Arenas luminiscentes y destello verde

Eventos naturales raros fotografiados en la costa de Oregon

Oregon -Sucedió en dos puntos geográficamente divergentes en la costa de Oregon- y sucedió en dos diferentes reinos del mundo científico.

Una mujer en la playa capturó una fotografía del fenómeno de las arenas que brillan intensamente, y un hombre en Newport obtuvo una foto del «destello verde» en la puesta del sol -ambos eventos raros en esta región. Los dos han dado mucho de que hablar, para la industria del turismo de las costas de Oregon, con acontecimientos tan singulares e impares que caen en lo paranormal.

Lea el artículo completo en: http://www.beachconnection.net/news/rare0806_1933.htm

Conozca más de las arenas y mareas luminiscentes en http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/08/las-mareas-rojas-y-luminiscentes.html

La historia de la psicofotografía (4)

TED SERIOS

El segundo «atributo» es estar lo mejor informado que se pueda.

Para tratar de alcanzar estos dos objetivos en el caso de Ted Serios comencemos por dar algunos datos generales acerca de él y de sus «portentosos» poderes.

Ted Serios nació en Kansas City, Missouri. Fue el primero de los hijos de un inmigrante griego August Serios, de oficio tabernero, y de Esther MacNeil. August también fue peleador profesional, hasta que Jim Londos lo lanzó fuera del ring en uno de sus famosos «giros de aeroplano», rompiéndole varios huesos. Antes de eso Gus Serios le pudo ganar dos de tres caídas al campeón mundial George Hakenschmitchs, el León Ruso.

Ted admiraba su padre de quien decía era el hombre más fuerte del mundo, y también el más gentil. Tratando de imitarlo, en la primaria Ted cargaba sacos de papas de más de 50 kilos, como si fuesen almohadas. A esa temprana edad comenzó con sus fechorías. Terminó el quinto año de primaria, pero nunca pasó del sexto, dándose por vencido a la edad de dieciséis años.

Serios recuerda que «todos sus problemas comenzaron» a la muerte de su padre, cuando él tenía veinte años. Por aquel entonces, poco después del inicio de la Gran Depresión, Ted inició su amistad con Matt, el «Terror del lado norte de Chicago». Se dedicaban a robar autos, los dejaban estacionados frente a la estación de policía y posteriormente llamaban para reportar el robo.

Trabajó como marino durante siete años, saltando de barco en barco evitando cualquier tipo de compromiso, hasta que finalmente su madre le consiguió un pequeño trabajo de mesero en un café en el pequeño pueblo de Harvard, a 100 kilómetros de Chicago. Pero este tipo de empleos ahogaba a Ted. Un buen día decidió abrir la caja registradora, comprar un auto convertible y lanzarse a la carretera. La intención, según Ted, era regresar el capital con los intereses ganados en una nueva agencia de taxis que pensaba formar con sus amigos.

Finalmente consiguió el puesto de elevadorcita en el Hotel Hilton de Chicago en 1955.

Ted mantenía una parvada de palomas, varios gatos y perros en un garaje, a poca distancia de la casa de su madre. Algunos vecinos llegaron a envenenar a sus mascotas y entonces Ted y Matt se vengaban ponchando las llantas y rompiendo las ventanas de sus autos.

Gran consumidor de revistas de ocultismo, Serios pasaba sus ratos libres practicando hipnotismo con otro compañero el hotel llamado George Johannes. Por medio de supuestos «viajes astrales» inducidos por el hipnotismo trataban de localizar el tesoro del pirata Jean Lafitte.

En una de estas sesiones de hipnotismo a Johannes se le ocurrió la forma de conseguir un «mapa del tesoro». En estado cataléptico Serios trataría de proyectar la imagen del lugar en donde el pirata había enterrado su tesoro a una placa fotográfica.

La noticia de estas sesiones de hipnotismo llegó a oídos de un periodista del Observer, quien publicó un reportaje sobre los elevadorcitas. Este artículo fue leído por la señora Pauline Oehler, vicepresidenta de la Sociedad de Parapsicología de Illinois, quien envió al señor Lewis a investigar el caso. Los resultados de estas investigaciones aparecieron en la revista de la Sociedad y posteriormente en la revista Fate[1].

Fue por medio de los trabajos de la señora Oehler y la Sociedad parapsicológica de Illinois, que el doctor Jules Eisenbud se enteró de la existencia de Serios. Eisenbud estudió durante algunos años al elevadorcita. Posteriormente el doctor Henry (Andrija) Puharich[2] también hizo algunas pruebas con Ted. Eisenbud escribió varios artículos[3] y un libro[4].

Tanto revuelo por Ted Serios y sus «fotografías del pensamiento» llamó la atención de los editores de la revista Popular Photography. Cuando enviaron a un equipo de investigadores «“un mago profesional[5] y dos fotógrafos expertos en magia- a estudiar a Serios, éste fue incapaz de provocar sus famosas fotografías[6].

Las sospechas del equipo se centraron en unos tubitos de cartón o de plástico, que Serios llamaba gismos, que Eisenbud decía haber examinado cuidadosamente, pero que los magos aseguraban que bastaba un pequeño juego de manos para sustituirlo por otro. Los investigadores sugirieron que ese otro podía tener ocultos diapositivas y una lente diminuta mediante la cual se podía proyectar la imagen hacia el objetivo de la cámara.

Los periodistas Charles Reynolds y David Eisendrath, construyeron un pequeño dispositivo que podía camuflarse dentro de un gismo, y obtuvieron resultados semejantes a los de Serios

La primera sesión con el doctor Eisenbud, en el departamento de Serios, es típica. Eisenbud le dio la cámara y la película, y trajo, porque alguien se lo sugirió, fotos en un sobre opaco, como «blancos».

Para la foto número 1 Serios dijo que intentaría una foto borrosa, o bien un punto chico, o un punto grande, o un signo más, o…, o… Salió una foto negra. En la número 2 trataría de proyectar un blanco oculto de Eisenbud (una fotografía del Kremlin), que según dijo en voz alta, era «una entrada, una calzada o una vereda, o…». La foto salió negra. Para la foto número 3 (el mismo blanco) describió «un grupo de edificios con dos personas». Negra. La número 4 fue otro blanco oculto (otra vista del Kremlin). Según Serios, «una casa blanca, con maderas blancas, y el techo verde». Nuevamente negra.

Hay que hacer notar que mientras la experiencia se realizaba, Serios bebía como cosaco para «calentarse» (expresión del propio Serios).

Se dejaron de lado los blancos. La fotografía número 6 salió borrosa. La número 7 negra. A esta altura todos estaban aburridos excepto Serios, que estaba bastante ebrio.

La atención y el control se habían relajado, por lo que no es de extrañar que la fotografía número 8 haya sido, en cierto sentido, «asombrosa». Era un borroso círculo irisado que contenía el fragmento desleído pero reconocible de una torre. La número 9 era muy oscura, pero mostraba la esquina diminuta de un edificio cuadrado, cerca del borde del marco. La número 10 era borrosa. La número 11 oscura, aunque se veían los perfiles borrosos de un edificio, incluyendo un letrero: «Stevens».

LOS ESTUDIOS DE EISENBUD

Durante las sesiones de estudio Serios prefería que la habitación estuviera poco iluminada, y que la cámara fuera una Polaroid 95 con luz de alarma. Invariablemente la película utilizada era de alta velocidad Polaroid tipo 47 en blanco y negro (equivalente a 3000 ASA). Las impresiones resultantes eran de 2 7/8 por 3 ¾ de pulgada. Además, usaba unos «gismos», pequeños tubitos de cartón o plástico de uno a dos centímetros de largo, que colocaba delante de la lente de la cámara sosteniéndolos con el pulgar y el índice, o con el pulgar, el índice y el dedo medio, «para ayudar a enfocar las ondas del pensamiento», según decía. Algunos de sus adminículos estaban cerrados en un extremo con celofán claro, y en el otro con película ennegrecida. Otros eran simples tubos abiertos. Todos los adminículos eran atentamente examinados por los observadores, antes, durante y después de las sesiones, ninguno parecía tener nada capaz de producir imágenes, o por lo menos eso era lo que decían los fanáticos de Ted Serios y la parapsicología.

Ese «atento examen de los gismos» era del tipo al que se había sometido las pruebas de McArthy, del que hablamos más arriba. Serios decía que sus «aparatos» sólo servían para evitar interferencias de luz (¿?), o que sus dedos oscurezcan el objetivo. Eisenbud escribió:

«Todo eso me parecía innecesariamente complicado, pero no ofrecí ninguna objeción después de examinar los «gismos» y no encontrar nada en ellos que justificara sospechas.

«… en efecto, no se ha descubierto aún ninguna otra razón para su existencia que la de facilitar la concentración».

En su artículo para el Journal of the American Society for Psychical Research de julio de 1967, Eisenbud insistió que Serios obtenía resultados sin el gismo «que no son diferentes a los resultados obtenidos con su uso». Parece que Eisenbud no revisó bien sus datos pues las únicas fotos en donde Serios obtuvo resultados positivos fueron la 15, 20, 22, 26 y 33, justo en las únicas en donde usó el gismo.

En el siguiente cuadro se muestran sus logros en sesiones con blancos. Nótese que Serios sólo hizo dos aciertos definidos, cada cual en una ocasión en que conocía el blanco. En un caso (número 5) él mismo eligió el blanco. En el otro (número 14) Eisenbud no estaba presente y quienes habían dirigido la sesión eran los reporteros de la revista Fate, espiritistas convencidos de los poderes paranormales.

BLANCO RESULTADO OBSERVACIONES
1. Estatua del Arco del Triunfo ¿Parte del Arco del Triunfo? La foto del Arco del Triunfo se había solicitado un día antes.
2. Cualquier cosa del periodo Olmeca (800 «“ 400 aC) Parte de una moderna puerta o ventana (¿?), poco claro.  
3. Ídem (¿?) Poco claro, un posible acierto. Un día después de que se había solicitado ese blanco.
4. Grabado de una ciudad medieval con techos inclinados. Edificios con techos inclinados. El grabado era un adorno que Serios había visto antes.
5. Escena en cierto pueblo de Colorado. Acierto. Serios sugirió el blanco.
6. El Salón de Espejos de Versalles (blanco oculto) Edificio redondo con cúpula y columnas. Serios mencionó un velero.
7. Edificio Thai (blanco oculto) Borde de techo común. Serios mencionó una casa con techo inclinado.
8. Plaza de San Marcos, Venecia, mostrando el Campanile. Fotos de partes de un molino de viento. Era un blanco oculto.
9. Chateau Maintenon. ¿Una cápsula espacial ? Forma de botella. Serios mencionó «alguna parte de Francia».
10. Primer plano de una pirámide (blanco oculto). Columna de Trajano, Roma, Cúpula de una iglesia romana. Serios mencionó «adoquines» y ambas fotos los tenían, de modo que ése es un acierto parcial.
11. Escena de Charleston, Carolina del Norte. Foto borrosa ¿una pirámide?  
12. (Desconocido) Plaza de San pedro, Roma. Blanco que se le había pedido tres días antes.
13. Universidad de Roma, una iglesia con torres gemelas. Torres gemelas de Frauenkirche, Munich. Un poste de piedra.  
14. Submarino Thresher. Partes del submarino Nautilus. Las fotos producidas eran de una revista de la casa de la madre de Serios.
15. Ídem Isabel II, con su corona. Las fotos (14 y 15) fueron a pedido de alguien de la revista Fate (cuando había desaparecido el Thresher). Eisenbud ausente.
16. Abadía de Westminster. Negra Blanco elegido por Serios.
17. Un edificio. Parte de la abadía de Westminster. Blanco 16 desfasado.
18. Iglesia austriaca con reloj en la torre. Big-Ben Borroso. Esto después de siete «negras», y después que se reveló el blanco.

Sus mejores resultados fueron cuando el blanco era conocido, pero, sospechosamente, Serios requería de un día o más para poder obtener la fotografía. Además, a menudo parecía saber de antemano cómo lucirían sus propias producciones.

John Sladek dice a este respecto lo siguiente[7]:

«El poder de Serios solía aparecer tarde en la noche, cuando los observadores eran presa del tedio, la fatiga y la negligencia. Además, su departamento estaba lleno de escondrijos para aparatos secretos (cortinas, muebles blandos), y Serios estaba toqueteándose la ropa continuamente (quitándose los zapatos y los calcetines, vaciando los bolsillos, etc.). Sólo una vez fue desnudado hasta la cintura y registrado.

«En cambio, una demostración pública ante la rama local de la Asociación Psiquiátrica Norteamericana fue supervisada más cuidadosamente. Aquí Serios fue desnudado, recibió ropa interior nueva y fue luego vestido con un mono. Se tomaron sesenta fotos en estas condiciones. Todas menos dos fueron negras; las otras dos eran burbujas blancas, tenues y redondas. Eisenbud las identificó entusiastamente como senos o medialunas, pero otros psiquiatras eran menos fáciles de impresionar.

«Eisenbud exploró extensivamente el carácter de Ted Serios. Había robado autos, asaltado tiendas y desertado de la Marina. Insinúa capítulos más oscuros de su vida. Serios fue alcohólico (pocos alcohólicos son completamente sinceros), exhibicionista e impostor (una vez, cuando lo arrestaron, se hizo pasar por el doctor Eisenbud).

«Por último, Eisenbud mismo lo pescó cometiendo travesuras (apretando subrepticiamente el obturador de la cámara cuando pensaba que nadie lo miraba) pero siguió creyendo en él.

«Eisenbud además interpretó algunos yerros del modo más amable posible. «˜Leyendo»™ en ellas retruécanos verbales y visuales. Por ejemplo, tómese las fotos que Serios produjo cuando buscaba el submarino Thresher: partes de la foto de una revista que tenía la madre, y la cabeza de Isabel II. La interpretación freudiana de Eisenbud destaca que el nombre de la madre de Serios era Esther, de modo que encuentra esta correspondencia entre nombres:

ESTHER

THRES HER

ElizabeTHREgina

«Si el inconsciente de Serios es capaz de códigos tan elaborados, deberían resistir el análisis, lo cual no sucede con el citado anteriormente. También podríamos comparar el apellido de soltera de la madre, MacNeil, el nombre del padre, August, y el submarino Nautilus:

MAc NE IL

SubMARINE NAUTILUS

AU g UST

«»˜August»™ desde luego alude a la augusta monarca. Él sólo hace coincidir cuatro letras de Elizabeth Regina con Thresher, pero tres pueden coincidir con el título completo de cualquier príncipe o princesa real (HRH[8]) y cuatro con el de HRH Eduardo.

«Mediante otra contorsión, Eisenbud equipara el blanco CHARleston, con el resultado, la pirámide de DaCHOUR. Una ecuación similar podría producir EiSENbud SENilidad».

No es de extrañar que el doctor Börje Löfgren, en un escrito aparecido en el Journal of the American Psychoanalytic Association, dijera que Eisenbud y otros parapsicólogos eran «mentes en decadencia con defectos de pensamiento y relaciones perturbadas con la realidad».

SERIOS DESENMASCARADO

Eisenbud recordó los experimentos de Serios de fotografiar el mapa del tesoro de Laffite. Entonces se le ocurrió hacer algunas fotografías haciendo que la mente de Serios viajara por el tiempo. Preparó una sesión experimental para el 27 de mayo de 1967 en el Museo de Historia Natural de Denver. Rodeado de objetos del neolítico y paleolítico, Serios empezó a producir la imagen de un hombre encendiendo fuego. La imagen se fue aclarando después de varias tomas. Finalmente aparece un hombre del Neandertal e cuclillas.

Un testigo, el profesor H. Marie Wormington, del Departamento de Antropología del Colorado College, se dio cuenta inmediatamente de que se parecía muchísimo a un conocido modelo a escala natural de un grupo de hombres de Neandertal que se halla en el Field Museum of Natural History de Chicago.

Es muy probable que Serios conociera la forma en que se podían hacer las «fotografías psíquicas», pues ya en 1954 Harold Kinney había publicado un artículo en la revista Fate, de la que ya informamos que Serios era asiduo lector, mostrando la forma de hacer fotografías espirituales[9].

En 1967 un grupo de magos experimentados y varios científicos fueron a Denver a estudiar de cerca de Serios. Una cadena de televisión de Denver había contratado al médium para que reprodujera fotos paranormales en una película de TV. Varios grupos de investigadores estaban presentes, cada uno con sus películas Polaroid. Persi Diaconis[10] , que estuvo presente durante esas pruebas, dice que revisó secretamente cada una de las veinte películas pertenecientes a los investigadores. Diaconis trataba de ver si alguna de ellas había sido previamente expuesta. No encontró ninguna, pero, sin embargo, el hecho es que ninguno de los equipos de investigadores había tenido el cuidado suficiente con su equipo como para que éste no fuera intervenido, ya sea por Diaconis o por Serios.

En cierta ocasión «“durante estas pruebas- Diaconis observó que Serios presionaba secretamente algo en uno de sus «gismos». Cuando Diaconis pidió examinar el aparato, se desató un pandemonium. Los «fans» de Serios saltaron de sus asientos diciendo cosas como: «Â¡Usted no puede hacer eso!» Este descuido fue aprovechado por Serios quien apresuradamente metió su adminículo a la bolsa y no dejó que lo examinaran.

Es probable que Serios colocara un pedazo de gelatina, saliva o una sustancia similar que pudiera producir formación de «ectoplasma» en la película. Este era uno de los métodos preferidos por los antiguos médiums, como ya hemos visto.

Diaconis encontró que los experimentos de Eisenbud con Serios «carecían de un control adecuado sobre los materiales esenciales» y había revelado «defectos metodológicos irreparables en todas las fases de los experimentos».

Resulta sospechoso que sólo las mejores fotografías de Serios se hayan realizado bajo condiciones de nulo control y cuando Serios se encontraba entre sus seguidores[11]. Cuando se establecía cierto control, no aparecía nada en las placas fotográficas o sólo ciertas manchas sin forma como las que se pueden producir con un trozo de gelatina o con saliva.

Serios mismo soltó la lengua cierta noche que se encontraba «calentando» en un bar. Le contó a un periodista del Chicago Tribune la forma en que trucaba sus fotografías utilizando el tubito de cartón. Lógicamente, al día siguiente, durante la cruda y al leer el periódico, desmintió todo.

Ya la misma señora Oehler había considerado la hipótesis de que Serios utilizara transparencias o microfilmes colocados en frente o detrás del tubito, pero la desechó debido al problema de la longitud focal de la lente de la cámara, lo que podría dar fotografías desenfocadas en su mayor parte (que fue lo que en realidad ocurrió).

Eisenbud escribe ingenua o neciamente, sin ver más allá de sus narices y sin sospechar el fraude:

«En un extremo hay ejemplos como los que me mostró la señora Oehler de su propia colección y de otras colecciones (no tengo ejemplos de mi propia colección), en los que las imágenes de Serios corresponden punto por punto, sombra a sombra, luz a luz, con fotografías de revistas y libros. Cuando la gente aparece en las fotografías, uno podría al menos asumir que lo que Ted estaba imaginando eran estas fotografías, o una contraparte exacta de ellas en la mente de alguien en un tiempo u otro (no habría, por supuesto, forma de determinar qué tiempo) y no, en un sentido fácilmente imaginable, la misma escena «tomada» por él mismo desde un ángulo idéntico y bajo idénticas condiciones de iluminación. Entonces cuando Ted produce porciones de fotografías del Nautilus y su tripulación, que corresponden a las fotografías del National Geographic, no hay necesidad de buscar más allá por fuentes físicas externas de esta altamente relevante respuesta a un blanco».

Durante el programa de Denver, Diaconis pudo explicar las fotos de Serios de varias maneras. Por su parte James Randi participó junto a Serios y Eisenbud en la emisión del programa Today imitando minuciosamente el truco de Ted. Randi afirma que le oyó decir a Serios: «Se acabó el sueño, han descubierto mi truco». El propio Randi declaró a la revista New Yorker[12]: «Entonces Eisenbud, muy excitado sacudió a Ted Serios por los hombros y le gritó: ¿Qué estas diciendo Ted? Puedes hacerlo, ¡tú sabes que puedes!»[13].

Randi describe algunos de los trucos de Serios en su libro Flim-flam![14]. Consiste en usar una lente de aumento de poco más de un centímetro de diámetro y una distancia focal de cerca de 4 centímetros, fijada en el extremo de un cilindro de unos 4 cm de longitud. En el otro extremo del cilindro se pega un trozo cortado en forma circular de una diapositiva de color (por ejemplo una de 35 mm). Para evitar que alguien lo note, el artefacto puede envolverse en un rollo de papel.

Si se sostiene el gismo con el extremo de la lente contra la palma de la mano, y se coloca muy cerca del objetivo de una cámara Polaroid enfocada a infinito y disparando el obturador, la imagen de la diapositiva quedará impresa en la película Polaroid. La imagen aparece en los márgenes de una Polaroid, con una forma circular rodeada de negro. Es posible tomar fotografías de este modo a pesar de que generalmente resultan de poca calidad, justo igual que las tomadas por Serios.

Thomas von Randow, en el suplemento científico del Zeit de Hamburgo, escribió sobre Serios y sus trucos bajo el título: «Aún sigue apareciéndose en las cabezas de los parapsicólogos el cuento del fotógrafo de pensamientos Ted Serios».

Uno de los trucos utilizados por Serios lo explica el psicólogo británico W. A. H. Rushton[15]. El psicólogo supone que Ted debe proyectar una imagen dentro de la cámara. «Si la imagen luminosa pasa inadvertida debe ser pequeña y estar cerca de la lente «“escribe Rushton-, probablemente en el «˜gismo»™ cuyo interior apunta a la cámara».

Rushton construyó personalmente versiones de un cuerpo semejante. Este adminículo es un hemisferio de vidrio con un cilindro de vidrio en la parte baja, en la forma (a), que tiene que estar embozado para impedir interferencias de luz. La forma (b), diseñada en ángulo de 45º, no necesita camuflaje. Este aparato tiene una media pulgada de longitud, o sea el tamaño aproximado de un grano de arroz. Si se le añade un microfilm puede proyectar una imagen clara a través de una cámara sin lente como las usadas por Serios. El truco es parecido al que usaba McCarthy.

El tamaño del adminículo es el adecuado para poder ocultar el fraude. Se le puede meter en la boca, ropa, manos, etc. No es de extrañar que no tuviera resultados positivos después que lo registraron y desnudaron.

Rushton es parapsicólogo, lo que le impide ir más allá de la descripción del adminículo. Evita deliberadamente manifestar escepticismo sobre Serios, pero con lo que reporta es suficiente para determinar la naturaleza del fraude.

Las sospechas del equipo de Popular Photography también se centraron en el cilindro de papel negro. Aunque Eisenbud decía haberlo examinado cuidadosamente, el equipo de Popular Photography señalaba que bastaba un pequeño juego de manos para sustituirlo por otro. Los investigadores sugirieron que ese otro podía tener oculta una micro diapositiva del tema elegido que se proyectaba hacia el objetivo de la cámara.

Poco después de la investigación de la revista, Eisenbud declaró que Serios había perdido sus poderes. ¡Que casualidad!

Serios ya había perdido sus «poderes2 en otras ocasiones. Él lo explicaba así: «Es como si se corriera un telón». La última de las fotografías del pensamiento de esa etapa que salió entera fue en junio de 1967… y mostraba la imagen de un telón.

La revista Fate intentó traerlo de nueva cuenta al candelero paranormal durante el rapto de Patty Hearst. Serios obtuvo dos fotos de la muchacha con pelo corto. Días después de la publicación del artículo Patty fue detenida: tenía el cabello largo.

Serios aún vive en Chicago. Su hijo es fotógrafo profesional.


[1] Oehler Pauline, Ted Serios, Bulletin of Psychical Research Institute, 1962.

Oehler Pauline, The Psychic Photography of Ted Serios, Fate, diciembre, 1962.

[2] A Puharich se le conoce más por ser el descubridor y principal impulsor de los inicios de la carrera de Uri Geller.

[3] Eisenbud Jules, Popular Photography, volumen 61, número 5, página 31, noviembre de1967.

[4] Eisenbud Jules, The world of Ted Serios, William Morrow & Company, Inc., New York, 1967.

[5] El también matemático Persi Diaconis.

[6] Eisendrath David & Reynolds Charles, Popular Photography, volumen 61, número 4, página 81, 1967.

[7] Sladek John, The new Apocrypha, Stein & Day, New York, 1974. Traducido en la revista argentina El Péndulo, números 3 al 10. El tema de Ted Serios se trata en el número 7.

[8] HRH, His Royal Highness o Su Alteza Real.

[9] Kinney D. Harold, How to make spirit pictures, Fate, noviembre de 1954.

[10] Diaconis Persi, Statistical problems in ESP research, Science, volumen 201, 131, 1978.

[11] Entre los que estuvieron presentes y participaron en estas sesiones podemos mencionar, curiosamente (¿o no tanto?) al ufólogo Joseph Allen Hynek.

[12] New Yorker, 10 de noviembre de 1973.

[13] Dreecken Inge & Schneider Walter, Señales del más allá, Editorial Bruguera, Colección Libro Amigo, No. 369, Barcelona, 1976.

[14] Randi James, Fraudes paranormales. Fenómenos ocultos, percepción extrasensorial y otros engaños, Tikal Ediciones, Girona, 1994.

[15] Rushton W. A. H., Serios photos: if contrary to natural law. Which law?, Journal of the Society of Psychical Research, volumen 44, número 736, páginas 289 a 293, junio de 1968.

La historia de la psicofotografía (3)

ALGUNOS FOTÓGRAFOS DE ESPÍRITUS FRANCESES

En Francia muchos fueron los atraídos por este nuevo «método fotográfico»: Bonet, Brandt, Colombés, Chaigneau, Darget, De Rochas, G. Durville, Fontenay, P. Girod, Ch. Lancelín, Lefranc, Eugène Thiébault etc[1].

Existían dos métodos a seguir en la fotografía psíquica: el método seco y el método húmedo.

El comandante Darget «“en 1882- empleaba lo que se conoce como método seco. Este consistía en cubrir una placa fotográfica con varias capas de papel y colocar la placa así preparada sobre la frente o el estómago del médium durante una o dos horas.

M. Guillaume de Fontenay[2] demostró que las borrosas impresiones que aparecían en las placas (algunos párrafos y frases), eran producto del sudor, humedad y calor desprendidos por el médium, factores que producían una reacción fisicoquímica que imprimía la placa con los encabezados de los periódicos, pues Darget utilizaba papel periódico para envolver la placa fotográfica.

El coronel Eugéne Auguste Albert De Rochas D»™Aiglun decía que «cuando el dedo está suficientemente cerca de la placa, se desprende un fluido… que se graba sobre la película sensible y se asemeja en todo a los efluvios que los sensitivos ven desprenderse de los dedos…»[3]

Sin embargo Georges Surbled respondía que «es necesario sobrecargar el organismo, y para conseguirlo se usa la electricidad. Es una confesión del reo… en una experiencia para demostrar la existencia del «˜fluido vital o psíquico»™, se apela a ala electricidad: naturalmente es la electricidad de la bobina de Ruhmkorff[4] la que actúa y produce sobre la placa la imagen fotográfica. ¿Dónde está la maravilla?»[5]

El doctor Luys, del Hospital de la Charité, de París, en colaboración del doctor David, fotografiaban «los fluidos de los dotados», sin utilizar la electricidad. Colocaban las manos sobre una placa inmersa en el revelador, un baño de hidroquinona, apoyando la palma sobre una placa de gel de bromuro de plata, durante 15 a 20 minutos en la oscuridad. En las fotografías se veían irradiaciones en el contorno de la mano y una aureola a su alrededor. Este es el llamado «método húmedo».

En esta ocasión fue el doctor A. Guébhard quien explicó el fenómeno:

«¿Queréis obtener sin dedos ni mano, ni nada de humano los efluvios digitales del fluido humano? Tomad una placa fotográfica y un guante de goma. Llenadlo de lo que queráis menos de aire; arena, agua, piedras, hasta darle la consistencia y forma de una mano humana. Colocad la placa fotográfica bajo unos milímetros de revelador, capaz de ennegrecerla e instalad la mano de goma montada sobre el borde de la cubeta una punta posando sobre la gelatina y la otra punta curvada hacia fuera bajo la acción de un contrapeso atado a ella: imitación completa de una mano viva. Después de 4 o 5 minutos veréis la placa cubrirse con una serie de manchas y después con verdaderos rayos que parecerán todos emitir bellísimas aureolas luminosas, cortadas en dos por un estrecho nimbo oscuro, alrededor de la impresión de la mano artificial».

«Todos los reveladores, o casi todos, abandonados sobre una placa capaz de ennegrecerse, presentan, sin la menor necesidad de fluidos, con tal que el baño no pase de unos milímetros de altura, una mancha no luminosa, a pesar de las apariencias: pero totalmente química, orientada según las líneas, no de efluvios eléctricos, sino del fluido líquido, y simulando, por su acción sobre la gelatina en las diversas fases, todos los aspectos que hemos visto ahora adornados maravillosamente con bellos nombres fluidos» [6].

El doctor Guébhard, que era profesor agregado de la Facultad de Medicina de París, publicó muchas obras sobre la psicofotografìa[7].

Por su parte Bertholet, empleando el método seco, calentaba agua a 38ºC y obtenía buenos resultados.

Yvon realizó experiencias con manos vivas y manos de muertos. Las manos de muertos no producían psicofotografías, pero si se calentaban a 35ºC mostraban la misma aura que dejaban las manos de personas vivas.

LOS FRAUDES

No sorprende que la fotografía de espíritus tuviera su máximo esplendor durante la guerra civil americana y la primera guerra mundial cuando el luto produciría un deseo de resucitar a los muertos.

Curiosamente, las entidades etéreas no aparecieron durante el período temprano de la fotografía (que comienza en 1839): no había Daguerreotipos de espíritus, Talbotipos de fantasmas, Cristalotipos psíquicos, Ambrotipos mentales, o Tintipos del pensamiento. No hasta que las dobles exposiciones fueron hechas posibles por el advenimiento de impresiones de papel fotográfico o de negativos de placa de cristal Estos avances tecnológicos hicieron de hecho que los espíritus eligieran hacer su debut fotográfico. Los médiums tomarían las placas de cristal y las pasarían con un procedimiento conocido como «pre-magnetización». Esto, en fin, significaba guardar las placas cerca del cuerpo del médium, y se pudo haber inspirado en las teorías del magnetismo animal presentadas por los mesmeristas. El sujeto entonces tendría sus fotografías tomadas por el médium, cuyos poderes psíquicos permitían que los «extras psíquicos» aparecieran en la fotografía revelada.

La fotografía de espíritus pronto se convirtió en un pasatiempo popular y miles de dólares fueron hechos literalmente de los que vinieron a tomar sus retratos. William Hope, afirmó haber tomado más de 2.500 fotografías de espíritus durante un período de cerca de dos décadas. Las fotos de los espíritus llegaron a causar furor ya que mucha gente creía que con esta nueva técnica «“la fotografía- no se podían hacer trucos.

Pero eso no era así. En su libro Photographic Amusements Walter E. Woodbury ofreció diversas técnicas para hacer las fotografías de espíritus. Una de ellas implicaba pintar un cuadro con una figura fantasmales con «sustancias fluorescentes, tales como bisulfato de quinina»¦ Este compuesto, aunque casi es invisible al ojo, casi se ennegrece en las fotografías. Si un pedazo blanco de papel se pinta con la sustancia, excepto en ciertas partes, aparecerá negro en la foto».

La imagen pintada de esta manera, cuando se seca es invisible al ojo, pero a es capaz de producir una imagen en una placa sensible.

El método más viejo de tomar una fotografía espectral es probablemente exponer la placa por un breve período, en la cámara fotográfica, con un esqueleto, o tomar la persona en ropa fantasmal, algún monstruo horrible, o aún un manojo de flores grande como tema, usando luego la misma placa otra vez en la cámara fotográfica, tomar una nueva imagen, con las imágenes espectrales, y después revelar la placa entera, en una operación.

Otro método de producir las fotografías espectrales es hacer una imagen positiva muy fina en el cristal, del mismo tamaño que la placa que se utilizará en producir la fotografía espectral, después colocar la placa en el sostenedor, como de costumbre, con el positivo débil sobrepuesto, y hacer una exposición a través del positivo, de tal modo dando en la placa negativa, junto con la persona, una imagen fantasmal de cualquier tema prearreglado. Ésta es una manera muy buena de producir un cuadro de fantasmas; pero es fácil detectarla si se usa otra vez el mismo positivo débil.

También en se usaron otros métodos para obtener fotografías fraudulentas. Las placas preparadas y cortadas de películas eran cambiadas y substituidas a menudo por leves trucos de mano, substituyendo los proporcionados por el investigador.

Con tiempos de exposición muy largos, como los que eran necesarios para las primeras fotografías,, era muy simple para el ayudante del fotógrafo aparecer detrás del sujeto, vestido en «traje apropiado de espíritu». El ayudante permanecía en el lugar por algunos segundos y después se retiraba. En la placa aparecería una «figura transparente».

El siguiente es uno de los métodos más elaborados proporcionados por Woodbury:


«En algunos experimentos recientes hay todavía otro método de producir las fotografías espectrales. Consiste en apoyar un espejo delante de la lente fotográfica, que es más pequeño en diámetro que la lente, para causar una imagen del objeto, a un lado de y perpendicularmente al eje de la lente, para ser reflejado en la cámara fotográfica, y producir una imagen simultáneamente con la imagen de la persona o del objeto, el mismo que es formado por los rayos marginales, que pasan a la lente fotográfica, alrededor de los bordes del espejo. El espejo que está enteramente desenfocado no aparece en la placa fotográfica. Por esta invención muy simple se pueden hacer las imágenes de varios objetos sobre la misma placa.


«La cantidad de luz reflejada en la cámara fotográfica por el espejo es regulada por la distancia del último a la lente, y los rayos marginales que entran en la lente se pueden regular por el diafragma. El aparato requerido para este experimento es muy simple de hecho. Consiste simplemente en una placa de apertura, deslizada sobre la lente, y afianzada con abrazaderas entre la lente y el collar. La placa está doblada perpendicularmente y se ranura los brazos horizontales. En la ranura se coloca un tornillo, teniendo un hombro que sea afianzado con abrazadera contra la placa por una tuerca molida. La cabeza del tornillo se ranura, y se le coloca una abrazadera, para sostener un alambre proyectado hacia abajo, al cual se une un espejo pequeño por medio de cera de abejas. Al alambre se le debe proporcionar una capa del barniz absolutamente negro, para evitar que aparezca en la placa. El espejo se debe variar de tamaño para satisfacer la lente a la cual se aplica. En el actual caso consiste en un microscopio plateado de 5/8 pulgada de diámetro, y cerca de 1-200 de pulgada de grueso. El cristal fino se utiliza para este propósito de evitar la formación de una imagen doble del espectro. La manera más simple de platear la cubierta de la diapositiva es raspar la amalgama de un pedazo pequeño de cristal, saliendo un disco del tamaño del cristal que se plateará. Poniendo una gota minuciosa de mercurio en el disco y permitiendo que permanezca por algunas horas y entonces barnizar con un barniz de goma laca. Si se ha utilizado demasiado mercurio, el exceso se puede tomar por medio de un pedazo fino de papel de estaño aplicado a la parte posterior del espejo.


«Por una poca práctica en el ajuste del espejo y del obturador, se puede regular la cantidad proporcionada de luz para el espectro y para el tema. El sujeto que representa al espectro se monta en el paño negro, preferiblemente terciopelo negro, de modo que por la reflexión no se represente ningún otro objeto mas que el espectro.


«Se puede colocar una pantalla entre el sujeto y el espectro, para poder hacer la ilusión completa. Cuando está parada se dobla la pantalla sobre el espectro, y se cubre la litera, de modo que mediante una manipulación cuidadosa, el truco no sea descubierto por el sujeto».

Grandes fraudes y engaños se hicieron con las fotografías de espíritus. Se usaban trucos manipulando los negativos. Los investigadores como Harry Houdini demostraron que todos los «fantasmas» eran maniquís, muñecas de cartón o personas vestidas para el efecto.

La misma Martha Beraud (Eva Carriere), quien era dama de compañía de la esposa del general Noél, residente en Argel, produjo fotografías trucadas.

En cierta ocasión materializó una cara que fotografió el barón Albert Scherenck von Notzing, y que luego se descubrió era un recorte del periódico Le Miroir, pues salieron los encabezados del periódico en la fotografía. Von Notzing, a pesar del hecho tangible, no aceptó el fraude. Uno no se puede explicar cómo personas como von Notzing o como Sir Arthur Conan Doyle[8], quien defendió a Buguet, actuaron de esa manera.

Otro médium inglés, de apellido McArthy, efectuaba su truco «“en la década de los cuarentas en pleno siglo XX- con una lámpara que proyectaba imágenes de «fantasmas» que posteriormente eran captadas en la placa fotográfica.

LOS TRUCOS

No sólo con la manipulación de negativos y con el uso de maniquís y modelos «vivos» se realizaron trucos en las fotografías psíquicas, pues además de una doble exposición, un movimiento brusco de la cámara podía producir «espíritus descarnados» en las placas fotográficas.

La forma de producir fotografías «psíquicas» por métodos fraudulentos ya se conocía desde el siglo XIX. Houdini y Joseph Dunninger[9] mostraban varios trucos para lograr estos efectos.

Una pequeña cantidad de albúmina, pasta transparente, saliva o gelatina, colocada en la lente delantera puede producir, por diferencia de índice de refracción, formaciones de ectoplasma en el negativo de la película.

Otra forma para producir fotografías psíquicas es colocar como lo hacía Ted Serios, un tubo de cartón delante de la lente. Al tubo previamente se le habrá hecho un orificio con un alfiler. Esta fuente adicional de luz producirá manchas en el negativo. Anteriormente no era necesario el tubo de cartón, pues como las máquinas eran de fuelle, una diminuta rotura en él bastaba para producir «fantasmas».

En la edición del lunes 9 de abril de 1923 de The Evening World, de Nueva York, apareció este reportaje hecho al padre Carlos María de Heredia, sacerdote jesuita interesado en desenmascarar los fraudes espiritistas:

«Es probable que no haya persona alguna en los Estados Unidos que más se halla interesado en el desenmascaramiento y exposición de las fotografías espíritas de Sir Arthur Conan Doyle, desde su llegada a los Estados Unidos la semana pasada, que el R. P. Carlos M. De Heredia, S. J., quien se ha dedicado al estudio de las manifestaciones espiritistas desde su juventud en la Ciudad de México.

«El Padre Heredia estaba indignado con la exhibición de fotografías de espíritus presentadas ante un gran auditorio por Sir Arthur…

«Vino pues al Evening World para dar una demostración de cómo se pueden producir estas fotografías fraudulentas bajo condiciones de prueba, lo cual hizo delante de tres miembros de nuestra redacción en el laboratorio fotográfico del Evening World.

«Uno de estos testigos era un artista que habiendo visto al Padre Heredia varias veces en sus conferencias reproducir, ante grandes auditorios, toda clase de fenómenos espiritistas, estaba seguro de que el Padre saldría triunfante en su experimento. Otro de los testigos era un reportero con veinticinco años de experiencia, gran admirador de Sir Conan Doyle, el cual se inclinaba a creer que lo que el Padre iba a hacer era un trampantojo fácil de ser descubierto por cualquiera, cuánto más por un reportero de su experiencia.

«El tercero era el fotógrafo oficial de nuestro diario con más de veinte años de experiencia fotográfica y que había hecho la mar de fotografías espíritas, por lo cual estaba seguro de que no se le escaparía el procedimiento del Padre, por oculto que fuera.

«A propuesta del Padre, l fotógrafo trajo una de sus propias placas ya puesta en su chasis. Los cuatro entraron al cuarto oscuro y pidiéndoselos el Padre Heredia, marcaron la placa con sus iniciales el artista y el reportero. El fotógrafo puso de nuevo la placa en el chasis, sin que el padre se acercara a ella, y saliendo fuera, tomó una fotografía del artista y del reportero sentados, estando de pie detrás de ellos, el Padre. El fotógrafo llevó la placa al cuarto oscuro y al revelarla él mismo, vio que en medio del grupo aparecía una cara, la del Almirante inglés Beatty.

«El artista, el reportero y el fotógrafo repitieron tres veces el mismo experimento observando constantemente todos los movimientos del Padre Heredia sin poder descubrir trampa alguna, obteniendo las tres veces otras tantas siluetas de espíritus representando una a un soldado presentando armas, otra a un borracho y la tercera el retrato mismo de Sir Arthur Conan Doyle…

«Intrigado el fotógrafo y los otros dos admiradísimos, el fotógrafo preguntó al P. Heredia: ¿Usa usted fósforo? «“Mi querido amigo, dijo éste, el fósforo no produce retratos, a lo sumo producirá manchas blancas que los espiritistas llamarían ectoplasma. -¿Se da usted por vencido? Dijo el Padre al fotógrafo. «“A la respuesta afirmativa de éste, el Padre lo llevó a un rincón, y allí, le descubrió el «modus operandi» recomendándole secreto. «“»Vaya usted ahora y engañe a sus compañeros», dijo el sacerdote al fotógrafo, y así mientras el Padre sentado en el cuarto observaba los movimientos del fotógrafo, éste, con toda habilidad reproduciendo el proceso que acababa de aprender, hacía aparecer un espíritu entre las figuras de sus dos admirados compañeros. Cuando la fotografía apareció, el Padre Heredia soltó una alegre carcajada, mientras el reportero tenía que reprimir con toda energía las palabras que le venían a la boca y que no debían ser pronunciadas delante de un siervo de Dios».

El propio padre Heredia, en su libro[10] nos menciona la forma en que realizaba algunos trucos para obtener fotografías espiritistas:


«Voy a dar otro procedimiento que es muy ingenioso y puede aplicarse cuando uno usa su propio chasis, aunque las placas sean llevadas por el cliente. Yo también lo he usado y me ha dado magníficos resultados. Tenía pues preparado un chasis cuya división interior estaba agujereada en una o varias partes. En estos agujeros había pegado «positivos» de retratos hechos en película. Al darme el cliente su placa, propia y marcada, la introducía yo en mi chasis preparado. Al llevarlo para ponerlo en la cámara, abría un poco la tapa opuesta a donde estaba la placa verdadera. La luz entraba, pasaba por el agujero donde estaba el retrato «positivo» sobre película, produciendo en la placa una cara «negativa», que era el «extra» o espíritu descarnado que aparecía junto al cliente. Este procedimiento bien ejecutado me ha dado siempre resultados sorprendentes. El procedimiento que use en el Evening World y que uso con más frecuencia, es enteramente distinto de los mencionados, ya que no está basado en la doble exposición. Es un secreto que no revelo, pues podría hacer muchísimo daño, ya que no pocos médiums, al saberlo, lo pondrían en práctica engañando irremisiblemente a sus infelices clientes».

En 1893, J. Traille Taylor, el editor de la revista The British Journal of Photography, repasó la historia de la fotografía de espíritus y detalló los métodos por los cuales las fotos fraudulentas fueron producidas[11].

En 1891, la práctica de la fotografía de espíritus ganó más credibilidad cuando Alfred Russell Wallace, afirmó que la fotografía de espíritus se debería estudiar científicamente. Escribió sobre sus propias investigaciones e incluyó una declaración de que él creía en la posibilidad de que fuera verdadera.

Después del desprestigio en que cayó la fotografía psíquica era de suponer que desaparecería de los «centros de investigación parapsicológica» (¿?). Empero, con lo que no se contaba era que en todas las épocas existen crédulos. A ellos no hay nada que los aleje de sus creencias. Su presunción es mayor que su ignorancia. Si usted les demuestra el fraude lo consideran como una persona insatisfecha de todo y lo único que harán será obstinarse, aún más, en sus convicciones descabelladas o en sus inocentes creencias. Y es que, como en una ocasión dijo L. Feuerbach, «el milagro seduce a la razón».

Pero recordemos que la creencia es la aceptación ciega de algo que uno no puede demostrar; pertenece al reino de la religión y no al de la ciencia. Y esto es lo que ha ocurrido con la parapsicología o los ovnis, disciplinas ambas que no han demostrado la realidad de sus asertos. Para tratar estos temas lo mejor es tomar en cuenta las palabras de James Rusell Lowell: «A wise skepticism is the first attribute to a good critic».


[1] Morse J. J., A Brief History of Spirit Photography, Two Worlds Publishing Company, Manchester, 1909.[2] Fontenay De Guy, La Photographie et l»™Etude des Phénomènes Psychiques, Paris, 1912.

[3] Rochas D»™Aiglun Eugéne Auguste Albert De, L»™exteriorization de la sensibilitè, Charconac, París, 6a edición, 1906.

[4] Se suponía que para obtener esas fotografías el médium debía previamente recargar su «energía vital» con una bobina de Ruhmkorff.

[5] Surbled Georges, Spirites et mediums. Chases de l»™autre monde, Vic et Amat, París, Segunda edición, 1901.

[6] Guébhard A., La photographie pour tous, París, 1897-1898.

[7] Guébhard A., Sur les prétendus enregistrements photographiques du fluids vital, Reveu Scientifique, (106), 1897.

Guébhard A., Sur les prétendus enregistrements photographiques du fluids vital, Reveu Scientifique, (108), 1897.

Guébhard A., Sur les prétendus enregistrements photographiques du fluids vital, Reveu Scientifique, (110), 1897.

Guébhard A., Le vrai fluide vital, Reveu Scientifique, (111), 1898.

Guébhard A., Sur les phénoménes de ségrégation moléculaire observables dans les liquides troublés adandonnés au repos, Bulletin de la Societé de Phisique, 18 de junio y 16 de julio de 1897.

[8] Doyle Conan Arthur, The Case for Spirit Photography, George H. Doran Co., New York, 1923.

[9] Houdiny Harry & Dunninger Joseph, Magic and Mystery, Liberty Library Corp. (reimpresión), 1963.

[10] Heredia Carlos María de, Los fraudes espiritistas y los fenómenos metapsíquicos, Imprenta Teresita, México, 1931.

[11] Traille J. Taylor, The Veil Lifted, The British Journal of Photography, marzo 17, 1893.

La virgen del chocolate

Chocolateros ven la imagen de la Virgen Maria

Por GILLIAN FLACCUS

The Associated Press

Fountain Valley, California -Como repostero de los ricos y famosos, Martucci Angiano ha posado con muchas celebridades.

Pero el jueves el sostenía en su mano una figura que lo deslumbra más que cualquier estrella de Hollywood: una columna de chocolate de 2 pulgadas de alto formada por el goteo de chocolate, que los trabajadores de su compañía gastronómica creen que tiene gran semejanza con la Virgen Maria.

Desde el descubrimiento en Bodega Chocolates, los empleados de Angiano han pasado mucho de su tiempo viendo la figura minúscula, rezando y poniendo pétalos de rosa y velas alrededor de ella.

«Me criaron para creer en la Virgen Maria, pero esto me da escalofrío», dijo Angiano cuando balanceó la figura en su mano. «Todos deberían ver esto».

La trabajadora de la cocina Cruz Jacinto fue la primera en ver el terrón de chocolate derretido cuando ella comenzó la limpieza el lunes de los goteos que se van acumulado debajo de una tina grande de chocolate oscuro.

Los goteos de chocolate endurecen generalmente en finas tiras planas sobre papel de cera, pero Jacinto dijo que ella se congeló cuando notó la forma inusual de este molde: Parecía justo como la Virgen Maria de la tarjeta que lleva siempre adentro de su bolsillo derecho.

«Cuando entro, la primera cosa que hago es mirar el reloj, pero esta vez no miré el reloj. Mis ojos fueron directamente al chocolate», dijo Jacinto. «Pensé, ¿soy la única que puede ver esto? La tomé comencé a sentir una gran emoción».

«Para mí, fue una señal», dijo.

El chocolate, en exhibición la mayor parte de la semana en la tienda de regalos frente a la compañía, ahora descansa en un recipiente de plástico en un cuarto trasero. Se trae hacia fuera para los visitantes curiosos.

El dulce tiene una base ancha y se va adelgazando suavemente hacia arriba terminando en una punta redondeada, dando el aspecto de una figura femenina con su cabeza inclinada levemente a la derecha. El chocolate derretido marrón oscuro endureció en sutiles capas que se asemejan a los pliegues de un vestido y de un velo que fluye.

Un minúsculo círculo blanco, del tamaño de una goma de lápiz, se encuentra en el centro superior de la creación. Cruz dijo que la mancha blanca es la cabeza del niño Jesús que es sostenido en los brazos de Maria.

Para Jacinto, el descubrimiento llegó a tiempo.

Criando un hijo ella misma, durante meses ha luchado con problemas maritales y dice que estaba a punto de perder su fe. «Ahora tengo grandes problemas, personales, y últimamente he dicho que dios no existe», dijo, sacando la tarjeta de su bolsillo. «Esto me ha renovado la fe».

http://www.examiner.com/a-227834~Chocolatiers_See_Image_of_Virgin_Mary.html