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El chupacabras (Fin del capítulo mexicano)

CHUPACABRAS DEL DOMINIO PÚBLICO

Todo mundo conoce la gran capacidad del mexicano para asimilar a su forma de vida los nuevos modelos y patrones culturales que le son imbuidos por la televisión. El caso del chupacabras no ha sido la excepción.

Actualmente se venden camisetas con el retrato hablado del chupacabras. En Sinaloa se habla de chupacervezas, chupatacos y chupacamisetas. Habría que ver si Tutsi Pop no saca una nueva versión de su paleta Chupa-Pop (Chupacabras-Pop o Chupa-Popcabras). Hasta tenemos un peleador de lucha libre llamado el Chupacabras. Se le han dedicado corridos y se le escriben poemas. Uno de estos se debe a la pluma de Héctor Kiev:

«Una bestia sanguinaria

ha causado gran revuelo.

Traemos los mexicanos

Los ánimos por el suelo.

«Ha aparecido hace poco

causando terrible mal,

por los campos mexicanos

un sanguinario animal.

«¿Cómo es?, no se le conoce,

pero esta bestia asesina

a sus víctimas las deja

sin gota de hemoglobina.

«Es de apetito insaciable,

su fiereza es sin igual.

Dicen que tiene una forma

De Luzbel o de Belial.

«Por la manera en que mata

con saña y sin compasión,

debe tener una fuerza

igual que la de Sansón.

«Son decenas de animales,

si es que los cuentos son ciertos,

que destrozados, sin sangre,

han aparecido muertos.

«Chupa sangre, le han llamado,

por los datos registrados.

Con horas de diferencia

Mata en diversos estados.

«Comentan que es orejón,

que sus patas son deformes

y que además de pelón,

tiene unas garras enormes.

«Nada más a una criatura

recuerdo así señalada,

por cierto a nuestro país

lo trató de la patada.

«Pero no puede ser él.

Por más que causó terror,

Pues se encuentra en las Bahamas,

Irlanda o por Nueva York.

«¿Será algún enviado suyo?

Pudiera estar confundido,

Si bien existe un francés

De tipo muy parecido.

«Tal vez un gobernador

es quien actúa sin clemencia,

si bien el más sanguinario

hoy se encuentra con licencia.

«Bartlett sí no puede ser

el que arma tanto borlote.

Ese ya no chupa sangre,

Anda comiendo camote.

«Sócrates no puede ser

aunque lo traten de pillo,

ya que ese, si algo chupó

fue en la presa de «˜El Cuchillo»™.

«¿Otto Granados, Chirinos…?

No son de bestialidades,

Si bien tienen en u haber

Muy horribles amistades.

«Por otro lado, la bestia,

la que causa tanto mal,

chupa sangre de borregos;

¿será líder sindical?

«El que viene a mi memoria,

líder de varios ayeres,

en verdad ya está muy viejo

para tales menesteres.

«Ya no está para esos trotes

ni pa»™ transitar veredas.

Sería el único maloso

Que usara silla de ruedas.

«Además no es de uñas largas,

teniendo periodos varios.

Otros con puestos menores

Ya son multimillonarios.

«Existe uno, ha chupado

la sangre de mucha gente.

Si yo tuviera razón

Bien pudiera ser regente.

«El actual ha fastidiado

al pobre capitalino,

mostrando el terrible grado

al que nos lleva el destino.

«Más impuestos al predial,

impuestos a la gasolina,

sin saber esos dineros

a qué rubro se destinan.

«Pero este no es orejón

no tiene ojos de chamuco.

Si bien pa»™ estar en el cargo

Se sabe uno que otro truco.

«Difícil de averiguar.

«˜Súper Barrio»™, no lo creo.

El demonio «˜chupacabras»™,

Es malo, más no es tan feo.

«Si políticos chupara

si se dieran esos brotes,

ya no sería «˜chupacabras»™.

Gaviota, chupacabrones».

En Miami se patentó el sándwich chupacabras. En los Estados Unidos ya hay un videojuego. Y en Puerto Rico se le compuso una salsa. Esta es parte de la letra:

«La cabra es lo de menos (la, la, la, la, la)

El chupacabras es bueno (la, la, la, la, la, la)

Alegre y divertido.

Es un bandido simpaticón.

«La yegua y el caballo

Son parte del rebaño

Y si los dejara afuera

y el chupacabras se los chupa».

También en México se han escrito corridos y salsas para el chupacabras. Este es un corrido que se comienza a escuchar en Tamaulipas:

«El Barretal está triste

La gente no vive en paz

Porque llegó el chupacabras

Viene dispuesto a atacar.

«Venido de Puerto Rico

A Tamaulipas llegó

Matando muchos borregos

Así es como comenzó

«Decían que eran unos perros

Porque querían ocultar

Que el chupasangre llegaba

Y ya empezaba a matar.

«Pues ahora sí mi Goyo

ya no te podrán culpar

tus perros no han atacado

pues fue un extraño animal.

«Lo que grabaste comprueba

que perros no pueden ser

porque chuparon la sangre

y no quisieron comer.

«El carnicero está triste

porque en la vaca encontró

el bebé del chupasangre

y el pueblo ya se alarmó.

«La gente no come carne

la barbacoa se quedó

y el pobre del carnicero

ya su negocio quebró.

«En Victoria, Tamaulipas.

El Expreso publicó

Que a grabar el chupacabras

Telemundo ya llegó.

«Cuídense muy bien señores

amigos de la región

pues a esa cuadra maldita

el chupacabras llegó».

Pero a pesar de toda esta algarabía existe zozobra, temor y desinformación. Esto se debe a que ciertos comunicadores han perdido la brújula, por decirlo eufemísticamente. Uno de ellos[1] dio el siguiente consejo:

«La explicación debe ser muy seria, decir que son perros es bastante irresponsable».

No veo en donde está lo irresponsable al dar cuenta de los resultados que se están obteniendo de las autopsias. Sin embargo este mismo comunicador[2] dijo:

«Es un animal inteligente que debe haber tenido una evolución bastante larga.

«No creo que existan registros de sucesos como estos en nuestro país o en otros de América Latina.

«Hemos visto que, desafortunadamente, ha empezado a atacar a los seres humanos. Creo que el animal se confundió con la señora[3] dado que ella estaba en cuclillas, de tal forma que creyó que era un animal más pequeño y la atacó. Sin embargo, esto bien podría apuntarnos la posibilidad de que ataque a seres humanos más pequeños».

¿Quién es el que hace comentarios irresponsables? Esta declaración bien podría haber generado una casería de brujas en la que varios de los involucrados hubieran salido lastimados. A este respecto habría que anteponer las declaraciones de Rodolfo Díaz Fonseca, Vicario General de la Diócesis de Culiacán, Sinaloa, quien indicó:

«En lugar de atemorizar, lo que debieron hacer es una investigación científica, ya que se pueden crear confusiones que resultarían muy lamentables».

Tuvo más cordura que «el ufólogo de la televisión» una de las «brujas» de la santería. Silvia Téllez, una de las pocas Apeterbi de Orulla (sacerdotisa de la religión Yoruba), quien dijo:

«El caso debe resolverlo la Ciencia. Y toca a la Ciencia porque estamos en pleno Siglo XX, donde la gente ya no cae tan fácilmente en los engaños de los supuestos brujos, de falsos espiritistas y magos «˜balines[4]«™… La Ciencia no tardará en descubrir de qué se trata en realidad, como lo hizo cuando apareció aquella rata gigante en Ixtapalapa[5]«.

El único ufólogo que hizo una declaración razonable fue el señor Pedro Ferriz Santacruz, lo cual no es de extrañar ya que tiene años en estos asuntos y su nivel cultural está muy por encima de aquellos que ahora desean tomar su lugar. Don Pedro dijo:

«¿Qué evidencias existen, quién ha visto al chupacabras, por qué no hay fotografías, dónde están las víctimas, en qué sustentan la hipótesis, por que no se maneja con seriedad este asunto?»

El maestro en sociología por la Universidad Iberoamericana, Mauricio Saez dijo que el concepto chupacabras es muy acertado, porque ese vocablo conecta directamente con diferentes lenguajes que utiliza la sociedad.

«Chupa es una palabra de fácil identificación con el lenguaje de los albures[6], con el lenguaje que utilizamos para hablar de vampiros y también cuando queremos expresar otras formas de hablar: es metafórico. Decir que chupa, es como decir que roba. La «˜chupacabramanía»™ es una forma social de expoliación que explota el imaginario popular».

Indicó que la difusión que se ha dado en los medios a este término «no es gratuita; es una manera de inducir a la población a que construya un enemigo banal que pague por las penurias por las que pasa el pueblo. No quiero decir que es una estrategia deliberada del gobierno, aunque no lo dudaría».

El uso del fenómeno ovni como factor de distracción popular ha sido estudiado en otras partes de América. Está Argentina, Uruguay y Brasil con una rica casuística ufológica durante la época de las dictaduras. También México, en los mejores años del PRI, tuvo sus oleadas ovni que bien pudieron estar apoyadas por los medios de propaganda del gobierno. Nuestros gobernantes nos pueden manipular a tal grado que nos permiten vernos como estúpidos. Es una cosa patética: somos muy manipulables. No hay más que ver las reacciones a las declaraciones de Maussán, por ejemplo, que promueven la cultura del miedo y propicia conductas equivocadas, como la matanza de murciélagos y de mamíferos.

En el caso particular del chupacabras su enorme éxito en México obedece a una reacción de la gente ante la aguda crisis económica, política y social que aqueja al país. La conseja popular dice que en nuestro país sólo hay dos alternativas: o se es cabrón o se es pendejo. Bajo esta óptica ser un macho cabrio resulta ser un halago: es el todopoderoso dueño del harén. Alguien más poderoso que se puede chingar al macho cabrio o es un ser de otro planeta o es el propio sistema del cual somos víctimas: el gobierno, el narcotráfico, la crisis, los Estados Unidos… De ahí a identificar al chupacabras con los políticos (Carlos Salinas de Gortari). De ahí también el tributo pagado a los narcotraficantes en forma de corridos, y los mismos corridos compuestos para el chupacabras. Indudablemente los estados Unidos también tienen la culpa: el chupacabras es producto de experimentos secretos. Finalmente el chupacabras es tan poderoso como la crisis: no se le puede matar, como no hemos podido cambiar el sistema que tanto nos ha empobrecido.

Cerramos este artículo con una reflexión del doctor Ramírez.

«Lo preocupante en este momento es que la población sea engañada y que se lleguen a contaminar también las mentes pensantes del país».

DEUDA DE AGRADECIMIENTO

Deseo hacer público mi agradecimiento al ufólogo argentino José Luis Di Rosa por todo el material que puso a mi disposición para la realización de este trabajo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Aguilar Grimaldo Roberto, Bautizan a deforme feto de vaca como «el hijo del chupacabras», Quehacer Político, No. 767, México, 20 de mayo de 1996, Pág..19-20.

Aguilar Grimaldo Roberto, Preocupante la sicosis: jefe de la policía en Ahome, Quehacer Político, No. 767, México, 20 de mayo de 1996, Pág.. 18.

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Avena Cruz Marisol, El extraño ser producto de la mente mágica de los hombres: Ramiro Ramírez, Quehacer Político, No. 766, México, 13 de mayo de 1996, Pág. 16-20.

Avena Cruz Marisol, Es un depredador canino, asegura el patólogo Fernando Constantino Casas, Quehacer Político, No. 766, México, 13 de mayo de 1996, Pág. 18.

Avena Cruz Marisol, Es un ser inteligente: Jaime Maussán, Quehacer Político, No. 766, México, 13 de mayo de 1996, Pág. 22-23.

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FIN DEL CHUPACABRAS EN MÉXICO

Jaime Maussán. ¿Realmente cree en el chupacabras o se trata meramente de una manipulación comercial? Cualquier respuesta afirmativa nos da la altura de este ufólogo.

Libros sobre el chupacabras: Night of the chupacabras.

Maqueta del chupacabras en un museo.

Caricaturas de corte política con el chupacabras y Carlos Salínas como tema principal.

Juguetes del chupacabras.

Discos con canciones dedicadas al chupcabras.

Los productores mexicanos y americanos se han subido al la ola del chupacabras y han filmado varias películas con el tema.

El chupacabras sobre el ring.


[1] En el artículo original se me impidió decir que se trataba de Jaime Maussán, porque en ese entonces colaboraba con la revista que publicó el artículo. Por una cuestión sentimental (recuerdos de aquella época) hoy tampoco voy a decir que se trata de Jaime Maussán.

[2] Vuelvo a insistir que no mencionaré que se trata de Maussán.

[3] Se refiere al caso de Teodora Ayala.

[4] Magos «chafas» o de mala calidad. ¿Hay de otro tipo?

[5] En realidad se trataba de un tlacuache.

[6] El doble sentido de las palabras que se utiliza en México.

El chupacabras (y 3)

DEPREDADORES

De acuerdo con los veterinarios que realizaron algunas necropsias a las cabras y borregos, se concluyó que las muertes se debieron al ataque de un animal feroz, posiblemente un jaguar o puma.

Por ejemplo, el señor Jesús Espinoza Ramírez, técnico de la SAGAR, dijo que los borregos del rancho San Antonio Los Sauces, en Chiapas, murieron debido al ataque de una jauría de perros. Rafael González, jefe de ese departamento, apoyó la explicación y añadió que ya se habían presentado por lo menos dos casos similares en los últimos quince meses, uno en el rancho La Chocona y otro en el municipio de Osumacinta.

El presidente de la Asociación de Ovicultores de Chiapas, Ernesto Sánchez Yannini, señaló que en los 20 años que le ha dedicado a la ganadería jamás había visto que murieran tantos animales en un ataque, aunque no descarta la idea de que una jauría haya sido la causante. Sánchez Yannini apuntó que cuando estos animales son atacados o acosados, no emiten ningún sonido, y por ello suelen ser robados con facilidad.

Esto explicaría el supuesto misterio adicional de que nadie escuche el balido de las cabras y ovejas al ser atacadas. En el caso de La Chocona se dijo que nadie había escuchado los ladridos de los perros, ni los balidos de las ovejas.

El velador del rancho, Víctor Manuel Samoaya, dijo haber visto a una persona como de medio metro de estatura totalmente albina y desnuda.

En el rancho La Remolacha, ubicado a 5 kilómetros de Los Mochis, Sinaloa, fueron encontrados degollados 14 borregos, y no 40 como dijeron algunos ufólogos. Manuel Rodríguez, dueño del rancho, declaró:

«No sé si es obra de extraterrestres o del diablo, lo cierto es que los animales amanecieron con el pescuezo perforado y la gente está aterrada.

«Dicen que fueron perros, yo tengo diez y éstos jamás habrían atacado a los borregos. Además la noche del ataque se oyó mucha ladrazón (sic) y aullidos, pero el caporal no vio a nadie».

Es decir, los perros guardianes sí hicieron su trabajo: ladraron avisando de la presencia de algo al acecho. Esto desmiente también el mito de que los perros se quedan mudos y no hacen escándalo.

Antonio Moreno, vecino de La Remolacha, dijo que se trata de un mutante «producto de experimentos gringos. Tal vez a un murciélago le inyectaron una sustancia pa»™que (sic) creciera y después mandarlo a la Luna; y no sólo es uno sino varios animales».

El médico veterinario Feliciano García Carrillo, jefe del Programa de Salud de la SAGAR, envió al también médico veterinario Sergio Reséndiz Torres, de Zamora, Michoacán, para que investigara la muerte de 8 borregos encontrados muertos en el poblado de Guáscuaro, municipio de Tingüindin, a 40 minutos de Zamora.

«Bueno «“comentó García Carrillo-, en los días pasados se nos informó de un ataque a ocho borregos. Y en la medida en que se nos enteró, acudió un médico veterinario especialista en sanidad animal y todavía encontró animales que estaban moribundos, recabó los datos del propietario. El señor tiene aproximadamente unos 33 borregos y le amanecieron 8 muertos y algunos heridos, que aparentemente fueron atacados por algún depredador como un perro o algo parecido».

Se trataba del hato del señor José Linares Sandoval. Reséndiz Torres encontró que la mordida se debía a un animal canino (coyote o perro) y aclaró:

«Los animales muertos tenían toda su sangre, con una herida a la altura de la yugular normalmente se desangran por sí solos y no encontramos rastros de que estuvieran chupados, no hay un animal que beba tal cantidad de sangre como la que tiene un borrego que es de seis a ocho litros, es muy difícil, tendría que ser un animal tan grande que todo el mundo lo vería y más si son varios borregos. Bueno, ¿a quien le cabe tal cantidad de sangre? No está chupando sangre, simplemente los atacó y los mordió, y el ataque fue severo, y el propietario no se dio cuenta, bueno no estuvo pendiente».

Además, se encontraron huellas «como de perros».

¿Qué paso con eso de que los animales aparecen totalmente desangrados, sin una «pizca» de sangre? Bueno, al parecer, también es un mito. De todos los reportes que conozco en los que han intervenido veterinarios o los mismos han hecho una autopsia, no hay uno solo en el que se afirme que los animales estaban secos, sin sangre. Sólo la pediatra poblana, que hizo un remedo de necroscopia, sin tener ni idea, fue la única que afirmó que el animal estaba seco de sangre.

El director del zoológico de Culiacán, el médico veterinario Humberto Iriarte, investigó la muerte de 24 animales en aquel estado. No encontró ningún indicio de extracción de sangre. Los animales fueron muertos por «un ataque de una jauría de perros ferales» (animales domésticos que regresaron a la vida silvestre).

«Los ataques de perros son muy comunes; la gente lo sabe. Pero como ellos mismos no tienen para comer, menos para darles a los perros, que no siendo rabiosos no soportan la hambruna. Los perros por su naturaleza atacan a animales que son muy nobles e inofensivos».

En tiempo de sequía, como el que ahora padecemos, los animales silvestres, hambrientos, bajan hasta las rancherías. Incluso hay perros, de los llamados callejeros, que se unen en jaurías y atacan o matan a los borregos, al igual que lo hacen los coyotes. Los mapaches también pueden atacar a las gallinas, por ejemplo.

En el informe del doctor Iriarte al gobierno del Estado se indica que:

1. Los ataques de los animales fueron realizados por perros ferales y no rabiosos, como manifestaron algunas autoridades.

2. Los cuerpos de los animales muertos tenían sangre (un murciélago sólo puede absorber 17 mililitros de sangre).

3. Los pobladores del municipio tuvieron mala disposición para atender a los animales moribundos y los dejaron fallecer.

4. Una semana antes, los animales del lugar habían sufrido otro ataque de perros que no fue denunciado a las autoridades.

5. Los pobladores atraviesan por una difícil crisis económica, además participan en peleas constantes por rencilla antiguas entre ellos mismos, situación que hace factible algún tipo de venganza.

María Elena Hoyos, directora del zoológico de Chapultepec también recordó que en 1985 el mismo zoológico sufrió un ataque de perros ferales, los cuales mataron aves y otros animales pequeños.. Se trataba de una manada de perros que sobrevivía con los desperdicios que arrojan los visitantes al bosque. Cuando, en septiembre y en los meses sucesivos el zoológico fue cerrado por remodelación, disminuyó la afluencia de visitantes. Los perros quedaron sin comer y no tuvieron más remedio que atacar a los animales encerrados en sus jaulas.

El subsecretario de Agricultura, Romárico Arroyo declaró que se trataba de simples coyotes o animales predadores que, debido a la sequía, buscan cualquier mecanismo para saciar su hambre.

El funcionario puntualizó que en todos los casos reportados, especialistas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR) coinciden en que se trata de ataques de animales depredadores, como lobos y coyotes.

LA OPINIÓN DEL DOCTO RAMIRO RAMÍREZ NECOCHEA

El doctor Ramiro Ramírez Necochea, de quien ya hemos hablado más arriba, ha hecho diversas observaciones muy acertadas. Las reproducimos aquí íntegramente por su interés en este asunto. Según el doctor Ramírez gran parte de los casos se deben a animales depredadores salvajes.

«Esos animales están viviendo una tremenda urgencia de alimento. Tenemos dos años de intensa sequía y aunque no sé de qué forma se han podido alterar los ecosistemas, pienso que estos animales se están acercando a las poblaciones para alimentarse, y que desde la aparición del chupacabras, todo se lo cargan a éste.

«Yo realicé en Sonora, hace dos semanas, un análisis de una vaca, que la gente juraba había sido víctima del chupacabras. Sin embargo, el animal había muerto por una infección en los intestinos, causada por la poca disponibilidad de alimento. Además, presentaba marcadas huellas de navajazos en su piel y, contrario a lo que pudiera pensarse, había presencia de sangre».

Efectivamente los cambios radicales en el hábitat, como son el incremento de la temperatura y la prolongación de las sequías estacionales son los causantes e una migración de animales como pumas, tigrillos, perros, zorros, coyotes, etc., quienes en busca de alimentos se trasladan a las rancherías y atacan a los animales de corral. La sequía amenaza convertir el estiaje en un desastre para la agricultura y la ganadería.

Algunos ufólogos han planteado la siguiente cuestión: ¿Por qué antes, en época de sequía, no se daban este tipo de fenómenos? La respuesta es obvia: sí se daban, pero pocos le tomaban importancia y nadie lo achacaba a seres extraterrestres o al chupacabras, ya que estaban conscientes que se debían a procesos naturales. Hoy, el chupacabras se ha convertido en un producto de la confusión, del sensacionalismo con el que se pretende explotar la capacidad de asombro de los incautos. Todo se le achaca a este mítico ser.

Como dato adicional diremos que en 1973 el Fish and Wildlife Service de los Estados Unidos publicó un estudio en el que proporcionaba los promedios estadísticos anuales de pérdidas de vacas, borregos, cabras, cerdos, caballos, etc., debidas a ataques por predadores. Curiosamente hace un análisis comparativo con la situación en México. Según ese estudio, en ese entonces, anualmente México perdía en promedio un total de 30,000 cabezas de ganado. Es decir, 2,500 cabezas por mes. Si la tendencia es la misma para este año de 1996, la cantidad de muertes reportadas (supuestamente debidas al chupacabras, 1,138) no cubre ni la mitad de este dato. Lo anterior quiere decir o bien que los predadores habituales han desaparecido en su totalidad dejando el trabajo sucio al chupacabras (algo que lógicamente no es cierto), o ahora los predadores naturales del ganado se encargan de ocultar los restos de sus víctimas, mientras que el chupacabras las deja a la intemperie (lo que también es una tontería), o no existe el chupacabras y ha disminuido significativamente el número de carnívoros en nuestro territorio (lo que puede ser una penosa realidad de nuestro desmoronamiento ecológico).

Otros análisis en ese sentido, debidos al doctor Ramírez, nos muestran la verdad del mito. El doctor Ramírez hizo el cálculo de la sangre que debió haber ingerido el chupacabras. Tomando en cuenta l factor de 60 mililitros de sangre por cada kilo de peso de animal, llega a la cantidad de 81 litros de sangre tan sólo en un día.

«Para que el chupacabras pueda ingerir esa cantidad de sangre se debe suponer que se trata de un animal que pesa más de dos toneladas. Para que pueda desplazarse por los aires sus alas deberían medir 2 kilómetros, pero en eso estamos quizá equivocados, porque nadie lo ha visto, ¿no es así?

«Sin embargo, cabe otra posibilidad. Tal vez se trata de varios chupacabras, uno por cada Estado de la República. Eso quiere decir que estamos invadidos por un enjambre de ellos y yas e hubiera atrapado alguno, cosa que no ha sucedido.

«Por otro lado, si son muchos chupacabras, de aproximadamente 25 kilos de peso cada uno de ellos, necesitamos 80 animales de este tipo en todo el país para que puedan causar tantos ataques. Es increíble que nadie haya podido atrapar alguno».

Su lógica es contundente pero me temo que nada servirá para la mente del ufólogo promedio. Para ellos todo es raro, extraño y no tiene explicación racional.

En lo único en lo que no estoy de acuerdo con el doctor Ramírez es en que él supone que todo se debe a un plan maestro del gobierno para alejar al hombre de la calle de los problemas primordiales que aquejan nuestro país. Según Ramírez:

«Si esto está orquestado dentro del gobierno, es un genio de la propaganda quien lo está manejando».

Más bien creo que, en caso de que lo estén utilizando con fines de distracción, fue un regalo que les cayó del cielo (aunque no precisamente un regalo extraterrestre).

Continuará…

El clásico garadiábolo fue hecho pasar como un auténtico chupacabras. Se trata de una mantarraya modificada para dale un aspecto humanoide.

Restos de un gato momificado por el intenso calor y sequedad de Hermosillo. Otro supuesto chupacabras presentado por la prensa.

Cabeza de perro modificada para adquirir un aspecto «chupacabresco». Durante la psicosis mexicana por el chupacabras, los periódicos amarillistas, como la Prensa, publicaron este tipo de fotografías como pruebas de la existencia del chupacabras.

Otra momia de gato. Estas fotografías son de las más conocidas en internet. Tal vez nuestra negativa de enfrentarnos con la muerte haga que veamos algo extraordinario en una deformación natural.

Diferentes interpretaciones del chupacabras.

El chupacabras (2)

LA LLEGADA DEL CHUPACABRAS A MÉXICO

Después que los noticiarios amarillistas de Estados Unidos reportaron la aparición del Chupacabras en la Florida, haciendo más caso a la imaginación que a la realidad, en México, a falta de otras noticias, Jacobo Zabludovski transmite los primeros informes del «animal» (los casos de Florida). Ese sería el detonante de la oleada mexicana de Chupacabras. El periodista de 24 Horas conocía la proclividad de los mexicanos por la fascinación misteriosa de los mitos. Había apostado a ella y había ganado.

Pronto el Chupacabras ocupó mayores espacios en los medios de difusión y en las pláticas de café que los temas críticos, como el de las carteras vencidas.

La presencia de la extraña criatura se inicia en febrero, en Tijuana, donde comenzaron a aparecer borregos y cabras masacrados en el interior de sus corrales, como si sus cuerpos hubiesen sido cortados con un machete y con dos o tres pequeños agujeros en el cuello.

De los 32 estados que conforman la República Mexicana se han dado reportes en 19, atacando a humanos, vacas, borregos, perros, gatos, cerdos, gallinas, gua­jolotes y palomas. Baja California Norte, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz. Hasta este momento, viernes 17 de mayo de 1996, he contabilizado un total de: 692 borregos, 168 gallinas, 104 cabras, 102 palomas, 36 guajolotes, 10 cerdos, 8 vacas, 8 gatos, 8 conejos y 2 perros. Es decir, 1138 animales, siendo las cabras sólo el 9% del total, mientras que los borregos cubren casi el 61%, por lo que el monstruo se debiera llamar Chupaborregos en lugar de Chupacabras

En México está sucediendo lo mismo que ocurrió originalmente en Puerto Rico. Como nadie sabe cómo es un Chupacabras, las descripciones de los testigos son contradictorias entre sí. Esto no ocurriría si se tratara de un ser real y no de lo que es: un mito. Algunas de las características reportadas son:

«‘ Altura: Se describe un ser de 40, 50 (rancho La Chocona) 60, 70, 100 (caso Teodora Ayala), 130, 150, 160 y 180 centímetros. Aunque estos datos pueden deberse a Chupacabras en sus diferentes estadios de desarrollo, dudo mucho que bebés chupacabritos (40, 50 y 60 centímetros de altura) anden por ahí haciendo de las suyas.

«‘ Cabeza: algunos dicen que es triangular, otros la vieron en forma de pera, y los demás redonda.

«‘ Cara: se dijo que tenía cara de canguro, pero otros testigos le vieron un pico largo y afilado (Teodora Ayala), lo que no coincide con el hocico corto pero puntiagudo, o con la trompa de 30 centímetros de largo que también se ha reportado.

«‘ Colmillos: la mayoría reporta dos, pero hay algunos testimonios de tres colmillos. Se les ha descrito como cortos, largos, filosos y tubulares.

«‘ Orejas: Aquí es donde hay más discrepancias. Hay informes de Chupacabras con pequeñas orejas alargadas y dispuestas hacia arriba, y otros en los que se dice que en lugar de orejas tiene dos hoyos.

– Ojos: algunos son redondos. Otros están más de acuerdo a los cánones ufológicos y muestran ojos rasgados con una tonalidad anaranjada y rojiza.

«‘ Patas: Las muestras de escayola que se obtuvieron en el caso Ayala muestran una ‘huella es parecida al talón de un ser humano, pero con tres dedos como garras de águila’ (sic). En otro caso se le vieron patas cortas en forma de rana. Las patas son pequeñas, por lo que camina encorvado, o grandes, lo que le permite dar grandes saltos.

«‘ Brazos: Posee extremidades superiores atrofiadas y pegadas al torso, cuya constitución semeja una membrana que se extiende entre sus costados, lo que le daría la apariencia de un murciélago. Sin embargo otros testigos dicen que esa es su apariencia (la del murciélago), pero sin alas. Hay otros que le han visto unas aletas en la espalda, es decir, los brazos no forman parte de la membrana alar.

«‘ Manos: Lo que pudieran ser las manos han sido calificadas como pequeñas garras.

«‘ Piel: La piel esta poblada de pelo corto, según unos, pero el velador del rancho La Chocona, Víctor Manuel Samoaya, dijo haber visto una «persona» como de medio metro de estatura totalmente albina y desnuda. Finalmente otros testigos dicen que su cuerpo está cubierto por mucho pelo largo.

«‘ Color: Albino, Gris o Negro. Para no errar se ha dicho que, como los camaleones, su piel cambia de color en tonalidades que van del negro y azul al rojo y violeta.

«‘ Vuelo: Emite un fuerte zumbido al volar y su vuelo es grácil y veloz. Lo que se contrapone con la declaración de un testigo «Su forma de volar es muy torpe».

Como vemos no existe una descripción común, es decir, los supuestos testigos están describiendo lo que su imaginación les dicta. Predecimos que, ahora que ya se han publicado varios dibujos del Chupacabras, las descripciones se van a asemejar más.

EL CASO DE TEODORA AYALA REYES

Teodora Ayala Reyes es un ama de casa de 21 años, madre de dos niños, que habita en la población de Alfonso G. Calderón, municipio de Sinaloa de Leyva, en el Estado del mismo nombre. El martes 30 de abril, según ella, tendría la experiencia más aterradora de toda su vida. La historia es bastante confusa y hay varias versiones de la misma. Trataremos de construir los hechos de acuerdo con el testimonio de Teodora y a los reportajes aparecidos en la prensa y en la televisión. Escuchemos a Teodora:

«Yo salí al patio de la casa cuando mi esposo llegó escuchando música. Al estar realizando una necesidad fisiológica, escuché primerament un aleteo y luego vi algo monstruoso que se me echaba encima. No quiero recordar, me da miedo».

Algunos periodistas dijeron que Teodora Ayala sintió una extraña presencia y al voltear vio algo negro que aleteaba, solamente le hizo algunos rasguños en el cuello sin que lograra observarlo en su totalidad, ya que estaba muy oscura la noche y en su afán por defenderse corrió a su casa sin que después pudiera encontrarse rastro alguno, huellas o pistas que indicaran por donde había huido.

Esta versión no concuerda en varios puntos con lo descrito por la misma testigo y que ha sido publicado en otros medios de comunicación. Por ejemplo, aquí se dice que Teodora no pudo apreciar las características de su atacante, y que éste no dejó rastro alguno, pero en otras declaraciones Teodora afirmó que el ser era «como de un metro de altura y tenía un pico largo y afilado, y en el suelo dejó «˜pintadas»™ (sic) sus patas. La forma de la huella es parecida al talón de un ser humano, pero con tres dedos como garras de águila» (sic).

En unas declaraciones Teodora sólo menciona el sonido del aleteo del animal, en otras afirma que el espantoso ser lanzaba terribles gruñidos.

Ella dice que escapó corriendo para refugiarse en su casa en donde se encontraban su marido e hijos (un niño de menos de un año y una niña de tres). Pero el periodista Sócrates A. Campos Lemus, escribe:

«… el Chupacabras se le acercó, haciendo un sonido violento, amenazador de bbuuuu. Como si la quisiera violar y ella, como buena soldadera mexicana, de aquellos tiempos heróicos, le gritó a su marido para que no saliera porque en ese momento el famoso chupacabras le atacaba y era preferible que la violara a ella que a su viejo».

Para prevenir un posible contagio de rabia los médicos le aplicaron durante tres meses unas vacunas.

Cundió el pánico en la población y ancianos, mujeres, y principalmente niños, se resguardaban desde temprana hora para evitar salir cuando las sombras de la noche comienzan a surgir y aparece el chupacabras. Esto provocó que se convocara a una reunión urgente en la casa del comisariado ejidal del poblado antes mencionado, el titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Sinaloa de Leyva, capitán Juan Raciel Bravo, con el fin de formar equipos de voluntarios para salir en busca del chupacabras en un cerro llamado Tetemache, situado a dos kilómetros del lugar, donde presumiblemente se esconde el maligno ser.

Los hombres, armados con machetes, escopetas y pistolas, se unieron a la policía para resguardar sus comunidades, haciendo recorridos o guardias en las cercanías de los corrales, que fueron iluminados con focos para no perder de vista su único patrimonio: el ganado.

No obstante todos esos cuidados, un día después, el 1 de mayo, otras dos mujeres fueron atacadas por el extraño animal. Se trataba de la señora Juana Tizoc Montenegro, de 38 años de edad, y Elvira Meza, de 35.

Como todos los pobladores de Alfonso G. Calderón, Juana Tizoc traía para su defensa un garrote, pero sus nervios la traicionaron y se desmayó del susto cuando se sintió atacada por el chupacabras.

Elvira, por su parte, corrió hasta refugiarse en su casa, dejando atrás a su vecina, mientras gritaba y pedía ayuda a los vecinos.

Este caso tendría otras secuelas en diferentes partes de la República. En Culiacán, Sinaloa, por ejemplo, un campesino de nombre Efraín Arce Higuera sostuvo que «un animal grande que se lanzó a mi garganta me produjo estos rasguños en el cuello, la cara y los brazos». El reporte parecía copiado del caso de Teodora.

¿Qué estaba pasando? ¿Era verdad todo este asunto? Para responder a estas preguntas debemos recordar que ese poblado fue uno de los primeros en proporcionar reportes del chupacabras. Poco antes del 30 de abril se habían encontrado 40 borregos desangrados. Para el presidente de la Unión Ganadera Regional de Sinaloa, y secretario de finanzas del PRI estatal, Benjamín López, son perros los que desde hace años atacan y matan borregos «sólo por hacer la maldad». Y sobre el supuesto ataque sufrido por la señora Teodora Ayala, dijo:

«Se trata tan sólo de un chupetón que le dejó el Sancho[1]«.

En esta teoría Benjamín López concuerda con Sócrates Campos y con otro periodista que escribió:

«En lugar de agarrarla como al Tigre de Santa Julia[2], a Teodora Ayala estuvieron a punto de agarrarla con las «˜manos en la masa»™, y no precisamente el chupacabras sino su esposo, que aunque los dos son animales astados, uno es cabra y el otro buey».

Según esta versión, al regresar a su casa el marido de Teodora estuvo a punto de encontrarla con un supuesto amante. Ella se dio cuenta de su llegada ya que él venía escuchando música. De inmediato le dice que no se acerque porque la está atacando el chupacabras. Tiempo que aprovecha para arañarse la cara y el cuello para disimular un poco el chupetón[3] que le había dejado su amigo.

No sabemos si esto es cierto, ni lo avalamos, pero resulta mucho más creíble y convincente que el ataque de un supuesto ser o mascota extraterrestre, producto de experimentos genéticos o de un salto en la evolución.

Sin embargo un detalle adicional le da un giro a esta historia. Según Desiderio Aguilar, secretario de Protección Ciudadana del gobierno del Estado de Sinaloa, el testimonio de Teodora no es creíble porque está afectada de sus facultades mentales. Así lo comprueban los periodistas, como Arturo Cano, que han podido entrevistarla.

A partir del 30 de abril, cuando según ella fue atacada por el chupacabras, todas las tardes antes de que oscurezca, ella y una vecina, la señora Luz Arredondo, rezan La Magnífica y reúnen a los «plebes[4]» dentro de la casa, mientras que el esposo de Teodora revisa los alrededores en busca de algo más que el chupacabras.

OTROS ATAQUES A HUMANOS

El sábado 4 de mayo el jornalero José Ángel Pulido, de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, regresaba a su domicilio poco antes de la media noche. Pulido cuenta que de entre las sombras le salió al paso un enorme animal, de unos 80 centímetros de altura y de entre 30 a 35 kilogramos de peso, que se le paró en los hombros. El animal tenía plumaje cenizo y volaba a gran velocidad. El animal le dejó dos piquetes en el antebrazo y varios hematomas en diversas partes del cuerpo.

Pulido fue atendido por el doctor Mario Rivas Sauza, de la fiscalía adscrita a la Cruz Verde.

Concepción Flores nació en Chihuahua pero se mudó a Estación Vega, municipio de El Fuerte, en el Estado de Sinaloa. Madre de diez hijos que le han dado veinte nietos, doña Concepción cuenta a los periodistas:

«De niña conocí al nagual y también a los murciélagos vampiro, y lo que me atacó no era ninguno de los dos».

El 5 de mayo sufrió el ataque y desde entonces yace en un catre en su cuarto, durmiendo largas horas y, cuando despierta, grita y llora con desesperación.

Doña Concepción ya le puede contar a sus nietos que ha visto a dos de los seres míticos e imaginarios más famosos: el nagual y el chupacabras.

En la capital del estado, Los Mochis, el policía Filiberto N. (no se proporcionó el apellido), está encamado en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social.

El mismo 5 de mayo, mientras hacía guardia en una caseta, otros policías se acercaron sigilosamente y, de pronto, sin que él se diera cuenta, le arrojaron un guajolote[5] que aleteó encima de él. Filiberto pensó que era atacado por el chupacabras, se desmayó y terminó en el hospital con un ataque de nervios.

«Â¡Sentía como tajadas en la cara y no podía quitármelo de encima!» dijo Benjamín Zamarripa Vázquez, la primera persona en Tamaulipas y la sexta en el país, si no contamos al policía Filiberto, que afirma haber sido atacado por el chupacabras.

El jueves 9 de mayo amanecieron muertas dos borregas en el ejido El Olmo del municipio de Victoria, Tamaulipas. «Ese día salí con otros cuatro amigos a buscar al animal en el monte pero no lo encontramos».

Poco antes de la media noche del viernes, Benjamín iba a su casa en bicicleta. De pronto casi fue atropellado por un jinete a caballo.

«Me enojé y decidí seguirlo, pero no pude darle alcance. Cuando iba a cerrar un falsete, sentí el chingadazo en la espalda y caí al suelo dando vueltas. Fue todo muy rápido, al momento en que rodaba, se me fue encima, me atacó en la cara. Pensé que me iba a chingar…»

«No era el jinete al que seguía. Era un animal que me golpeaba en la cara muy rápido como con alas. Yo sentía como tenazas que me abrían el rostro, yo sentía la sangre en el rostro. Mi perro, El Tigre, corrió todo amiedado(sic) y me dejó sólo.

«Todo fue muy rápido y lo que yo quería era zafarme porque sentí que me chingaba el cuello. No lo podía ver porque me aleteaba en la cara, me abría las heridas y me escurría la sangre.

«Cuando yo lo golpeaba sobre el cuerpo sentí que tenía la piel suave, de pelusa. Grité: «˜Â¡Auxilio, ayúdenme!, cuando lo tenía sobre mí.

Finalmente se logró zafar y animal se elevó para alejarse volando. Benjamín sacó su pistola calibre 22 e hizo cinco disparos, pero no pudo atinarle.

«No pude distinguirlo porque era de noche, pero estoy seguro que volaba y el color era oscuro pero sin ser totalmente negro. Sus alas eran grandes».

Según el jornalero de 32 años de edad, el animal era más grande que un guajolote. Al llegar a su casa lo primero que le dijo a su esposa, Guillermina Cervantes, fue:

«No me lo vas a creer pero me atacó el animal ese, el chupacabras. Se me doblan las corvas…»

Guillermina lavó las heridas, pero no sabemos si en su cabeza estaba el reciente relato de Teodora Ayala. Benjamín se da cuenta y cierra la discusión de esta forma:

«A nadie se lo deseo. Yo quería guardarme esto sólo para mí porque sabía que nadie me iba a creer. Muchos me han visitado en la casa, algunos me tiran de loco y otros creen en mí».

EL AMARILLISMO

La historia del chupacabras en México está salpicada de tintes amarillistas. Hay varios casos que huelen a fraude desde lejos. No obstante varios medios de información los han dado como buenos y muchos de los investigadores de los fenómenos «insólitos» los creen a pie juntillas.

Esta, por ejemplo, el caso protagonizado por Jesús Armando Pacheco Encinas, de Nacozari, Sonora, quien afirma que le disparó a un animal que se le atravesó en el camino. Le dio mucho miedo y se retiró a su casa. Al día siguiente regresó y encontró sólo parte del esqueleto del animal ya que los carroñeros se lo habían comido. No se encontró la cabeza ni las extremidades. Esa parte de la historia es de lo más evidente que se trata de una mentira. Difícilmente un necrófago da cuenta de su presa en tan poco tiempo. Tampoco se comprende por qué no aparecieron las extremidades y el cráneo, si son huesos que siempre quedan como mudo testigo de una vida que se agotó. Cuantas veces en lugares apartados hemos encontrado cornamentas de diversos animales.

El esqueleto terminó siendo exhibido en la comandancia de policía en donde lo tuvieron durante dos años. Fue ahí en donde el señor Santiago Hernández tomó las fotografías que se muestran como única prueba de la existencia de ese animal. No podemos dar un veredicto tajante pero parece que esos huesos están manipulados. Si alguien quiso hacer un fraude con estos huesos es fácil ver que no se arriesgó a ser descubierto al modificar el cráneo o las extremidades del animal. Por ello sólo presentó parte de la osamenta. Nadie podrá afirmar que eso es un chupacabras ni que es un amasijo de huesos alterados porque el especimen ya no existe y sólo quedan las fotos como «prueba».

Pero ojo, hay que observar que este esqueleto fue exhibido dos años antes de que se hablara el chupacabras. Aunque los periodistas de la televisión nos han tratado de hacer creer que es de un animal recién capturado, la verdad es otra.

El 8 de mayo un pescador vecino de la presa Abelardo L. Rodríguez, situada a 2 kilómetros de la ciudad de Hermosillo, Sonora, encontró otra osamenta, en estado de putrefacción, de un animal de unos 50 centímetros de altura por un metro de largo, con alas largas, hocico entre ratón y sapo y enormes colmillos. Pesaba aproximadamente 25 kilos. Se envió el animal para que fuera examinado por especialista de la UNAM, UAM, ITESM y SAGAR. Se trataba del esqueleto putrefacto de un carnívoro grande, un felino silvestre.

Se afirma que otros zootecnistas estudian los restos de un espécimen que fue encontrado en el Estado de Tamaulipas. Se trata de un presunto bebé chupacabras, de pocos días de nacido, con un ojo, dos orejas muy largas, al igual que la cola y la lengua. No sé si sea el mismo caso pero vi en la televisión otro supuesto chupacabras de largas orejas y cola, que se exhibía en la casa de su descubridor, mismo que cobraba la entrada. En realidad era una de esas mantarrayas modificadas y momificadas que se venden en diversos puertos de la República.

EL HIJO DEL CHUPACABRAS

Sergio Hermilio González es más que hábil un mañoso carnicero de El Carmen, municipio de Güemez, Tamaulipas. Cuenta Sergio que al estar destazando una vaca cebú se encontró con un feto con el cuerpo deformado. Tenía un solo ojo, sus orejas eran grandes y puntiagudas, la lengua era grande y delgada, no tenía orificios nasales, algunos pelos en la barbilla y en la parte de las cejas. La cola era larga, delgada y puntiaguda y el resto del cuerpo el de un bovino.

El carnicero aseguró que el feto tenía unos tres meses de gestación, tiempo que coincidía con el supuesto ataque del chupacabras a unas borregas de El Barretal, a un kilómetro de El Carmen. Por una curiosidad del destino Sergio había sido el encargado de abrir los cuerpos de las borregas. ¿Caprichos del destino? Tal vez no.

Como las fechas coincidían con el ataque el chupacabras se especuló que el feto fuera un producto de ese mítico ser y por ello se le dio el nombre de «El hijo del chupacabras».

El feto fue llevado por el doctor Alfonso Martínez Blanco a los laboratorios de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas para ser investigado.

El doctor Carlos Castro Medina, secretario de Salud de Tamaulipas fue el encargado de divulgar los resultados. Dijo que las deformaciones eran el resultado de la desnutrición de la madre.

«Es un producto bovino de ocho meses de gestación que no tiene ninguna relación con el supuesto ser conocido como el chupacabras».

El doctor Gerardo Flores Sánchez, jefe del departamento de Epidemiología de la Secretaría de Salud en Tamaulipas, explicó que hace tres semanas un campesino entregó el feto del bovino con malformaciones al carnicero Sergio Hermilio González y éste último trató de hacerlo pasar como el hijo del chupacabras inventando toda la historia.

LAS EXPLICACIONES

Efectivamente se han dado las explicaciones más descabelladas, entremezcladas con hipótesis racionales. Veamos algunas de ellas.

Se ha dicho que es una especie de murciélago gigante, otros lo describen como un ratón de grandes orejas, el hocico largo y colmillos muy afilados. Pero el profesor Rogelio Sosa Pérez, investigador del Centro de Ciencias de Sinaloa, descarta que el llamado chupacabras sea un murciélago gigante, ya que estos animales habitan Centroamérica y se alimentan de frutas.

El doctor Ramiro Ramírez Necochea, vicepresidente de la Federación Nacional de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México, A.C., apoya esa conclusión y explica cuál fue, probablemente el origen de esta hipótesis.

«Existe un video realizado sobre la necropsia de un ataque de un chupacabras a una borrega. El análisis fue realizado por una pediatra poblana[6], que incluso ilustró su video con imágenes de murciélagos y de la película Jurasic Park, lo que inclina más a la gente hacia la magia».

Estos pseudocientíficos (la pediatra poblana) son a los que más acuden los ufólogos para que avalen sus ideas irracionales. Pero los investigadores de lo insólito no se dieron por vencidos y dijeron:

«Tal vez no se trate de un murciélago normal, pero puede ser el resultado de algún experimento de laboratorio, de la metamorfosis de un simple murciélago que tras haberse alimentado con aguas contaminadas, por las diversas sustancias químicas que arrojan a los drenajes que hayan aumentado su tamaño».

La anterior es una versión modificada del mito de los gigantescos lagartos y cocodrilos que, se supone, habitan las cloacas de la ciudad de Nueva York.

La hipótesis de las mutaciones no se limita a murciélagos. Se ha mencionado que posiblemente sea el producto de alguna mutación genética celular o el resultado de algún loco experimento científico que se escapó de un laboratorio de los Estados Unidos. «Probablemente es un pterodáctilo vuelto a la vida por manipulaciones como las que vimos en Jurasic Park» (sic).

Para otros se trata de una mascota de extraterrestres despistados que, por olvido o maldad, la abandonaron en la Tierra. Hay quien asegura que son los mismísimos extraterrestres que tripulan los ovnis. Y, tal vez, la más descabellada de todas las explicaciones: se trata del espíritu del alienígena muerto en Roswell que está penando porque no se le permitió morir en paz ya que fue objeto de una autopsia y sus restos se encuentran congelados en un hangar de la Base Aérea de Wright Patterson.

También se ha mencionado a los seguidores del satanismo. De hecho la Directora del Zoológico de Chapultepec, Maria Elena Hoyos, sugirió esta hipótesis ya que, dijo, se trataba de «una acción humana evidente».

Si bien no podemos descartar que algunos casos se deban a este tipo de rituales, no creemos que en todos hayan intervenido los satanistas. No obstante esto no implica que no sean otros humanos los que están realizando algunas de estas matanzas. Y en este caso podríamos mencionar a bromistas, ufólogos creadores de «evidencias» que apoyan la existencia de extraterrestres, tipos que matan a los animales por venganzas, revanchas o simple maldad o locura, etc.

Lo anterior no es descabellado ya que el mismo doctor David Berron, patólogo del Zoológico de Chapultepec dijo que «las heridas fácilmente podrían ser provocadas por cualquier objeto punzo cortante circular. En este caso picahielos». Es obvio que ningún chupacabras portaría picahielos. Por lo menos deberían traer la pistola láser reglamentaria de todo buen extraterrestre que se precie.

Algunos de los animales han sido atacados por gente que sabía algo de anatomía. Podrían ser desde carniceros hasta médicos veterinarios. Se ha llegado a esta conclusión ya que ciertos animales presentan un orificio que penetra los músculos y tejidos de los maxilares hasta llegar directamente al cerebelo, causando una muerte instantánea. Esto denota un cierto grado de conocimientos.

Los 18 borregos de Cuauhtlinchán, Estado de México fueron enviados a veterinarios de la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Universidad de Chapingo, con heridas en el cuello de 7 centímetros de profundidad.

En otros casos se habla de heridas de 4 a 8 centímetros de diámetro en el cuello. Como por ejemplo las 4 ovejas y algunas gallinas que se encontraron en el rancho La Gloria, en Agua Prieta, Sonora.

Pero el que tal vez esté mejor encausado en la pista correcta es el doctor Fernando Gual, jefe de servicios veterinarios del mismo zoológico, quien dijo que «no hay un patrón similar». Efectivamente, no todos los animales han sido mutilados por seres humanos, los hay que han muerto por causas naturales o han sido atacados por animales predadores.

Como ejemplo de causas naturales tenemos el caso de la vaca preñada, de 600 kilos de peso, del rancho de Los Higareda, en Michoacán. Se dijo que fue atacada por el chupacabras. La delegada municipal, Josefina González Carabez, después de ordenar una investigación, dijo que el animal fue víctima de su torpeza por el estado de preñez: la vaca se había desbarrancado y había muerto por los golpes producidos por la caída.

Continuará…

Diferentes dibujos y representaciones del chupacabras. Originalmente no se tenía un patrón de la forma del chupacabras. Las descripciones eran completamente distintas entre sí. Poco a poco se fue conformando un retrato robot a raíz de las interpretaciones de los dibujantes. Esto habla más de un mito que de un ser real.

Varias fotografías de Teodora Ayala Reyes en las que muestra las marcas que le dejó el chupacabras en el cuello.

La señora Concepción Flores postrada en su cama luego de haber tenido un encuentro con el chupacabras.

Benjamín Zamarripa Vázquez se enfrentó al chupacabras y consiguió varios arañazos en la cara.

José Ángel Pulido mostrando los dos «piquetes» en el antebrazo como único recuerdo de su batalla con el chupacabras.

El «hijo del Chupacabras»: un feto de vaca de ocho meses .

Alejandro Agostinelli buscó en sus archivos y encontró esta canción del chupacabras. Agradecemos su colaboración.


[1] En México se les da este nombre a los amantes.

[2] El Tigre de Santa Julia fue un ratero de finales del siglo XIX y principios del XX, famoso por su habilidad de escabullirse de la policía. Se dice que sólo fue posible atraparlo gracias a una infección intestinal. Mientras atendía a las urgencias del cuerpo, por fin lo atrapó la policía.

[3] Cierto tipo de beso que se da en el cuello y que deja un moretón.

[4] Mote que se utiliza en Sinaloa para nombrar a los niños.

[5] Un pavo.

[6] Se trata de la doctora y ufóloga Soledad de la Peña, de Ocotlán, Puebla, quien luego de publicado este artículo, dijo que me iba a demandar por llamarla pseudocientífica. Maussán sigue mostrando el video de Peña como prueba del chupacabras. Trata de revivir el mito, tal vez con fines comerciales, apostando a la mala memoria del público. En el video Peña se pone unos guantes de látex blancos, trasquila uno de los borregos, y mete las manos entre la zalea y el cuerpo del animal, justo en un lugar en donde no hay sangre. Saca los guantes y muestra que están más o menos limpios. A mí me hubiera gustado que cortara una arteria o una vena y que hubiera metido los guantes. Lo demás es simple manipulación, con efectos especiales de Hollywood (Parque Jurásico).

El Chupacabras (Primera parte)

EL CHUPACABRAS O EL FRANKENSTEIN DE LOS MEDIOS[1]

Hace algunos días los editores de esta revista solicitaron mi opinión sobre el tema tan de moda y polémico del chupacabras. Escribir un artículo sobre un tema que no es de mi especialidad (aunque tampoco de la especialidad de nadie, hasta el momento), a muy poco tiempo de haberse desatado la «oleada» de avistamientos del chupacabras, y sin tener tiempo de analizar y reflexionar sobre el asunto, en definitiva no es mi forma de operar. En general no lo es de ningún escéptico o crítico del fenómeno ovni. En un principio me negué a dar mi opinión de forma tan precipitada. Además de las razones ya expuestas había otras: el tema no me parecía interesante (tan sólo una serpiente de verano, como se le conoce en el argot periodístico), y porque estaba enfrascado en otros proyectos ufológicos de mayor importancia. No obstante el tema se convirtió en un lugar común de toda conversación de sobremesa. Era la moda y la comidilla de todos los días. Periódicos, revistas, radio y televisión se ocuparon de difundir día y noche noticias sobre el fenómeno. El problema era que la mayoría de estas noticias eran de corte amarillista y en lugar de informar estaban creando una psicosis en la población mexicana. No podíamos quedarnos de brazos cruzados, necesitábamos proporcionar algo de cordura (si es que podíamos hallarla) a todo este galimatías.

CONJUNCIÓN DE MITOS

En la Edad Media todo buen europeo creía en brujas. De hecho aquellos que eran incrédulos corrían el riesgo de ser quemados en la hoguera por herejes. En el siglo pasado la literatura gótica diseminó el mito del vampiro. Mito que germinó en una época y en un público de escasa cultura. Con la llegada del cine la historia de los vampiros se vulgarizó y eso hizo que perdiera parte de su misticismo. La gente, por lo menos en México, dejó de creer en esas historias cuando veía El Santo o a Blue Demon luchar con unos vampiros ridículos y risibles. En otras partes del mundo se le perdió el miedo a los vampiros cuando se supo que existía una enfermedad, la protoporfiria, cuyos síntomas podían explicar el vampirismo. También se supo que el Drácula histórico, Vlad Tepes, aunque tenía un afán desmedido por los empalamientos, no poseía colmillos puntiagudos y mucho menos succionaba la sangre de sus víctimas.

Considero que en la actualidad sólo pocas personas siguen creyendo en la existencia de un conde de Transilvania que por las noches, ayudado de su capa, vuela hasta una joven doncella para succionarle la sangre a través de sus dos colmillos hiperdesarrollados. El problema es que el vampiro real, el animal, aunque está munido de esos colmillos, no los usa como popotes para chupar la sangre; su utilidad es producir una herida a través de la cual manará la sangre que posteriormente lamerán. Sólo algunas víboras, como la de cascabel, poseen colmillos huecos, pero estas tampoco los usan como popotes para chupar. Su función es inyectar el veneno con el cual paralizan a sus víctimas.

Si el mito de los vampiros es considerado actualmente sólo eso, podemos decir que se trata de un mito en decadencia. En el caso de los ovnis no ocurre lo mismo. En las décadas de los cincuentas, sesentas y setentas, el porcentaje de personas que creía en los ovnis, según algunas encuestas de la Gallup, era cercano al 20%. Hoy ha crecido gracias a la influencia de los medios de comunicación, y es muy probable que sea superior al 50%.

GÉNESIS

El origen de este nuevo mito no se encuentra como muchos han dicho en la pequeña isla de Puerto Rico. Hay que remontarnos al Estado de Colorado, más precisamente a Alamosa, en donde en 1967 apareció mutilado el famoso caballo que ha pasado a la litera­tura ufológica con el nombre de Snippy. Como de este caso nos ocuparemos en otro artículo, saltaremos hasta la década de los setentas. Durante esos años en varios estados de la Unión Americana se dieron diversos casos de animales mutilados, espe­cialmente reses, por supuestas entidades extraterrestres.

Desde los primeros reportes que se estudiaron científicamente se pudo encontrar una explicación racional a este fenómeno. Esta explicación nunca fue tomada en cuenta por los medios de comunicación, especialmente por las revistas ufológicas. Veamos algunos de los primeros estudios.

La señora Nancy H. Owen, antropóloga del Departamento de Antropología de la Universidad de Arkansas, en Fayetteville, recibió en 1978 una subvención de la Arkansas Endowment for the Humanities (AEH) para llevar a cabo la conducción de un estudio sobre las mutilaciones que se producían en Arkansas. Su estudio se limitó al condado de Benton. La AEH solicitó públicamente al gobernador de Arkansas la creación de una comisión investigadora, y el gobernador pidió que fuera personal de la Universidad de Arkansas quien hiciera el estudio. Algunos de sus descubrimientos fueron:

– Por lo menos en un caso, los análisis hechos por un toxicólogo funcionario del estado sobre una muestra de líquido pericardial (serosidad segregada por el pericardio), denuncia la presencia de mezcalina, una droga alucinógena extraída del peyotl o peyote, planta cactácea de origen mexicano. En la página 196 de su informe, Kenneth M. Rommel había señalado la presencia de hippies acampando en el sector concerniente a este caso.

– Se encontró que un policía falsificó los informes para hacer más enigmáticos los sucesos.

– Los veterinarios del estado jamás hicieron mención a lesiones de carácter quirúrgico en sus informes de autopsia. Sólo los ganaderos mencionaban esos «cortes quirúrgicos».

El Dr. James R. Stewart, sociólogo del Department of Social Behavior de la Universidad de Dakota del Sur, en Vermillion, hizo en 1975 un estudio sobre las mutilaciones de ganado producidas en ese estado en 1974. Lo actualizó en abril de 1980, para ser publicado en el informe de Kenneth Rommel. Stewart dijo que sólo dos veterinarios se habían involucrado en el estudio de las mutilaciones.

De entre los primeros estudios y necropsias practicadas a estos animales se encontró que las muertes habían sido debidas a coyotes (Canis latrans). El patólogo que hizo las autopsias informó que estos animales son capaces de hacer cortes lisos y netos como los que haría un cuchillo afilado. En otro caso el veterinario informó que la muerte fue debida a un zorro colorado (Vulpes fulva).

En el informe de la Universidad de Dakota del Sur, página 247, encontramos la carta de un director de laboratorio de ciencia animal dependiente de la universidad, que dice:

«En cada caso, pudimos establecer que las partes faltantes fueron llevadas por animales depredadores…

«Somos conscientes que en ningún caso pudimos demostrar que las partes faltantes hubieran sido quitadas por un ser humano…

«Es cierto que el animal depredador, cuando desgarra o quita una piel, deja los bordes muy similares a los que pudiera haber hecho un instrumento quirúrgico…

«En todos los casos pudimos establecer la evidencia que los animales depredadores tenían que ver en los restos faltantes de animales muertos de alguna causa natural…»

Rommel utilizó los informes de Owen y Stewart y publicó un reporte de 279 páginas. En él habla de los necrófagos, animales que se alimentan de carroña. En la página 34, por ejemplo, menciona el caso de un cuervo observado en Manitoba, Canadá, que despedazó un reptil al que le quitó el hígado «de una manera sumamente prolija, sin tocar lo demás. Sólo la piel estaba agujereada en la región del hígado. ¿Cómo hizo este cuervo un trabajo de cirugía con tanta precisión?, es un misterio».

Rommel llega a la conclusión de que todo tiene una causa natural, ya sean depredadores, actividad humana (sectas, hippies, bromistas, etc.), muertes de los animales por causas naturales y abusos de la publicidad en los medios de comunicación que crearon una histeria en el público.

En un artículo del ufólogo francés Jean Sider, traducido por los ufólogos argentinos José Luis Di Rosa y Graciela Iliev, encontramos más información al respecto. Veamos sólo tres ejemplos:

En 1983 se dio una serie de mutilaciones en caballos. Los animales eran siempre machos a los que se les había cortado el pene, con abundancia de sangre. Se trataba de actos cometidos por un maníaco sexual que había sido visto por varias personas corriendo tras un alazán cuchillo en mano.

Los científicos de la Universidad de Brookins afirmaron que los animales depredadores eran los únicos culpables de las mutilaciones.

El Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Colorado, en Fort Collins, realizó 19 autopsias entre julio de 1975 a enero de 1976. Nueve casos fueron atribuidos a la acción de un instrumento cortante y los diez restantes concernían a animales muertos por causas naturales.

De lo anterior podemos concluir que las tan famosas mutilaciones de animales que se dieron (y se siguen dando) en los Estados Unidos tienen una explicación natural.

Ahora bien, la relación con los ovnis y este fenómeno fue casi exclusivamente circunscrito al territorio de los Estados Unidos. Se conocen muy pocos casos en otros lugares del mundo, y sólo Puerto Rico, estado libre asociado, no presentó ningún caso de mutilación de animales. Pero esto pronto se remediaría. Los puertorriqueños no eran ciudadanos americanos de segunda y también ellos tenían el derecho a que sus animales fueran mutilados.

EL VAMPIRO DE MOCA

Y eso ocurrió por vez primera el 25 de febrero de 1975 en el pueblo de Moca. Fue el diario El Vocero quien difundió ampliamente los casos y bautiza al depredador con el nombre de «El vampiro de Moca». Surge entonces la creencia popular de que son «murciélagos vampiro» los causantes de las muertes de los animales. En todos los casos hay ciertos patrones:

– Las heridas parecen ser producidas por una especie de punzón o instrumento punzo cortante, que destruye a su paso los órganos vitales. En el caso de las aves tiene un diámetro de alrededor de 6.4 milímetros, y en el de las cabras de más de 25.4 milímetros.

«‘ La localización de la herida variaba, aunque en su mayoría era en el cuello o el pecho del animal.

«‘ Todos los casos ocurrieron por la noche, preferiblemente en horas de la madrugada.

Los miembros de la Comisión de Agricultura del Senado y la Comandancia de la Policía especularon que el causante fuera un ser humano desequilibrado o una secta satánica.

Sobre esta última hipótesis el mismo Allan Hynek escribió:

«La prensa ha especulado que los OVNIs son en alguna forma responsables de las mutilaciones de ganado que han estado sucediendo en algunas áreas de los Estados Unidos. No existe ningún informe documentado en el que la observación de un OVNI esté directamente conectada con una mutilación de ganado. Se ha investigado sobre el problema y a través de un informe gubernamental confidencial, se ha descubierto que un «culto satánico» es responsable de algunas de las mutilaciones. El informe debe permanecer confidencial, ya que no se han realizado arrestos en todos los casos y las fuentes de información deben ser protegidas. Debería hacerse notar que, a menudo, en reses que se dijo habían sido «mutiladas» se encontró, después de la autopsia, que habían muerto por causas naturales y fueron víctimas de otros animales depredadores».

El Vampiro de Moca no volvió a hacer de las suyas sino hasta casi veinte años después. En diciembre de 1994 se recibieron los primeros reportes desde el pueblo de Orocovis y Corozal, en el centro de la isla de Puerto Rico, y posteriormente en Canovanas (costa norte), Fajardo y Gurabo (este) y Naranjito (centro). También se le ha visto en Lajas y Bellavista en Ponce.

En esta ocasión los periodistas utilizaron un nombre con mayor penetración en la población: Chupacabras. Era la primera vez que se utilizaba tal apelativo. Y el éxito no se hizo esperar, pronto todos en la isla hablaban de ese «animal».

No obstante en los primeros reportes los testigos no se ponían de acuerdo en la descripción. Se hablaba de criaturas con estaturas que iban de 0.90 a 1.80 metros. Los brazos eran descritos como largas pinzas de cangrejo, o brazos pequeños con manos palmeadas de tres dedos. Algunos decían que la cabeza era redonda, pero otros afirmaban que era alargada, en forma de pera. De acuerdo con unos testigos las piernas del ser eran parecidas a las de los reptiles, pero otros afirmaban que se parecían más a las de las cabras. El Chupacabras tenía los ojos grandes y rojos, y una especie de escamas puntiagudas en su espalda que parecen membranas que cambian de color del azul al verde, rojo, púrpura, etc. Otros le habían visto el cuerpo completamente cubierto de pelo negro.

Tampoco había concordancia en la forma de moverse. Se decía que era capaz de correr muy rápidamente y trepar árboles y saltar más de 6 metros. Y por otro lado se afirmaba que tenía las patas atrofiadas; y era incapaz de caminar, mucho menos de correr, por lo que se desplazaba volando.

Luego, conforme fue pasando el tiempo y el pueblo de Puerto Rico fue conociendo más descripciones de Chupacabras, los periodistas publicaron algunos bocetos y estos fueron tomados como modelo para futuros testimonios. Una vez puestos de acuerdo, todas las descripciones a partir de ahí fueron las mismas. Esto mismo está ocurriendo en México, como se verá más adelante.

El sensacionalismo se apoderó de los medios de comunicación:

«‘ Se dijo que se habían capturado dos especimenes de Chupacabras, los días 6 y 7 de noviembre de 1995. Uno de ellos en el pueblo de San Lorenzo y el otro en el Parque Nacional El Yunque. Ambos estaban vivos y se supone que fueron llevados a los Estados Unidos por personal militar perfectamente entrenado.

«‘ Los periódicos de Puerto Rico lanzaron la teoría de que los Chupacabras eran extraterrestres que habían creado el virus del SIDA para destruir la raza humana y conquistar el planeta Tierra.

«‘ Se afirmó que se trataba de manipulaciones genéticas altamente sofisticadas.

¡ENIGMA!

Uno de los casos más sensacionales fue el del policía que el 1 de octubre de 1995 disparó sobre un Chupacabras que volaba sobre Campo Rico en Canovanas. Dos días después se vio, tal vez, el mismo ser cuando saltaba sobre una cerca fabricada con malla ciclónica. Los hechos ocurrieron a las 9:00 de la noche, y en la cerca y en un árbol cercano se encontraron rastros de sangre que fueron enviados a un laboratorio.

En los análisis se encontró que se trataba de sangre humana tipo A con Rh positivo. La sangre estaba contaminada con detritus o heces fecales que contenían bacterias E. Coli, gusanos y otros parásitos, además de células vegetales. Era más que probable que se tratara de los restos dejados por un isleño con una fuerte infección intestinal.

«‘ Las heridas dejadas en los animales eran pequeños hoyos de 6.4 a 12.8 milímetros de diámetro, que se presentaban a veces en pares o en formación triangular sobre los cuellos y mandíbulas de las víctimas. Parecían hechos con picahielo o con otra herramienta punzo cortante.

Las autoridades médicas tam­bién dieron su opinión. El Director de la División de Servicios Veterinarios del Departamento de Agricultura de Puerto Rico, el señor Héctor García declaró que:

«Pueden ser perros ya que las pequeñas punciones que se observan en los cuellos de las víctimas son similares a las producidas por la mordedura de los canes».

Otro veterinario, Ángel Luis Santana, de la Clínica Veterinaria Gardenville, en San Juan, informó que:

«Pueden ser seres humanos que pertenecen a sectas religio­sas. También podrían ser anima­les o hasta tipos que desean burlarse de la credibilidad de las per­sonas».

Las teorías que se barajaron iban desde el ataque de jaurías de perros salvajes, mandriles o animales exóticos introducidos ilegalmente a la isla, hasta ritos relacionados con la santería, un culto de origen africano que incluye el sacrificio de diversos animales hasta desangrarlos.

A este respecto hay que hacer notar que el área del Caribe es la cuna de diversas religiones, como la santería, el macumba, el vudú, el candomble, etc., todas ellas relacionadas con sacrificios de animales, principalmente cabras. No es difícil pensar que los primeros casos se pueden asimilar a este tipo de ritos y que posteriormente, debido a la psicosis generada por los medios de comunicación, cualquier supuesta «anomalía» entre los hatos (ataques de depredadores, muertes naturales, bromas macabras, revanchas y venganzas, etc.) se le achacara al chupacabras. ¿Chi lo sa?

El hecho es que hasta ese momento el fenómeno Chupacabras era únicamente local de Puerto Rico. Sin embargo eso no iba a durar mucho. A finales de 1995 el programa amarillista Inside Edition, de la televisión americana, realizó un reportaje sobre el Chupacabras. Los periodistas americanos se burlaron y trataron de ridiculizar la situación. No obstante poco después otros programas hicieron sus propia investigaciones: Hard Copy, Encounters, Ocurrió Así y Primer Impacto.

No era de extrañar que poco después de que los programas fueron transmitidos desde Florida se presentaran los primeros reportes del Chupacabras en la América continental, precisamente en Florida. Luego los reportes se extenderían en otros países del continente: Venezuela, Guatemala, Colombia, Honduras, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Estados Unidos, y finalmente México.

¿Qué tienen en común estos países? Todos ellos tienen costas en el Mar Caribe, en donde precisamente se encuentra localizada la isla de Puerto Rico. Todos ellos tienen un fuerte intercambio cultural, comercial y turístico con la isla. Y a todos estos países llega la señal de esos programas amarillistas. ¿Por qué no se han reportado Chupacabras en El Salvador o en Belice? Tal vez porque el primer país sólo tiene costas en el Pacífico y en el segundo existe la barrera del idioma.

Si bien no ha sido el ufólogo Jorge J. Martín quien ha inventado el mito del chupacabras, sí ha sido quien más lo ha difundido no sólo en Puerto Rico, sino en diversas partes del mundo. Martín es bien conocido por impulsar diversos fraudes ufológicos como el de Majestic 12, las fotografías trucadas de Amaury Ribera, el pájaro serpiente de Gurabo, las fotografías del extraterrestre momificado, etc.

¿ORIGEN ETIMOLÓGICO?

¿Existe un origen etimológico en la palabra chupacabras?

Algunos hacen remontar su origen a tiempos bíblicos. Hablan de que este animal ya fue descrito en el Apocalipsis de San Juan. En realidad en ese libro no se menciona nada sobre el asunto, como tampoco en el resto de la Biblia. Sin embargo, en el libro de Isaías (en la parte apocalíptica del mismo) se menciona a un monstruo femenino llamado Lilith[2], que en algunas versiones de la Biblia se ha traducido como Chotacabras (ojo, no es Chupacabras). En efecto Isaías describe el fin del viejo orden y la llegada de un mundo nuevo e ideal. En Isaías 34.11 se dice:

«Se adueñarán de ella (de la Tierra) el pelícano y el erizo, la lechuza (Lilith o el Chotacabras) y el cuervo morarán en ella; y se extenderá sobre ella cordel de destrucción, y niveles de asolamiento».

La palabra hebrea que se traduce aquí como lechuza es Lilith y es el nombre que se le daba al monstruo de la noche. Esta palabra también se traduce como fantasma que espanta de noche y chotacabras. Se deriva de Lilitu, nombre que se le daba en la mitología babilónica, que a su vez proviene de la palabra semítica para la «noche».

La oscuridad siempre ha asustado al hombre, quien en su imaginación la ha poblado de seres monstruosos y de ruidos extraños. El hombre moderno ha olvidado un poco todo este miedo por las sombras nocturnas debido al uso de la luz artificial. Aunque no todos olvidan sus viejos atavismos: ahí tenemos por ejemplo a los ufólogos que siguen encontrando monstruos en la noche.

Lilith, en la tradición rabínica, fue la primera esposa de Adán, mucho antes de que Eva fuera creada. Adán no pudo soportar a Lilith porque ésta era demasiado astuta (o tal vez ella no lo pudo soportar porque era demasiado aburrido), y ese fue el motivo de su separación. Ella se transformó en un demonio de la noche que, de acuerdo con ciertas leyendas, se alió con la serpiente para hacer pecar a Adán y Eva.

Isaías, capítulo 34, versículo 14, dice:

«Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas, y la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también tendrá allí morada, y hallará para sí reposo».

Chotacabras es el nombre común que se les da a diversas aves de la familia caprimúlgido, del orden caprimulgiformes. El chotacabras gris (Caprimulgus europaeus) mide unos 25 centímetros y presenta una coloración parda y manchada de gris que les permite camuflarse perfectamente en el terreno; tiene el pico muy corto, pero puede abrir mucho las fauces. Durante el día permanecen posadas en las ramas en la dirección de éstas; despliega su actividad durante la noche persiguiendo mariposas nocturnas; no construyen ninguna clase de nido, y depositan los huevos en el suelo. Se les encuentra en diversas partes de América, inclusive en Puerto Rico. La chotacabras parda (Caprimulgus rupicollis), algo mayor, presenta un collar rojizo en el cuello y es de distribución más meridional. Se caracteriza por presentar la abertura bucal muy ancha, ojos grandes, pies de reducido tamaño y cola larga. El plumaje es muy abundante, con coloraciones miméticas. En general son nocturnas y poseen gran maniobrabilidad cuando persigue a sus presas. El plumaje suave de las alas le permite un vuelo silencioso.

Una antigua leyenda indica que el chotacabras mamaba la leche de las cabras. Una versión del origen de esta leyenda dice que el chotacabras puede abrir la boca de manera tan amplia que podría mamar de las ubres de las vacas y las cabras. Otra, tal vez la más acertada, afirma que el nombre se debe a que el animal produce un sonido similar al de una cabra mamando. De hecho la palabra choto o chota se le da a la cría de la cabra mientras mama. Se trata de una voz onomatopéyica del sonido que producen estos animales al mamar.

Los periodistas puertorriqueños no se complicaron la vida con todas estas etimologías y simplemente cambiaron el «chota» por «chupa» y de ahí nació el Chupacabras.

Hay un detalle más. El pájaro serpiente de Gurabo[3], del que hablamos más arriba, fue otro de los fraudes que impulsó J. J. Martín. En sus revistas publicó una fotografía del animal. La fotografía representa ni más ni menos que una chotacabras gris y la descripción que de ella da la testigo que lo encontró también se ajusta a la de un chotacabras. El único detalle que no concuerda con la morfología de este animal son los dos «colmillos» tipo víbora de cascabel que, muy probablemente como se dijo, son un par de espolones de gallo incrustados en la boca del animal.

En México, en especial en el Sureste, también existen viejas tradiciones de animales mitológicos nocturnos que podríamos emparentar con la leyenda del Chotacabras. Está, por ejemplo, el Kakasbal que volaba por la noche alimentándose de los animales. El Uay Cen, que era el nagual de un brujo que tomaba la forma de un felino pequeño y se introducía por las noches en las casas para extraer la sangre de los que estaban durmiendo. Y el Huaychivo de las leyendas mayas.

Continuará…

Snippy es el primer caso conocido de una mutilación de animal relacionada con ovnis.

Las dueñas de la yegua muestran al alguacil los restos mutilados del animal.

Interpretación del dibujante de una revista de platos voladores del supuesto ataque a Snippy.

Diversas fotografías de ganado mutilado. Note que las partes arrancadas son principalmente las más suaves: los ojos, los belfos. Esto nos remite a los recientes ataques del chupacabras en Argentina achacados al ratón hocicudo.

Los Marcianitos Verdes mutilando una vaca.

Copia de un informe de Kenneth Rommel al FBI.

Respuesta del FBI a Kenneth Rommel.

El informe Rommel.

Perro atacado por el vampiro de Moca.

Jorge Martín entrevistando a un veterinario en un caso de mutilación de animales.

El pájaro serpiente de Gurabo y diversas fotografías de chotacabras. La identificación es completa, lo que demuestra el fraude ufológico.


[1] Artículos publicados originalmente en Contacto ovni números 21 (octubre de 1996, Pág. 4-9) y 22 (octubre de 1996, Págs. 4-9). Utilizo aquí la versión completa que fue editada para su publicación

[2] Pronto publicaremos una trabajo sobre este personaje tan interesante.

[3] También ya tenemos preparado un artículo sobre este caso.

La raya en el agua

LA RAYA EN EL AGUA[1]

En México es común decir al mesero que apunte la cuenta de consumo en el hielo. Con menos frecuencia se dice «te lo firmo en el agua». La idea es que al deshacerse el hielo, o la imposibilidad de escribir en el agua, nuestra cuenta de consumo desaparezca. Pero, ¿realmente no se puede escribir sobre el agua?

Lo que contaré a continuación puede hacer que lo pensemos dos veces.

Este es un bonito enigma que aún no ha sido corrompido por las revistas para-anormales. Supe de él hace ya varios años. He visitado el sitio en varias ocasiones (la primera en un viaje familiar, la segunda sólo para sacar fotos). No he hecho una buena investigación, pero creo tener la respuesta al enigma.

A no más de 100 kilómetros de la ciudad de México, o a 15 kilómetros de la ciudad de Toluca, capital del Estado de México, se encuentra el pueblo o Villa de Almoloya de Juárez, capital del municipio del mismo nombre. Almoloya es vecina de los municipios de Ixtlahuaca, San Felipe del Progreso, Zinacantepec, Temoaya, Toluca, Villa Victoria y Amanalco de Becerra.

Desafortunadamente el lugar es más conocido porque en sus inmediaciones se encuentra la prisión de máxima seguridad que llevaba su nombre. En dicha prisión se encuentran presos entre traficantes de drogas y multiasesinos, algunos de los dirigentes políticos de antaño (incluso el hermano del expresidente Salinas se encontraba ahí).

A tres cuadras de la plaza de pueblo, en el Barrio de San Pedro, podemos visitar la iglesia o Santuario Ojo de Agua. Desconozco cuándo se fundó o quién la construyó (ya he dicho que no he hecho una buena investigación).

En el atrio de la iglesia, justo a 3 metros frente a la puerta, se encuentra una pileta de unos 10 o 12 metros de largo por 3 o 4 de ancho. Fue construida para dar cauce a un ojo de agua (manantial) que ahí nace. La pileta es resguardada por una barda, que separa los terrenos de la iglesia de unas piscinas, que se construyeron para aprovechar el agua del manantial. Para tal fin (trasvasar el agua de la pileta a las piscinas) se construyó un rebosadero que mantiene constante la cantidad de agua en la pileta.

Es la pileta la que capta nuestra atención. Ahí, en medio de ella, sobre la superficie del agua, se puede apreciar una raya en el agua.

Esta raya, por lo regular es una línea recta que cruza transversalmente la pileta. Para el ojo no prevenido puede pasar inadvertida. Realmente es un tanto difícil localizar la raya, pero una vez que se le ubica, uno se queda con la boca abierta ante el «prodigio».

La raya, como digo, está sobre la superficie del agua, y divide la pileta en dos zonas a las que llamaré: delantera y trasera. La primera es la más cercana a la puerta de la iglesia. El agua de la pileta tiene, además, varias propiedades curiosas (milagrosas las llamarían los periodistas de lo insólito).

La pileta es el hogar de varios peces. La mayor parte del tiempo los peces se encuentran en la zona trasera de la pileta. Es raro que naden por la zona delantera. Peces herejes que se alejan de dios.

Pero hay otros herejes: las algas y musgos que crecen por debajo del agua también se encuentran concentradas en la zona trasera.

Todavía más. Los «mosquitos esquiadores», aquellos que «patinan» sobre la superficie del agua, también pululan en la parte trasera y nunca en la delantera, en donde se hunden.

Sólo la limpieza se acerca a las puertas de la iglesia. La zona delantera no contiene una sola mota de polvo, hojas (la pileta está rodeada de árboles), o suciedad. Todas las partículas se acumulan en la zona trasera.

¿Les parece poco?

Dos nuevos efectos de los que me di cuenta esta semana[2] que fui a fotografiar la pileta en exclusiva para (Hápax, La Nave de los Locos, Mitos del Milenio, Dios!…), se vienen a sumar al insólito comportamiento de estas aguas.

El día de mi visita estaba lloviendo y hacía algo de aire (por eso en la foto la raya no se ve completamente recta). Pues bien, las gotas que caían en la zona trasera, como es normal, se fundían de inmediato con el grueso del agua. Pero las que caían en la parte delantera formaban una pequeña esfera que rebotaba durante fracciones de segundo antes de asimilarse al cuerpo del agua. Parecía el efecto Leidenfrost, que todas las amas de casa conocen y que producen al tocar las planchas calientes con los dedos mojados: las gotitas (perfectas y diminutas esferas) revolotean antes de desaparecer por evaporación.

Finalmente (por el momento), en la fotografía se puede apreciar este último fenómeno que voy a describir. Decía que el día en que tomé las fotografías estaba lloviendo. La zona trasera mantiene su superficie más tersa. La zona más cercana a la iglesia forma múltiples y pequeñas olitas que le dan un aspecto irisado y rugoso.

Para terminar.

¿Conocen en sus países, o en cualquier otro lugar del mundo, un fenómeno parecido a éste?
Yo supongo que es bastante común, pero es necesario observar bien y saber en dónde mirar para poder encontrar la línea.

Aclarando que, no es una broma, ni una historia inventada por mi. Las fotografías que anexo no están modificadas digitalmente. ¿Sabrían ustedes explicar el fenómeno?

INTERCAMBIO DE IDEAS VIA MAIL

Este fue mi primer comunicado a la lista Hápax sobre el asunto de la raya en el agua. Este mensaje recibió varias respuestas. La primera provenía del sociólogo Ignacio Cabria, quien me preguntaba:

Luis, ¿no es algo parecido a lo que sucede en las desembocaduras de ríos, donde se mezclan aguas de diferentes temperatura y salinidad, y ves separados a raya un agua mate y rugosa de un agua de superficie brillante?

Mi respuesta.

Nacho:

En otra parte de la geografía mexicana, en particular el Estado de Hidalgo, existen unas grutas contiguas (10 metros las separan). En una de ellas cae agua fría; en la otra caliente. Luego siguen su curso por unos 15 a 20 kilómetros hasta reunirse más abajo. Ahí, efectivamente, se puede ver una especie de raya. Pero esta no es una línea recta y abarca desde la superficie hasta el fondo.

Aquí, en el río de agua fría (hasta antes de reunirse con el de agua caliente) existen peces y algas. No recuerdo muy bien pero creo que esta agua es más clara. En el otro río, el de agua caliente, no tiene vida (macroscópica).

Al inicio de las grutas, a unos 20 metros por arriba, se encuentra un lugar de pozas de agua caliente: jacuzis naturales. Las grutas se llaman de Tolantongo[3], por si alguien le interesa visitarlas.

En el caso de la pileta a la que me he referido, el problema es diferente, porque el agua (toda ella) proviene de un único manantial. Es decir, no existen dos corrientes de características distintas.

También recibí respuesta de uno de los miembros de la Fundación Anomalia, Luis R. González:

Luis, hay un detalle que no mencionas y que me atrevo a «predecir»: el rebosadero está en la parte donde el agua esta más tersa, hay menos bichos, etc….


¿Acierto?

Querido tocayo:

Aciertas, e incluso ese detalle (perdón si se me escapó) nos da parte de la solución a este enigma (al menos la solución que creo haber encontrado).

Otro punto que se me olvidó comentar.

Decía que los peces pasan la mayor parte del tiempo en la parte más alejada del estanque. En tres ocasiones, por el rabillo del ojo, seguido del sonido de gotas al caer, he observado en la parte cercana de la pileta una especie de «chorrito». Un lugareño me indicó que los peces «escupen» agua para atrapar los moscos. Yo creo que, cuando un mosco novato se posa en el lado cercano, y comienza a hundirse, genera un «alboroto» en el agua y los peces llegan y se lo comen. Como en los acuarios caseros, los peces suben, sacan la boca, tragan, y se vuelven al fondo, todo ello en muy pocos segundos. Todo el movimiento genera un chapoteo. Este fenómeno no lo he observado (ni con el rabillo del ojo) en el lado más alejado de la pileta.

Sin embargo el marcador 3 a 0 no es el que me convence de esta nueva asimetría. Es la declaración del lugareño que me indica que eso es común de este lado del estanque. Con todos estos datos, ¿alguien tiene alguna idea de lo que está ocurriendo?

Nuevamente Nacho comentaba sobre este «misterio»:

El vigilante de la pileta debe estar comentando en otra lista el raro fenómeno de un tipo llamado Luis que se pasa las horas mirando el agua de su pileta 😀

Y una observación del editor de la revista Pensar, Alejandro Borgo:

Es más… un pez le debe decir a otro: cuando escupo el chorro de agua para atrapar a un mosco, aparece un tipo con un aparato en la mano y hace clic. !!!Qué comportamiento extraño el de esta piscina!!! :-DD

Tienen razón (Ale y Nacho). Los visitantes, el párroco y el monaguillo, capellán (o como se llame al que cuida la iglesia) me ven como un perfecto extraterrestre cuando, además de observar la pileta, me les acerco con una interminable lista de preguntas: ¿cuándo se supo del fenómeno?, ¿se construyó la iglesia luego que se descubrió el manantial?, ¿existe algún registro de posibles milagros debidos al agua de la pileta? (sólo he visto dos exvotos dentro de la iglesia), ¿se habían dado cuenta de que las gotas de lluvia causan un efecto distinto según el lado de la pileta que caen?, ¿hay algún libro, folleto, boletín… que de cuenta del fenómeno?…

Pero estos personajes hacen una cara de fuchi y me dan la espalda. Parece que desean que sólo me limite a admirar el fenómeno y fotografiar a los peces mientras escupen agua.

Para mañana o pasado comentaré lo que creo ocurre en la piscina.

MI HIPÓTESIS

Encontré que Almoloya, en lengua náhuatl, significa: «Lugar en que mana la fuente de agua» («atl» agua, «moloni» manar la fuente y «yan» lugar, lugar de donde emana el agua). No se si se refiera a que en el sitio existan varios manantiales, o sólo hace referencia a este pozo en la iglesia del barrio de San Pedro. Tampoco he encontrado si ya los otomíes conocían en particular este manantial, y de ahí su nombre. También supe que personal de la Universidad Nacional Autónoma de México realizó algunos análisis del «bulk» (seno) en ambos lados de la piscina.

El resultado: no existe diferencia.

No he tenido acceso a tal estudio, pero lo anterior indica que la respuesta NO está en el bulk, sino sobre la superficie, y (afirmo) no es un hilo.

Dicho lo anterior, pongo a su consideración la siguiente hipótesis que, creo, puede explicar el asunto de la raya en el agua. Todo se debe a un tensoactivo.

No me refiero aquí a moléculas del tipo del dodecilbensensulfonato de sodio, lauril sulfonato de sodio, alquil sulfonato de sodio, o sustancias artificiales similares. Uso el término de tensoactivo de una manera más general, como grasas, aceites, solventes o cualesquiera que tengan la capacidad de modificar la tensión superficial del agua. En este caso en particular me refiero en particular a una sustancia natural, que permita que el agua «moje» o «humecte» más.

Mi suposición es que los organismos vegetales, o algunos de los peces, generan este tensoactivo, y que este es el causante de los «milagros».

La mayoría de los tensoactivos tienden a quedar sobrenadando en la superficie, formando una capa monomolecular de tan sólo unas micras de grosor.

De esta manera tenemos la formación de una interfase, que se forma en la parte inferior de la capa monomolecular del tensoactivo, uno de cuyos costados es la famosa Raya en el Agua.

La forma más estable de la raya es la línea recta. Esto se debe a un equilibrio de tensiones a ambos lados de la raya. Sólo en el caso de que exista viento, turbulencia o algún agente externo, la rectitud de la raya se verá afectada.

Esta sería la primera parte en mi hipótesis. Pero, veamos como se podrían explicar los demás fenómenos:

– La limpieza de la parte de la pileta más cercana a la iglesia.

El polvo y las pequeñas partículas que caen de este lado de la pileta, son recubiertos con el tensoactivo; el agua los moja, y se hunden. Los que logran flotar, van siendo alejados por la corriente, hacia el rebosadero. El resultado final es la limpieza de este lado de la pileta.

– Los moscos patinadores.

Como decía, la mayor parte de los mosquitos se encuentran «patinando» en la parte alejada de la pileta. Los que se atreven a «patinar» en la parte opuesta sufren el siguiente contratiempo: el tensoactivo disminuye la tensión superficial del agua, permitiendo que ésta moje de manera más eficaz las patitas de los moscos. Los moscos comienzan a hundirse y agitan sus alas para emprender el vuelo.

– Los peces que «escupen» agua.

Cuando los mosquitos dan sus «manotazos de ahogado» (pataletas de ahogado), los peces se dan cuenta y salen a comer: escupen agua o saltan para atrapar a los mosquitos.

– La asimetría en la población de la pileta.

Las algas y organismos vegetales acuáticos, junto a los peces, viven en la parte alejada de la pileta. Seguramente la capa monomolecular del tensoactivo forma un filtro que polariza o que impide el paso de ciertas longitudes de onda de la luz solar. Tal vez esa parte del espectro, que es filtrada, es necesaria para la vida de las plantas. Los peces comen estas plantas, por lo que la mayor parte del tiempo se encontrarán de ese lado de la pileta. Sólo pasarán al otro lado cuando tienen la oportunidad de atrapar a un mosquito.

– La asimetría que se presenta en época de lluvia.

Las gotas de agua que caen en la parte alejada de la pileta, encuentran el mismo elemento, por lo que se asimilan fácilmente. Las que caen en la parte delantera de la pileta, encuentran una sustancia diferente, por lo que primero tienen que vencer ese potencial antes de formar parte del agua de la piscina. Incluso creo que se debe formar una capa de agua que sobrenade la del tensoactivo (haciendo una especie de sándwich, con una de las rebanadas de pan-agua, muy delgada). Esa capa de agua no atraviesa el tensoactivo, fluye muy lentamente hacia la parte alejada de la piscina: por eso la superficie se ve mucho más agitada.

– Los resultados negativos encontrados por la gente de la UNAM

No encontraron nada porque los análisis se hicieron en el bulk. Se debe analizar la superficie del agua.

Pero lo más extraño de todo esto, según mi personal punto de vista, es que no se ha comercializado el asunto. La iglesia no saca (visiblemente) provecho alguno de este fenómeno.

ALGUNAS IDEAS PARA LOS «IMBESTIGADORES»

Afortunadamente, tampoco se han presentado algunos periodistas españoles con odómetro en los zapatos (o de tercera, generación) que hayan escrito artículos o libros sobre el asunto.
En este sentido creo que la razón es la siguiente: no se ha publicado ningún folleto que informe del «milagro»; no existen artículos o libros; no hay tradición, exvotos; en fin, no existe algo firme en qué basarse (plagiar) para poder escribir esos libros.

Pero aquí les doy algunas ideas (muy resumidas) para un nuevo bestseller.

«En un viaje de investigación, que tenía pendiente, finalmente llegué a Lourdes. Mis zapatos indicaban que ya era necesaria una afinación; y mi cuaderno de notas decía que tenía que establecer contacto con la prima hermana de la abuela de (XXXX), que vendría siendo la sobrina por parte materna del Mayor (el del caballito de Troya)….

«Finalmente (XXXX) me había dado copias de los manuscritos encontrados en Rennes Le Chateau. Los datos eran sensacionales: el agua de Lourdes provenía de mantos acuíferos que viajaban a través de cavernas que conectaban, literalmente, con el otro lado del mundo: México….

«Me alejé de Francia. Lo único que lamento es haber perdido, de nueva cuenta, mi anillo. Pero lo que había encontrado, a cambio, era muy valioso….


«Nuevamente en tierras aztecas.


«La sonoridad toponímica de Almoloya me decía que estaba en la pista correcta:
«Lugar en que mana la fuente de agua».


«Indudablemente, este era el sitio. No existe la suerte, todo está escrito por alguien que nos dirige desde lo alto….


«Todo lo que me habían informado queda pequeño al lado de la realidad. Esta piscina es asombrosa. Pero comencemos por el principio.


«Desde la época precortesiana, los antiguos habitantes de esta región ya adoraban a una deidad femenina. Cuentan las leyendas que por aquel entonces uno de los vecinos encontró este manantial, indudablemente milagroso. No se conoce el nombre de nuestro amigo. Lo que sí se sabe es que pronto se dio cuenta de que en el manantial aparecía una línea recta, como trazada por manos mágicas y pertenecientes a otros planos. No hay ningún desvío de la linealidad. La raya es perfectamente recta, ¡y está sobre el agua! En la época de la Colonia, los sacerdotes aprovecharon la gran atracción que este punto ejercía sobre los nativos. Construyeron una iglesia en el sitio y colocaron una barda que dejaba el manantial dentro del atrio de la iglesia. Con el tiempo se construyó un murete para formar una pileta….


«No podemos afirmar que Almoloya sea un lugar de peregrinaje tan grande como el cerro del Tepeyac, pero sí diremos que cientos de miles de peregrinos, de todas partes de México, se acercan al lugar para ver el milagro y llevarse un poco de esta agua «santa».
Ellos no lo saben, pero esta es la misma agua que mana de la gruta de Lourdes. En efecto, es un agua «santa».


«Cientos, tal vez miles, de devotos, han dejado constancia de los milagros de que han sido testigos, gracias al agua de la pileta. Dentro de la iglesia se acumulan los exvotos, esos pequeños cuadros pintados por los agraciados, que relatan los milagros que han vivido. También están repletas las bodegas de la iglesia de miles de muletas, sillas de ruedas y otros artefactos que han quedado obsoletos: sus usuarios han sanado de manera milagrosa….


«Me habían contado de otro extraordinario fenómeno, del cual aún no había sido testigo. Los peces lanzan chorros de agua, saltan de la piscina, dan un giro triple mortal, aletean en el aire y se comen los mosquitos que zumban por sobre la pileta.


«Digo que aún no había sido testigo de tal portento, pero lo que voy a relatar demuestra, una vez más, que alguien cuida nuestros pasos.


«Estaba fotografiando, por enésima vez, la pileta, cuando escuché el chapoteo de los peces. Al voltear, toda una fila de ellos, como coristas, una tras otro, en formación, escupían agua hacia fuera de la pileta. El último la escupió en mi dirección. Pero no sólo era agua. Un objeto metálico salió de la boca del pez, chocó con un plato volador que succionaba el agua de la pileta, luego pegó en la pata de un pájaro que pasaba por el sitio, rebotó en la rama del árbol que da sombra a la pileta, dio dos giros en el aire y fue a caer, justo, sin otro trámite, en mi dedo: ¡¡era el anillo que había perdido en Lourdes!!


«Esa era la prueba, irrefutable, de que los dos manantiales (Lourdes y Almoloya) están interconectados. También es la prueba de que alguien me quiere y cuida mis pasos».

Bueno. Ahí esta una idea general. En caso de que se escriba la novela…, perdón, el libro de investigación, no se olviden de las regalías.

ALGUNAS CRÍTICAS

Nuevamente Luis González nos hacía estas observaciones:

De entrada, debo señalar que soy un simple economista, así que nadie me pida datos concretos :-))


Me parece, tocayo Luis, que complicas excesivamente tu hipótesis. Como indiqué en mi predicción, si el desagüe está en el lado más impoluto, creo que la respuesta es simplemente el flujo superficial de agua al rebosar de forma continua.


Experimento: impedir el desagüe y comprobar si sigue apareciendo la línea.

En la primera ocasión que vi la «raya», el nivel del agua estaba un metro y medio por debajo del rebosadero. Pasé unos 5 a 10 minutos tratando de ubicar la raya hasta que un lugareño me la señaló.

En esta época de lluvias el nivel llega al rebosadero, por lo que es más «fácil» de observar la raya: se está más cerca de ella. En tiempo seco, cuando el agua no se desborda, la raya continúa apareciendo.

Ahora bien, si interpreto bien tu comentario, creo que tú supones que la raya se da en el sentido del flujo de la corriente, y que por lo tanto, sería una especie de ilusión óptica o que los testigos interpretan uno de los «surcos» de la corriente como la Raya en el Agua. Sin embargo, la raya se da en el sentido transversal a la corriente (que en general es mucho muy débil, por lo que no se forman «surcos»).

Remitiéndome a la foto que envié, en la parte inferior de la barda que se ve al fondo, se encuentra el rebosadero; el agua fluye desde el lado en donde está el fotógrafo hacia la pared. La raya se forma perpendicularmente a este eje (fotógrafo-barda).

Pero no estoy seguro de que así exactamente es como interpretas el fenómeno, sólo lo supongo. Además, existe una especie de «trampa» de mi parte (realmente sin dolo ni malas intenciones), en el sentido de que yo he estado ahí y conozco e interpreto los detalles involucrados. Por eso, cuando ustedes hacen alguna observación o comentario, puedo responder en el sentido que más conviene a mi interpretación.

Lo que digo es que, la hipótesis del tensoactivo me funciona, por el momento, para explicar los fenómenos de la pileta. No he encontrado otra forma de hacerlo (excepto la no-hipótesis del milagro). Si alguien propone otra hipótesis, y ésta se ajusta más a lo observado, aceptaré cambiar de opinión.

Por otra parte, me parece que la hipótesis propuesta es muy sencilla (nada complicada). Simplemente se trata de una sustancia que sobrenada el agua.

Propongo dos experimentos:

– En la tina de baño o en una pileta lo suficientemente grande, dejen caer una muy pequeña gota de aceite: ahí veremos la formación de la capa monomolecular sobrenadando el agua. La gota adoptará una forma circular hasta que llegue a tocar alguna pared; luego se formara la línea que cubra la mínima distancia, que será una recta.

– En el caso de la pileta. Extraer muestras de la superficie a ambos lados de la raya. Someterlas a una cromatografía de gases y analizar los resultados. Si existe un tensoactivo aparecerá en la gráfica del aparato, el cual nos dará la concentración e incluso la identificación de la molécula.

Sin embargo el asunto de la raya en el agua no es tan importante. Dudo mucho que tenga una aplicación práctica. Ni yo tengo el tiempo ni el dinero para hacer esos análisis.

Luis González continuaba:

Yo entendía que el rebosadero era todo el lateral, y que el agua caía continuamente. Por tanto ese flujo lateral de la capa superficial se extendería en el plano superior hasta cierta distancia que quedaría representada por la «línea», paralela al lado por donde rebosa. Todo sencillo.


Pero claro, si ahora resulta que no siempre rebosa y que la línea (y las dos superficies de aspecto y propiedades distintas) siempre permanece, me he quedado sin explicación…


Aunque la tuya tampoco me convence, ¿cuál sería el mecanismo para esa línea tan recta? ¿Quizá la incidencia de la luz solar?

Consideremos despreciable el espesor del tensoactivo. Concentrémonos sólo en la línea. A ambos lados de la misma existen tensiones producidas por los fluidos. El estado de equilibrio se alcanza, en este caso, precisamente al formarse la línea recta.

Un experimento:

Comprar o hacer una solución con detergente y glicerina, de las que usan los niños para formar pompas de jabón. Hacer un cuadrado de unos 20 x 20 cm con un alambre recubierto con estambre. Humedecerlo con la solución.

Romper la capa o burbuja en formación y dejar el cuadrado «hueco» pero con los bordes cargados de solución. Con un rasero, muy lentamente y con cuidado, extender de uno de los extremos (lados del cuadrado) hacia el centro. El resultado es una «Raya en el Aire». La raya es perfectamente recta (si no hay viento que la deforme). De un lado tendremos aire, del otro una película monomolecular de jabón.

Esto es lo que yo supongo ocurre en la pileta.

DIALOGO CON MANUEL BORRAZ

Hola Luis (R Noguez):


Aunque sea con retraso, como siempre, permíteme plantear algunas cuestiones. No he conseguido que todas sean inteligentes :-).


– No estoy muy seguro de si tengo localizada o no la famosa raya. En la foto adjunta, ¿sería la que va de 2 a C, aproximadamente? ¿Qué relación aproximada (proporción) de áreas hay entre las dos superficies separadas por la raya?

En efecto en el caso de la foto la raya va de 2 a C. La configuración en ese día particular sería, aproximadamente, 3/4 a 4/5 partes de la pileta cubiertas con el tensoactivo y 1/4 a 1/5 con agua (suponiendo la existencia de tal tensoactivo).

– Por cierto, no podemos estar seguros de que TODOS los fenómenos que mencionas tengan que estar relacionados…


No lo podemos asegurar, pero me haría muy feliz que así fuera, incluso apostaría a ello.

-¿Qué profundidad puede tener la pileta (nivel del agua)? ¿El fondo es plano y uniforme o bien tiene alguna particularidad a destacar? ¿Hay alguna posibilidad de que la «raya» sea fruto (estacionario) de reflexiones de ondas en las paredes o incluso el fondo?

La profundidad es variable. En las dos ocasiones que he visitado el sito, la profundidad ha variado aproximadamente en 1.5 metros. El fondo no es plano. Son rocas. La pileta se construyó alrededor del manantial, pero es lo único artificial. No creo que las reflexiones (producidas por el tiburón de tu fotografía, o por otros medios) produzcan una raya de esta configuración. De ser así, lo más probable es que se forme una raya perpendicular a ésta de la que hablamos (la piscina es 3 o 4 veces más larga que ancha).

– ¿Puede descartarse del todo alguna influencia de la temperatura? ¿Hay alguna zona delimitada de la pileta que quede la mayor parte del tiempo a la sombra o al sol (debido a la situación de los árboles, etc.)?

Yo creo que esto lo podemos descartar. Más o menos la distribución de árboles y edificios (la iglesia y las paredes que rodean la misma) se distribuyen de manera similar alrededor de la pileta. El Sol sale detrás del fotógrafo (más o menos), y se oculta por el frente. A la espalda del fotógrafo se encuentra la iglesia.

– ¿Puede influir alguna corriente de aire peculiar, cerca de la superficie de la pileta? ¿Podría influir, por ejemplo, en la desigual distribución de la suciedad, los animaloides patinadores, etc.?

Tampoco lo creo porque las paredes de la pileta la resguardan de vientos intensos. Pero sí existe una corriente de agua, que es generada por el desborde de la pileta (hacia el frente del fotógrafo).

– Esta es importante. ¿La raya siempre está en el mismo sitio? ¿Hay variaciones a lo largo del día, del año…? ¿Varía con el nivel de agua de la pileta?

Sólo la he visto en dos ocasiones diferentes y te digo que en las dos la pileta tenía un nivel distinto. En la primera visita la raya estaba (1.5 metros más abajo) en la posición aproximada 7-G (aunque G debería estar más hacia el fotógrafo, y por lo tanto, no aparecería en la foto). No tuve la precaución de anotar la época del año en que la visite por primera vez.

No se si existen variaciones a lo largo del día. Tampoco puedo asegurar que la variación de nivel este directamente relacionado con la posición de la raya en la pileta.

– ¿Alguna relación con los OVNIs? La línea ortoténica BABOSIN[4], que tú mismo descubriste, ¿pasa cerca del lugar?

No. Pero como dato cultural, a unos 25 kilómetros de ahí, se apareció el «Humanoide de Metepec». La película de Sara Cuevas de la que nos ocupamos en algún número de la PUS (Perspectivas Ufológicas). Formando un ángulo de 60 grados, y también a 25 kilómetros, se encontró un muy rústico crop circle sobre sembradíos de maíz. La dificultad de doblar las cañas de maíz (en lugar de las de trigo), impidió que esa «moda» se siguiera extendiendo en México.

¡Oh sorpresa! He encontrado que Metepec, Almoloya y el sitio en donde aparecieron los crops circles forman un triangulo de lados y ángulos iguales. Eso, seguramente, no es producto de la casualidad. Alguien desde lo alto nos envía señales.

Y ahora algunas cuestiones centradas en tu hipótesis:


– ¿Los orines humanos tienen algo de tensoactivo? Por otro lado, ¿habría alguna posibilidad de que el hipotético tensoactivo procediera de algún tipo de contaminación artificial (detergente…)?

Los orines también son tensoactivos. En términos generales, cualquier sustancia que modifique (disminuya o aumente) la tensión superficial, es un tensoactivo.

Lo del detergente también lo había pensado. En mi primer comunicado creo que mencioné que del otro lado de la barda hay dos piscinas (para nadar). Esas instalaciones, en ocasiones, las personas más pobres del lugar las usan para lavar su ropa. Esto lo vi en la primera visita. Sin embargo, el flujo de agua es hacia estas piscinas y no al contrario. Pero tampoco puedo excluir que alguien externo agregue ese tensoactivo. En este caso estamos hablando de fraude. En lo personal no creo que sea el caso. Al parecer el fenómeno viene de muchos años (antes de inventar los detergentes, aunque siempre han existido los jabones).

– En uno de tus mensajes decías:


«La asimetría que se presenta en época de lluvia».


«Las gotas de agua que caen en la parte alejada de la pileta, encuentran el mismo elemento, por lo que se asimilan fácilmente. Las que caen en la parte delantera de la pileta, encuentran una sustancia diferente, por lo que primero tienen que vencer ese potencial antes de formar parte del agua de la piscina. Incluso creo que se debe formar una capa de agua que sobrenade la del tensoactivo (haciendo una especie de sándwich, con una de las rebanadas de pan-agua, muy delgada). Esa capa de agua no atraviesa el tensoactivo, fluye muy lentamente hacia la parte alejada de la piscina: por eso la superficie se ve mucho más agitada.»


Químicamente soy bastante analfabeto, quizá por eso no he entendido esta parte. Veamos, si los tensoactivos disminuyen la tensión superficial del agua (mientras su concentración no sea muy alta), ¿no tendríamos el fenómeno inverso al que explicas? Es decir, ¿no se «hundirían» más fácilmente las gotas de agua en la zona cubierta por la capa de tensoactivo?

No. Porque en este caso el tensoactivo no se disuelve (ni emulsiona) con el agua. Existen tensoactivos que se disuelven en el agua y pasan a formar parte de un nuevo «compuesto»: solución de tensoactivo en agua o solución de agua en tensoactivo (según las proporciones). En el caso de los aceites, como decía en otro comunicado, no se disuelven con el agua. Se podría formar una emulsión si agregamos algún agente emulsificante. Este es el caso de la leche, que es una emulsión de grasas en agua. Luego, si mi hipotético tensoactivo es un aceite (o algo que actúa fisicoquímicamente de manera similar), las gotas de agua no se mezclarían (fundirían) en esta parte de la piscina

– Y para terminar, un posible experimento de comprobación. Propongo retirar (de manera clandestina o bien con ayuda del sacristán y el permiso del alcalde 🙂 ) una cantidad apreciable del agua superficial de la pileta de la zona donde presumiblemente se encuentra el hipotético tensoactivo. Si la hipótesis es correcta, una vez alcanzado el equilibrio, la raya debería quedar desplazada por haberse reducido la extensión de la zona cubierta de tensoactivo. Es un experimento sencillo que, si bien no supondría la demostración definitiva, reforzaría mucho la verosimilitud de esta hipótesis.

Si. Incluso ya algunos amigos me habían planteado lo mismo. En mi primera visita intenté otro experimento, pero no me dejó el sacristán (recibí una fuerte amonestación: ¡no se permite arrojar objetos a la pileta!, me dijo; pero en el fondo de la pileta hay varias monedas, que frecuentemente las recoge el personal de la iglesia, pero seguramente las monedas no son objetos). Hice una plomada con una piedra y trataba de arrastrarla de un lado a otro de la pileta, para atravesar la línea (la primera impresión que me dio fue que se trataba de un hilo muy delgado, pero eso ya no lo creo).

Manuel, quedan dos misterios por resolver:

¿El animal que surca la pileta es un tiburón o un pariente de Nessie?

¿Los escépticos españoles no duermen? ¿Que hacen casi a las cuatro de la mañana despiertos?

Aún me quedaban un par de preguntas:


– ¿Por qué el hipotético tensoactivo no sería arrastrado por la corriente y lo vemos «aguas arriba»? («…existe una corriente de agua, que es generada por el desborde de la pileta (hacia el frente del fotógrafo)» ).

Esta es buena. Supongo que puede ser por dos factores:

– La corriente es muy débil la mayor parte de las veces. Cuando llueve no: es bastante rápida. La lluvia y el flujo deberían acabar con el tensoactivo.

– La fuente generadora del tensoactivo (los vegetales o los peces) produce constantemente pequeñas cantidades del mismo. Pero en la época de sequía se podría correr el riesgo de que toda la pileta se cubra con el tensoactivo, ocasionando la muerte de algunos de los peces o de los vegetales; con la consecuente disminución del tensoactivo… manteniendo el equilibrio ecológico.

– ¿La raya es visible (fotografiable) desde cualquier ángulo?

No. Incluso tomé varias fotos pero sólo en tres se puede apreciar algo de la línea. La mejor forma sería tomar fotos con un filtro polarizador, pero yo no lo tengo. Por lo mismo, ciertos ángulos son propicios para poder ver mejor la raya. Otros, no.

– «En la primera visita la raya estaba en la posición aproximada 7-G…»


La posición variaba mucho de un caso a otro, ¿no? Esto hace más improbable que se trate de algo ligado estrictamente a la morfología de la pileta y más probable una hipótesis como la que planteas…

– Encontré esto que no sé si tiene alguna aplicación aquí. Es una definición en el contexto de vertidos de crudo en el mar:


«Convergence line: A line on the water surface where floating objects and oil collect. A convergence can be the interface between two different types or bodies of water, or it can be caused by a significant depth change, tidal changes, or other common phenomena. Convergences are common in the marine environment.» [REF.: http://response.restoration.noaa.gov/job_aid/glossary.html ]

Esto me parece muy interesante y, creo que tiene que ver con nuestra raya. Déjame, lo leo, y luego comento algo al respecto.

Tú decías que:


«…En mi primera visita intenté otro experimento, pero no me dejó el sacristán (recibí una fuerte amonestación: ¡no se permite arrojar objetos a la pileta!, me dijo; pero en el fondo de la pileta hay varias monedas, que seguramente no son objetos).»


– Quizás un oportuno donativo -todo sea por el avance de la Ciencia- cambiaría las cosas…

Y también preguntabas:

«¿El animal que surca la pileta es un tiburón o un pariente de Nessie?»


– Yo creo que es sólo un rumor…

«¿Los escépticos españoles no duermen? ¿Que hacen casi a las cuatro de la mañana despiertos?»

– Las temperaturas y el bochorno insoportable que estamos teniendo estos días nos mantienen tensos y activos. Probé a contar ovejas y otras triquiñuelas hasta que me acordé del tema de la raya en el agua y luego ya dormí de un tirón 😀

Esa es la primera aplicación práctica de la Raya en el agua.

Por cierto, pensando en lo que preguntabas, de si ondas que se reflejen en las paredes del estanque pueden formar la línea, creo que habría una posibilidad. Los mosquitos que se divierten patinando, al cruzar la alberca de un lado al otro, forman esas ondas. Al chocar las ondas de regreso, forman la raya. Cuando el alboroto es mayor (varios zancudos patinando) la onda en el estanque produce un fenómeno que ha dado lugar a las leyendas del Nessie de Almoloya 😀

Un saludo y felices sueños

Ya leí la nota de la NOAA que me enviaste. Pensé que se trataba de algún artículo más grande. En realidad las explicaciones que se dan en esta definición ya han sido tratadas por varios de los colisteros. Nacho mencionó lo de la convergencia de dos tipos diferentes de cuerpos de agua (los ríos de agua caliente y fría; o de ríos con diferentes solutos disueltos en sus aguas). Las líneas debidas a cambios en la profundidad del agua los mencionaron Luis y tú mismo. Las mareas y las olas (producidas por los moscos) fue otra alternativa tuya (modificada en tono de broma por un servidor). Jordi, Luis y tú comentaron lo del gradiente de temperatura. Etc.

Lo interesante es que en este asunto los del NOAA se están refiriendo a aceites (tal vez petróleo y crudos), que es lo que yo estoy suponiendo que ocurre en la piscina.
Además, explican que el fenómeno es muy común. Ya me estaba preocupando de que sólo en Almoloya se formara esa raya. Eso sería un verdadero milagro. Lo malo es que los gringos dicen que el fenómeno es común en el mar. ¿Habrá ejemplos en aguas dulces?

NUEVO VIAJE A ALMOLOYA

Nuevamente viajé a Almoloya de Juárez. En el camino iba pensando con quién contactar y pedir permiso para realizar el pequeño experimento que había propuesto Manuel: ¿sería con el alcalde o con el párroco? ¿Me permitirían sacar agua del pozo?

En realidad no tuve que pedir permiso. Diariamente se efectúa el experimento Borraz, pero a lo bestia.

Llegué al estanque y el día era claro. A pesar de la época de lluvias, el Sol se reflejaba en las aguas del manantial. En estas condiciones es, en cierta forma, más fácil y más difícil ubicar la raya. Me explico: es más fácil para el que conoce el truco (hay que ubicar el flujo de las motas de polvo y seguirlo; en el lugar en donde se concentran podemos encontrar la raya); es más difícil porque para poder apreciarla mejor es necesario ver el reflejo del Sol en el agua, para notar su presencia.

Estaba en esta labor, cuando comenzó el sonido de una motobomba. Detrás de la barda (que divide el atrio de la iglesia con las piscinas), había dos «pipas» o camiones cisterna, bombeando el agua hacia los tanques.

De inmediato se observó un mayor flujo del agua. La línea se hizo comba y luego desapareció detrás de la barda. Por unos minutos no hubo «raya en el agua».

Me acerqué a uno de los trabajadores y pregunté para qué utilizaban esa agua. Su uso es doméstico. En la zona abundan las rancherías que aún no tienen servicio de agua potable. Con las pipas se transporta el agua hasta esos sitios. Se le usa para el baño, lavar la ropa e incluso para beber.

También pregunté si no sabía si existían registros del curioso asunto. Me dijo que hablara con los «Fiscales» que se encontraban en las oficinas de la iglesia.

En diversos lugares de México existe la figura del «Mayordomo» (en Almoloya se le conoce como Fiscal). Son individuos que durante años (por lo menos uno) reúnen todos sus ingresos para pagar las fiestas de la iglesia. El Fiscal-Mayordomo debe pagar la comida y la bebida (y algunas otras cosas más) de todos los que asistan al festejo. Lógicamente los gastos son muy altos. Hace años, cuando las comunidades eran más pequeñas, había un solo mayordomo. En la actualidad el cargo recae en varias personas. De esta forma existe un Fiscal principal y varios ayudantes. La tradición sólo se da en comunidades rurales y dentro de etnias muy específicas.

Fui a localizar al Fiscal principal. A su lado estaban otros cuatro. Me presenté e hice mi pregunta acostumbrada (para averiguar la existencia de algún registro). Todos me oyeron.

El Fiscal principal (el que aporta más dinero), en este caso no era el más extrovertido. Señaló a uno de los presentes y le pidió que me contara. Este nuevo personaje en tono prepotente y tratando de confirmar su autoridad me dijo:

«¿Quién es usted? ¿Qué tanto pregunta? ¿Acaso es policía?»

Mi nombre ya lo había oído, pero lo volví a mencionar, así como mi solicitud de información.

Me dijo que en ese momento estaban muy ocupados porque recién terminaban las fiestas (del 29 al 30 de junio). Lo primero (que estaban ocupados) no era cierto, pues estaban tomando cerveza y recién les traían mole para almorzar; lo segundo (el término de las fiestas) era más que evidente, traían una cruda (resaca) que, junto con el aliento alcohólico, se podía percibir desde buena distancia. En realidad se la estaban «curando» con cerveza y con el picante platillo.

Insistí sobre el asunto y el Fiscal me dijo que sí había registros, pero que en ese momento no podía ayudarme. «Véngase el sábado o el domingo y platicamos».

Pregunté si en el curato o en el palacio municipal había más información. Me dijo que toda la información la tenían ellos.

Le dije que había visto la raya, en diferentes épocas, ocupando lugares distintos en el pozo. El me dijo que eso era normal.

Me agradeció mi visita, volvió a sugerir que regresara el fin de semana, y dijo que era bueno mi interés, pero que la raya no tenía nada de extraordinario (atención Luis R González y Nacho).

«Se ven rayas en otros manantiales y ríos cuando el desnivel de las aguas forma las rayas. Incluso en las mismas albercas (se refiere a las albercas que se encuentran detrás de la barda), cuando el agua está quieta, se forma una raya».

Nada más pude obtener con este personaje que, por la mala impresión que me dio inicialmente, olvidé apuntar su nombre.

Me dirigí a las albercas. Las pipas continuaban cargando agua y había dos o tres muchachos nadando. No pude ver raya alguna. Esperé a que terminaran los camiones cisterna. Los muchachos se sentaron al lado de la alberca. Nuevamente busqué la raya, pero nada.

Regresé a la pileta. El agua, toda, estaba llena de polvo. Los peces nadaban por todo el estanque, ya no estaban concentrados en un solo lugar. Vi un mosquito esquiando en el sitio en donde antes se encontraba la zona cubierta por (según yo) el tensoactivo. Pero de la raya, nada de nada.

Luego, en el fondo, algo más llamó mi atención. Eso no lo había visto antes. Nunca me había fijado en la zona de donde sale el agua. En el fondo de la pileta, en la parte más cercana a la iglesia, se puede ver como fluye el agua hacia arriba, pero hay dos cosas interesantes: la arena gris del fondo se ve agitada y se ve como una especie de volcán submarino; en medio de ese movimiento, claramente, se observan gotas de un «aceite» (¿mi tensoactivo?) que no se mezcla con el agua y que sale a flote para formar la nueva capa monomolecular y la raya.

Yo pensaba que ese tensoactivo lo fabricaban las plantas acuáticas del estanque, y hasta había elaborado un mecanismo de equilibrio ecológico para explicar el porqué el tensoactivo no cubría por completo el estanque. Pero en realidad la sustancia sale del fondo del manantial.

Como veo las cosas me parece que la idea del tensoactivo se sigue sosteniendo y es la más factible. Pasó la prueba Borraz y físicamente se puede observar su emersión en la pileta.

En la fotografía que anexo se puede observar, justo encima del reflejo del Sol, el «polvo» gris que se agita del fondo de la pileta. Los puntitos brillantes (hay uno encima de un pez) son las gotas del aceite o tensoactivo que surgen del seno del mismo manantial.

Por otra parte, me interesó el asunto de las otras rayas que mencionó uno de los fiscales. Si este fenómeno sólo se diera en esta pileta, entonces sí lo podríamos clasificar como milagroso, pero, como decía en otros mails, no creo que este manantial tenga algo especial y, seguro, el fenómeno se debe repetir en otros lugares. Agradecería su investigación al respecto.

Hay un detalle final. Las rayas que mencionan tanto el fiscal, como Nacho y Luis, las he visto y tienen un cierto volumen. La raya de Almoloya no lo tiene: esta en un mismo plano con el resto del nivel del agua.

En mi próxima visita trataré de obtener muestras de esa agua, con miras a un futuro análisis cromatográfico, cuando alguien aporte los recursos para ello.

UNA TELENOVELA

Rubén Morales editor de la página web Mitos del milenio nos hacía esta observación:

Luis, creo que nos tienes atrapados con el culebrón de la raya de Almoloya. Es maravilloso cómo has transformado un fenómeno anodino que todo mundo ignora en algo apasionante. Más allá del resultado final de la investigación, se diría que tienes futuro como guionista de telenovelas, desde aquí, espero con impaciencia el próximo capítulo. 🙂


Y -ahora más en serio- creo que tenemos que tener en cuenta este estilo de comunicación a la hora de escribir artículos o libros, para llegar a la gente no solo desde lo racional, algo que hace largo tiempo han aprendido los conocidos mercaderes de misterios.

Y digo yo…

Cierto Rubén, y eso me da pie para insistir sobre la conveniencia en que este colectivo elabore una publicación comercial, como creo que sugería Luis Alfonso Gamez. Una revista que compita en los kioscos con Más Allá, Año Cero y Enigmas. Sin dejar a un lado las revistas y páginas web que ya tenemos.

Gracias por estar

BLOQUEADORES SOLARES

Con esta información Manuel Borraz hacía las siguientes sugerencias:

Luis, en este capítulo ha habido un giro imprevisto. Parecen confirmarse tus sospechas de que todo se debe a la presencia de una sustancia particular, pero lo curioso es que la sustancia salga del fondo del manantial…


¿Tienes alguna sugerencia sobre qué puede ser? ¿Algún tipo de contaminación (natural o «artificial»)?


Dado que, como explicas, esa agua se utiliza para consumo humano, ¿no podrías sembrar el pánico y hacer que algún organismo oficial se preocupara de analizarla? O algo parecido.


Manuel

PDT.: Cuidado con los «Fiscales», creo que están ocultando algo… 🙂

Manuel:

La «posible» confirmación de mi sospecha sobre una sustancia extraña, no me cae del todo bien. La cuestión de que por lo menos algunos de los residentes conozcan este tipo de fenómenos, me deja una sensación que no alcanzo a definir. También me «molesta» que no se haya comercializado el asunto por parte de la iglesia. Antes bien, supongo que este templo no se ha convertido en un centro de peregrinación famoso, debido a dos posibles fuentes:

– Los sacerdotes han tratado de separar las cuestiones religiosas de esta curiosidad.

– Los vecinos conocen la vulgaridad (por lo común) del fenómeno, y no lo han elevado a mito religioso.

La idea de generar pánico en la población me parece buena. Sobre todo para elevar el IBOPE y el RATING de esta telenovela (como dice Rubén), pero tengo que pensar la forma de hacerlo.

Si. También creo que los Fiscales ocultan algo (la verdad está ahí adentro). Tengo que regresar a ver a mi cliente dentro de 2 o 3 semanas. Voy a insistir con estos señores.

Esa sustancia, en sentido estricto, forma una contaminación del agua. No creo que sea artificial por varias razones: parece ser que el fenómeno es antiguo; alrededor del sitio no existe ninguna industria, mucho menos alguna instalación de PEMEX (Hay una estación de gasolina a unos 500 metros cuesta arriba, pero esta sustancia no es ningún tipo de gasolina ni diesel, ya que su olor las delataría).

Dos cosas me vinieron a la mente:

– En Xel Ha, cerca de Cancún, se encuentra el balneario más hermoso que conozco. Las aguas son cristalinas y se puede ver claramente a profundidades de 10 metros o más. Los arrecifes de coral y los peces multicolores abundan.

Para impedir la contaminación, no se permite que los bañistas utilicen bronceadores o bloqueadores solares. En eso son muy estrictos, pero hace unos 10 años, durante mi visita, una gringa de buenas formas y escaso cerebro, se metió a la laguna, justo después de haberse untado bloqueador. De inmediato se formó una especie de nata que señalaba su fechoría. Esa nata me recuerda, vagamente, la raya en el agua.

– Pensé en conseguir un socio capitalista para comprar los terrenos de la fosa. Sé que no es un yacimiento de petróleo, es algo mucho más valioso: es un yacimiento de petróleo refinado y convertido en bloqueador solar. Luego. Compro el terreno, pongo una embotelladora y vendo el bloqueador solar a los que utilizan las piscinas detrás de la barda.

¿Alguien está interesado en el negocio?

Vista desde la parte izquierda del atrio.

Vista de la pileta desde la parte derecha del atrio.

Vista de la pileta desde la puerta de la iglesia.

Entrada de la iglesia Ojo de Agua.

Al fondo está el portón que separa el atrio de la iglesia de las piscinas.

Vista de la iglesia Ojo de Agua, desde el lado de las piscinas.

Vista parcial de las piscinas.

Aspecto del agua de la pileta mientras caía la lluvia.

En la parte derecha podemos ver el desagüe o rebosadero.

Durante la lluvia una de las partes de la pileta permanece más tersa que la otra.

Al centro de esta foto podemos apreciar la raya en el agua.

Otra toma de la raya.

Un pequeño escarabajo justo donde se forma la raya.

Anuncio que prohíbe arrojar objetos a la pileta.

Otra toma del mismo escarabajo pataleando cuando siente que se va a hundir.

Oscar García, de azul, y el tal Noguez tomando una muestra del agua (vigilados por el velador de la iglesia).

Del fondo de la pileta comienza a manar el agua agitando la arena.

Del fondo salen minúsculas gotas de una sustancia oleosa.


[1] Esta nota fue confeccionada gracias a una serie de visitas al sitio y varios comunicados en la lista de discusión Hápax.

[2] La primera semana de junio del 2003.

[3] Ver en Perspectivas el excelente cuento de Héctor Chavarría: El día que los extraterrestres invadieron Tolantongo.

[4] Ver el artículo Chuecoténias de la oleada mexicana de 1950, en Cuadernos de Ufología, No. 30, Santander, 2004, pags. 117-133.