Los niños salvajes (4)

LOS MITOS GRIEGOS

La mitología antigua está llena de historias similares a la de Romulo y Remo.

Durante mucho tiempo los hermanos Thyestes (o Broteas) y Atreus estuvieron peleando por el trono de Micenas. Además, Thyestes tenía un romance con la esposa de Atreus, Aerope. En venganza, Atreus mató los hijos de Thyestes y se los sirvió de comer sin que lo supiera.

Al enterarse, Thyestes fue a pedir consejo al oráculo de Delfos. El consejo fue engendrar un hijo con su propia hija, Pelopia, y ese hijo mataría a Atreus.

Poco después, Atreus se casó con Pelopia, sin saber que ella era su sobrina y que estaba embarazada de su hermano.

Cuando nació Aegisthus («fuerza de la cabra» – también trascrito como Aegisthos o Aigísthos), su madre que estaba avergonzada de su acto incestuoso, lo abandonó con unos pastores que a su vez lo dejaron con una cabra que lo crió y amamantó. Atreus, sin saber el origen del bebé, lo recogió y lo educó como su hijo. Cuando Aegisthus alcanzó la edad adulta, Thyestes reveló su verdadero parentesco, que él era su padre y abuelo, y lo empujó a matar a Atreus.

A la muerte de Atreus, Aegisthus y Thyestes gobernaron Micenas en conjunto, exiliando a los hijos de Atreus, Agamemnon y Menelaus a Esparta, donde el rey Tyndareus dio a su hija Helena, para que Menelaus la hiciera su esposa. A su muerte, Tyndareus dio su trono a Menelaus, que entonces ayudó a que Agamemnon derrocar a Aegisthus y Thyestes.

Tyndareus tuvo otra hija con Leda, llamada Clitemnestra, que por lo tanto venía siendo media hermana de Helena. Clitemnestra estaba casada con Tantalus, también hijo de Thyestes. Agamemnon asesinó más tarde a Tantalus así como al hijo de éste y de Clitemnestra. Luego procedió a casarse con Clitemnestra, así obtuvo el trono de Micenas.

Clitemnestra le dio cuatro hijos a Agamemnon: Electra, Orestes, Ifigenia, y Chrysothemis. Pero Agamemnon estuvo poco tiempo en el trono. Helena, la esposa de su hermano fue raptada por los troyanos.

Cuando Calchas decretó que Ifigenia debía ser sacrificada antes de que los griegos partieran hacia Troya, Clitemnestra se resistió pero finalmente Ifigenia fue sacrificada y la flota griega pudo partir. Clitemnestra nunca perdonó éste asesinato.

Después de que Agamemnon dejara Micenas para la guerra de Troya, Aegisthus cortejó a Clitemnestra. Agamemnon había dejado a Clitemnestra con un cantante; y mientras el cantante estuvo presente, Clitemnestra resistió a Aegisthus. Entonces Aegisthus llevó al cantante a una isla desierta, y Clitemnestra sucumbió ante los avances y fue seducida.

Al regreso del rey después de la guerra de diez años, Aegisthus conspiró con Clitemnestra para matar a Agamemnon, y a Cassandra. Ésta última insidiosamente fue presentada por Oeax, como la nueva concubina de Agamemnon. Hyginus, en su Fabluae, indica que Oeax hizo esto para «vengar las injusticias de su hermano». Odiseo, no deseaba ir a la guerra de Troya, y se había fingido enfermo. Palamedes, hermano de Oeax, expuso el engaño de Odiseo y lo forzó a unirse a la guerra. Al hacer eso, Palamedes ganó la cólera de Odiseo. Para buscar venganza, Odiseo acusó a Palamedes de traidor, y Agamemnon ordenó que fuera lapidado hasta la muerte.

Hyginus también sugiere que Cassandra, de hecho, no fue llevada como concubina, sin embargo, Clitemnestra planeó los asesinatos con Aegisthus. Hyginus escribe:

«Clitemnestra, hija de Tyndareus y esposa a Agamemnon, había oído de Oeax, hermano de Palamedes, que Cassandra había sido traída como concubina de Agamemnon, ese (cuento) de Oeax fue fabricado para vengarse de las injusticias de su hermano. Entonces Clitemnestra sostuvo consejo con Aegisthus, hijo de Thyestes, para matar a Agamemnon y Cassandra».

Aunque Aegisthus había planeado que Orestes, que en ese entonces era un niño, también fuera asesinado, Electra anticipó esto y le ayudó a escapar, llevándolo con Strophius, el novio de Astyochea, hermana de Agamemnon, a Phocis.

Clytemnestra dio a Aegisthus una hija, Erigone, que tendría más adelante un hijo, Penthilus. Clytemnestra y Aegisthus gobernaron Micenas por siete años.

Ocho años más tarde, cuando Orestes alcanzó la edad adulta, Apolo le ordenó que vengara a su padre. Volvió a Micenas con una urna llena de cenizas diciendo que eran las de Orestes. Cuando apareció Aegisthus para ver los restos de su rival, Orestes lo mató.

Clytemnestra, dándose cuenta que era su hijo Orestes que había vuelto, imploró por su vida. Pylades, compañero de Orestes, le recordó el decreto de Apolo, y Orestes también mató a su madre.

Mucho más tarde, cuando Orestes viajó a Crimea, el hijo de Aegisthus, Alete, asumió el control de Micenas. Orestes lo mató a su regreso.

Robert Bell indica que el adulterio de Clitemnestra fue porque «Clitemnestra ya estaba bajo la maldición de Afrodita, junto con sus hermanas Helena y Timandra. Una vez su padre había olvidado un sacrificio importante a Afrodita, y ella resolvió que sus tres hijas serían adulteras». Bell sugiere que la cólera de Clitemnestra contra Agamemnon sobre el sacrificio de Ifigenia pudiera también haber sido una causa para su adulterio.

Clitemnestra es un personaje altamente polémico en la mitología griega. Aunque es verdad que ella cometió adulterio, se le puede echar la culpa a la maldición de Afrodita. Es también verdad que ella mató a su marido, aunque en su descargo se puede decir que Agamemnon mató a su hija y volvió con Cassandra. Lo que no se puede entender es la aprobación de Clitemnestra al plan para asesinar a su hijo, Orestes, ya que ella misma se había opuesto vehementemente al sacrificio de Ifigenia.

ATALANTA

Atalanta o Atalante (Ἀταλάντη = «balanceó») es un personaje de la antigua mitología griega vinculada al ciclo arcaico. Existen distintas versiones en cuanto a su origen. Unos dicen que era hija de Esceneo, rey de Arcadia. También se mencionan los nombres de Iasus, Schoeneus y Árcade. Su madre fue Clímene. Para Eurípides y otros autores, su padre fue más bien Ménalo, de la isla del mismo nombre. Sin embargo, la versión más difundida, especialmente desde Hesíodo, es en la que Atalanta es hija de Atamante y Temisto, gracias a lo cual se relaciona con la cultura beocia. Según el historiador ateniense Apolodoro (168-88 a.C.), la heroína fue abandonada por su padre al nacer.

Su padre quería únicamente hijos varones y por eso al nacer Atalanta, desilusionado, la abandonó a su suerte en la cima del monte Partenio para que ahí muriera. Pero la diosa Artemisa le envió una osa que la amamantó y cuidó, hasta que unos cazadores la encontraron y decidieron educarla. Atalanta se convirtió así en la hija adoptiva de la diosa de la cacería, Artemisa. Decidió no casarse y mantenerse virgen para consagrarse a la diosa, a quien emulaba con sus acciones. Por ello, Atalanta vivía en el bosque en donde llegó a ser una gran cazadora y la corredora más rápida del mundo.

Además de su promesa, un oráculo le predijo que el día en que se casara, iba a ser convertida en animal.

En algunas versiones de la búsqueda del vellocino de oro, como la de Apolodoro, se menciona a Atalanta como parte del grupo de héroes de la antigüedad conocido como los Argonautas, que acompañó a Jasón en busca del vellocino. Fue la única mujer en hacer este viaje. Fue herida en la batalla en Colchis, pero fue curada por Medea. Otros dicen que los griegos eran bastante machistas y que Jason nunca hubiera permitido que lo acompañara una mujer en sus aventuras.

En otra ocasión Atalanta estaba cazando en Epidauro y se dio cuenta que no había llevado agua y no había ningún río cerca de ahí. Entonces tomó su jabalina y golpeó la roca, de donde de inmediato comenzó a fluir agua. Esta es la llamada fuente de Atalanta.

En Calidón vivía el rey Eneo quien tuvo un hijo con su esposa Altea. Al nacer Meleagro las tres parcas predijeron que la vida del niño duraría tanto como un tronco de árbol que estaba ardiendo en la chimenea. Entonces Altea sacó el tronco del fuego, lo apagó y lo guardó en un lugar secreto de su palacio. Meleagro creció fuerte y sano y llegó a ser el mejor lancero de Grecia.

Pasó el tiempo y un día Eneo se olvidó de hacer sacrificios a Artemisa. Entonces la diosa envió un enorme jabalí que arrasó los campos de trigo, destrozó las parras y los olivos, mató los rebaños y atemorizó a los granjeros que huyeron a refugiarse tras los muros de la ciudad.

Pronto la noticia llegó a todos los rincones de Grecia, y poco a poco los mejores héroes se reunieron en Calidón para dar muerte al jabalí. Entre ellos están: Acasto experto en jabalina, Anceo, Anfiarao, Cefeo, Eurypylus, el veloz Idas, Ificles (hermano gemelo de Heracles), el mismísimo Jasón, Leucipo, Linceo, Néstor, Peleo (esposo de Tetis, diosa del mar), Piritoo amigo de Teseo, el propio Teseo (el vencedor del Minotauro), y dos centauros llamados Hylaeus y Rhaecus. También estaban dos tíos de Meleagro: Plexipo y Toxeo, hermanos de Altea. Finalmente llegó la bellísima Atalanta, alta y delgada, armada de arco y flechas.

Al principio, Anceo y Cefeo se negaron a seguir en la cacería si se permitía que participara una mujer. Meleagro, que se había enamorado de la muchacha, les obligó a callar.

Finalmente, cuando sonaron los cuernos, todos penetraron al bosque en busca del jabalí. Los centauros aprovecharon la ocasión y trataron de violar a Atalanta. Ella los mató a los dos con sus flechas.

«Linceo vio al jabalí cerca de un arroyo y avisó a los demás. El jabalí al verse acorralado embistió y mató a tres de los cazadores. Néstor se salvó subiéndose a un árbol. El héroe Teseo lanzó su jabalina pero falló. Ificles sólo consiguió rozarle en un costado. Cuando el jabalí estaba a punto de arrollar a Anceo, Atalanta disparó una flecha que alcanzó al jabalí debajo de la oreja e hizo que desviara su trayectoria, salvando a Anceo.

«Pero Anceo, desagradecido, no quiso reconocer que Atalanta le había salvado la vida y le gritó:

«- ¡Mujer tenías que ser!, has estado a punto de alcanzarme con tu flecha.

«Cuando el jabalí volvió a embestir Anceo intentó darle un golpe con su hacha pero el jabalí lo despedazó con sus colmillos. Peleo le lanzó una jabalina pero también falló, la jabalina rebotó en un árbol y mató a otro de los cazadores. Anfiarao, con una flecha, alcanzó al jabalí en el ojo derecho. El jabalí, sintiéndose herido, se revolvió y acorraló a Teseo contra un árbol, entonces Meleagro se acercó al jabalí por el lado derecho por donde no podía verle y le clavó una lanza en el lomo, que le atravesó el corazón, matándole en el acto. Inmediatamente Meleagro le quitó la piel y se la dió a Atalanta diciendo:

«- Te la mereces porque tu flecha le habría causado la muerte muy pronto.

«Los tíos de Meleagro protestaron:

«- No es justo, Atalanta sólo provocó una herida, tú lo has matado.

«Meleagro respondió:

«- Callaos, ya he tomado la decisión de darle la piel a Atalanta.

«- Lo has hecho porque te has enamorado de esa chica, le respondió uno de sus tíos, piensa en lo que dirá tu esposa.

«- Pide disculpas o te mataré, gritó Meleagro.

«El otro tío dijo:

«- Mi hermano no tiene porque pedir disculpas, cualquiera puede ver que ha dicho la verdad.

«Entonces Meleagro, cegado por la ira, atravesó con su lanza a sus dos tíos.

Eurypylus insultó a Atalanta, culpándola de la muerte de Plexito y Toxeo, y Meleagro le mató.

«Cuando la madre de Meleagro se enteró que éste había matado a sus dos hermanos sacó el tronco que guardaba y lo arrojó al fuego.

«Meleagro sintió de repente un fuego interno y una gran quemazón y murió lentamente cumpliéndose así la profecía de las tres parcas».

CIBELES

Iaso, rey de Arcadia y padre de Atalanta, al enterarse que su hija había ganado la piel del jabalí de Calidón se sintió muy orgulloso y decide reconocerla como hija legítima. Le pide perdón por haberla abandonado y decide buscarle un esposo. Atalanta se muestra reticente a contraer nupcias, pero no quiere contradecir a su padre. Atalanta pone como condición casarse con quién logre ganarle en una carrera a pie. Pero los perdedores debían morir.

Atalanta se sentía segura pues recién había ganado el premio a la carrera en los juegos fúnebres organizados en nombre de Pelias, donde compitió con Peleo, padre de Aquiles, el de los pies ligeros, héroe del ciclo troyano.

Durante uno o dos años ningún pretendiente logró derrotarla. Atalanta vencía a todos sus competidores. Sin embargo, a pesar del peligro, muchos lo intentaron e irremediablemente perecieron, porque era invencible, aún cuando les daba alguna ventaja al inicio de la carrera.

Entonces apareció Hipómenes (en otra parte llamado Melianón o Melanion), biznieto de Poseidón, que se había enamorado de Atalanta. En la versión Beocia de la leyenda, seguida por Ovidio (Metamorfosis, 10: 560 – 707), Hipómenes busca la ayuda de Afrodita, diosa del amor, ofreciéndole un sacrificio.

Afrodita le prestó a Hipómenes tres manzanas de oro que procedían del jardín de las Hespérides (en otras versiones se habla de membrillos), para que pudiera distraer a Atalanta durante la carrera. Hipómenes debía tirar las manzanas de oro, de una en una, para que Atalanta las recogiera. Cada vez que la joven le iba a dar alcance, Hipómenes dejaba caer una de las manzanas. Con esta estratagema el astuto Hipómenes pudo vencer a Atalanta y casarse con ella.

Atalanta sabe cual es el precio por casarse: se lo ha dicho el oráculo. Pero ella fiel a su palabra se casa y pierde al fin su tan preciada virginidad.

Parece que tantos años de castidad hicieron de Atalanta una mujer insaciable. Durante un tiempo vivió feliz con su pareja haciendo el amor en todas partes. Pero un buen día, la lascivia de los esposos llegó a tal punto que entraron en un templo de Zeus (o de Cibeles, en otras versiones) y se pusieron a fornicar en el recinto. Zeus o Cibeles, ofendidos, montaron en cólera por el sacrilegio y transformaron a la pareja en dos leones. Aparentemente, los griegos creían que los leones no se cruzaban entre sí y sólo podían aparearse con leopardos (los cachorros de león son moteados). De esa manera los condenaba a una vida separada. Finalmente los unció a su carro y los condenó a pasar el resto de la eternidad tirando de él.

Atalanta dio a luz un hijo, Partenopeo, que participó en la primera expedición de los Siete contra Tebas. A veces se dice que este niño fue fruto de su matrimonio, pero también hay leyendas que indican que es hijo de Ares o del mismo Meleagro.

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