. Es interesante notar que E. H. Sprinkle menciona que en su foto se puede ver una formación de platos voladores en «X» o «V», aunque los laboratoristas indican que sólo se trata de «manchas de polvo en el negativo», tal vez por eso en el artículo del Albuquerque Journal se dijo que sólo se veía el cielo azul. Este caso daría pie a una fotografía de Stanford Calderwood, fotógrafo del Evening Leader de Manchester, New Hampshire, en la que se burlaban de los testigos de platos voladores, llamándolos «nuts» (chiflados).

Chiflados El viernes Kenneth Arnold, el hombre de negocios de Boise que desató conjeturas en todo el país con su historia de los «platillos voladores», se armó con una cámara de cine C150 en caso de que alguna vez vuelva a ver los misiles que vio volando a través de los cielos occidentales de Washington.

«La próxima vez», prometió, «voy a conseguir la prueba para respaldar mi historia».

Pero la historia de Arnold tuvo sus partidarios. El Viernes al mediodía varios residentes de Oregón y Washington dieron un paso adelante con relatos de objetos misteriosos parecidos a los objetos en forma de platillo que el piloto de Boise dijo que vio volando en formación sobre las Cascadas.

E. H. Sprinkle de Eugene, dijo que las ampliaciones de una foto que tomó con una cámara de 3,50 dólares mostraban siete puntos alineados en el cielo con forma de «X» o «V». Los informes del laboratorio, sin embargo, sugieren que los puntos eran sólo manchas de polvo en el negativo.

En la ciudad septentrional de Bellingham, Washington, George Clover dijo que levantó la vista hacia el cielo a las 10 am del martes y vio tres objetos brillantes «como papalotes» en dirección Sur hacia Seattle. Insistió en que no tenían alas o pontones y viajaban «muy rápido».

Se generalizan los informes

Un carpintero de Kansas City dijo que también vio nueve discos. Al igual que un piloto en la ciudad de Oklahoma. Sin embargo otra versión, esta vez de un vuelo nocturno, contada por Archie Eden de Wenatchee, quien vio lo que describió como un objeto acelerando descendiendo en una larga inclinación mientras conducía en la carretera Moses Lake.

«Mientras mirábamos, se acercó a la tierra y explotó cuando estaba a 200 metros de altura. No hubo destello cegador, aunque hubo una gran lluvia de chispas, y las pilas de flamas que parecían precipitarse al suelo», dijo.

Una mujer de Yakima, Washington, la señora Ethel Wheelhouse, reportó haber visto los «qué-es-esto», el martes por la tarde. Aceleraron tan rápido que no pudo contarlos y desaparecieron bruscamente, dijo. En Portland, la señora Jerry Nuels, de 6510 S. E. Foster St., dijo que vio algunos discos voladores al sur de Kelso el viernes pasado. Ella dijo que eran «luminosos y brillantes».

Un cable de Associated Press informaba sobre otros avistamientos en Oregón[3]:

Seaside, Oregon, 28 de junio (AP) – El último informe sobre los «platillos voladores», llegó hoy de una mujer de Seaside, que dijo que vio a uno volando sin ruido al Sur a las 17:00.

Ella era la señora Sidney B. Smith, la esposa de un policía de Seaside, que con su hija de ocho años de edad, Joan dijo que vio un objeto «redondo» por casi tres minutos.

«Iba muy rápido, y cuando el Sol lo golpeaba, brillaba intensamente, como la plata pulida. Lo podríamos ver vagamente, cuando no estaba destellando», dijo.

Mientras tanto, un guardia de observación forestal de Diamond Gap, cerca de Salmon, Washington, dijo que también él los vio el pasado martes, y un operador de la finca de tulipanes, cerca de Woodland, Washington informó que él y su jefe vieron dos grupos ayer…

El guardia forestal, Robert W. Hubach, dijo que vio a algunos «objetos brillantes, plateados, que no se parecían a los aviones» el martes pasado, mientras miraba hacia Diamond Gap…

Clyde Homn, operador de una granja del tulipán y escritor especial de artículos de prensa, dijo que él y su capataz vieron dos grupos de objetos planos ondulando por el cielo cerca de Woodland, Washington, ayer.

Ellos estaban bajo,, dijo: entre 1,000 y 2,000 pies, y volando en silencio en dos grupos separados.

The Oregonian continuó con su cobertura de la oleada. En su edición del 29 de junio publicó este artículo[4]:

Eight Saucers Land in Idaho 7-6-1947 El informe de un hombre de la Costa Oeste se añadió hoy a la cuenta, cada vez mayor, de «platillos voladores» en el oeste.

Richard Rankin, un veterano de más de 7,000 horas en el aire, dijo que vio los muy debatidos discos misteriosos en lo alto de Bakersfield, California, yendo «tal vez a 300 o 400 millas por hora».

Había 10 en formación volando hacia el Norte, le dijo al reportero, pero cuando «invirtieron el curso, dirigiéndose al Sur, sólo había siete.

«Yo no podía ver el número o ubicación de sus hélices y no podía distinguir ningún ala o la cola. Parecían casi redondos», dijo.

Rankin dijo que los vio el 23 de junio, pero dudó en describir lo que vio, hasta que notó que otros estaban informando la misma cosa.

Al principio, continuó, supuso que había visto el XF5U-1, el «Flying Flapjack» experimental de la marina. La Armada ya ha anunciado que sólo tiene un XF5U-1, y no ha dejado Connecticut.

Rankin, ex habitante de Pórtland que ahora vive en Palm Springs, California, y es hermano del difunto John G. «Tex» Rankin, pionero de los dobles voladores, dijo que observó los «aviones» desde tierra.

Mientras tanto llegaron nuevos informes de tres ciudades de Oregon, Astoria, Madras, y Portland.

Por lo menos 10 o 12 de las naves misteriosas volaron sin hacer ruido, de lado a lado a medida que avanzaban a lo largo del curso del río Columbia al mediodía del martes para convencer a dos escépticos de Portland de que Kenneth «Platillo» Arnold de Boise estaba diciendo la verdad cuando informó por primera vez sobre los discos hace una semana.

«No creí que la historia cuando la vimos en los periódicos, pero definitivamente vi los objetos voladores a las 11:45 a.m. del martes», informó la señora Herbert Baillet, quien con su esposo está construyendo una casa cerca de NE 74th Ave. y Prescott St.

«Al principio vimos tres de ellos cuando nos sentamos a almorzar y llamé la atención de mi marido hacia ellos. Más tarde, había 10 o 12 de ellos, volando a baja altura por debajo de Foothills y aparentemente sobre el río Columbia o justo en el lado de Washington. No había ningún ruido y no parecían estar volando rápido».

EL EJERCITO DEJA DE REIRSE DE LOS REPORTES

En un principio las autoridades militares y los cuerpos de seguridad e inteligencia no se interesaron en los reportes sobre platillos voladores, pero conforme fue avanzando el tiempo y esos reportes se hicieron más frecuentes, no tuvieron otro remedio que asumir su responsabilidad y comenzar a investigar el asunto. Tal vez se trataba de una potencia extranjera invadiendo el espacio aéreo de los Estados Unidos, como informaron algunos periódicos[5]:

Flying Disc Stories Being Probed By Army - San Mateo Times 7-3-1947 Personas en siete estados, incluyendo al teniente gobernador de Idaho, reportaron hoy que han visto los misteriosos «platillos voladores».

Los proyectiles, descritos por varios como «demasiado rápidos para ser un aeroplano pero no tan veloces como para ser una estrella fugaz», y «viajando a gran velocidad», fueron reportados ser vistos de nuevo anoche, volando sobre Denver.

Los primeros en semanas

Fue el primer reporte de «platillos» en al menos una semana. Personas en Oregón, California, Nuevo México e Idaho reportaron ver varias versiones de los inexplicables proyectiles la semana pasada.

El teniente gobernador Donald S. Whitehead de Idaho dijo hoy que él vio un extraño objeto parecido a un papalote[6] colgado en el cielo del Oeste el 24 de junio. Ese fue el día en que Kenneth Arnold, de Boise, Idaho, reportó por primera vez ver los proyectiles sobre el Sureste de Washington.

Vistos en Denver

En Denver Henry Martin y Walter Harrod dijeron que captaron un breve destello de un grupo de «objetos brillantes» volando a unos 5,000 pies anoche. Martin dijo que parecían como tapas de tazas de café. Estaban viajando en dirección Suroeste, dijo.

Flying Disc Stories Being Probed By Army (Cont) - San Mateo Times 7-3-1947 El sargento de la Patrulla Estatal de Caminos David Menary del puente Golden Gate en San Francisco, reportó haber visto ayer una docena de objetos metálicos brillantes «del tamaño de una pelota de futbol» zumbando sobre la bahía de San Francisco y caer al mar[7].

Diez en formación

Tres discos metálicos brillantes fueron reportados vistos por primera vez en el Sur de California por la señora Ernest Michel y su hija Marian de Beverly Hills.

En Bath, Carolina del Sur, Jack Reamus reportó que la semana pasada vio un disco de 12 pulgadas de diámetro, emitiendo pequeñas luces extrañas como si zumbaran a través del cielo a una velocidad tremenda.

Vistos en Monterey

La señora Louise Golstein[8], esposa de un ayudante del sheriff en Monterey, California, reportó que ella vio uno de los «platillos voladores» o discos a las 7:45 a.m. de hoy mientras veía por una de las ventanas de su casa hacia el aeropuerto de Monterey.

Washington, Julio 3 (UP). Expertos investigadores del Ejército no pueden explicar los «platillos voladores» reportados en varios estados del Oeste. Pero están investigando, dijeron.

Incluso están considerando la posibilidad, no obstante remota, de que alguna potencia extranjera tuviera algo que ver con los discos voladores.

Las fuerzas aéreas del ejército investigan autoridades y contratistas. Pero ninguno de ellos sabía o podía sugerir nada concreto sobre los platillos.

Al fin interesados

Al principio, los oficiales del ejército se reían de los reportes. Ahora están comenzando a tomarlos por lo menos un poco seriamente. De todos modos, el centro de investigación del aire en Wright Field, en Ohio, está viendo los reportes y todas las agencias de servicios de inteligencia están trabajando en ellos.

La posibilidad de que los discos puedan tener un origen extranjero fue indirectamente señalada por un vocero de la AAF quien dijo:

«Si alguna potencia extranjera está enviando discos voladores sobre los Estados Unidos, es nuestra responsabilidad saberlo y tomar las acciones adecuadas».

El caso del sargento Menary es muy interesante. De él se ocupa Ted Bloecher en su libro[9] (Caso 158). Dice que el patrullero viajaba sobre el Golden Gate Bridge desde la Lombard Street poco después de las 2:15 p.m. cuando él y el pasajero Walter Castro vieron seis objetos pequeños objetos cayendo en picado, pasar el puente y caer en la bahía. Posteriormente Menary declaró:

«Estaban juntos, a un pie de separación. Eran plateados y brillantes, tan grandes como una pelota de futbol[10], pero de forma redonda, como una pelota de basquetbol. Caían hacia abajo, no podría estimar qué tan rápido. Cayeron en la bahía, al Este del puente. Fue lo último que vi de ellos».

Castro era el propietario de un garaje en San Rafael. Él confirmó la descripción de Menary. Ninguno de ellos tenía la más remota idea de qué eran o de dónde venían.

Desde su oficina en Presidio, el Mayor del Ejército Steve Monroe hizo el siguiente comentario sobre este avistamiento:

«Puedo ver las mismas cosas justo ahora. El viernes es el 4 de julio, en caso de que lo hayan olvidado, y algunos chicos están en la costa probando sus fuegos artificiales» [11].

Los discos pronto llamarían la atención del FBI. En un memorándum fechado el 3 de julio de 1947 y dirigido al Director del FBI podemos leer:

7-3-47-1 Office Memorandum UNITED STATES GOVERNMENT

PARA: Director, FBI FECHA: July 3, 1947

DE: SAC, Butte

ASUNTO: DISCOS VOLADORES

El señor XXXXX del Idaho Daily Statesman, Boise, Idaho, contactó telefónicamente con la Oficina de Butte y preguntó si el FBI estaba verificando los reportes de discos voladores que habían sido vistos por muchos ciudadanos. Reflexionó que si muchos han reportado verlos entonces indudablemente no son producto de la imaginación. Dijo que estos discos fueron vistos el 1 de julio de 1947 en la vecindad de Trail Creek cerca de Sun Valley, Idaho, por ciudadanos de toda confianza.

Se le informó al escritor XXXXX que esta oficina no estaba haciendo una investigación por lo que él debería contactar con los oficiales del Ejército o la Marina. Él dijo que estaba preguntando en estas agencias.

WGB:LB

AIR MAIL

LOS PLATILLOS VOLADORES EN LA PRENSA

Los reportes se iban acumulando. El Villager de Richland, Washington hizo un recuento de esos avistamientos y lo publicó el 3 de julio[12]:

La semana pasada se añadió un capítulo de Richland al misterio de los «discos voladores» o «platillos» que han desconcertado los estados del Oeste, cuando un vecino de la aldea, Leo Bernier de 1213 Stevens Drive, informó haber visto a varios de ellos muy alto en el cielo de la tarde del pasado martes.

chicagovni «Iban hacia el Oeste desde el Suroeste alrededor de las 2 o 2:30», dijo Bernier, «y eran más bien de color plateado y con forma como si hubiera visto un platillo de canto».

Bernier no dijo mucho acerca de ellos hasta que leyó en el periódico que se les había visto en otra parte. «Me preocupaba que la gente se pudiera reír», dijo.

Los discos iban muy lejos, cerca del horizonte, pero alto en el cielo, dijo, e incluso a esa distancia viajaban más rápido de lo que un P-38 pudiera parecer si estuviera a sólo 600 pies de altura.

«Parecían algo así como un reflejo de un avión, pero iban demasiado rápido para cualquier tipo de avión», dijo Bernier.

Se han ofrecido diversas teorías para el fenómeno, que ha sido avistado en al menos cinco áreas, además de Richland, al Oeste del Mississippi.

En el aire claro, el reflejo de la luz solar desde un avión puede ser visto fácilmente a 50 millas. El reflejo es redondo, la forma del sol. Cualquier otra reflexión a una gran distancia también tiende a ser redondo.

El factor más desconcertante en el misterio son las grandes velocidades, aunque es difícil para el ojo hacer una estimación correcta de la velocidad, y los aviones a reacción viajan mucho más rápido que los aviones regulares.

Los informes de objetos inusuales en el cielo han sido numerosos desde la guerra. Rumores de una bomba atómica y misiles se han presentado para la mayoría de ellos.

Bernier tiene su propia explicación tan buena como cualquier otra.

«Creo que puede ser un visitante de otro planeta, más desarrollado que el nuestro», dice. «En mi opinión, estamos empezando a ver cosas que este mundo nunca había soñado»[13].

Domingo vistos en el barrio

Sólo para demostrar que había algo en el cielo, todo un barrio informó a finales de esta semana que habían visto por la tarde los famosos «discos» el domingo pasado por encima de Richland.

Un disco fue visto por primera vez por James Harbor, de 10 años, de 1417 Johnston, a principios de semana, pero estaba teniendo dificultades para conseguir que alguien le creyera, cuando vio otro por la tarde del domingo, «cerca de las 3», mientras jugaba con unos amigos.

Inmediatamente Jimmy llamó a su madre y a varios vecinos para poder verlo y comprobar su historia.

«Cuando llegué por primera vez», informó su madre, la señora Thomas Harbour, «el disco parecía estar arriba, justo encima de la aldea. Parecía estar flotando. Vaciló, luego empezó de nuevo y de repente, se invirtió y salió disparado hacia el Noreste».

El disco era brillante, pero estaba muy alto en el aire, de acuerdo con la señora Harbour. Era redondo, con un borde brillante, como si se moviera por separado del centro. Era plateado, como se informó en otros lugares, pero para la señora Harbour parecía tener una cola o una corriente de humo pegado a él.

Dallas1947 «Yo no podría juzgar qué tan alto estaba, pero estoy segura de que era de gran tamaño», afirmó. «Todo el barrio lo vio».

Otros que vieron el disco, según ella, fueron Walter y Donald Schaeffer, niños vecinos, la señora Carl Gibons del 1413 Johnston y la señora E. D. Ferguson del 1418 Johnston.

La señora Gibson dijo, «era realmente brillante y parecía ir rápido, pero de vez en cuando parecía que estaba girando o algo así, ya que brillaba como una estrella».

«Definitivamente no era un avión. Nunca he visto nada como esto antes… Estaba girando», añadió.

«La señora Ferguson también pensó que estaba girando, pero a ella le parecía que tenía una «especie de halo o círculo a su alrededor».

«Podría haber sido humo a su alrededor que parecía venir desde el centro o la parte superior del disco», relató la señora Ferguson.

«Ella también convino en que era brillante, enorme en tamaño y muy alto en el cielo.

«No se movió como un avión, era más como un globo, excepto que los globos se mueven suavemente y esto era espasmódico», informó la señora Ferguson. Ella dijo que tenía que estar en una sombra para verlo, y que todo el vecindario estaba fuera.

Y la cuenta seguía subiendo. A los 14 casos de platos voladores estrellados tenemos que añadir otros 2: el choque de una patrulla de caminos de Yuma con un platillo volador y los objetos metálicos caídos en la Bahía de San Francisco. Más adelante veremos cómo se fue desarrollando la oleada de 1947.

REFERENCIAS

Anónimo, Air Liner Crew Confirms Flying Discs Over State. Many Seen During Day Over City, The Oregonian, July 5, 1947.

Anónimo, Evening Eagle, Pittsfield, Massachusetts, July 29, 1947.

Anónimo, Flying Disc Stories Being Probed By Army, San Mateo Times, July 3, 1947.

Anónimo, ‘Flying Disks’ Are Seen Here, Villager, Richland, Washington, July 3, 1947.

Anónimo, Flying Saucer Mystery Deepens As Eyewitness Descriptions Increase, Albuquerque Journal, June 27, 1947.

Anónimo, Flying, Saucers Reported at New Locations, Cable Associated Press, July 28, 1947.

Anónimo, More Flying Discs Reported, Transcript, Norman, Oklahoma, July 4, 1947.

Anónimo, Speaking of Pictures»¦ A Rash of Flying Disks Breaks Out Over The U.S., LIFE, 21 Jul 1947. Pág. 14.

Bloecher Ted, Report On The UFO Wave of 1947, sin pie de imprenta, 1967.

Hall D. Michael & Connors A. Wendy, Alfred Loedding & The Great Flying Saucer Wave of 1947, Rose Press, Albuquerque, New Mexico, 1998. 192 s.

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/02/el-da-despus-de-roswell/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-2/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-3/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-4/

https://marcianitosverdes.haaan.com/2011/03/el-da-despus-de-roswell-5/

Ruppelt Edward J., The Report on Unidentified Flying Objects. Doubleday and Company, New York, 1956.

Ruppelt Edward J., What the Air Force Found Out About Flying Saucers, True Magazine, May, 1954.


[1] Anónimo, Flying Saucer Mystery Deepens As Eyewitness Descriptions Increase, Albuquerque Journal, June 27, 1947.

[2] Anónimo, Flying Saucer Story Grows. Reports Pour In From Wide Area, The Oregonian, June 28, 1947.

[3] Anónimo, Flying, Saucers Reported at New Locations, Cable Associated Press, July 28, 1947.

[4] Anónimo, Rankin Report Adds Credence to ‘Disks’, The Oregonian, June 29, 1947

[5] Anónimo, Flying Disc Stories Being Probed By Army, San Mateo Times, July 3, 1947.

[6] Hay que tener muy en cuenta estos reportes de papalotes que fueron muy frecuentes durante los inicios de la era de los platillos.

[7] Ver más adelante una descripción más detallada de este avistamiento.

[8] Parece que lo correcto es Goldstein, como se escribió en otros informes.

[9] Bloecher Ted, Report On The UFO Wave of 1947, sin pie de imprenta, 1967.

[10] Americano.

[11] Ver los siguientes periódicos de San Francisco del 3 de julio: News; Chronicle; Examiner; y Call Bulletin.

[12] Anónimo, ‘Flying Disks’ Are Seen Here, Villager, Richland, Washington, July 3, 1947.

[13] Con esa declaración Bernier es el primero en plantear la hipótesis extraterrestre. Esta «hipótesis» pasaría al olvido hasta que fue rescatada por el Mayor Donald E Keyhoe.

¿Recordamos vidas anteriores ?

¿RECORDAMOS VIDAS ANTERIORES?[1]

Mario Méndez Acosta

La creencia en la reencarnación posee gran atractivo para múltiples personas que no se conforman con que su existencia se limite al plazo concedido por la naturaleza. A favor de esa posibilidad se ha recurrido al argumento de que, bajo hipnosis, es posible recordar vidas anteriores, y muchos terapeutas practican el método de la regresión hipnótica para tratar de curar a los pacientes de sus malestares psicológicos, enfocando sus problemas como si fueran el resultado de traumas, faltas o errores cometidos en alguna vida anterior. Se han analizado varios casos de personas que aseguran recordar una existencia previa, pero en todos ellos se ha observado que el sujeto pudo obtener la información manifiesta en sus regresiones, a partir de las experiencias de su actual existencia. En ningún caso se ha podido comprobar que una persona sea capaz de recordar un idioma desconocido por ella, o información histórica novedosa y verificable de la época en que pretende haber vivido.

Aparte del hecho indiscutible de que los recuerdos, tanto a corto como a largo plazos, se almacenan en el cerebro por medios materiales como son los impulsos electroquímicos o puramente químicos, y que la memoria de todo tipo se aniquila con la destrucción traumática de estos archivos en el ser humano, no se ha podido demostrar la existencia de una memoria inmaterial, que pueda heredarse en una encarnación posterior, a pesar de haberse llevado a cabo experimentos clínicos controlados en un número significativo de sujetos, que ponen a prueba la hipótesis de que bajo hipnosis podemos experimentar regresiones a vidas anteriores.

Se ha demostrado que aun la regresión a etapas de la infancia de la persona hipnotizada representa una gran componenda confabulatoria del sujeto; es decir, que él mismo inventa o fantasea respecto a cómo debería expresarse o sentir un niño pequeño. Barber, Spanos y Chaves documentan en un estudio de 1974 que los individuos sometidos a regresiones no presentan una recuperación real de las características cognoscitivas, perceptivas o emotivas del infante normal.

Spanos Uno de estos investigadores, el psicólogo clínico Nicholas P. Spanos, de la Universidad Carleton en Ottawa, Canadá, llevó a cabo un experimento muy revelador sobre el supuesto recuerdo de vidas anteriores bajo hipnosis.

Primero se pusieron a prueba 110 sujetos, para determinar su sensibilidad a la sugestión hipnótica y se les aplicó la técnica de regresión, pidiéndoles retroceder en el tiempo hasta antes de haber nacido, además de solicitarles que describieran dónde estaban y quiénes eran. 35 de los sujetos afirmaron hallarse en una vida anterior, y todos señalaron que eran personas distintas y que vivían en otra época, siendo sus descripciones muy vívidas. Se observó que la mayor parte de estas personas creía previamente en la reencarnación y casi todas referían que en esa vida pasada poseían igual clase social, sexo, edad y raza a los que en realidad tenían; además, sin excepción, todos afirmaron que su personalidad pasada pertenecía a la cultura occidental.

En un segundo experimento, con un número equivalente de sujetos, se dividió a éstos en dos grupos, uno de control, a cuyos miembros nada se les comentaría antes de la regresión, en tanto que al otro se le proporcionaría una sugestión adicional, aclarándoles que no era raro que las personas en regresión ocuparan cuerpos de otro sexo, raza o clase social, y que bien podrían estar viviendo en una cultura exótica. Al grupo de control no se le dio información alguna sobre lo que deberían esperar de su persona en otra vida pasada, y ocurrió que, después del experimento, los sujetos del grupo de la sugestión adicional mencionaron significativamente una o más características sobre las que se les había advertido.

Se investigó a continuación si los sujetos podían mencionar datos históricamente correctos sobre la época en que aseguraban vivir, y la mayoría proporcionó información errónea con mayor frecuencia que la correcta, errores que habría sido imposible que cometiera un habitante de la época y del lugar en cuestión. Así, uno aseguraba haber sido piloto japonés durante la segunda Guerra Mundial, pero desconocía el nombre del emperador del Japón y afirmaba que 1940 era un periodo de paz para ese país (que estaba en guerra contra China, Inglaterra, Holanda y Australia, aunque no todavía con los Estados Unidos).

Otro sujeto afirmó que era Julio César «emperador» de Roma, y que vivía en el año 50 de nuestra era. Pero César nunca fue coronado emperador y murió en el año 44 antes de Cristo. Además, en esa época nadie denominaría al año en curso como «50 después de Cristo», sino que se hubiera referido a la era que parte desde la fundación de Roma. Se determinó que los detalles de las fantasías de estos individuos habían sido extraídos de experiencias de su vida actual, y el que se creía reencarnación de Julio César informó haber estudiado con interés la historia antigua de Roma.


[1] Publicado originalmente en Ciencia y Desarrollo, Volumen XXVII, Número 159, Julio/Agosto del 2001, Julio/Agosto del 2001, Págs. 98-99.

La obra perdida de Gray Barker

Men Men in Black: The Secret Terror Among Us (Hombres de Negro: El terror secreto entre nosotros), fue la última obra importante del autor de West Virginia, Gray Barker, una figura legendaria en la historia de la ufología. En muchos aspectos, ésta es la secuela de sus anteriores best-sellers They Knew Too Much About Flying Saucers (una crónica del acoso que sufrieron los primeros investigadores ovni) y The Silver Bridge (la investigación de Barker sobre el lugar de los hechos de los acontecimientos del Mothman de la década de 1960). Desde que murió Barker, un año después del lanzamiento de Barker, no se distribuyó ampliamente. Como tal, se hizo enormemente raro y caro. Ahora, por primera vez, está siendo puesto a disposición del público en general.

Barker fue el primer investigador en acuñar el término «Hombres de Negro» en la década de 1950. Junto con John Keel, autor de The Mothman Prophecies, Barker fue responsable de hacer famoso el tema. Como editor y autor, Barker popularizó varios clásicos. cuentos parapolíticos, tales como el Monstruo de Flatwoods, el Incidente de Roswell, el Experimento Filadelfia, y el asunto de la isla de Maury. MIB: Secret Terror es, pues, una joya por descubrir para los folkloristas, los aficionados a los ovnis, forteanos, criptozoólogos, y teóricos de la conspiración por igual – la gran y final declaración de un maestro de muchos géneros.

Dentro de estas páginas, Barker une muchos de los temas expuestos a la sombra durante sus años como editor de Saucer News y Saucerian Press. Escrito después de la liberación de archivos de la CIA y el FBI altamente secretos a finales de 1970, constituye una visión experimentada de las cuestiones implicadas. En esta historia, sobria, y esclarecedora, el lector puede sentir lo que realmente estaba sucediendo detrás de las escenas de la ufología en West Virginia, Ohio y otras partes del país. Debido a las sanciones inherentes por revelar secretos de seguridad nacional (que los MIB parecían decididos a evitar), este trabajo está lleno de pistas ocultas, simbólicas. Para aquellos que saben leer entre líneas, este puede ser el mejor libro de Barker.

Esta edición especial de 2011 cuenta con la introducción de nuevos investigadores paranormales, Andy Colvin, Adam Gorightly, Allen Greenfield y Nick Redfern, así como pasajes originales de ufólogos legendarios como John Keel y Jim Moseley.

«Mis héroes ufológicos… Merecen ser leídos todos y cada uno…» –Greg Bishop, editor de The Excluded Middle.

«Sin Gray no habría misterio de los Hombres de Negro…» – Nick Redfern, autor de Memoirs of a Monster Hunter y On the Trail of the Saucer Spies.

«Complejo e inteligente… Ten mucho cuidado…» –John Keel, autor de The Mothman Prophecies y The Eighth Tower.

«Un soplo de aire fresco… Bien escrito, a veces humorístico, siempre entretenido. Fundamental en la definición de los mitos de los platillos voladores…» – Adam Gorightly, autor de Shadow Over Santa Susana: Black Magic, Mind Control & the Manson Family Mythos.

«Una de las grandes figuras los clásicos platillos voladores, de cuatro dimensiones…» –Jim Moseley, autor de Shockingly Close to the Truth: Confessions of a Grave-Robbing Ufologist.

«Captura el estado de ánimo, las imágenes góticas, y puras, la rareza de ensueño de los Hombres de Negro, incluso mejor que The Mothman PropheciesAllen Greenfield, autor de Secret Cipher of the UFOnauts y Secret Rituals of the Men in Black.

«Trascendente, significativo y artístico…» – Andy Colvin, autor de The Mothman’s Photographer y The Mothman Speaks.

Detalles del producto

Rústica: 196 paginas

Editorial: CreateSpace (March 11, 2011)

Idioma: Inglés

ISBN-10: 1450569668

ISBN-13: 978-1450569668