También se premia la imaginación

TAMBIEN SE PREMIA LA IMAGINACION[1]

Por Mauricio-José Schwarz

Editores y autores de ciencia ficción celebran cada año una rumbosa fiesta en la que los fanáticos del género tienen la oportunidad de codearse con los más famosos escritores de novelas, cuentos y guiones de cine de los Estados Unidos y de otras partes del mundo.

Iguanacon36Este año y en el mismo ambiente, se celebró la 36a. entrega de los premios «Hugo» (el equivalente en ciencia ficción a un Oscar del cine), en la ciudad de Phoenix, Arizona, y CONTACTOS estuvo ahí.

El 30 de agosto de este año, Phoenix, pequeña ciudad situada en medio del desierto de Arizona, despertó para enfrentarse con un extraño y aterrador espectáculo. Más de cinco mil seres invadían sus otrora silenciosas calles, arribando como atraídos por una fuerza irresistible. Entre ellos, docenas de extraterrestres de muy variados colores, un extenso surtido de héroes espaciales (incluidos algunos tripulantes de la famosa nave «Enterprise» cuyo comandante será James Kirk algún día), y varios individuos venidos del futuro quizá a través de complicadas máquinas del tiempo, a más de muchos hombres y mujeres de todas las edades y colores que, aparentemente, eran iguales a cualquier otro ser humano.

La diferencia entre los habitantes de Phoenix y sus ruidosos invasores la constituyó un solo detalle: éstos eran, todos, amantes de la ciencia ficción. Y el motivo de la invasión lo fue la 36a. Convención Mundial de Ciencia Ficción, en esta ocasión bautizada como «Iguanacon» (la convención de la Iguana), por alguna razón que jamás logré desentrañar.

HISTORIA DE LAS CONVENCIONES

La primera convención mundial de ciencia ficción se llevó a cabo en Nueva York, en 1939, con una asistencia de menos de 200 personas. Sin embargo, su éxito llevó a varios entusiastas aficionados, autores y editores a seguir adelante. La convención se empezó a llevar a cabo anualmente, aunque con las lógicas interrupciones a causa de la Segunda Guerra. Uno de los puntos sobresalientes de aquélla primera convención lo fue la presentación de la película Metrópolis, genial obra de Fritz Lang considerada pionera del cine de ciencia ficción, el cual años después nos daría 2001 y Naranja Mecánica; también alguien se lanzó muy pronto a formar la Sociedad Mundial de Ciencia Ficción, de la cual es socio todo aquél que sea miembro de la Convención que se esté preparando en el momento.

Así, las convenciones empezaron a crecer. Una marca, al parecer insuperable, se alcanzó en 1974, cuando asistieron 4,435 personas a la Convención de Washington, «Discon 2». Pronto habríamos de descubrir que esa marca se rompió precisamente en «Iguanacon».

EL PREMIO «HUGO»

HugoGernsbackOtra de las actividades importantes en las convenciones lo es el asistir al despegue de un número indeterminado de plateados cohetes interestelares. Se trata de los premios «Hugo», instituidos en 1953 y que, con excepción de 1954, se han venido entregando en todas las convenciones. El nombre del trofeo es un merecido homenaje a Hugo Gernsback, el hombre que fundó la primera revista literaria de ciencia ficción, Amazing, en 1926. Todos los miembros de la Sociedad Mundial tienen derecho a votar por correo unos tres meses antes de la convención y las categorías actuales incluyen: mejor cuento corto, mejor novela, mejor dibujante, mejor presentación dramática, etc. Este año se votaron en total 10 categorías diferentes.

UNA FIESTA DE LA FANTASIA

Y así las convenciones llegaron a la edad adulta. Si bien se llevan a cabo generalmente en Estados Unidos, ya han salido del país seis veces. Ha habido dos en Canadá, dos en Londres, una en Heidelberg, Alemania, y una en Austria. Durante las convenciones hay innumerables mesas redondas, seminarios; conferencias y diálogos; películas prácticamente veinticuatro horas diarias, conciertos de rock, exposición de artes plásticas, un salón que nos recuerda a la Lagunilla y en el cual se puede conseguir desde un libro usado en 30 centavos de dólar hasta un original de Frank Kelly Freas en 2,000 dólares. (¿No conocen a Kelly Freas? Entonces de seguro nunca miran las firmas en discos y libros. Ha ilustrado prácticamente de todo.) También hay una mascarada, la entrega de los «Hugos» y un banquete.

IGUANACON

Desde hace aproximadamente un año decidí asistir a «Iguanacon», desde entonces la pregunta que con más frecuencia he escuchado es: «¿A qué vas?». Ahora ha cambiado un poco por: «¿A qué fuiste?»

En realidad, no tengo respuesta para quienes creen que la ciencia ficción aún tiene algo que ver con los monitos del periódico dominical o con recientes películas de aventuras que son muy bonitos cuentos de hadas… nada más. Tampoco puedo responder a quien consideré que la ciencia ficción es literatura de evasión o bien, producción literaria de baja calidad. Para los demás, debo decir que el sólo hecho de poder conseguir libros que nunca llegaron a México, ver films despreciados en nuestro país (no sólo de ciencia ficción, está el caso de El fantasma del paraíso, comedia musical de rock), hablar con los autores y escucharlos opinar sobre el mundo real, es suficiente motivo para ir al desierto en verano.

Hugo1968«Iquanacon» duró del 30 de agosto al 4 de septiembre. Durante esos seis días, todos los asistentes vivimos la ciencia ficción, cada quien a su manera. Los hubo como un héroe de la resistencia térmica que se pasó dos días dando vueltas por el hotel disfrazado como Darth Vader (el archivillano de La Guerra. de las Galaxias). Otros, verdaderos animales nocturnos, se reunían a las doce de la noche en el «lobby» a cantar baladas… de ciencia ficción. Esas sesiones de canto tendían a durar hasta las nueve de la mañana.

INVITADOS DE HONOR Y… CIENCIA FICCION MEXICANA

Cada convención tiene su invitado de honor, y en «Iguanacon» lo fue Harlan Ellison. Si el nombre no les suena como escritor de ciencia ficción, tal vez recuerden su nombre como autor de algún libreto de la famosa serie Viaje a las Estrellas (Star Trek).

Entre los autores existe un gran interés por todo lo relacionado con México, en especial, claro, la situación de la ciencia ficción. Nos asombró el comprobar que muchos de ellos saben hablar muy buen español. La sección de ciencia ficción de Contactos Extraterrestres fue objeto de un caluroso aplauso por parte de escritores, entre los que destaca Gordon R. Dickson, cuya obra, Al estilo extraterrestre, reseñamos en nuestro número 41.

Entre todas las sorpresas, la más interesante fue el descubrimiento de una colonia de escritores de ciencia ficción en San Miguel de Allende (sí, en Guanajuato), donde temporal o permanentemente residen varios autores, entre ellos el ocasionalmente traducido al español Mack Reynolds.

FrederikPohlUno de los datos más curiosos es que ni Ray Bradbury ni Isaac Asimov, quizá los dos autores más populares, asistieron a la convención debido a que… ¡ambos odian volar! Así, su desagrado por los aviones se suma a la gran distancia que separa a Nueva York de Phoenix, y no fueron. Pero de los nombres más conocidos en nuestro país, estuvieron: Jack Williamson (La legión del espacio), Robert Silverberg (Alas nocturnas y El hombre en el laberinto), Frederik Pohl (Los mercaderes del espacio) y Norman Spinrad (Incordie a Jack Barron).

 

LOS GANADORES

Los «Hugos» más importantes fueron para: mejor novela, Gateway de Frederik Pohl; mejor «novella» (novela corta de extensión intermedia entre la novela y la noveleta). Stardance, de los canadienses Spider y Jeannie Robinson; mejor noveleta, Eyes of amber, de Joan D. Vinge y mejor cuento corto, Jefty is five, de Harlan Ellison. Como es tristemente obvio, ninguna de estas obras ha sido aún traducida al español, puesto que todas fueron publicadas durante 1977. De hecho, la más reciente novela ganadora de un Hugo que se ha traducido a nuestro idioma es Cita con Rama, de Arthur C. Clarke (autor de 2001: odisea del espacio) y que fue publicada en 1974.

Durante «Iguanacon» también se votó la sede para la convención de 1980, ganando la ciudad de Boston. Para 1981 ya se ha propuesto como sede Denver y Seattle; para 1982, Nueva Orleans; para 1983, Melbourne, Australia, y para 1984, Londres. (Lo cual me soluciona mis vacaciones durante varios años.)

LO QUE NOS PREPARA EL CINE

Durante «Iquanacon» también pudimos enterarnos que cada una de las compañías cinematográficas más importantes prepara cuando menos una cinta de ciencia ficción.

Ojalá y pronto podamos tener en México las cintas más próximas a estrenarse: Meteor (Meteoro), Aliens (Extraterrestres) y The Body Snatchers (Los Asaltantes de Cuerpos).

 

GatewayY ahora que me doy cuenta, en la lista de las futuras convenciones falta 1979. En 1979, la 37a. Convención Mundial de Ciencia Ficción, bautizada «Seacon», se llevará a cabo en Brighton, Inglaterra, del 23 al 27 de agosto. Los invitados de Honor serán Brian Aldiss (La estrella imposible) y Fritz Leiber (Un fantasma recorre Texas). Sin tratar de hacer un comercial, puesto que el comité organizador es una asociación que no percibe dividendos (vaya, ni sueldo), sino tratando que los aficionados mexicanos interesados puedan acercarse a la ciencia ficción, damos la dirección al final de este artículo. Existen, por cierto, dos tipos de membresía: de apoyo y asistente. Los miembros de apoyo tienen los mismos derechos que los asistentes, pero a mitad de precio (incluyendo voto de los «Hugos» y la recepción de los reportes).

Interesados dirigirse a: Seacon «˜79, 14 Henrietta Street, London WC2E 8QJ, England.

Phoenix, Arizona septiembre de 1978.


[1] Publicado originalmente en Contactos Extraterrestres No. 47, México 16 de octubre de 1978. Págs. 42-45 y 49.

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