El oso polar y el calentamiento global

IMPACTO AMBIENTAL

El oso polar y el calentamiento global[1]

Juan José Morales

El animal que podría considerarse víctima emblemática del calentamiento global y el cambio climático es el oso polar. Como está estrechamente adaptado a la vida en la región ártica, al reducirse el casquete polar de hielo y nieve encuentra cada vez menos zonas adecuadas para sus correrías de caza. Y es que su alimento principal son las focas, a las cuales atrapa cuando salen a respirar por agujeros entre el hielo.

Pero resulta que al parecer el oso polar está adaptándose a las nuevas condiciones climáticas. Así se señala en un estudio recientemente publicado en la revista Ecology and Evolution por Linda J. Gormezano y Robert F Rockwell, del Museo Norteamericano de Historia Natural. Ese soberbio depredador «”el más carnívoro de todos los osos»”, cada vez más incluye en su dieta a otros animales aparte de las focas, así como una creciente cantidad de vegetales.

clip_image001El oso polar «”Ursus maritimus en la clasificación científica»” es una especie que se originó hace unos 150 mil años a partir de osos terrestres. A lo largo de la evolución fue adquiriendo una forma hidrodinámica que le permite desplazarse mejor en el agua, e incluso algunos biólogos opinan que está en camino de convertirse en mamífero marino. Pero el calentamiento global, al reducir la extensión de los campos de hielo en los cuales realiza sus correrías de caza, lo está obligando a retomar hábitos terrestres.

El estudio fue realizado en la bahía de Hudson, en el norte de Canadá, dentro del Círculo Polar Ártico y permitió comprobar que los osos que habitan en esa región cazan con mayor frecuencia caribúes y gansos de las nieves, y que también más a menudo comen huevos de esas y otras aves. Igualmente, consumen una mayor cantidad de plantas.

Los osos polares «”hay que recordarlo»” se alimentan principalmente durante la primavera. En esa época, cuando las masas de hielo todavía cubren grandes extensiones de la bahía, se les facilita la cacería de focas. Pueden comer en abundancia y de esta manera acumulan en su propio organismo reservas alimenticias en forma de grasa. Luego, a mediados o fines de julio, ocurre el deshielo, los osos ya no pueden moverse sobre las aguas marinas «”puesto que ya no están congeladas»” y como perseguir focas nadando les resulta imposible, deben volver a tierra y durante meses tienen lo que los científicos denominan un balance energético negativo. Es decir, consumen más energía de la que pueden obtener a través del poco alimento que encuentran en tierra y se ven obligados a vivir básicamente de sus reservas de grasa, Finalmente, a la llegada del siguiente invierno, pueden reanudar la cacería de focas.

El calentamiento global, al reducir la extensión de las áreas cubiertas de hielo en el mar, y disminuir la duración del período anual de congelación, hace que las posibilidades de que los osos polares obtengan suficiente alimento en la forma habitual sean menores. Por eso se les considera seriamente amenazados. Pero, según relata este estudio, al parecer están encontrando la manera de superar el inconveniente.

En realidad, como dicen los autores del trabajo, cazar otros animales y comer hierbas, líquenes y otros vegetales, no es cosa nueva. Investigaciones que datan de 40 años atrás indican que ya lo hacían desde hace tiempo. Lo que ocurre es simplemente que ahora recurren más a ese tipo de alimentación en tierra para compensar las dificultades a que se enfrentan debido a los cambios ambientales.

Lo que todavía no tienen muy claro los investigadores es si esto lo hacen impulsados por el hambre como un recurso desesperado, o si significa un cambio permanente en sus hábitos alimenticios. Para saberlo se requieren nuevos estudios.

Y para terminar, un comentario sobre la manera como trabajan los zoólogos: a fin de averiguar qué come un animal y en qué porcentaje consume cada tipo de alimento, pueden recurrir al examen del contenido estomacal de ejemplares muertos o, como en el caso de los osos polares de la bahía de Hudson, a estudiar sus excrementos.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 3 de febrero de 2013

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