Un vampiro de mentirijillas

ESCRUTINIO

Un vampiro de mentirijillas[1]

Juan José Morales

A propósito de nuestro reciente artículo sobre el pequeño murciélago de cara arrugada o Centurio senex, un lector de Tizimín nos pregunta cuál es el mayor murciélago que tenemos por estos rumbos del Mayab. Respuesta: el que los científicos denominan Vampyrum spectrum y en el lenguaje popular se conoce como falso vampiro o vampiro espectral. Los adultos miden normalmente 80 ó 90 centímetros de punta a punta de las alas y se han colectado ejemplares hasta de un metro.

clip_image001La foto, cortesía de Cristina Peñaloza, del Instituto de Biología de la UNAM, muestra el descomunal tamaño y el impresionante aspecto del falso vampiro. Es típicamente tropical. Habita desde Veracruz y el sureste de México, hasta Perú y la región central del Brasil. Pero la deforestación y su baja capacidad reproductiva «”tiene sólo una cría por año»” amenazan su sobrevivencia.

Pero, pese a su truculento nombre y sus descomunales dimensiones, es totalmente inofensivo para el ser humano, aunque no para otras criaturas de sangre caliente. Se le llamó Vampyrum porque en un principio se creyó que era hematófago «”es decir, que se alimentaba con sangre»” al igual que el vampiro de patas pelonas Desmodus rotundus o el de patas peludas, Diphylla ecaudata, que también existen en la península.

Pronto se comprobó que en realidad es carnívoro. Devora todo tipo de pequeños animales, desde insectos de considerable tamaño tales como grillos, cigarras y orugas, hasta ratones, crías de tlacuache, ardillas pequeñas y mamíferos en general «”inclusive otros murciélagos menores que él»”, pasando por ranas, serpientes, pájaros y otras aves, anfibios y reptiles. Prácticamente no desdeña ningún animal al que pueda darle caza. En YouTube puede verse un interesante video subido por el Dr. Rodrigo Medellín, especialista en murciélagos del Instituto de Biología de la UNAM, que muestra a uno de estos murciélagos devorando a otro más pequeño.

Sin embargo, no obstante su tamaño y sus hábitos carnívoros, no está emparentado con los grandes murciélagos de dieta semejante y también llamados falsos vampiros del Viejo Mundo, que pertenecen a una familia zoológica diferente.

Como decíamos, es notable por su gran tamaño. El largo de su cuerpo oscila entre 12 y 15 centímetros, su peso va de los 150 gramos a cerca de 200 y mide comúnmente unos 80 centímetros de envergadura. Se distingue por su largo hocico y sus grandes orejas redondeadas, de unos cuatro centímetros de largo, que cuando las dobla hacia el frente le llegan hasta el extremo de la nariz. También posee una hoja nasal bastante grande, de más de centímetro y medio.

Como todo buen murciélago, sus correrías las realiza durante la noche, volando ágilmente entre la maraña de troncos, ramas y lianas en competencia con búhos y lechuzas. Puede patrullar entre la arboleda o sus cercanías para detectar posibles presas y lanzarse sorpresivamente sobre ellas, o mantenerse al acecho colgado en alguna rama. Atrapa incluso aves y otros animales que en las horas nocturnas permanecen dormidos o descansando, sin que hasta ahora se haya podido saber cómo logra detectarlos en esas condiciones.

Para sujetar a sus presas utiliza las robustas patas, rematadas por garras largas y curvadas. Y para devorarlas, se vale de los dientes, también grandes y fuertes.

Pero si bien es un temible depredador, también le toca el papel de víctima. Ocasionalmente los adultos son presa de búhos y lechuzas que los atrapan al vuelo durante sus andanzas, y a las crías las capturan serpientes y otros murciélagos.

El día lo pasa normalmente entre los árboles, pero no es raro verlo en cuevas, troncos huecos e incluso en construcciones humanas. Se le encuentra casi en todo tipo de vegetación, desde las selvas altas hasta los humedales, a condición de que haya alguna fuente de agua próxima y forma pequeños grupos familiares de hasta cinco individuos integrados por un macho y una hembra y dos o tres crías jóvenes.

Es más bien escaso, y en la llamada Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en la cual se registra a las especies amenazadas o en peligro, el falso vampiro aparece en la categoría de casi amenazado. En México se le considera en peligro de extinción. Por falta de estudios suficientes, no se sabe, sin embargo, si sus poblaciones están disminuyendo, pero es muy probable que así sea debido a la deforestación.

Este es, pues, el falso vampiro, el mayor murciélago de la península y del continente americano en general.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 29 de enero de 2016

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