Una nueva y triste distinción para la monarca

IMPACTO AMBIENTAL

Una nueva y triste distinción para la monarca[1]

Juan José Morales

La más famosa de las mariposas mexicanas, la monarca «”o Danaus plexippus en la clasificación científica»” tiene ahora una nueva y nada envidiable distinción: el gobierno de Estados Unidos ha aceptado incluirla en lista de especies amenazadas de extinción. Y es que durante los últimos años sus poblaciones han venido declinando sistemáticamente, a tal grado que actualmente son apenas de la décima parte de lo que eran en 1994.

Esa mariposa, de hermosos colores y diseños negro y anaranjado, se distingue porque cada año realiza una extraordinaria migración para escapar de los rigores del invierno desde la región de los Grandes Lagos, en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, hasta los bosques del Eje Volcánico Transversal en México, principalmente en el estado de Michoacán. Esta es la ruta migratoria principal, pero hay otra, a lo largo de la costa oriental de Estados Unidos, hasta el este de la península de Yucatán y más allá, hacia alguna zona de hibernación todavía no precisada.

imageUna larva de mariposa monarca alimentándose sobre hojas de una planta de asclepia. La existencia de la especie depende críticamente de estas malezas, que no solamente le proporcionan alimento sino protección contra depredadores, pero su eliminación ha hecho que en sólo un par de décadas las poblaciones de monarca hayan disminuido dramáticamente.

Tradicionalmente, el descenso en las poblaciones de monarca de ha atribuido a la deforestación en México. Pero, si bien eso ha contribuido de manera importante al problema, no es la única causa, ni siquiera la principal. Estudios realizados durante los últimos años han demostrado que la principal causa es el uso masivo de cierto insecticida en los campos agrícolas norteamericanos por los cuales la mariposa pasa durante su migración hacia el sur y viceversa.

Para entender mejor esto, hay que recordar que las monarca se reproducen a lo largo de su migración. Es decir, las que salen de México hacia Estados Unidos o Canadá, no son las mismas que llegan, sino que en el camino mueren pero depositan sus huevos para que nazcan otras, que a su vez hacen lo mismo en el trayecto. Y el alimento principal de las larvas nacidas de esos huevos y luego metamorfoseadas en mariposas adultas, son hojas de ciertas hierbas del género Asclepias, popularmente conocidas en español con diversos nombres como algodoncillo, hierba María, burladora, flor de culebra, cancecillo, pelo de gato, venenillo, etc. Una especie muy extendida, que tenemos en la península de Yucatán, es la Asclepias curassavica, llamada k`uchil-xiu en maya.

Las asclepias contienen ciertas sustancias tóxicas de muy repulsivo sabor que las monarca acumulan en su cuerpo a manera de protección: cuando un depredador come una larva o una mariposa adulta, la vomita de inmediato y no le quedan ganas de comer otra.

Pues bien, como las asclepias se consideran malezas indeseables, para combatirlas se ha generalizado en los campos agrícolas del medio oeste de Estados Unidos el uso del herbicida Roundup, que se emplea como complemento de las variedades genéticamente modificadas de maíz y soya. Al generalizarse el cultivo de estas variedades, prácticamente se ha acabado con las asclepias, por tanto con el alimento para las monarca que cruzan esa zona geográfica durante su gran migración.

Así la población de monarcas literalmente ha sido diezmada «”es decir, reducida a la décima parte»” en un par de décadas y los científicos han tenido que pedir al gobierno norteamericano que declare a la especie amenazada de extinción.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 12 de enero de 2015

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