Breve historia de la ouija
La ouija no es tan antigua como se cree.
8 de agosto de 2014. Ctualizdo 4 de octubre de 2023
Javier Zayas Photography/Moment/Getty Images
Como método de supuesta comunicación con el mundo de los espíritus, la ouija ha aterrorizado a innumerables niños en fiestas de pijamas y ha servido de vehículo argumental en varias películas de Hollywood. He aquí su origen.
Espiritismo y métodos anteriores a la ouija
La ouija tiene sus raíces en el espiritismo, que se inició en Estados Unidos a finales de la década de 1840. (Las afirmaciones de que existieron antiguas ouijas carecen de fundamento). El nuevo movimiento estaba liderado por médiums que afirmaban ser intermediarios entre los vivos y los muertos.
Ilustración de una plancheta. / Print Collector/GettyImages
Los médiums hacían creer a sus seguidores que les comunicaban mensajes de personas fallecidas. Uno de ellos, el giro de la mesa, consistía en mover la mesa o golpear el suelo en respuesta a letras del alfabeto. Otro método consistía en utilizar planchetas, dispositivos con forma de corazón con dos ruedas en un extremo y un lápiz en la punta. Los usuarios colocaban los dedos en el dispositivo, que era guiado por espíritus que “escribían” mensajes.
Ambos métodos eran problemáticos. El giro de la tabla llevaba demasiado tiempo y la escritura con plancheta era difícil de descifrar. Según el Museum of Talking Boards, algunos médiums se deshicieron por completo de estos métodos y prefirieron canalizar mientras estaban en trance, mientras que otros construyeron complicadas mesas, diales y tablas pintadas con letras que requerían que la gente utilizara una plancheta como puntero. Este método se convirtió en el más popular y allanó el camino para el tablero Ouija.
El auge del tablero parlante
En 1886, el New York Daily Tribune informó sobre un nuevo tablero parlante que se utilizaba en Ohio. Medía 18 por 20 pulgadas y mostraba el alfabeto, los números y los términos sí, no, buenas tardes y buenas noches; el único objeto necesario era una “pequeña mesa de tres o cuatro pulgadas de alto… con cuatro patas” que los espíritus podían utilizar para identificar las letras.
Lo brillante del tablero era que cualquiera podía fabricarlo; las herramientas sugeridas en el artículo son “una navaja y un pincel para marcar”. Además, manejar el tablero era muy fácil:
“Coges la pizarra en tu regazo, otra persona se sienta contigo. Cada uno agarra la tablita con el pulgar y el índice en cada esquina a su lado. Entonces se hace la pregunta: ‘¿Hay alguna comunicación?’ Muy pronto crees que la otra persona está empujando la mesa. Él piensa que tú estás haciendo lo mismo. Pero la mesa se mueve para decir ‘sí’ o ‘no’. Entonces sigues haciendo preguntas y las respuestas las deletrean las patas de la mesa apoyándose en las letras una tras otra”.
(Por supuesto, los mensajes generados probablemente no procedían de espíritus; en su lugar, probablemente eran el resultado del efecto ideomotor. Este fenómeno psicológico fue descrito por primera vez en 1852 por William Benjamin Carpenter, quien, en un artículo científico en el que analizaba cómo funcionaban las tablas parlantes, teorizó que el movimiento de los músculos podía producirse independientemente de los deseos conscientes de una persona).
Ouija: el juego
Este tipo de tableros parlantes se hicieron muy populares y, en 1890, Elijah Bond, Charles Kennard y William H.A. Maupin tuvieron la idea de convertir el tablero en un juguete. Presentaron la primera patente para un juego al que llamaron “tablero Ouija”, que tenía un aspecto y un funcionamiento muy similares a los tableros parlantes de Ohio; la patente se concedió en 1891. El nombre, según Kennard, provenía del uso del tablero, y era una antigua palabra egipcia que significaba “buena suerte”. La Kennard Novelty Company fabricaba los tableros, que estaban hechos de cinco piezas de madera atravesadas por dos listones verticales en la parte posterior; se vendían por $1.50 dólares.
Mujeres usando una ouija hacia 1940. / The Montifraulo Collection/GettyImages
Kennard abandonó la empresa en 1891, y la Kennard Novelty Company se convirtió en la Ouija Novelty Company. William Fuld, un empleado de la empresa, acabó haciéndose cargo de la producción de los tableros; en 1901, empezó a fabricar sus propios tableros con el nombre de Ouija, que, según Fuld, procedía de la combinación de las palabras “sí” en francés y alemán, etimología aceptada hoy en día.
Fuld llegaría a diseñar muchas versiones diferentes del tablero (tiene más patentes y derechos de autor de la Ouija que nadie en la historia: un total de 21 registros en tres años en tres países, incluido el diseño de la moderna planchette). Debido al enorme éxito del tablero, varios competidores intentaron crear sus propios dispositivos similares a la Ouija. Fuld demandó a muchos de estos imitadores hasta su muerte en 1927.
En 1966, la herencia de Fuld vendió el negocio familiar -que incluía algo más que tableros de ouija- a Parker Brothers, que fabricó los tableros modernos tal y como los conocemos hoy. En 1991, Parker Brothers fue vendida a Hasbro, que ahora posee todos los derechos y patentes de la Ouija.
Hasbro ha permitido incluso la creación de películas basadas en el juego: Ouija, dirigida por Stiles White, se estrenó en 2014, y Ouija: El origen del mal, dirigida por Mike Flanagan, se estrenó en 2016. (Varios de los actores que aparecían en ese proyecto pasarían a protagonizar la adaptación de Netflix de 2018 de Flanagan de The Haunting of Hill House, de Shirley Jackson). “En realidad me apoyaron mucho”, dijo Flanagan a Fandango. “Una de las cosas que nunca quisieron rehuir fue tratar de presentar su producto como algo aterrador. Creo que eso fue inteligente. Si se pusieran en plan: ‘Contemplad la tablaOuija y todas sus terroríficas habilidades, ninguna de las cuales da tanto miedo porque no queremos desanimar a la gente de marketing’, estás como en tierra de nadie”.
https://www.mentalfloss.com/article/12952/brief-history-ouija-board