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El misterio de las centellas (628)

El misterio de las centellas (628)

Cuando yo tenía alrededor de 8 años de edad pasaba los veranos en casa de los abuelos en Flatwoods Alabama.

Mi abuela tenía el sueño muy ligero y se despertaba con el sonido más leve de los truenos. Una noche nos enteramos que se levantó para ver el pronóstico del tiempo por lo que nos unimos a ella en el patio delantero.

Nos dimos cuenta que ella miraba alrededor de la esquina de la casa y cuando nos unimos a ella fuimos testigos de una esfera de color rojo brillante flotando en el horizonte. Se estaba moviendo relativamente lento y se movió en una línea recta por encima de las líneas eléctricas luego desapareció detrás de unos árboles de pino. Si tuviera que adivinar, tenía que estar alrededor de 2 a 3 millas de distancia.

Le preguntamos a la abuela lo que era eso y ella dijo «yo no sé pero no te preocupes por eso», por lo que nunca le di mucha importancia.

Ahora tengo 46 y la memoria es tan vívida que parece que fue ayer. No fue hasta que vi un especial en el Discovery Channel que me di cuenta que lo que vimos esa noche era de hecho una centella.

Ronnie Lee

Slidell , LA. USA

Una mezcla peligrosa: incultura y candidez

ESCRUTINIO

 

Una mezcla peligrosa: incultura y candidez[1]

 

Juan José Morales

No quisiera yo tener que andar ocupándome de Enrique Peña Nieto. Mucho menos mofarme de él. Pero no queda más remedio que hacerlo. Como se diría en términos coloquiales, él mismo se pone de pechito para que se le ridiculice, al exhibir su incultura y su ignorancia. Así, durante su reciente gira por Yucatán, el 13 de enero, soltó la siguiente perla: «Díganle a los jóvenes de México, desde Yucatán, que en el legado de la cultura milenaria de los mayas, está escrito que en el 2012 viene un cambio, viene una nueva era.»

clip_image002Algo así ha de haber visto Peña Nieto en alguno de los muchos programas sobre ovnis, brujería y hechos sobrenaturales que se transmiten por televisión y dio por hecho que las supuestas profecías mayas realmente existen.

¿Dónde está escrita tal cosa? ¿A qué legado milenario se refiere EPN? ¿De qué nueva era habla? ¿Acaso de la era de Acuario de los hippies? ¿Del New Age?

Lo que ocurre es que alguna vez Peña Nieto oyó hablar de unas supuestas profecías mayas según las cuales 2012 marcará el inicio de una nueva era (originalmente se decía que el fin del mundo). Y, en su profunda ignorancia, supuso que en verdad existen tales vaticinios, aunque no supiera en qué consisten. Así que, para pasar por culto, aprovechar el asunto para relacionar ese hipotético cambio con las elecciones de julio próximo y de paso darle una «cultivada» a su auditorio yucateco, mencionó lo de las tales predicciones, sobre las que ningún arqueólogo, antropólogo o historiador ha escrito jamás una línea, excepto para desmentirlas.

Y es que, como ya hemos dicho varias veces en estas páginas, y como se ha repetido hasta la saciedad, las supuestas profecías mayas fueron inventadas por un charlatán, un tal Fernando Malkún, colombiano, que no tiene la menor preparación en arqueología o antropología pero ha sabido hacer jugosos negocios, no sólo con los mayas sino también con los egipcios, los tibetanos o la Atlántida, sobre los cuales dice igualmente haber hecho descubrimientos extraordinarios que nadie más que él ha logrado.

Pero no vamos a entrar en detalles sobre los engaños y los negocios de Malkún. Volvamos a Peña Nieto.

Que dé por cierta la existencia de las inexistentes profecías mayas, es explicable, lógico y natural. No podría esperarse otra cosa de un hombre que «”como atinadamente dijo alguien»” ha escrito más libros (uno) de los que ha leído. Si no lee, no pudo haber sabido de los incontables desmentidos que investigadores del INAH y otras personas verdaderamente informadas han publicado al respecto de este cuento de Malkún para bobos. Pero que ninguno de sus numerosos asesores y consejeros le haya orientado al respecto, resulta todavía más grave: demuestra que está rodeado por gente tanto o más ignorante e inculta que él y que ni siquiera se le ocurre buscar orientación y asesoría de expertos. Toda esa gente, por lo visto también cree en lo que oye o ve en algún programa de chismes, brujería o hechos sobrenaturales de los que se transmiten por la televisión comercial.

Entre los muchos comentarios que se han publicado acerca de Peña Nieto y su analfabetismo funcional, hay uno que me parece especialmente atinado. Dice «”palabras más, palabras menos»” que ser un hombre culto no es necesariamente garantía de ser buen gobernante, pero ser un hombre inculto si es garantía de un pésimo gobierno, y si alguien lo duda, ahí está Vicente Fox para probarlo.

Todavía podríamos agregar que si además de inculto e ignorante se es lo bastante cándido para creer en charlatanerías y se tiene por compañera a una mujer de nivel intelectual comparable «”Martita en el caso de Fox, La Gaviota en el de EPN»” la certidumbre de que será un mal gobernante es del 200%.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 26 de enero de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales.

El misterio de las centellas (627)

El misterio de las centellas (627)

El día más emocionante de mi vida. (Junio de 1987)

El viento giró hacia el sur durante la tarde (algo inusual en la zona). Un viento cálido, con un tornado pequeño que hizo un claro corte de una hectárea en el bosque detrás de mi casa.

Yo estaba en mi hamaca a las 7 pm. El cielo estaba gris y la vi explosiones de colores provenientes de las paredes de la casa. Pensé que la casa se estaba quemando. Me acerqué a descubrir que todo estaba bien, salvo estos ruidos extraños detrás de mí – una especie de rumor de bajo nivel. Me volví sólo para ver estas decenas de bolas del tamaño de pelotas de baloncesto flotando como pompas de jabón gigantes y coloridas. Una desaparecía en un estallido de luz cada 10 segundos o menos, con este sonido inusual y era remplazada por otra procedente del bosque cercano (a 50 metros). Pronto me encontré medio rodeado de estas bolas a unos 5-6 pies de altura. Entonces empecé a sentirme atraído y mi cabello tenía una impresión desagradable de entumecimiento que me hizo correr a la casa desde donde puede contar 3 docenas de bolas.

Todo el evento duró unos 3-4 minutos.

Un último fenómeno ocurrió alrededor de las 22:00 del mismo día. Después de una tormenta eléctrica y un corte de energía, mi novia y yo vimos una bola de unos 10 cm brillando en el suelo afuera y no se movió en absoluto durante un minuto a pesar de las fuertes ráfagas de viento. Luego la bola se movió lentamente, aceleró y desapareció.

Ojalá todos pudieran ver un evento así en su vida. Se trata de la belleza y la fuerza unidas, y sólo la naturaleza tiene la receta.

Pierre Masse

Quebec, QC Canada