Pemex y la delincuencia organizada

IMPACTO AMBIENTAL

Pemex y la delincuencia organizada[1]

Juan José Morales

Quizá pueda parecer un tanto exagerado decir que Pemex ha sido víctima de la delincuencia organizada y que ha caído en manos de una pandilla de malhechores. Pero después de leer lo que viene a continuación, seguramente muchos lectores llegarán a esa conclusión. Aunque, antes de seguir adelante, y para dar a cada quien el mérito que le corresponde, conviene aclarar que la información me fue proporcionada por un buen amigo periodista, Nicolás Durán de la Sierra, quien la comentó en su columna de una revista cancunense y a su vez la encontró de primera mano en el diario Vanguardia de Saltillo, Coahuila.

Y conviene precisar también que cuando hablamos de delincuencia organizada en relación con Pemex, no nos referimos a vulgares ladrones que «ordeñan» ductos de combustible, sino a altos «”muy altos»” funcionarios que desde adentro, desde la dirección de la empresa, cometieron los actos que les permitieron entregarla a compañías extranjeras de las que ellos mismos son ahora socios. Veamos.

Resulta «”según la información del diario coahuilense»” que en la lista de socios, consejeros y asesores de las empresas extranjeras beneficiadas con la gradual privatización de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, resplandecen cual luminarias nombres tales como Jesús Reyes Heroles, director de Pemex de 2006 a 2009 bajo el gobierno de Calderón, quien es ahora fundador de la empresa EnergeA, asociada con Morgan Stanley Private, que vende productos y servicios tanto a Pemex como a la CFE.

clip_image001Esta caricatura de El Fisgón, reproducida en la página del círculo de estudios Brújula Metropolitana, describe muy bien lo ocurrido en Pemex.

Brilla igualmente el hombre de Juan José Suárez Coppel, quien fuera director de Pemex de 2009 a 2012, y actualmente es socio de la empresa norteamericana Jacobs Engineering Group, a la que durante su gestión otorgó contratos por más de 2 500 millones de dólares para construir 18 plataformas en la Sonda de Campeche. Suárez Coppel, dicho sea de paso, también ordenó «”sin autorización del consejo de administración de Pemex»” comprar un gran paquete de acciones de la petrolera española Repsol. Para ésta, aquel fue un suculento negocio, pues se hallaba en graves problemas financieros que Suárez Coppel ocultó. En cambio para Pemex derivó en una pérdida de diez mil millones de dólares al desplomarse el valor de las acciones.

Adrián Lajous Vargas, director de Pemex en el gobierno de Zedillo, es otro que ahora aparece como funcionario de empresas petroleras beneficiadas con la privatización. Concretamente, es miembro de la junta directiva de la poderosa trasnacional Schlumberger, a la que durante su gestión adjudicara contratos por más de 73 mil millones de pesos. Favor con favor se paga, ¿no?

Refulge asimismo el nombre de Carlos Ruiz Sacristán «”para variar, director de Pemex en 1994 con Zedillo»”, ahora alto ejecutivo de Sempra Energy, empresa norteamericana que «”adivinó usted»” vende servicios y asesoría a la Secretaría de Energía de México.

Hasta el año pasado, Emilio Lozoya Austin fue miembro del consejo de administración de OHL México, que recibió de Pemex tres jugosos contratos para construir una planta de hidrógeno, terminar un gasoducto en Cadereyta, Nuevo León y edificar una planta eléctrica en Tamaulipas. Si el nombre le suena, es porque don Emilio es el actual director de Pemex.

Seguramente le suena también el nombre de Georgina Kessel. Fue Secretaria de Energía en el gobierno de Calderón. Ahora se sienta en el consejo de dirección de Iberdrola, la empresa española favorecida con generosos contratos por más de mil millones de euros (casi 20 mil millones de pesos) por Pemex. Iberdrola es igualmente una de esas empresas generadoras de electricidad a las cuales la CFE está obligada a comprarles toda la energía que produzcan, en detrimento de la operación de las propias plantas mexicanas.

Creo que estos botoncitos de muestra bastan para llegar a la conclusión de que efectivamente Pemex ha caído en manos de la delincuencia organizada. Ha sido víctima de delincuentes de cuello blanco que aprovecharon su paso por la dirección de la empresa para sabotearla, minarla desde dentro y entregarla a transnacionales a las que estaban sirviendo con esa labor de zapa y a cuya mesa se sientan ahora para disfrutar del botín.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Martes 24 de diciembre de 2013

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