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No sólo de boludos vive Marcianitos

Nigeria: Misterioso objeto cae en una aldea de Jigawa

Vanguard (Lagos) 27 de junio de 2006

Abdusalm Mamad

Dutse

Un objeto desconocido ha caído del cielo en una lejana aldea de Tsurma, Kiyawa área del gobierno local del estado de Jigawa.

El objeto etiquetado «Adolphus 12» lleva la bandera nacional francesa que fue cubierta con una bolsa de polietileno de 8 pulgadas, unido con adminículos electrónicos, números telefónicos de Francia y de la república de Benin.

Testigos presenciales contaron al Vanguard que el extraño objeto cayó en la aldea alrededor de las 5.00 P.M., tiempo local, después de una leve lluvia, lo que causó aprehensión y tensión entre los habitantes.

La historia de los testigos presenciales indica que el objeto, que parecía ser accionado por control remoto desde un centro desconocido, intentaba despegar otra vez antes de que fuera amarrado por los aldeanos que alertaron posteriormente al Emir de Dutse, Alhaji Muhammadu Nuhu Sanusi.

Vanguard reporta que el objeto era del tamaño de un tanque de agua de 2.000 litros y tiene una inscripción que dice «quienquiera que lo encuentre debe llamar a los números que se anexan, esto no es peligroso, y es un experimento científico».

El objeto también tiene una antena, cuatro alambres aéreos, y un transmisor que parece un mecanismo de transmisión vía satélite.

Vanguard informa que la aldea soñolienta estaba volviéndose hacia la Meca en busca de noticias del objeto extraño mientras que una multitud que se estima de aproximadamente 10.000 personas se dirigen a la aldea para ver el objeto.

Siguiendo el desarrollo de los acontecimientos, la autoridad policial en Dutse envió un equipo de expertos antibombas para comprobar la verdadera naturaleza del objeto.

Las notas de los periodistas sobre el incidente, la Oficina de Relaciones Públicas de la Policía de Jigawa, ASP, Ejike Nwakalor, confirman que las investigaciones preliminares indican que el objeto es un adminículo científico seguro sin elementos destructivos, pero no pueden decir si era un objeto de espionaje.

http://allafrica.com/stories/200606270213.html

No es cierto. Aunque usted no lo crea

EL ATAUD DE CHARLES COGHLAN

No está muy claro cuando nació Charles Francis Coghlan. Mientras algunos autores[1] afirman que fue en 1814, otros aclaran que fue en 1841[2][3]. Sin embargo, la fecha más probable es esta última. Tampoco se ha establecido, sin lugar a dudas, el sitio de nacimiento. Dwight Whalen dice que fue en París, mientras que Richard Winer, Vincent Gaddis, Tom Slemen[4] y Frank Edwards[5], apuntan a que fue en la isla Príncipe Eduardo. Para la leyenda lo más conveniente es la isla Príncipe Eduardo.

Su padre fue John Coghlan, unos dicen que era un rico inmigrante irlandés que vivía en Príncipe Eduardo, en las costas al Este de Canadá. Otros afirman que eran pobres, por lo que sus estudios primarios sólo los pudo hacer gracias a un subsidio del gobierno.

El hecho es que, tiempo después, Charles partió a estudiar a Inglaterra. Entre parientes y amigos (o gracias a la fortuna del padre) se reunió el dinero suficiente para enviarlo a estudiar leyes. Se graduó con honores pero desilusionó a su padre cuando decidió convertirse en actor profesional.

La leyenda afirma que cuando salió de su hogar, dijo, dirigiéndose a sus parientes:

«Si un día consigo la fama y la gloria en los escenarios, regresaré a ésta, mi ciudad natal, por muchos que sean los obstáculos que pudieran impedírmelo. Dios me devolverá a mi tierra».

Pero esto se contrapone con el altercado que tuvo con su padre debido a su decisión de convertirse en actor. El anciano sentenció que en caso de que Charles no dejara sus ambiciones en el teatro, se debería olvidar de su herencia. Charles declaró que entonces él nunca más regresaría a Príncipe Eduardo.

EL ACTOR

De carácter extrovertido, de fácil palabra, Coghlan poseía una habilidad dramática excepcional. Sus estudios teatrales los realizó en París y Bristol. Su primera aparición la hizo en Londres en 1860 y se convirtió en el primer actor de la compañía Prince of Wales. A la edad de 19 años debutaba en los escenarios londinenses. Poseía una naturalidad y espontaneidad que pronto lo convertirían en figura prominente del espectáculo. Fácilmente se hizo de un lugar en los escenarios.

La carrera de Coghlan fue muy exitosa. Su fama como actor y su físico (alto, de pelo negro y de facciones viriles) atraían a las mujeres. Se dice que siempre estaba envuelto en algún escándalo amoroso. Le llamaban «el hipnotizador de mujeres» y corrían chismes sobre la cantidad de mujeres que se habían cruzado en su vida.

A los veintisiete años cosechaba aplausos de la crítica mundial al interpretar a Shakespeare. Trabajó con los más notables artistas de la época: Sir Johnston Forbes Robertson, Lillie Langtry, Minnie Maddern Fiske, Harrison Grey Fiske, Ellen Ferry Beatrice (Ellen Alice, como se llamaba realmente), Kate Ferry, Madge Robertson, George Rignold, y William Rignold, entre otros.

Su fama atravesó el Atlántico. Regresó a América en 1876. En la ciudad de Nueva York realizó varias representaciones. Actuó para la compañía de Augustus Daly, y luego para la Union Square durante la larga temporada de The Celebrated Case. Formó su propia compañía, Royal Theater Company, que se especializaba en los dramas de Shakespeare. Se presentó en Broadway y en el medio Oeste americano. Hizo papeles secundarios para la su hermana Rose Coghlan y para las señoras Langtry y Fiske, y en 1898 produjo la versión de Kean de Dumas, llamada The Royal Box, que estelarizaría con gran éxito hasta el final de sus días.

LA PREDICCIÓN

Se decía que Coghlan era demasiado supersticioso y regularmente visitaba a los adivinos y astrólogos. Un día Coghlan visitó una gitana que le vaticinó:

«Charles, serás muy famoso, pero tendrás una muerte a la altura de tu fama. No descansarás hasta que hayas retornado al lugar de tu nacimiento».

Charles se impresionó por esta predicción y constantemente la relataba a sus amigos.

Según Winer, esta gitana o algún otro vidente le hizo esta otra predicción:

«No vivirás para ver el siglo XX. Serás enterrado en una ciudad del Sur, pero una gran tempestad se abatirá sobre esa ciudad y tus restos serán arrojados al mar».

En noviembre de 1899 la compañía de Coghlan representaba Hamlet en Galveston, Texas. El 27 de ese mes, poco antes de un llamado a escena (o en medio del escenario, según Slemen), Coghlan se quejó de un malestar y al poco tiempo murió.

Al siguiente día los restos de Coghlan fueron colocados en un ataúd de madera de ciprés forrado de plomo, y fue enterrado en el cementerio de Galveston. El ataúd fue puesto en una cripta de granito.

Dos años después, el 27 de agosto de 1900, una de las tempestades tropicales más terribles, se gestaba en el Océano Atlántico. Al llegar al Caribe era todo un huracán, el peor que haya azotado las costas de los Estados Unidos. Los vientos eran de más de 350 kilómetros por hora. La presión bajó hasta 27.64 pulgadas.

El huracán llegó a Galveston el 8 de septiembre. Más de 6,000 personas perdieron la vida. Algunos suben el conteo de víctimas hasta 8,000. Se calcula que cerca de la sexta parte de la población de Galveston murió en la inundación. Los cuerpos eran recogidos en carretas para ser arrojados al mar. Cuatro mil casas fueron reducidas a despojos de madera, ladrillo y lodo. Las aguas del mar subieron casi siete metros. Los daños superaron los treinta millones de dólares.

Las aguas arrastraron hacia el mar no solo los restos de edificios, árboles y personas, sino que también llegaron al cementerio destruyendo criptas y desenterrando los muertos. Los cadáveres de gente fallecida hacía mucho tiempo se mezclaron con los muertos hacía poco y con los que había generado el huracán. Los ataúdes se hacían pedazos por la violencia de las aguas y sus restos fueron arrastrados hacia el golfo de México.

A la mañana siguiente las autoridades observaron que varios ataúdes habían sido arrastrados al mar. Uno de esos ataúdes arrancados por el huracán contenía los restos mortales de Coghlan. Los autores de libros de misterio creen que las aguas lo llevaron al Sudeste, arrastrado por la corriente occidental y la corriente del Golfo, cuya velocidad es de 120 kilómetros por día.

EL ATAUD FLOTANTE

En 1906, según Winer sin apuntar la fecha exacta, el Sky Plover encontró algo aterrador. La tripulación había terminado la comida del mediodía, cuando el vigía anunció:

«Â¡Naufragio! ¡Dos puntos proa babor!»

La tripulación oteo el horizonte y diez minutos después, los asombrados marinos vieron, en lugar de restos de naufragio, ¡varios ataúdes!

En efecto, eran cuatro ataúdes cubiertos de coral, conchuela, barnaclas, lama y otras protuberancias marinas. ¿Se trataba de los restos arrancados del cementerio de Galveston? Nunca lo sabremos pues según Winer los miembros del Sky Plover se negaron subir a bordo tan macabro hallazgo.

Pero, por otra parte, parece que esta es otra parte inventada de la leyenda. Nunca existió ninguna embarcación llamada Sky Plover.

Edwards, Gaddis y Winer afirman que la corriente del Golfo de México llevó el sarcófago hasta las cercanías de Terranova. Allí fue sacado de la corriente por una galerna. Luego flotó sin rumbo frente a la costa oriental del Canadá, hasta que en octubre de 1908, ocho años y un mes después de que el huracán azotara Galveston, llegó a las cercanías de la isla Príncipe Eduardo. Varios pescadores de la isla habían echado sus redes en el Golfo de San Lorenzo, cuando de pronto notaron una caja oblonga, cubierta con barnaclas, que flotaba en el agua, muy cerca de la isla.

Los marineros la amarraron a sus botes y la remolcaron a tierra. La caja estaba cubierta de moluscos marinos y escaramujos. Se le quitó la gruesa capa de conchas y deposiciones de las barnaclas, descubriendo que se trataba de un ataúd con una placa de plata en la cubierta que decía:

«Charles Francis Coghlan. Nacido en el año 1841. Muerto en 1899».

A unos cuantos kilómetros se encontraba la aldea en donde había nacido y crecido el actor. Los restos fueron sepultados cerca de la iglesia donde había sido bautizado. Charles Francis Coghlan, al fin, había regresado a casa.

Bueno, eso es por lo menos lo que cuenta la leyenda, pero ¿Qué hay de cierto en todo esto?

¡AUNQUE USTED NO LO CREA!

Coghlan se casó en 1893, a la edad de 52 años, con Kuche Beveridge. Compró una residencia de verano en una granja de Fortune Bay, en la isla Príncipe Eduardo, donde poco después nacería su hija, Gertrude Coghlan.

El actor había «regresado» a la isla en vida y no como dicen los escritores, muerto y conducido por un ataúd.

Gertrude había casado con Augustus Pitou, promotor y actor que tiempo atrás había sido representante del propio Charles. Ambos habían gastado una fortuna en la búsqueda de los restos de su padre.

Consultó con los amigos de su padre, como Harrison Grey Fiske quien fuera el editor de teatro del New York Mirror; crítico y escritor notable, que también había producido las puestas en escena más notables del siglo XIX en Nueva York; propietario y editor del Dramatic Mirror[6]. Contrató detectives en Bayside, Long Island, en donde vivía la pareja, pero todo fue inútil. No se encontró ni la más pequeña pista.

El 15 de septiembre de 1927, la señora Coghlan leía Evening Post. Al final de su lectura se dirigió a la sección de Robert L. Ripley, Believe it or not! Su sorpresa fue mayúscula al ver que la nota principal[7] se refería a su padre:

«Charles Coghlan regresó a casa. El murió en 1897 y fue enterrado en Galveston. Cuando un trágico diluvio arrastró su ataúd hacia el mar y la Corriente del Golfo lo llevó, alrededor de la Florida, y después hacia el Norte, hasta la costa de la isla Príncipe Eduardo -a 2,000 millas de distancia-, donde había nacido»[8].

El corazón de Gertrude latió con fuerza. Si bien era cierto que Ripley estaba equivocado en dos cosas (Coghlan había nacido en París y su muerte ocurrió en 1899), tal vez el ataúd de su padre, finalmente, había sido encontrado.

La señora de Pitou se comunicó a la redacción del Evening Post. El editor la puso en contacto con Ripley. El dibujante afirmaba que aquellos datos procedían de la biografía de Lillie Langtry[9] y las memorias de Sir Johnston Forbes Robertson[10].

Gertrude sabía que esos dos actores habían trabajado con su padre, por lo que de inmediato compró un ejemplar de cada libro para leerlo.

En realidad en la autobiografía de la señora Langtry, The Days I Knew (Los días que conocí), se dice que el ataúd de Coghlan fue barrido hacia el mar, pero no se menciona el posterior hallazgo del ataúd, en la isla Príncipe Eduardo. El primero en mencionar este dato es Johnston Forbes en A player under three reigns (Un actor en tres reinos), en donde escribe:

«He hablado de Coghlan y sus actuaciones, pero me han contado un hecho curioso acerca del final de este excelente actor que debo hacer constar. Después de actuar en Romeo y Julieta, se comprometió para una obrita en el teatro Shaftesbury, que no tuvo mucho éxito. Retornó a América y nunca volvió a Inglaterra. Creo que al año siguiente murió en Galveston. Poco después de su entierro, azotó una violenta tormenta del Golfo, y las aguas barrieron su ataúd, entre otros, hacia el mar. La Corriente del Golfo lo arrastró alrededor de la Florida y por la costa Este, 1,500 millas, hasta isla Príncipe Eduardo, arrojándolo a la costa, no lejos de su casa».

RASTREANDO UN ATAÚD

El Evening Post recibió una carta de Gertrude Coghlan:

«Por favor, verifique esta información. Si supiéramos que hay algo de cierto en esa versión, comenzaríamos de inmediato una búsqueda en la isla Príncipe Eduardo».

El periódico se comunicó con Robertson, quien por cable contestó desde Londres:

«Me apena mucho no poder contestar categóricamente su mensaje. No recuerdo el conducto por el que me enteré de la suerte del cadáver de mi amigo; lo único que se es que quien propaló la noticia es una persona de toda mi confianza. En realidad creo que dos personas me contaron la historia. Realmente es chocante que este mito evidente haya sido incluido en mi libro. Supongo que su hija ha consultado a George Tyler, quien fue el agente de Coghlan por algún tiempo».

Inmediatamente la señora Pitou y el Post se comunicaron con Tyler.

«He oído la historia del ataúd de Coghlan no una, sino varias veces. Amigos cercanos de él me han dicho que apareció en la isla Príncipe Eduardo. Fue arrojado por el mar a la costa, en Fortune Bridge. Recuerdo que una vez, hace años, cuando mencioné que había sido encontrado en la playa de Galveston, alguien me corrigió «“no me acuerdo quién-, y me dijo que había sido llevado por la Corriente del Golfo hasta la isla canadiense. Me lo han dicho varias personas en quienes tengo confianza».

Poco más se pudo averiguar en ese entonces. La leyenda continuó y pasó a ser un clásico de lo insólito, a pesar de que todo indicaba que era un fraude. Charles Coghlan no había nacido en la isla Príncipe Eduardo, aunque había comprado una propiedad en Fortune Bay, en donde está el Fortune Bridge que menciona la leyenda. Algunos mencionan que el ataúd se encontró, poco después del huracán, muy cerca de Galveston. ¿Cómo pudo flotar un ataúd recubierto con placas de plomo? Una placa de plata sobre el ataúd resulta muy ostentosa, aún para un actor de fama. ¿Inventó Robertson la historia, y luego que vio que su broma había llegado demasiado lejos (hasta la hija de Coghlan), trató de escurrir el bulto?

La historia del ataúd de Charles Coghlan se menciona en uno de los coros de The Dog Beneath the Skin. Otra mención se hizo en 1934 en The Chase (1934). Se puede leer una versión abreviada, en la página 178 de Players: 1928-1938, editada por Edward Mendelson en 1988.

CASI UN HOMÓNIMO

Años después saldrían a la luz nuevos datos que darían un giro a la historia.

El 10 de junio de 1965 The Guardian publicó el artículo Pintoresca y fantástica historieta del cadáver de Coghlan, firmado por Neil A. Matheson, quien había entrevistado al doctor A. A. «Gus» MacDonald, de 91 años por aquel entonces. El médico declaró al periodista que tanto él «“que había practicado la medicina en Fortune Bay en 1908, cuando supuestamente se encontró el ataúd de Coghlan-, como la demás gente del pueblo, sabían que la historia era puro invento. Nadie conocía ninguna tumba de Charles Coghlan en esa sección de la provincia.

Por su parte la señora Beatrice Johnston, de Fortune Bay, calificó la historia de «pura patraña».

Matheson concluía su artículo así:

«Lo único cierto acerca de la leyenda, hasta donde he podido averiguar, es lo concerniente al cementerio que fue barrido por las aguas en Galveston».

Por las mismas fechas en que desapareció el ataúd de Coghlan, murió el también actor de teatro Charles P. Flockton, en Los Angeles, California (1904). De acuerdo con The Guardian de Charlottetown, del 5 de octubre de 1950, el último deseo de Flockton había sido que su cuerpo fuera cremado y que sus cenizas fueran enterradas en su casa de Cabo Abell, en Fortune Bay, isla Príncipe Eduardo. Todo esto se cumplió y los restos de Flockton descansan actualmente bajo un monumento de piedra.

Parece que en el asunto esta involucrado una confusión de nombres. Charles Coghlan y Charles Flockton suenan parecidos. Los dos eran actores con propiedades en Fortune Bay, y los dos murieron alrededor del año en que ocurrió la tragedia de Galveston.

Recientes investigaciones apuntan a esta hipótesis[11][12].

La historia del ataúd de Coghlan fue tomada por Albert A. Brandt para la revista Fate[13] y es probable que esa haya sido la fuente de Edwards. Posteriormente Gaddis la incluyó en su libro, de donde la tomó Winer, quien además inventó el caso del Sky Plover. La historia de los ataúdes flotantes es apócrifa. No se conoce de la existencia de ningún Sky Plover, se sabe que un Sky Dove se hundió en 1908, pero no se recuerda que haya tenido un encuentro con ataúdes en el mar.

Los escritores de temas paranormales constantemente reciclan sus mentiras, por lo que dudo mucho que a esta historia la podamos meter en un ataúd para enterrarla. Continuará flotando por años en el mar de las leyendas.

BIBLIOGRAFÍA

Anonym, Drama at Abell’s Cape, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1979.

Anonym, The Charles P. Flockton Comedy Company, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1982.

Barret Andre, Les Premiers Reporters Photographes, 1848-1914, Paris, 1977.

Brandt A. Albert, The man who came home, Fate, June 1952.

Edwards Frank, Strange world, Lyle Stuart, New York, 1959.

Gaddis Vincent, Verdaderos misterios del mar, Editorial Diana, México, 1974, pág. 57.

Langtry Lillie, The Days I Knew,

Ripley L. Robert, Believe it or not!, Evening Post, September 15, 1927.

Ripley L. Robert, The Omnibus Relieve It or Not!, Stanley Paul, London, sin fecha.

Robertson Forbes Johnston, A player under three reigns, Little, Brown & Co., Boston, 1925.

Slemen Tom, The coffin came home. Charles Coghlan, Artículo en Internet, 2001.

Whalen Dwight, Charles Coghlan nunca volvió a casa, Destino, Volumen 1, Número 4, Florida, 1979, pág. 30.

Winer Richard, Nuevos casos en el Triángulo de las Bermudas, ATE, Barcelona, 1977, pág. 75.

Charles Francis Coghlan.

Lillie Langtry.

Minnie Maddern Fiske.

Ellen Terry Beatrice.

En primer plano, de barba blanca., Harrison Grey Fiske.

Cartel de la obra The Royal Box.

Diversos aspectos de la destrucción dejada por el huracán de 1900.

La ciudad quedó en ruinas.

El huracán destruyó y arrasó casi por completo la ciudad de Galveston.

Cuando bajaron las aguas, la destrucción era más que evidente. El mar fue la fosa común para cientos de las víctimas del huracán.

Cartel de The Privateer, en la producción de Morrison.

El actor inglés Sir Johnston Forbes Robertson.

Fotografía de Charles P. Flockton, en la época en que murió Charles Coghlan.


[1] Gaddis Vincent, Verdaderos misterios del mar, Editorial Diana, México, 1974, pág. 57.[2] Whalen Dwight, Charles Coghlan nunca volvió a casa, Destino, Volumen 1, Número 4, Florida, 1979, pág. 30.

[3] Winer Richard, Nuevos casos en el Triángulo de las Bermudas, ATE, Barcelona, 1977, pág. 75.

[4] Slemen Tom, The coffin came home. Charles Coghlan, Artículo en Internet, 2001.

[5] Edwards Frank, Strange world, Lyle Stuart, New York, 1959.

[6] Barret Andre, Les Premiers Reporters Photographes, 1848-1914, Paris, 1977.

[7] Ripley L. Robert, Believe it or not!, Evening Post, September 15, 1927.

[8] En una de las colecciones de los libros de Ripley, Ripley L. Robert, The Omnibus Relieve It or Not!, Stanley Paul, London, sin fecha, se proporciona esta información adicional:

«El actor Charles Coghlan fue enterrado en Galveston, Texas, en 1897. Después de un huracán y un diluvio que azotó el sitio en 1900, su ataúd fue arrastrado al mar y llevado por la Corriente del Golfo por más de 2,000 millas, bordeando Florida, hasta la isla Príncipe Eduardo, en donde había nacido el actor».

[9] Langtry Lillie, The Days I Knew,

[10] Robertson Forbes Johnston, A player under three reigns, Little, Brown & Co., Boston, 1925.

[11] Anonym, The Charles P. Flockton Comedy Company, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1982.

[12] Anonym, Drama at Abell’s Cape, The Island Magazine, Spring/Summer, Canada, 1979.

[13] Brandt A. Albert, The man who came home, Fate, June, 1952.

Ovni fortuito 4

Whitley Stridente jugaba con su perro a las afueras de su casa de campo en New Jersey. Quería probar su nueva cámara digital y llamó a su perro Joke para utlizarlo como modelo. Le puso una bonita pañoleta roja con puntos blancos y salió al jardín.

Stridente sacó fotos durante poco más de una hora y nunca vio nada anormal. En la noche, al bajar las fotos a su computadora, vio que en una de ellas aparecía la típica figura de un plato volador. Parece que el único que se dio cuenta de su presencia fue Joke quien salta y ladra hacia el objeto como si quisiera atraparlo con el hocico.

La foto fue analizada por el experto ufólogo Bruce Meacabe quien demostró, sin lugar a dudas, que se trataba de un auténtico platívolo volante de Zeta Ridículi (esquina con avenida Hidalgo, segundo piso, departamento 4).

¿Cómo llegó a semejante conclusión? se preguntarán nuestros lectores. No hay más que revisar los análisis fisico-quimico-fisiológico-matemáticos que realizó el doctor Meacabe. Parte de esos análisis se pueden ver en la misma foto.

Evidencia irrefutable, como diría un ufólogo mexicano.

Bola de Corrientes

En el título no me refiero a los ufólogos (¿o sí?); en realidad me ocupo de la esfera que cayó en la ciudad argentina de Corrientes.

El martes 20 de enero del 2004, como a las 10 de la mañana, los residentes de la Colonia Pando, en el departamento de San Roque, 150 kilómetros al sur de la ciudad de Corrientes, Argentina, escucharon una explosión. Estaba lloviendo por lo que muchos pensaron que se trataba de algún trueno. Al parecer sólo Miguel Benítez, un niño de entre 11 y 12 años, fue testigo de la caída.

«Yo estaba en mi casa cuando escuché una explosión que me asustó. El ruido era parecido al mal tiempo. Entonces salí a mirar. Divisé algo que no se veía bien porque estaba nublado. Primero era chiquitito, pero después se hizo grande. Vi cómo venía cayendo esa cosa redonda y que largaba mucho humo. Me asusté porque pensé que a lo mejor caía sobre mi casa y me escondí».

«No pudimos salir a mirar rápido porque estaba lloviendo, pero cuando al rato vino mi papá de trabajar le contamos y se fue a avisarle a los vecinos para que vengan a ver, y después nos fuimos todos a mirar».

José Abel Alegre, periodista de Radio Sudamericana de Corrientes, estuvo en el lugar, 3 kilómetros campo adentro del camino más cercano, y habló con la familia Benítez, y cuenta de esta manera su entrevista:

«Felisa, la mujer, contó que esto pasó el martes a las 10 de la mañana. Escucharon dos estruendos que movieron la tierra (por eso seguían buscando un segundo elemento) y vieron un objeto que venía largando fuego. Pasó por arriba de la casa y fue a parar a 400 metros de ahí».

La mujer y sus cuatro chicos se asustaron y se encerraron en la casa.

«Al rato largo, unas tres horas después, llegó Roberto Benítez, que había ido a buscar los animales, y encontró el objeto».

– ¿Quién dejó eso ahí? -preguntó Benítez a su familia.

– No, papá -contestó Darío, uno de los chicos-. Eso cayó del cielo.

El objeto fue a caer en la estancia de Ramón Tomás «Tito» Bolo, ubicada zona conocida como «El Rosado», de la Segunda Sección de Gustavino, a unos 20 kilómetros de la Colonia Pando. La esfera impactó a unos 300 metros de la casa de la familia Benítez, y a unos 800 metros del río Santa Lucía, en un lugar de difícil acceso.

Los integrantes de la familia Benítez, caseros del campo, fueron algunos de los testigos de la llegada del objeto. José Benítez, cuidador de la estancia de «Tito», dijo haber escuchado el ruido, parecido a un trueno primero y luego emitiendo un sonido metálico similar al que produce un golpe en un tambor vacío. La tierra tembló bajo sus pies.

Los periodistas de El Clarín entrevistaron a Melina Álvarez, 27 años, «coloniera», contó:

«Esa mañana estaba soleado como para llover. Sentimos como un trueno. Pero también pensamos que pudo haber sido una explosión lejana. Recién ayer a la mañana nos enteramos de lo que pasó».

En toda la colonia viven unas 2.000 personas. En el área urbana, de unas pocas manzanas, ni siquiera la policía tiene teléfono: el único servicio disponible es un semipúblico. Como continuaba la fuerte lluvia, Roberto Benítez tuvo que esperar hasta las 18 horas para salir a la ruta y avisarle a las autoridades y a los bomberos voluntarios de San Roque. La Policía correntina se enteró a las 10 de la noche.

Los primeros bomberos llegaron al lugar la madrugada del día siguiente, dirigidos por el jefe de bomberos de la zona, Adolfo Soler, tras lo cual pusieron en conocimiento de las autoridades provinciales sobre el hecho.

A primera hora de la mañana del 22 de enero el grupo de bomberos de la Brigada de Riesgos Químicos «“a cargo del subcomisario Félix Cemborain– llegaron al lugar para tomar contacto con el objeto, pero además para buscar muestras para su posterior análisis.

En el lugar los expertos levantaron muestras tanto de la pieza como del suelo donde había caído donde quedó -como toda señal- una especie de círculo de pasto quemado. Los efectivos de la Brigada de Riesgos Químicos decidieron trasladar el objeto hasta la subcomisaría de Colonia Pando para que permaneciera custodiada.

«Se tomó esta decisión porque el objeto no tenía a simple vistas marcas, señas ni sellos que indicaran que estaba compuesto por algún tipo de elemento radiactivo como tampoco sería tóxico, además consideramos que estaría mejor resguardado en la subcomisaría».

Los vecinos «Peto» Benítez, los Ríos, Juana Monzón, Dominga Ibarra y Claudia, Karina y Rocío Maidana contaron tanto a los periodistas como a los bomberos, policías y demás que llegaban hasta el campo de «Tito» Bolo para saber lo que había pasado.

UNA ESFERA METÁLICA

Luego, en una improvisada rueda de prensa realizada en la comisaría departamental, Cemborain daría los primeros resultados de su investigación:

«Es una especie de esfera que tiene 3,90 metros de diámetros, 1,40 de alto, una sola boca que mide 70 centímetros y adentro tiene unas válvulas; no dejó un cráter porque es liviano, es un cilindro que pesa 40 kilos y posee signos claros de combustión».

Desde un primer momento, los vecinos se habían acercado y -por lógica curiosidad- comenzaron a revisar y a tocar el objeto, más allá de que al parecer no revestía peligrosidad para sus vidas.

«Incluso «“dijo Cemborain- nos enteramos que los chicos se habían metido adentro del cilindro y lo hacían rodar de un lado para otro, por lo que tal vez lo mejor fue llevarlo a un lugar donde estuviese a resguardo».

Según el Ministro de Gobierno de la provincia, Jorge Barrionuevo, el aparato dejó en el lugar un hueco de algunos centímetros y el pasto quemado alrededor. El Ministro dijo que el objeto fue removido del lugar donde cayó y colocado bajo custodia de fuerzas de seguridad hasta tanto sea identificado por especialistas del ministerio de Seguridad de la Nación o de la Fuerza Aérea Argentina.

«Tenía un fuerte olor a combustible, en sus laterales posee la inscripción «Made in Italia» y un número: 06037-501 (F). Es de chapa muy liviana, ya que no alcanza a pesar unos 30 kilos».

Otras versiones indican que el número grabado era «060 – 370 – 501- F», «060370-501(F)» o «A 41-8 1060370501-S». En cuanto a los otros códigos las versiones son mas vagas y confusas ya que la -S se leería como -F o -7. También se dijo que se podían leer las letras «ITI» o «IN I».

El Subsecretario de Seguridad de Corrientes, Manuel Aguirre, manifestó que el objeto tiene una inscripción en letras y números «A 41-8 1060370501-S». Y concluyó que:

«Si tiene esa identificación, alguien lo estaba usando, y no es algo extraño a los terrestres».

El Subsecretario indicó que se tomó conocimiento de la caída del objeto el mismo 21 a las 21:55.

«En ese momento nos llegó una información del jefe de la Regional de la zona, manifestándonos que había caído un objeto no identificado».

Añadió que de inmediato se tomaron las medidas del caso, disponiendo que fuera hasta el lugar un equipo especializado en productos químicos, ya que «aparentemente se había desprendido un producto químico del envase o del objeto que había caído».

A partir de ese momento se desató la vorágine de conjeturas e hipótesis sobre qué era en realidad ese objeto no identificado. Desde que era un pedazo de avión, un OVNI, hasta que despedía algún tipo de líquido, todo era posible.

Los ufólogos también hicieron su aparición. Las señoras Silvia y Andrea Pérez Simondini, del grupo Visión OVNI, apoyaron la hipótesis de que el objeto era de procedencia italiana:

«Sres. directores Corrientes Noticias: De nuestra mayor consideración Tenemos el agrado de dirigirnos a ustedes para poner a disposición de ustedes los conocimientos que nuestra organización (visión Ovni) ha adquirido a lo largo de los años en virtud del estudio de los sucesos de Victoria Entre Ríos. Allí hemos investigado un objeto caído en la localidad de Montoya, del cual poseemos una parte y tenemos la posibilidad de comentarles que el objeto caído en La región es de procedencia efectivamente Italiana, de una empresa Lazio media, cuyo director es el reconocido científico Arnaldo Valenzuela (argentino radicado hace años en Italia y consultor de la nasa en proyectos espaciales). Creemos que en la zona se desarrollan investigaciones vinculadas con las corrientes electromagnéticas con prácticas de bombardeo de bario en la alta atmósfera. Tenemos un equipo en victoria en este momento, a cargo de Silvia Pérez Simondini, que pueden contactarla únicamente por esta vía y en Buenos Aires, con quien escribe Andrea Pérez Simondini al teléfono xyz Quedamos a vuestra disposición Atte. Andrea Pérez Simondini webs.sinectis.com.ar/rdva»

El coordinador de prensa del Gobierno de Corrientes, Óscar Nicliz, indicó a un grupo de periodistas que el lugar donde se detectó el objeto se encuentra acordonado.

«En el lugar donde cayeron los restos el césped estaba quemado y había una especie de aceite».

CONFUSIÓN Y CONJETURAS

Pero parece que muchas de estas noticias eran simples conjeturas. Incluso no se llega a un acuerdo en cuanto a las dimensiones y características del objeto. Se dijo que medía 3.60 metros de diámetro por 1.60 de altura; otros mencionaron 3.30 por 1.60. Que tenía una abertura de 70 centímetros o de 60. Que pesaba 30 kilos o 40. Que el lugar del impacto presentaba quemaduras en el pasto (un círculo de un metro y otros manchones varios metros de distancia). Y que el aparato despedía un líquido amarillento.

Sobre este último punto el que escribe sugirió que pudiera tratarse de algún combustible, mismo que hubiera quemado el lugar del impacto. Pero como bien señaló el investigador catalán Manuel Borraz, un objeto de este tipo, cruzando la atmósfera hasta llegar a tierra difícilmente podría contener restos de combustible.

«Así que una posibilidad alternativa sería la de que el líquido que escapaba del objeto, según algunas versiones, fuera quizás agua «teñida» al entrar en contacto con el mismo. Lo apunto como una mera posibilidad».

Considero que esta es la respuesta más apropiada. El agua de la lluvia, al entrar en contacto con la esfera que se encontraba a alta temperatura, contribuyó a enfriarla, tiñéndose de algún subproducto generado por las altas temperaturas.

Coincidentemente sobre el asunto del líquido amarillento, el director ejecutivo de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CONAE), Conrado Varotto, precisó que, «por la temperatura que tuvo que soportar ese artefacto», se descarta que «aún tenga restos de combustible, por lo que llama aún más la atención como llegó hasta el suelo».

Manuel continuaba:

«Por asociación de ideas, un «depósito» agujereado algo debía perder. Y «una bola que venía por el cielo largando fuego», «un bulto oscuro y humeante» que se precipitaba a tierra, algo debía quemar».

Tampoco existe consenso en cuanto al grabado que aparece en la esfera. Esto es debido a que sobre su superficie quemada puede leerse con dificultad una marca o un número. La primera versión indicaba que se leía «Made in Italy» o «ITI» o «IN I». Esto llevó a las autoridades argentinas a comunicarse con la Embajada italiana, pero ahí desconocían del asunto. Luego, el comodoro Jorge Retta, jefe de prensa de la Fuerza Aérea Argentina, informó que se trató de una información incorrecta.

Retta explicó que «hubo una apreciación equivocada» de las fuerzas policiales y los bomberos que llegaron primero al lugar.

«Nuestra gente que viajó al lugar donde cayó el satélite no ha encontrado ninguna identificación, pues la parte donde podría haber algún código, algún indicio sobre el origen, está chamuscada y no se lee nada con claridad».

«Adjudicar el origen a Italia ha sido una equivocación de la Policía, que llegó primero».

La versión de una fuente italiana para esta esfera quedó enterrada al identificar su verdadero origen: la tercera etapa de un cohete Delta II. Ningún contratista italiano participo en el programa Delta-II.

El objeto fue trasladado hacia la Capital provincial y luego a Buenos Aires para ser estudiado.

SE IDENTIFICA EL OBJETO

Pero ya el mismo 21 se había identificado el objeto. La CONAE emitió un comunicado que decía:

COMISION NACIONAL DE ACTIVIDADES ESPACIALES

Comunicado de prensa

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales comunica que acorde a la información recabada, el objeto que cayo en el municipio de San Roque, Provincia de Corrientes, seria parte de la tercera etapa de propulsión de un cohete lanzador Delta 2, utilizado para colocar en orbita el satélite GPS Navstar 35, lanzado desde Cabo Cañaveral, Estado de Florida, el 26 de octubre de 1993.

Si bien la trayectoria final de reentrada a la atmósfera de la etapa de propulsión mencionada pasaba por la zona del litoral argentino (información provista por el Orbital Information Group de NASA), ha sido necesario conocer con mayor precisión la hora de caída, a fin de determinar con certeza que el objeto podría ser el indicado.

Independientemente de ello, los técnicos de la CONAE y de otros entes del Sistema Federal de Emergencias están trabajando en el sitio, a fin de efectuar los análisis técnicos correspondientes.

Buenos aires, 21 de enero de 2004, 20,30 hs

Efectivamente, se trataba de la tercera etapa de propulsión de un cohete lanzador Delta II, modelo 7925, utilizado para colocar en orbita al satélite GPS Navstar 35, lanzado desde Cabo Cañaveral, estado de Florida, el 26 de octubre de 1993. La caída coincide aproximadamente en el lugar, en la fecha y hora predicha para la reentrada (12 horas UT del 20/01/04), y en el tamaño (2.3*1.2 m) y forma de la etapa 3 (PAM-D).

APÉNDICE

El investigador Luis Augusto Reggiardo, proporciona los siguientes datos que corroboran lo dicho:

OBJETO RECUPERADO:

[Población: 18.000

Coordenadas aprox. de impacto: 28° 36′ 37″ S – 58° 34′ 49″ O

Hora de impacto: 20.01.2004 11:40UTC / 12:40 UTC / 13:30 UTC [Difieren versiones]

El objeto que se encontró es solamente la carcaza del motor de la 3era fase de un cohete Delta-II 7925 (pero sin el). Esta carcaza que es muy dura pero liviana (hecha de Titanio) se encontraba originalmente dentro de un modulo llamado PAM-D que es la 3er fase del Cohete Delta II, cuya misión fue poner en orbita un satélite del sistema GPS en 1993.

Finalizo su misión (quemando todo su combustible) y quedo orbitando alrededor de la Tierra desde 1993, durante 11 años sin ningún uso práctico, formando parte de la «chatarra espacial». La madrugada del 20 de enero reingresó ferozmente a la Tierra

COHETE AL QUE PERTENECE EL OBJETO RECUPERADO:

Tipo: DELTA-II MLV (Medium Launch Vehicle) de 3 etapas e inyector largo.

Numero: 7925

Código NORAD: 22877

Fabricante: McDonnell Douglas Astronautics Corp. en Huntington Beach, CA. y Boeing Corp. en Canoga Park, CO

Numero de serie: 223

Fairing: 9.5 pies

Masa: 1882 T

Carga máx.: 1869T

Peso bruto de despegue: 230,88T

Peso bruto de combustible: 194,73T

Largo total: 39,38mt

Máx. diámetro: 4,60mt

Sobre el modelo:

Operacional del 26.11.1990 al 10.06.2003

50 Vuelos orbitales.

MISION DEL COHETE: Poner en orbita el satélite NAVSTAR-34 (GPS)

Lanzamiento: 26.10.1993 – 17:04 UTC; Estación LC 17B de Base de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral, Florida, USA

Puesta en orbita del satélite: 28.10.1993

SATELITE NAVSTAR-34:

Satélite: GPS Navstar 34 – Block IIA-23, PRN-04

Fabricante: Rockwell Space Systems

Cliente: Departamento de Defensa de USA (DOD)

Nombre NORAD: NAVSTAR 35 R/B (PAM-D)

Código NORAD: 22879

Designación Internacional: 1993 068C

Entrada en operaciones: 22.11.1993

Masa: 1665kg

Tiempo de vida: +7.5 años

Orbita de la misión: MEO / 20.200 km (10, 900 nmi)

Slot orbital: D4

Reloj atómico en uso: 2 de Rubidio (Rb)

Capacidad: SA (Selective Availabity) y A-S (Anti-spoof), sensor de detonaciones nucleares.

Señales de navegación: 2 en banda L (1575.42 MHz (L1) y 1227.60 MHz (L2))

Estado: ACTIVO [Fuera de uso entre el 21.01.2004 19:00 UTC al 22.01.2004 07:00 UTC por mantenimiento de relocación.]

Etapa 3 – PAM-D (Payload Assist Module – Delta Model / Modulo de Asistencia de la Carga Útil – Modelo Delta)

Modelo: Star 48B

Fabricante: Thiokol

Largo: 2,03mt

diámetro: 2,44mt

Masa: 2144kg

Masa vacío: 114kg

Motor (dentro del PAM-D):

Modelo: TE-M-711-18 [Código] – Star 48B

Fabricante: Thiokol

diámetro: 1,245mt

Largo: 2,032mt

Masa: 2.140,5 Kg.

Cámaras: 1

Tiempo de quemado: 84,5s

Peso combustible: 2011kg

Cobertura (carcaza, tanque combustible): Aleación de Titanio Ti-6Al-4V (Titanio-6Aluminio-4Vanadio)

Combustible: Sólido TP-H-3340

Composición Combustible:

Perclorato de Amonio (AP) – 71%

Aluminio (AL) – 18%

HTPB Binder (HTPB)- 11%

Tobera: Semi-sumergida con cono de carbono-fenólico (es lo que le falta al objeto recuperado, se encontraría en la abertura, pero se perdió en el reingreso)

Sobre el modelo:

Primer vuelo: 1982

Ultimo vuelo: 1999

Numero de vuelos: 97

Usado también en: Black Colt, Conestoga, Delta 6925, Delta IV Small

FABRICANTE DEL MODULO PAM-D Y MOTOR STAR 48B:

ATK Thiokol propulsión (Contratista del sector aeroespacial y de defensa de USA)

Tel: 435-863-3511, 952-351-3000. Fax: 952-351-3009

Brigham City, UT 84302-0707

Una investigación final del caso de los ovnis boludos podría comprender: un análisis de los reportes ovni archivados en las asociaciones ufológicas, ocurridos en las fechas de reentrada de chatarra espacial. Un buen punto de partida son las fechas señaladas en esta serie de artículos. ¿Querría alguien acompañarme y ayudarme a hacer este análisis comparativo?

Originalmente no se podía ver claramente las cifras grabadas sobre la esfera. Luego de tratamiento con ácidos se encontró que una de las cifras era 1060370-501 (F)

REFERENCIAS

Anónimo, Aguardan a expertos de CONAE para analizar los restos del satélite, Corrientes, página en Internet, http://www.eltribuno.com.ar/2004/portada/20040122_111257.php

Anónimo, Argentina: 70 kilos de chatarra espacial caen en la provincia de Corrientes, página en Internet, http://www.plus.es/codigo/noticias/ficha_noticia.asp?id=334975

Anónimo, Aseguran que la NASA sabía que el objeto iba a caer en la Argentina, 22 de enero, página en Internet, http://www.corrientesnoticias.com.ar/article.php?sid=8211

Anónimo, Cae fragmento de un satélite en la Argentina,
Buenos Aires, 21 de enero del 2004, ANSA, página en Internet, http://www.abc.com.py/articulos.php?fec=2004-01-22&pid=90468&sec=12

Anónimo, Cayó un meteorito en Corrientes, Agencia DYN, página en Internet, http://www.losandes.com.ar/2004/0121/UM/nota167910_1.htm

Anónimo, Cayó un trozo incendiado de satélite sobre un campo correntino. El ataque de la chatarra espacial, página en Internet, http://www.pagina12web.com.ar/diario/sociedad/3-30635.html

Anónimo, Chatarra espacial y meteoritos perturban los cielos, 22 de enero del 2004, página en Internet, http://cultura.terra.es/cac/articulo/html/cac2612.htm

Anónimo, Chatarra espacial: Sería parte de un cohete lanzado desde los Estados Unidos en 1993, Corrientes, 22 de enero de 2004, página en Internet, http://www.derf.com.ar/despachos.asp?cod_des=4196

Anónimo, Científicos estudian pieza caída en campo correntino, página en Internet, http://www.elindependiente.com.ar/noticias_v.asp?9475

Anónimo, Conmoción causa caída de chatarra espacial en Argentina, página en Internet, http://noticias.123.cl/entel123/html/Centro_de_Noticias/Noticias/Latinoamerica/153247.html

Anónimo, Conmociona en Corrientes la caída de un objeto del cielo, página en Internet, http://www.lagaceta.com.ar/vernota.asp?id_seccion=8&seccion=&id_nota=64379

Anónimo, Defensa Civil recorrió el lugar donde cayó parte de un satélite, San Roque, página en Internet, http://www.planetacorrientes.com.ar/noticias/noticia.php?idnoti=805&tema=3

Anónimo, El objeto cilíndrico caído desde el cielo en Corrientes era parte de un satélite Italiano, página en Internet, http://www.laautenticadefensa.com.ar/modules.php?name=News&file=article&sid=11524

Anónimo, El objeto que cayó en Corrientes sería parte de un cohete, página en Internet, http://old.clarin.com/diario/2004/01/21/um/m-695336.htm

Anónimo, El objeto que cayó en Corrientes, Argentina, sería parte de un satélite, 23 de enero del 2004, página en Internet, http://axxon.com.ar/not/134/c-1340083.htm

Anónimo, Elemento que cayó sobre suelo argentino era parte de un cohete, página en Internet, http://www.terra.cl/noticias/noticias.cfm?id_reg=343656&id_cat=1167

Anónimo, Incidente espacial: serían los restos de un satélite italiano, 22 de enero del 2004, página en Internet, http://www.corrientesnoticias.com.ar/article.php?sid=8208

Anónimo, Incidente espacial: serían los restos de un satélite italiano, 22 de enero del 2004, página en Internet, http://www.corrientesnoticias.com.ar/comments.php?op=Reply&pid=0&sid=8208

Anónimo, La chatarra espacial caída en Corrientes no tiene radiación, página en Internet, http://www.cadena3.com.ar/noticias_ampliada.asp?mas=40645

Anónimo, La Fuerza Aérea investiga la caída de un objeto no identificado al norte de Argentina, Buenos Aires, 21 de enero del 2004, Europa Press, página en Internet, http://www.europapress.es/europa2003/noticia.aspx?cod=20040121194410&tabID=1&ch=102

Anónimo, La hipótesis del cohete, avalada por especialistas, página en Internet, http://old.clarin.com/diario/2004/01/21/um/m-695531.htm

Anónimo, Parte de cohete lanzado en 1993 cayó en Argentina, página en Internet, http://www.24horas.cl/detalle.asp?IDCont=116070&IDSec=0

Anónimo, Rumores sobre OVNIS en la localidad de Colonia Pando, página en Internet, http://www.surenio.com.ar/index.php?s=ARligwdw%7C%7Cdiarios/veo%7CWWW24xqq7ufy3lgre

Anónimo, Sorpresa en Corrientes, página en Internet, http://www.diariohoy.net/v5/verNoticia.phtml/html/85496/

Anónimo, Tratan de identificar el OVNI que cayó a pocos kilómetros de San Roque, 21 de enero del 2004, http://www.corrientesnoticias.com.ar/article.php?sid=8206

Baig José, Argentina: el «OVNI» era un satélite, BBC Mundo, Argentina, página en Internet, http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_3421000/3421709.stm

Comunicado de la CONAE, página en Internet, http://www.eccentrix.com/members/argreentry3/prensa.htm

Corrientes

Duarte Andrés, Objeto caído en Argentina estaría identificado, CIFAE Chile, página en Internet, http://www.ovniaventura.com/objearg.htm

Nota en Internet, http://www.diariohoy.net/v5/verNoticia.phtml/html/85583/

Nota en La Prensa, Año 4 – Número 1247, 23 de Enero de 2004, página en Internet, http://www.laprensa.com.ar/secciones/nota.asp?ed=1252&tp=11&no=41395

Página en Internet, http://www.skyrocket.de/space/index_frame.htm?http://www.skyrocket.de/space/doc_stage/pam-d.htm

Reggiardo Luis Augusto, Caso «San Roque» – Reingreso de carcaza de motor Star 48B de PAM-D de Delta II 7925, página en Internet, http://www.reentry.tk/

El Yeti en Disney World

Disney World exhibe una fotografía de un hombre de la localidad que se supone es la mano del yeti

Por Tavia Green

The Eagle-Gazette

LANCASTER «“ El criptozoólogo Marc E.W. Miller y cuatro de sus colegas salieron de Ohio rumbo a Nepal y la frontera del Tíbet en febrero de 1986 para buscar evidencia del yeti -comúnmente conocido como el abominable hombre de las nieves o el Bigfoot.

Cuando Miller, nativo de Lancaster, partió a su gran aventura hace 22 años, nunca se imaginó que tendría en sus manos lo que se cree es el cuero cabelludo de un yeti, recibió probables muestras del pelo de un yeti y tomó una foto de lo qué se cree es una mano del yeti.

«Encontrar algo es inexplicable», dijo Miller. «Es como se siente cuando ganas. «¦ Es esa aventura y excitación».

Un criptozoólogo es un investigador que estudia las criaturas que no se han demostrado que existan.

La foto de Miller que maneja el caso de la mano del yeti se exhibe ahora para la gente de todo el mundo para que la vean mientras gozan de las emociones de la «Expedición Everest» en el Walt Disney World’s Animal Kingdom.

La montaña rusa de la Everest Expedtion para en el museo brevemente durante el paseo.

El paseo se abrió hace dos meses en Buena Vista, Fla., el parque temático de Disney ofrece una descripción real y emocionante de cómo son las montañas del Himalaya -incluyendo un encuentro realista con el yeti.

Pero encontrar la posible evidencia del yeti es sólo el resultado de una de las expediciones de Miller.

Miller, quien ha practicado como neuropsicólogo en Lancaster por más de 20 años, ha viajado por todo el mundo. Él ha explorado las sociedades primitivas en África, buscado animales raros en China y Egipto, soportado varios tipos de climas y de situaciones peligrosas y escribió dos libros acerca de sus aventuras.

Uno de sus hallazgos más estimados es una especie rara de elefante asiático en China.

«Estaba paralizado cuando lo vi», dijo.

Las fotos y los trofeos de todas sus aventuras cuelgan en las paredes de su oficina de neuropsicología.

Tener un artefacto de una de sus expediciones exhibido en público es algo absolutamente único, piensa Miller. Él planea ir un día a la Florida a ver la atracción del Yeti.

«Soy feliz que he vivido y que visto sociedades más primitiva», dijo Miller. «He tenido bastantes aventuras».

http://www.lancastereaglegazette.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20060625/NEWS01/606250302