Una variante del cuento del gato y el ratón

IMPACTO AMBIENTAL

Una variante del cuento del gato y el ratón[1]

Juan José Morales

Puede parecer extraño que una organización consagrada a la protección y conservación de la flora y la fauna mantenga un proyecto destinado a erradicar animales. Sobre todo si lo hace como parte de un programa de restauración ecológica. Pero en la Reserva de la Biósfera de Banco Chinchorro «”el gran arrecife anular situado frente a la costa sur de Quintana Roo»”, se ha dado esa aparente incongruencia. La agrupación científica conservacionista Amigos de Sian Ka»™an, está apoyando el combate a dos especies de animales del lugar. Y, por contradictorio que se antoje, esa medida resulta benéfica para el medio ambiente.

Los tales animales son la rata negra y el gato feral. Ambos fueron introducidos a los pequeños cayos o islotes del arrecife donde los pescadores establecen sus campamentos para la captura de langosta y pescado. Y ambos constituyen una amenaza para la fauna nativa del lugar, por lo cual resulta urgente acabar con ellos.

clip_image001Un gato feral en Cayo Norte, uno de los tres pequeños islotes del arrecife de Banco Chinchorro. Introducidos para combatir una invasión de ratas, estos felinos formaron una población feral «”es decir, sin contacto con los seres humanos»” y al desarrollar su instinto de cazadores se han convertido en una seria amenaza para las especies nativas.

La rata negra «” Rattus rattus en la clasificación zoológica»” es bien conocida como una especie terriblemente dañina, que no sólo destruye, deteriora o contamina alimentos y toda clase de productos, sino también transmite enfermedades, de las cuales la más famosa es la peste bubónica. Llegó a Chinchorro de la misma manera que se ha propagado por todo el mundo: de manera furtiva, como polizón a bordo de buques. Concretamente, de las embarcaciones de los pescadores. Gracias a su elevada capacidad reproductiva, no tardó en sentar sus reales en el lugar y no sólo se convirtió en un problema para los propios pescadores «”a quienes daña o destruye sus abastecimientos y sus aparejos de pesca»”, sino que comenzó a atacar a las lagartijas, las aves y otros animales nativos, según pudo comprobarse al examinar los restos de alimento hallados en el estómago de ratas capturadas durante la campaña de erradicación.

Estos roedores no fueron el único problema de fauna exótica en el Banco Chinchorro. Preocupados por la proliferación de ratas, los pescadores decidieron llevar gatos para combatirlas. Así se introdujo «”ya no accidental sino deliberadamente»” la segunda especie invasora, el Felis silvestris catus. Pero, aunque a los gatos se les considera animales domésticos por excelencia, también se convirtieron en un problema para el medio ambiente natural.

Algunos de ellos comenzaron a vivir lejos de los campamentos, tuvieron descendencia y así surgió una población de gatos ferales. Es decir, gatos que sin ser propiamente silvestres o salvajes, han crecido sin contacto con el ser humano, lo eluden y a menudo reaccionan agresivamente cuando alguien se les acerca.

Esos gatos ferales, desde luego, tratan de obtener alimento. Y para ello, además de incursionar ocasionalmente en los campamentos, cazan animales nativos. Al estudiar el contenido estomacal de estos felinos, se encontraron restos de geckos y lagartijas, patas y plumas de aves, huevos de ave sin desarrollar y, desde luego, restos de ratas. Todo esto demuestra que como cazadores, los gatos son muy eficientes y constituyen una seria amenaza para la fauna nativa.

Tanto la rata negra como el aparentemente inofensivo gato feral se encuentran en la lista de las 100 especies exóticas más dañinas del mundo elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Representan «”dicen los científicos»” un grave peligro para aquellos ecosistemas en los cuales se introducen. Sobre todo en las islas, y particularmente en las de muy pequeño tamaño, como son los cayos o islotes de Banco Chinchorro. Por eso, aunque parezca incongruente, es necesario acabar con ellos en esos lugares.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 20 de mayo de 2013.

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