EL MITO DANIEL DOUGLAS HOME[1]
Uno de los grandes mitos del espiritismo y la parapsicología lo constituye los supuestos fenómenos paranormales del médium escocés Daniel Douglas Home. La leyenda, que se ha transmitido de generación en generación, dice que a Home nunca se le agarró en un fraude. La verdad es que lo anterior sólo lo mencionan aquellos que se han acercado a la parapsicología superficialmente. Los verdaderos investigadores saben que Home sí hacía trucos y fraudes. Desafortunadamente la falta de espacio nos impide extendernos en todos ellos, pero mencionaremos dos casos que no dejarán lugar a dudas. Se trata del juicio entablado por la señora Jane Lyon en contra de Home por una «estafa psíquica» por 60,000 libras esterlinas; y el famoso caso de levitación de Daniel D. Home.
La bella viuda Lyon era una londinense que, muy jovencita, había conocido a su esposo, el señor Tobias Lyon, dueño ya de una respetable fortuna hecha en Australia, de donde era oriundo. Se había casado a los 18 años y había viajado con su marido a los Estados Unidos para fincar su residencia en Boston. Él, dedicado a los negocios del algodón, llegó a ser dueño de la más importante plantación y cardaduría de algodón de Nueva Inglaterra, y al fallecer la había dejado sola, sin hijos ni parientes, y dueña de una riqueza que al parecer, ni ella misma tenía exacta noción de su volumen.
Jane conoció a Home en una de sus tantas sesiones espiritistas. Pronto la señora Lyon pasó de ser su mecenas a ser su amante. Home la había seducido y la había engañado. Afirmaba que el difunto Tobias deseaba que Jane lo adoptara como al hijo que nunca tuvieron. La jugada era clara, D. D. Home no se conformaba con las enormes sumas que Jane ponía en sus manos, él deseaba toda su fortuna. Esta situación duró algunos años hasta que Jane Lyon se dio cuenta de las verdaderas intenciones del médium. Se presentó ante la justicia e inició una querella para retirar su apellido y toda su fortuna legada a Daniel D. Home.
La ventilación pública del caso la estableció el tribunal competente para quince días más tarde de la presentación de la demanda, y en ese interregno, el «escándalo Lyon-Home» fue la comidilla de las clases encopetadas. Durante el pleito fueron llamados a testificar camareras, cocheros, mayordomo, valets, cocineras y hasta proveedores de la casa, aportando cada uno de ellos un testimonio tan singular sobre la vida privada de sus señores, que provocaban verdaderas tempestades de carcajadas entre los asistentes a las audiencias. Cuando le correspondió prestar declaración a Jane Lyon, admitió sin ambages que:
«Evidentemente no debía haber estado en mi sano juicio, ya que sólo una demente habría podido hacer lo que yo a favor de un desnaturalizado e infernal hijo, que valiéndose de sus poderes diabólicos, me había inducido a hacer cuanto había hecho en su beneficio. Me tenía sugestionada con peligros del más allá».
Home perdió el juicio y a punto estuvo de ir a parar a la cárcel si sus amigos espiritistas no hubieran reunido la cantidad suficiente para resarcir lo defraudado a la señora Lyon quien se conformó con eso, permitiéndole su libertad. Para prevenir un posible cambio de opinión en su examante, Home puso tierra de por medio y huyó a Francia.
UNA LEVITACIÓN A OSCURAS
Es sorprendente que nuestro amigo Juan Chia haya escrito en estas mismas páginas que Home realizó una «espectacular levitación». De acuerdo con Chia, Home:
«… levitó durante varios minutos. Después puso su cuerpo rígido y salió por la ventana del edificio de tres pisos, la luz de la luna iluminaba su cuerpo. Luego entró por otra ventana y llegó suavemente a posarse en su asiento».
La verdad es muy diferente. El suceso ocurrió en Londres, en la noche del 13 de diciembre de 1868, siendo testigos el vizconde Adare, hijo del tercer duque de Dunraven; su primo el capitán Charles Wynne; y el astrónomo lord Lindsay, James Ludovic Lindsay, vigésimo sexto Earl of Crawford y noveno Earl of Balcarres. Cada uno de ellos hizo un reporte de lo sucedido[2]. Lord Lindsay escribió:
«Home, que desde hacía cierto tiempo, se encontraba en trance tras haberse paseado por la habitación, se dirigió hacia la sala vecina. En aquel momento oí una voz que murmuró en mi oído: «˜Va a salir por una ventana y entrará por otra»™. Completamente estupefacto ante el pensamiento de un experimento tan peligroso, participé a mis amigos lo que acababa de oír, y todos esperamos su regreso con gran ansiedad. Entonces oímos cómo se levantaba la ventana de la habitación contigua, y, casi inmediatamente vimos cómo Home flotaba en el aire, a la luz de la luna. Tras permanecer en aquella posición durante algunos segundos, levantó la ventana, se deslizó al interior de la habitación con los pis hacia delante y se fue a tomar asiento. Lord Adare pasó a la otra estancia, y al observar que la ventana por la que acababa de salir Home estaba abierta sólo 18 pulgadas[3], expresó su sorpresa de que el médium hubiera podido pasar por aquella abertura. Home, aún en trance, respondió: «˜Se lo voy a demostrar»™. Dio la espalda a la ventana, se echó atrás y salió por la abertura de la ventana, pasando primero la cabeza y con el cuerpo completamente rígido. Después volvió y ocupó su sitio. Esta ventana se halla a 70 pulgadas del suelo; las dos ventanas están a una distancia entre sí de 7 pies y 6 pulgadas aproximadamente, y ambas tienen un saledizo de unas 15 pulgadas[4], que sirve para depositar recipientes».
Por su parte Adare dice:
«Estaba tan oscuro que no pude ver con claridad cómo se sostenía afuera. Aparentemente no estaba aferrado a la balaustrada ni apoyado en ella. Fuera de cada ventana hay un pequeño balcón o cornisa de 19 pulgadas de profundidad, bordeado por balaustradas de piedra de 18 pulgadas de altura. Las balaustradas de las dos ventanas tienen 7 pies y 4 pulgadas de separación, midiendo desde los puntos más cercanos».
Las declaraciones de los tres testigos difieren, sin embargo, en detalles que son triviales e importantes a la vez. En verdad, Adare y Lindsay dieron varias versiones cada uno, contradiciéndose mutuamente y a sí mismos. El siguiente resumen dará una idea de su vaguedad:
El incidente ocurrió en el número 5 de Buckingham Gate, Kensington (Adare); en Ashley Place, Westminster (Adare); en la calle Victoria, Westminster (Lindsay).
Había una cornisa de 4 pulgadas de ancho bajo las ventanas (Adare); una cornisa de 1.5 pulgadas de ancho (Lindsay); ningún lugar donde apoyar los pies (Lindsay); balcones con 7 pies de separación (Adare); ningún balcón (Lindsay); a 80 pies (Home)[5]; en el tercer piso (Adare); en el primer piso (Adare).
Estaba oscuro (Adare); había un brillante claro de luna (Lindsay).
Home dormía en un cuarto y los testigos pasaron al contiguo (Adare); Home dejó a los testigos en un cuarto y él mismo fue al contiguo (Adare).
Trevor H. Hall ha establecido y demostrado que el acontecimiento sucedió en Ashley House, Ashley Place, Westminster, donde había balcones con 4 a 7 pies de separación, en el tercer piso, que estaba a 35-40 pies de la calle[6]. En la noche en cuestión había luna nueva.
Hall también demostró que Adare, además de ser amante de Home, estaba bajo su influencia en otros sentidos. Las versiones de Lindsay contradicen tanto las de Adare como ciertos hechos. La única declaración del capitán Wynne, preparada a requerimiento de Home, dice sólo que Home salió por una ventana y entró por otra:
«Puedo jurar el hecho de que el señor Home salió por una ventana y entró por otra: cualquier persona que me conozca en ningún momento puede decir que fui víctima de una alucinación o de cualquier otra clase de embuste».
La omisión de cualquier referencia al vuelo o a la levitación implica que el capitán Wynne no estaba convencido de que Home había levitado, y limitó su declaración al hecho más simple de la salida y de la entrada.
Finalmente, parece probable, que se pudo tender una cuerda entre los dos balcones por la cual pudo pasar Home.
A fin de cuentas no nos queda ninguna evidencia de que se haya producido un hecho sobrenatural. Todo apunta a que se trató de un fraude montado y preparado por Home y solapado por Adare.
Parafraseando a Chia, las levitaciones de D. D. Home seguirán siendo un gran engaño para los advenedizos de la parapsicología.
REFERENCIAS
Adare Lord, Experiences with D. D. Home, Londres, 1869.
Hall H. Trevor, New light on old Ghosts, Londres, 1965.
Hall H. Trevor, The Enigma of Daniel D. Home, Prometheus Books, Buffalo, N.Y., 1984.
Home D. D. Mrs., Gift of D. D. Home, Londres 1890.
Home Daniel Douglas, Incidents in My Life, University Books, Secaucus, N. J., 1972.
Inglis Brian, Natural and Supernatural, Hodder & Stoughton, Londres, 1977.
Jenkins E., The Shadow and the Light: A Defence of Daniel Dunglas the Médium, Hamish Hamilton, Londres, 1982.
[1] Este artículo se envió a la revista Duda como respuesta a un artículo sobre Daniel Douglas Home escrito por Juan Chia.[2] Adare Lord, Experiences with D. D. Home, Londres, 1869.
Home Daniel Douglas, Incidents in My Life, University Books, Secaucus, N. J., 1972.
Home D. D. Mrs., Gift of D. D. Home, Londres 1890.
Hall H. Trevor, New light on old Ghosts, Londres, 1965.
Hall H. Trevor, The Enigma of Daniel D. Home, Prometheus Books, Buffalo, N.Y., 1984.
[3] Unos 45 centímetros.
[4] 70 pulgadas son aproximadamente 1.75 metros; 7 pies y 6 pulgadas son 2.25 metros; 15 pulgadas son 38 centímetros.
[5] Esta es una exageración de Home que correspondería aproximadamente a un edificio de 7 pisos.
[6] Correspondientes a un edificio de 3 pisos.
esta interesante pero, pero creo q este hombre hizo muchas cosas mas, q tambien fuera bueno someterlas a juicio, yo en lo personal siempre he sido un fan de el,,,,,,,,,,,,,,,,se les agradece su colaboracion
muy buena la nota sobre daniel home. leí en una revista española (no recuerdo q número) sobre «santos paranormales» y se mencionó a este home. pero también a otros «santos» q levitaban (martín d porres, cupertino y algunos más. q sabén sobre estas persnas levitadoras? hay pruebas d eso? saludos…