La “reforma” energética y los juegos de palabras

ESCRUTINIO

La «reforma» energética y los juegos de palabras[1]

Juan José Morales

Ciertamente, PAN, PRI y sus satélites verdes han sido muy hábiles manipulando el lenguaje al hablar de la llamada reforma energética, para ocultar los hechos reales y engañar sin que en apariencia mientan. Afirman, por ejemplo, que no se privatizarán Pemex ni la Comisión Federal de Electricidad, y en sentido estricto eso es cierto, puesto que no se venderán sus activos.

clip_image002Pero en realidad lo que se hará es «”como se ha estado haciendo durante los últimos años»” seguir manteniendo en el abandono a esas empresas que fueron claves para el desarrollo del país, hasta dejarlas morir. Y mientras tanto, se expedirán a diestra y siniestra concesiones a empresas privadas para producir electricidad y petróleo. De hecho, eso ya ocurre en el caso de la electricidad. Cada vez más empresas extranjeras instalan plantas generadoras, que son la parte más sencilla y requiere menos inversiones en la industria eléctrica, y la CFE no sólo está obligada a comprarles hasta el último kilowatt que produzcan, sino también debe encargarse de la parte más compleja, costosa, difícil y menos redituable que es la transmisión y distribución hasta el usuario final. En otras palabras: negocio redondo para las empresas extranjeras y una carga para la CFE, que por ello opera con pérdidas y es tachada de ineficiente e improductiva.

Sí, efectivamente, la CFE y Pemex no serán privatizados. Lo que se privatizará son la industria eléctrica y la petrolera en su conjunto, cuyas puertas serán abiertas de par en par a la inversión extranjera, en particular de las transnacionales, cuyo poderío económico y político es de sobra conocido y que les permitirá manejar a su antojo a funcionarios, gobernantes y políticos.

Un juego de palabras semejante ocurre en relación con las tierras donde se encuentren yacimientos petroleros o se tiendan oleoductos. No habrá expropiaciones, dicen PRI, PAN y sus corifeos verdes y panales. Pero en realidad sí las habrá, sólo que con otro y discreto nombre: «ocupación temporal». O, todavía más claro y explícito: «servidumbre». Es decir, los propietarios de tierras, ya sean agricultores o ganaderos, serán despojados de ellas en beneficio de las empresas petroleras, que las podrán ocupar con la bendición de la ley y utilizarlas a su antojo. Cuando ya no las necesiten, y cuando estén arruinadas por la contaminación con desechos del petróleo, le serán devueltas a sus propietarios.

Nos han venido haciendo también la promesa de que disminuirá el precio del gas y la electricidad. Y para lograr un impacto sicológico que la haga extensiva a la gasolina, el ofrecimiento se anuncia en cartel sobre las bombas expendedoras de este combustible. Pero aquello es una mentira descarada. Ya oficialmente se dijo que seguiremos teniendo «gasolinazos» al menos durante tres años más, hasta 2017, y que los precios de la electricidad y el gas se regirán por la ley de la oferta y la demanda y las cotizaciones de los mercados internacionales, elegante manera de decir que aumentarán.

Se habla asimismo en todos los tonos que como resultado de la «reforma» energética y la llegada a México de empresas extranjeras, se crearán cientos de miles o millones de nuevos empleos. Pero, como en los anuncios mañosos, la letra chiquita dice que eso no ocurrirá de inmediato, sino al cabo de algunos años. ¿Cuántos? Los políticos confían en que la paciencia del mexicano es ilimitada, y si ya llevan treinta años oyendo promesas incumplidas, unas cuantas más no les harán daño.

Se dice también que las obras eléctricas y petroleras deberán tener un 35% de contenido nacional respecto a materiales, mano de obra, insumos, etc. Pero esa disposición reza para la industria en general, no para cada obra en particular. Lo que ocurrirá es perfectamente previsible: a la CFE y Pemex se les cargará esa obligación, pero no a las empresas extranjeras.

En fin, estamos ante una larga cadena de mentiras encubiertas y de verdades a medias con las cuales se trata de engañar a la opinión pública.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 23 de julio de 2014

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.