Transportan al ovni de Roswell

El día de hoy, dentro del 37 congreso de la MUFON, que se está realizando del 14 al 16 de este mes en Denver, Colorado, en conferencia virtual, Gary McKinnon divulgó una nueva fotografía del ovni de Roswell.

Con estas pruebas irrefutables, el ufólogo hacker trata de evitar que lo extraditen a los Estados Unidos.

En la fotografía podemos observar a un técnico de la NASA en el momento en que recupera el platillo volador de Roswell para trasladarlo al Hangar 18 del Área 51, en donde fue estudiado por los físicos Boby Lazar y State Fredman.

Ufología punk

EL EXTRATERRESTRE PUNK

La Mina Cascada es una hermosa caída de agua localizada en el Parque Nacional Caribeño de El Yunque, en Puerto Rico. La naturaleza ha formado dos piscinas debajo de la cascada, por lo que resulta un lugar muy agradable para hacer días de campo.

Fotografía de Berríos y Ruiz del extraterrestre punk.

Fue en ese lugar en donde Nelson Berríos y Joaquín Ruiz tomaron varias fotografías de un extraterrestre con peinado punk, en marzo de 1993. Pero antes de ocuparnos de las fotos mencionemos que tanto Nelson como Joaquín eran «repeaters», es decir, testigos con más de una experiencia en avistamientos de ovnis o «extraterrestres».

Berríos, por ejemplo, a principios de los setenta (probablemente en 1973) vio un plato volador sobre Catano, junto con otros testigos. El ovni descendió más allá de Buchanan, sobre el manglar. Las autoridades militares dijeron que se trataba de un helicóptero.

Ruiz, por su parte, ya había visto luces sobre El Yunque. Volaban sobre las montañas, eran de color rojo y blanco.

El día en que tomaron las fotos del extraterrestre punk, habían llegado a La Mina Cascada con intención de nadar en las fosas. Esa misma idea era compartida por otros jóvenes que nadaban en las piscinas.

Nadie vio nada extraño. Ruiz tomó varias fotografías con la cámara de Berríos:

«Yo no vi nada. Me dediqué en mirar y fotografiar a alguna gente joven que salpicaba alrededor en las piscinas. La cosa en la foto parece haber tenido el tamaño de un niño, era calvo, con los ojos en forma oval, fijos y profundos, y arrugado, como una vieja.»

Ese mismo día llevaron a revelar el rollo. Sólo sacaron ocho fotos de las cascadas. Al día siguiente, en lugar de ir a recoger las fotos, llamaron al servicio fotográfico para preguntar por su película (¿?). El dependiente les dijo que en cuatro de las fotos aparecía una extraña criatura detrás de una roca. Parecía observar a los jóvenes, pero al mismo tiempo se ocultaba de la cámara.

«Teníamos la impresión que podía ser que se haya ocultado allí para escapar no ser mostrado por nuestro flash.»

Pero parece ser que no se ocultó muy bien, pues en la mitad de las fotos aparecía su figura. Y en las otras no se veía porque apuntaban en una dirección diferente.

El «extraterrestre» aparece detrás de la roca, se levanta y vuelve a ocultarse.

Berríos guardó los negativos y las fotos en su camioneta y llamó a Jorge Martín. Pero antes de que el ufólogo pudiera analizar los negativos, Berríos indicó que alguien había roto uno de los vidrios de su camioneta y se había llevado las fotos con los negativos. Sólo se salvó una impresión en blanco y negro que el propio Berríos había solicitado le enviara a Martín el laboratorio fotográfico.

Si esto fue así, tal y como lo relata Martín, entonces los laboratorios fotográficos contaban con algún negativo o copia de los mismos. ¿Por qué Martín no investigó está vía?

La foto es de pésima calidad. Muestra algo que podemos adivinar como un humanoide con los pelos de punta. Los ojos son grandes y hundidos; la frente es prominente y la nariz es pequeña.

Para Martín es una foto auténtica y muestra el tipo de extraterrestres punk que han sido visto en el área de El Yunque. Como el caso de la familia Collazo, quienes en agosto de 1992 vieron unos humanoides de 1.2 metros de alto caminando por la carretera 191, cerca de Colinas del Yunque Housing. La señora Soraya Collazo y sus hijos Didier, Gabriel y Saudi vieron al extraterrestre punk, cuya piel era color verde y su pelo café.

Pero para nosotros, el extraterrestre punk de las fotos de Berríos y Ruiz se parece al extraterrestre de Salinas. Y su semejanza no sólo es física sino también en el sentido de lo ridículo que resulta tener un extraterrestre en un frasco con formol o un extraterrestre punk. Y es que la ufología esta construida de cosas ridículas.

REFERENCIAS

Martín Jorge, A Strange Creature Photographed. In The Puerto Rico National Forest Of El Yunque, Evidencia OVNI, Número especial sobre El Yunque, Puerto Rico, 1996, artículo en Internet, http://www.fsr.org.uk/fsrart34.htm, http://ufoarea.bravepages.com/puerto_creature_photo.html

El ovni de Roswell

Nuevamente el ufólogo hacker vuelve a sorprender a la comunidad ufológica mundial. Para evitar ser extraditado a los Estados Unidos, Gary McKinnon está filtrando nuevas fotografías del ovni de Roswell. La intención es obtener el apoyo de los ufólogos y no enfrentarse a las autoridades americanas.

McKinnon informa que luego del derribo del plato volador de Roswell (ver la historia y la foto en Marcianitos verdes: http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/07/la-verdadera-historia-de-roswell.html ) el ovni fue a caer en cuatro, cinco o siete lugares diferentes (al gusto del ufólogo en turno). Uno de esos lugares fue la gasolinera de Shell Nuevo PEMEX, en Nuevo México.

Aquí está el documento gráfico, inédito, que demuestra la historia (se me olvidó añadir: IRREFUTABLE)

Los marcianitos intentaron escapar, pero fueron capturados por el valiente jovencito que aparece en primer plano. Luego fueron sometidos a una autopsia (Bueno, primero los mataron a garrotazos y luego les hicieron la autopsia)

Extraterrestres enlatados

ENLATADOS: EXTRATERRESTRES EN CONSERVA[1]

Jorge Martín es uno de los referentes obligados en la ufología de Puerto Rico. Es probablemente el ufólogo boricua más conocido dentro y fuera de la isla. Por eso no es extraño que los medios de comunicación de su país contacten con él cuando se enfrentan a un caso OVNI.

Así ocurrió en septiembre de 1997 cuando los periodistas de Noticentro 4, del canal WAPA TV, se comunicaron con Martín para que los asesorara en un extraño caso relacionado con OVNIs, extraterrestres y asesinatos.

La madrugada del 17 había aparecido el cuerpo de un desconocido, (según unos informes se trataba, al parecer, de un militar destacado en la Roosevelt Roads Naval Station de La Ceiba). El supuesto militar, de unos 30 años de edad conducía un Honda Prelude azul marino, modelo 1981, con placas ALT 475. Había sido asesinado, según algunos testigos, por el conductor de un vehículo 4X4, que lo perseguía. El hombre perdió el control de su vehículo y se estrelló contra dos autos estacionados en la esquina del callejón Progreso, en la comunidad de La Colectora, en Santurce. Del vehículo 4X4 salió el conductor y le disparo. La bala entró por la clavícula y descendió hasta el corazón. Los sucesos habían ocurrido a las 5:00 de la mañana.

Al sitio del asesinato había llegado el camarógrafo Alfonso Sánchez, de WAPA TV. De inmediato comenzó a filmar. Martín deja claro que el periodista llegó antes que la policía:

«El vídeo también mostraba la llegada de la policía y los servicios forenses de Puerto Rico y de cómo se hacían cargo de la situación, examinando la escena del crimen y el cuerpo del hombre. El cuerpo fue llevado al Instituto de Ciencias Forenses por órdenes del fiscal de distrito Lourdes Acevedo».

Este detalle es muy importante por lo que se verá más adelante.

En el lugar se presentaron los detectives Rico Jesús Pérez Cruz y Héctor Santiago, acompañando a la fiscal Acevedo. Se registró el cuerpo y sus pertenencias. Se encontró una cartera, sin identificaciones. Sólo una llave se encontraba dentro de uno de los compartimentos. No obstante, aunque no se sabe cómo se obtuvo la información, se dijo que el nombre del occiso era Fred Acevedo Martínez, residente en la calle 24, # Ac-10, Villas de Río Grande, Río Grande, Puerto Rico, y supuestamente pertenecía al ejército de los Estados Unidos.

Vestía, según Sánchez, pantalones verdes, una camisa beige y zapatos color café. En el asiento trasero del coche había un traje militar de color verde. En el interior de uno de los bolsillos encontraron un sobre de manila. Dentro del sobre había un frasco pequeño de vidrio de unos 8 a 9 centímetros de alto por 2.5 de diámetro. En su interior había un líquido viscoso en el que estaba inmerso una especie de feto.

Como parte de su trabajo, la fiscal Acevedo ordenó que cuerpo, traje, sobre y frasco fuesen enviados al Instituto de Ciencias Forenses para su análisis.

Sánchez, el camarógrafo, dijo que en el sobre tenía impresos los datos de un laboratorio y que estaba dirigido a la Base Ceiba (Roosevelt Roads Naval Station), esto último escrito con letra cursiva. También informó que, poco antes de llegar, los policías habían visto a un hombre parado al lado de la puerta del chofer del Honda, y poco más allá un vehículo 4X4. Ese hombre había huido poco antes de llegar la policía.

Y es aquí que surgen las primeras sospechas. ¿No se suponía que Sánchez había sido el primero en llegar a la escena del crimen? ¿No aparece en el video la llegada de los policías? ¿Cómo es que los policías informan al periodista de un sospechoso parado al lado del Honda, mientras que Sánchez no indica nada de eso? Muy extraño, ¿verdad?

Los directivos del canal 4, Miguel Banojian, vicepresidente, y Enrique Cruz, director del departamento de noticias, contactaron con Martín para que los asesorara en este caso pues se hablaba que el «feto» del frasco era un embrión extraterrestre o incluso un feto de chupacabras. Por lo menos esa era la opinión del reportero de WAPA TV Pedro Rosa Nales. Y parece que también era la de Martín:

«Fuimos a la estación de la TV y una vez allí fuimos sorprendidos por lo que vimos en una videocinta filmada en la escena del crimen»¦ Después de esto, me pidieron dar una opinión sobre la imagen del supuesto embrión extraterrestre, «¦ Puedo decir solamente que si esta imagen en el vídeo que estamos mirando es real, repito, si es real, y nosotros no tenemos ninguna prueba de esto en este momento, los detalles físicos del cuerpo en la imagen son algo compatible con los de una criatura del tipo de los chupacabras, especialmente la parte de la cabeza y ojos (la cabeza en forma de pera alargada con los grandes ojos negros en forma de almendra, casi sin fosas nasales y sin los oídos. Tenía dos colmillos pequeños evidentes que resaltaban fuera de la boca pequeña, sin labios). El resto del cuerpo parece compatible con el de una supuesta criatura extraterrestre del tipo humanoide gris (muy pálida, con sangre aparente y raspones, de dos brazos pequeños finos con manos de tres dedos pequeños y cuatro dedos en los pies)».

Y, ¡claro!, como la noticia apareció en la televisión, muy pronto fue la comidilla del día. Jorge Martín dibuja muy bien lo sucedido:

«No es necesario decir que la noticia del embrión se convirtió en la historia del día. Todos deseaban saber sobre el acontecimiento, y las historias de conspiración comenzaron a funcionar alrededor del hombre que fue asesinado por las fuerzas oscuras en el gobierno después (posiblemente) de robar tal evidencia de las instalaciones del gobierno. Otra teoría era que podría haber dos facciones del gobierno que luchaban por el control de los informes OVNI extraterrestres, y que quizá él transportaba el espécimen a la Roosevelt Roads Naval Station cuando lo mataron. Ésta era especulación pura».

Mientras tanto los periodistas trataban de obtener una declaración del doctor Weissman, del Instituto de Ciencias Forenses, pero lo único que se informaba es que se hacían los análisis químicos correspondientes. Eso alimentó aún más las historias de conspiración. Según Banojian y Cruz habían entrado en contacto con una fuente confidencial dentro del mismo Instituto de Ciencias Forenses, este doctor declaró que la «cosa no era ni ser humano ni cualquier tipo de especie animal conocida por la ciencia humana».

Pronto se fueron obteniendo más datos. Se dijo que el hombre asesinado no era militar, sino que trabajaba como empleado en el hotel El Conquistador, en Fajardo, o que trabajaba como técnico en máquinas de fotocopiado y que había llegado recientemente de Luisiana y que había vivido en Luquillo.

Luego se conocería la verdad. En el noticiero de las 5:00 p.m., conducido por Ada Torres Toro, se hizo un resumen de lo conocido hasta el momento. El superintendente de la policía Pedro Toledo, dijo que la criatura tenía un parecido notable con el chupacabras, aunque afirmo no haber tenido contacto con el frasquito.

Luego, Ada Torres dijo que algunos televidentes habían informado que se trataba de un souvenir, de una artesanía, de un amuleto o de un llavero. La reportera Maritza Díaz mostró algunos de estos llaveros comprados en un supermercado. Era una figura de plástico dentro de un frasco de vidrio.

Entonces se llegaba a la conclusión de que todos los implicados en el asunto habían sido engañados. Obvio que Martín puso el grito en el cielo:

«Ridiculizaron a todos y cada uno de los implicados con la investigación del embrión de una manera repugnante, incluso sus propios reporteros fueron ridiculizados».

Pero el ufólogo no estaba convencido de que eso fuera verdad. Para él no se trataba de un simple llavero o de un juguete. O en todo caso, ahí había una conspiración. Según él, el llavero mostrado en el noticiero no era el mismo que había visto en el video de Sánchez. Es más, como en el noticiero de las 10:00 p.m. todavía se informaba que el Instituto de Ciencias Forenses continuaba haciendo análisis con el «feto», según Martín, eso demostraba que algo se estaba ocultando

«¿Si el espécimen de embrión extraterrestre era un juguete plástico, por qué el Instituto hacía análisis químicos y otras pruebas? ¿Podemos creer que los funcionarios de policía, los investigadores forenses, los detectives del homicidio, el fiscal de distrito Lourdes Acevedo y los patólogos del Instituto de Ciencias Forenses no saben distinguir un juguete plástico de un organismo biológico de la carne y del hueso? Dudo que éste sea el caso».

Aunque esto sonaba lógico, Martín no contaba con la ley 13, que deben cumplir los oficiales del servicio forense en Puerto Rico. El protocolo que establece dicha ley indica que todas las evidencias relacionadas con un crimen deben ser evaluadas por los especialistas. Alma Rivera, vocera del Instituto de Ciencias Forenses dijo que era su deber analizar todas las evidencias:

«Por ejemplo, el líquido dentro del frasco habría podido ser un cierto tipo de veneno, o un cierto tipo de droga ilegal, podría estar relacionado con la muerte de la víctima, por lo tanto debemos comprobar todo a fondo. Era parte de la evidencia recolectada, y tuvo que ser tratada como tal.»

Pero eso no convencía a Martín que, como todos los ufólogos se vuelven escépticos (en el sentido equivocado), cuando alguien les destruye sus casos. Jorge Martín entrevistó a los detectives forenses que habían llegado a la escena del crimen: Jesús Pérez Cruz y Héctor Santiago. El primero le dijo que lo que estaba dentro del frasco parecía estar hecho de carne, pero para el segundo no había dudas: se trataba de un juguete.

¿Convencido el señor Martín? ¡No! ¡Claro que no! En su programa de radio, Evidencia OVNI, en Notiuno afirmó haber establecido contacto con una fuente anónima al interior del Instituto de Ciencias Forenses, quien le informó:

«Esto no es una broma, allí hay oficiales federales implicados con esto. Tan pronto como el espécimen fuera traído al Instituto por los agentes, fue llevado, por órdenes del doctor Weissman, a un cuarto estéril. En caso de que usted no esté bien informado de esto, los cuartos estériles en el instituto se utilizan cuando hay una cierta preocupación por la posibilidad de bacterias, virus o cualquier otro tipo de contaminación».

«El espécimen fue sacado del frasco de cristal y ambos, el cilindro y el pequeño cuerpo, fueron colocados encima de bandejas del metal, sobre algunos cojines de la gasa, para comenzar el examen y el análisis de las muestras».

«El doctor. Weissman estaba a cargo, pero repentinamente un patólogo americano, que no sabemos quién era, se unió durante el examen. Los dos fueron dejados solos en el cuarto estéril».

«Dos agentes federales, vestidos en trajes finos, que habían escoltado al especialista americano, quedaron de guardia fuera de la puerta del cuarto estéril, evitando que cualquier persona entrara. El cuarto estéril fue declarado sin acceso al personal del Instituto y se dieron ordenes en el sentido de que nadie podía hablar del trabajo que se hacía en el instituto sobre el examen del espécimen».

«Puedo asegurarle que esto es verdadero. Vimos el cuerpo pequeño que estaba en el frasco, y era diferente de los que fueron mostrados en la TV. No era un llavero. No era un juguete. Era un cierto tipo de organismo… No se que era. Parecía un feto pequeño, pero si era un feto no parecía a algo que hubiéramos visto antes… Lo qué vi estaba hecho de carne, de tejido fino, y su carne parecía a un tejido fino crudo… con el tejido fino fetal, piel pelada en algunos lugares… y lo qué se parecía como sangre. Tenía una piel muy pálida. Parecía un feto pequeño o embrión… pero era extraño. Realmente extraño. Usted puede creerlo, es extraño, pero cierto. Era una cosa pequeña y fea».

No fue hasta que la gente de WAPA TV le mostró nuevamente, cuadro por cuadro, el video de Sánchez, que Martín aceptó que, en verdad, se trataba de un llavero. En sus propias palabras:

«Las imágenes del frasco cristalino que contuvo el «supuesto embrión» lo mostraban siempre de lado, nunca fue mostrada su tapa, su casquillo. ‘Alguien’ hizo todo lo posible para no filmar la tapa, pero inadvertidamente la tomó un par de segundos. Mientras que lo revisábamos cuadro a cuadro, nosotros vimos un agujero pequeño en su tapa, un agujero compatible con el de los llaveros mencionados en el informe de TV. Esto implicaba que alguien en el canal 4 tuvo que saber que era un figura y no un «embrión extraterrestre» desde el principio, de que toda era parte de una identificación errónea… o de una broma».

«Sospechando juego sucio en este incidente, debido a las muchas contradicciones y ángulos extraños en él, continuamos investigando más, llegando a la conclusión que era toda una broma diseñada para desconcertar y para desacreditar los OVNIs y los extraterrestres en Puerto Rico, así como para desacreditar a los implicados en la investigación seria de este fenómeno».

¿Entonces qué ocurría con la información de su fuente confidencial y anónima al interior del Instituto de Ciencias Forenses? ¿Era todo mentira? ¿Lo había inventado Martín?

Para salvar la honra del ufólogo apareció una nueve fuente anónima al interior de dicho Instituto:

«También, después de una doble comprobación con otra fuente que tenemos dentro del Instituto de Ciencias Forenses, fuente en la que confiamos, concluimos que todo lo que nos dijo la otra fuente confidencial, que supuestamente trabajó en el instituto, con la que habíamos entrado en contacto a través de un amigo común, nos dijo que la noche posterior al incidente, se había hecho una operación secreta del gobierno federal en el instituto, no era verdad. Era todo el desinformación, una mentira».

Pero, ¿quién es el que esta desinformando? ¿Quién es el que miente? Jorge Martín lleva años hablando de OVNIs, extraterrestres, chupacabras, grises y otras lindezas, sin haber proporcionado una sola prueba. En muchos de sus casos sus fuentes son anónimas (tan convenientes como para que investigadores independientes no encuentren la verdad). Estas fuentes anónimas poseen otra virtud, siempre pueden aparecer nuevas fuentes anónimas que desdicen lo afirmado por las primeras, todo a beneficio del ufólogo.

Martín se sintió usado, vejado y burlado. Afirmó que había una conspiración para desinformar al público de Puerto Rico y ridiculizar y desacreditar a los ufólogos. Pero lo que nunca dijo fue el origen de esa «conspiración»: son los propios ufólogos los que debido a su falta de criterio y cultura se tienden sus propias trampas y enredos al seguir entelequias que los llevan a inventar mentiras y fantasías. Son ellos mismos los que se ridiculizan y desprestigian. Dice un refrán mexicano: «El que por su gusto es buey, del cielo le caen los cuernos»

REFERENCIAS

Martín Jorge, The ‘Alien Embryo’ Enigma – Hoax or Cover Up?, artículo en Internet, http://www.mufor.org/puertor.html

Martín Jorge, The ‘Alien Embryo’ Hoax : Disinformation Ploy?, 10 de octubre de 1997, artículo en Internet, http://www.mufor.org/puertor2.html

Reportes de un «informante anónimo» al interior de la bella isla de Puerto Rico 😉

Alien at area 51.

Supuesto extraterrestre encontrado en un frasco. En algunos sitios de Internet se le relaciona con el caso Salinas.

En esta otra foto vemos que en realidad se trata de un muñeco.

Existen varias versiones de estos juguetes.

Estos se venden en los Estados Unidos, pero se pueden adquirir a través de Internet.

Son conocidos como los Beaker Babies.

¡Los originales embriones alienígenas por tan sólo $ 39.95! (mas gastos de envío. Aplican restricciones)

Este «embrión» se comenzó a vender a principios de los noventa. Se anunciaba en las páginas del UFO Universe. La posición es muy parecida a la del muñeco encontrado en Puerto Rico.

Estos «marcianitos» son altamente radiactivos y sólo pueden ser usados por niños mayores de 8 años o de ufólogos acompañados de sus padres.

No alimente a su «marcianito» dentro del frasco, o aténgase a las consecuencias.

También tenemos el modelo «marcianito aceituna» como botana en una conferencia de OVNIs.

Este modelo de «marcianito frankenstein» se puede conectar a una fuente de poder.

Los japoneses nos muestran su modelo de «marcianito sirena» (Hantu), que haría las delicias de Jaime Maussán. Pero no Jimmy, esto tampoco es cierto.

El modelo «Roswell» es más sofisticado y por lo tanto, más caro. Sólo al alcance de ufólogos cinco estrellas.

El modelo «marcianito P. T. Barnum» viene con todo y vigía militar. Ideal para los ufólogos que dan conferencias y acostumbran cobrar por todo a sus seguidores.

Pero si usted no es ufólogo de las ligas mayores, no se preocupe. Por un módico precio le podemos vender esta cabeza de extraterrestre.

Ya en la década de los cincuenta las películas mexicanas de «Ciencia Ficción», mostraban «marcianitos enlatados».

En aquellos años no teníamos a Maussán para que nos vendiera esos «marcianitos». Afortunadamente «El Piporro» fue el encargado de salvarnos.

Una pregunta «nomás» por joder. ¿Qué hubieran hecho Martín y Maussán con las fotos de estos «extraterrestres»?

ADENDUM

Hace unos meses, en marzo de este año, nos enteramos de otro caso similar ocurrido esta vez en Malasia. No nos referimos a que se trate de un juguete, sino a que todo el caso está sostenido en unas fotos borrosas que sólo podrían convencer a los ufólogos.

La información apareció en el sitio de internet del NOL (la revista polaca de ufología) y en los blogs del ufólogo polaco Piotr CielebiaÅ›. Provenía del también ufólogo, malayo, Ahmad Jamaluddin. CielebiaÅ› se preguntaba si el ser de la botella era una especie peculiar de insecto de Malasia, un animal desconocido o un bebé extraterrestre.

Sólo se conservan las fotografías de un reportero de noticias. No se puede observar con claridad porque las fotos fueron tomadas a través de la botella y la reflexión en el cristal distorsiona la imagen.

Aquí tenemos la traducción del artículo de Piotr:

«INCIDENTE CURIOSO

«Este incidente ocurrió el 20 de febrero del 2006 en Kuala Pahang (Pahang), Malasia. El pescador de 22 años, Ahmad Affendi y varios de sus familiares encontraron una botella en una pequeña playa. En su interior había un pequeño ser de unos 15 centímetros de altura que permanecía estático, a pesar de sacudir violentamente la botella. Tenía un color verdoso y un par de ojos rojos. El minúsculo ser estaba envuelto en un paño negro y atado con una cuerda blanca. Affendi llevó la botella a un anciano, Ismail Omar, de 94 años, quien abrió la botella y se dio cuenta de que el mágico ser estaba vivo. Los testigos se trasladaron a la estación de policía en donde se les aconsejó llevarlo a un museo. Fue observado por cerca de seiscientas personas, según informó el ufólogo malayo Ahmad Jamaluddin.

«Desafortunadamente, al día siguiente, debido a la creencia supersticiosa lanzaron la botella al mar. En Malasia se cree que estas criaturas tienen malos efectos para el alma de las personas, por lo que no deben ser guardados.

«Ahmad Jamaluddin cree que este ser no es ningún humanoide malayo, aunque han sido vistos en varias ocasiones en tiempos recientes. Se mencionan reportes de pequeños seres en Argentina, en el estado de Paraná, en diciembre del 2005. En Malasia se han reportado raptos de niños realizados por seres mágicos parecidos al de la botella.

«Aquí presentamos algunas descripciones de observaciones de criaturas similares.

«En el año de 1973 cerca de Gambang Kuantan, dos escolares afirmaron haber encontrado cerca de la escuela 3 seres de una pulgada de alto. Uno de estos seres fue capturado por los niños y al mostrarlo a los profesores se escapó volando.

«Otro caso ocurrió accidentalmente en 1979. Un pequeño ovni aterrizó cerca de un grupo de testigos. Uno de ellos intentó capturar a uno de los 3 tripulantes, pero del disco fue lanzado un rayo que le paralizó momentáneamente la mano derecha. Luego los diminutos extraterrestres regresaron al ovni que se alejó volando.

«Elaboración y traducción de Piotr CielebiaÅ›.

«Fuente Servicios NPN con material de Ahmad Jamaluddin».

http://sladamiprawdy.i365.pl/readarticle.php?article_id=77

http://npn-humanoidy.blogspot.com/

http://npn.ehost.pl/archiwum.php?start_from=105&archive=&subaction=&id=&

http://farshores.org/ufo06v23.htm

http://www.rense.com/general69/hhhn.htm

http://ufoinfo.com/sightings/malaysia/060220.shtml

http://www.iraap.org/rosales/2006.htm

http://iraap.org/rosales/2006.htm

http://www.ufoinfo.com/humanoid/humanoid2006.shtml


[1] También podríamos haber titulado: De cómo después de hacer el ridículo los ufólogos hablan de conspiraciones.

El «Pájaro serpiente» de Puerto Rico

QUETZALCÓATL EN PUERTO RICO

Comenzamos mal. Jorge J. Martín es la fuente de esta historia. Martín es un famoso ufólogo de Puerto Rico, conocido en el mundillo de los platillos voladores por difundir y apoyar historias sensacionalistas y falsas de ovnis, como el caso de las fotografías de Amaury Ribera, el de Majestic 12, el Informe Matrix y otros.

En el número 24 de la revista ¡Enigma!, que dirigía Martín, se presentaba el caso de una «extraña» ave con colmillos de serpiente. El pájaro había sido encontrado una noche de finales de abril de 1989 por el esposo y el cuñado de la señora María Ortiz Hernández, en un sector del barrio Jaguas, mientras pescaban. No se si finalmente se dieron los nombres de estas dos personas. En el artículo original de Martín no se daban estos datos.

Repentinamente los hombres escucharon un aullido fuerte. Tomaron sus linternas e iluminaron hacia el lugar de donde provenía el ruido. Asombrados vieron un extraño pájaro parado en la rama de un árbol a punto de volar en picada en contra de ellos. Lo extraordinario del pájaro era que mostraba dos enormes colmillos como los de una serpiente. Sin embargo, al ser iluminado por las linternas, el pájaro quedó inmóvil y cayó del árbol. Momento que aprovecharon los pescadores para atraparlo.

La noticia fue publicada por el periódico El Vocero, de Puerto Rico, en donde se informaba que incluso el alcalde de Gurabo, el señor Ramón García Caraballo, un agente de la Oficina del Gobernador, de la Defensa Civil de Gurabo, representantes de la Fortaleza y de diversas agencias gubernamentales habían ido a ver el animal. No se indicó si habían sido visitas oficiales o por mera curiosidad particular.

Se dijo que el animal tenía ojos que brillaban por la noche «como brazas de fuego, rojos como la sangre». El periódico afirmó que la hermana de María Ortíz era pastora de la Iglesia Pentecostal, y que había dicho que el pájaro era el anticristo. Ante esta declaración María, molesta, indicó;

«Â¡Eso no es verdad y el periódico tiene que aclararlo, porque si no lo hace lo vamos a demandar!»

La descripción del animal, según María, era esta:

«Aquello era como del tamaño de una gallina pequeña y era como un pichón, como si fuese jovencito todavía. La cabeza no tenía muchas plumas y la piel parecía como la de los sapos, medio como de culebra… rugosa. En la boca tenía dos piquitos chiquititos nada más y del cuello para abajo tenía plumas. Tenía dos patitas chiquititas. Aullaba como un perro, hacía un ruido feo… y era bravo. Solamente a mí no me tiraba. Yo lo tenía en una jaula con una piedra encima para que no pudiese salirse».

En las fotografías a color del animal se aprecia otra cosa. El pájaro tiene plumas a todo lo largo de su cuerpo, inclusive en la cabeza.

«Los colmillos esos, los dientes, no se le habían visto después de que me lo trajeron. Al otro día por la noche tarde fue que aquello abrió la boca y le salieron los colmillos. Aquí vino un biólogo que me lo quería comprar, me quería dar $ 1,500.00 por él. Ese biólogo examinó el pájaro y dijo que se parecía en algo a un chotacabras o guabairo de esos, pero que no era nada de eso, que era algo extraño. Cuando lo examinó notó que en el cielo de la boca, arriba, tenía dos rotitos… uno a cada lado… y me dijo que aquello tenía que sacar algo o echar algo por allí, que estuviese pendiente. Entonces más tarde por la noche abre la boca y vemos que saca esos colmillos. Todos nos asustamos y gritamos. Le metimos un palo en la boca y no podía cerrarla y los colmillos no podían echarse pa atrás. Así lo llevamos a retratar a Quality Photo y todos lo vieron, el alcalde y todo el mundo. De Salud Ambiental aquí vinieron y le tiraron muchas fotos y ahora nadie sabe dónde están esas fotos. Si no fuese porque le tiramos unas fotos en Quality Photo, aquí en Gurabo, no tendríamos pruebas del pájaro y los dientes».

CHOTACABRAS

Nunca se dio el nombre de tan importante personaje en este caso: el biólogo, por lo que esa parte de la historia no se puede confirmar. De lo que se deduce por las fotos, el animal no debería ser tan bravo pues con sólo un dedo en el pico se le controla muy bien. Parece que está muerto, o por lo menos eso es lo que aparenta en la foto. Está rígido, sin un movimiento aparente, y no por el hecho de ser una foto sino por la aparente falta de elasticidad de las alas.

«Como decían que aquello tenía que ser un chotacabras le dimos para que comiese cosas que según la gente esos animales comían; lagartijos, insectos… y nada. Sólo cuando le di pedazos de bistec crudo frescos fue que comió, que se los tragaba enseguida, nada más».

Chotacabras es el nombre común que se les da a diversas aves de la familia caprimúlgido, del orden caprimulgiformes. El chotacabras gris (Caprimulgus europaeus) mide unos 25 centímetros y presenta una coloración parda y manchada de gris que les permite camuflarse perfectamente en el terreno; tiene el pico corto, pero puede abrir mucho las fauces. Durante el día permanecen posados en las ramas en la dirección de éstas; despliega su actividad durante la noche persiguiendo mariposas nocturnas; no construyen ninguna clase de nido, y depositan los huevos en el suelo. Se les encuentra en diversas partes de América, inclusive en Puerto Rico. La chotacabras parda (Caprimulgus rupicollis), algo mayor, presenta un collar rojizo en el cuello y es de distribución más meridional. Se caracteriza por presentar la abertura bucal muy ancha, ojos grandes, pies de reducido tamaño y cola larga. El plumaje es muy abundante, con coloraciones miméticas. En general son nocturnas.

La fotografía representa ni más ni menos que una chotacabras gris y la descripción que de ella da María también se ajusta a la de un chotacabras. El único detalle que no concuerda con la morfología de este animal son los dos «colmillos» tipo víbora de cascabel que, muy probablemente sean, como se dijo, un par de espolones de gallo incrustados en la boca del animal.

«El biólogo sacó una muestra del tejido de adentro de la parte de debajo de la boca del pájaro, que cuando el alcalde vino vio que todavía brotaba sangre por ahí, para hacerle unas pruebas, analizarlo y ver qué encontraba y me dijo que después me llamaba y me decía qué encontraba. Al otro día me llamó bien nervioso y me dijo que no quería saber nada más de eso, que ese animal tenía que ser un aborto de la naturaleza, una mutación o algo así o producto de algún experimento genético de alto nivel que alguien bien arriba está haciendo, porque dijo que cuando hizo las pruebas con el tejido, que las repitió varias veces porque no podía creer los resultados, encontró que aquello no tenía casi tejido de ave ni de lagarto, sino que parecía ser tejido humano. Estaba bien nervioso… y dijo que él no quería meterse en eso, que ya la cosa era fuera de lo normal y él no quería meterse en problemas».

Esta no es la actitud de ningún científico. Al contrario, acicateado por el extraño comportamiento de la muestra, debió haber seguido con la investigación. Por otra parte no creo que esta declaración sea de María, más bien se parece a la forma de decir y de redactar del propio J. J. Martín y de sus ideas conspiranóicas. María, por lo que se ve en la foto, debe ser un ama de casa de escaso nivel económico y cultural, cuyo lenguaje distaría mucho del que aquí se expone.

SE DESCUBRE EL FRAUDE

Finalmente un policía que visitó la casa dijo que eso no podía existir. Acto seguido tomó el pájaro y le arrancó los colmillos. Se trataba de espuelas de gallos. Al enterarse de lo anterior, el Departamento de Recursos Naturales publicó una carta abierta en la prensa negando todo, diciendo que el asunto era falso y afirmando que el pájaro era un miembro de la especie del llamado Guabairo, una especie protegida, por lo que se advertía al público que la captura de esos animales estaba penalizada por ley, y que cualquiera que capturara uno de esos pájaros sería procesado. Al animal de María Ortíz se le había mutilado agregándole unos espolones de gallo en la boca.

Luego de esto, y seguramente temiendo las represalias del Departamento de Recursos Naturales, María Ortíz hizo «desaparecer» al pajarraco. Según ella llevaba al animal a la alcaldía (sin razón aparente, o por lo menos ella no supo explicar el por qué), cuando unos policías que estaban en una camioneta Van negra la detuvieron y le preguntaron si ella era la dueña del extraño animal y que si podían verlo (¿cómo sabían que llevaba el pájaro? La historia está muy forzada en este punto).

Cuando ella les pasó la caja en donde llevaba el pájaro, el de la ventanilla derecha la tomó, mientras que el otro arrancaba el auto a gran velocidad.

«Por poco me arrancan el brazo «“dijo María- . Después fui al cuartel, pero allí dicen que ellos no saben nada y que no era gente de ellos. Ahora nadie sabe quienes eran esos tipos y se han dedicado a decir que todo es mentira y que nosotros fabricamos eso. Pero hay una muchacha que trabaja en la alcaldía que vio todo y vio a los tipos esos y sabe que lo del pájaro es verdad, pero cuando se puso a decirlo empezaron a presionarla y me dijo que ya no iba hablar de eso, pero que si se hacía una verdadera investigación del asunto ella me respaldaba, porque sabía que era verdad. Esa muchacha es una que llaman La Cana. A todos los que vimos eso nos están presionando y nos dicen que si seguimos hablando de eso nos van a meter presos, que eso conlleva cinco años de cárcel y qué sé yo. A mi no me mete miedo nadie porque yo sé lo que vi y sé que es verdad, y por decir la verdad no se mete a nadie preso. Eso sí, a los policías que vieron eso los han trasladado para que no podamos hablar con ellos y nos dan un montón de excusas… y a los de salud ambiental los han trasladado también o «se han ido de viaje» nos dicen. Aquí quieren esconder algo y no sé por qué. Pero alguien esconde algo. A lo mejor no quieren que el público se alarme, pero yo creo que es algo más… y bien grande. Lo que es injusto es que quieran venir a tratarnos como mentirosos a nosotros que somos personas serias».

Se supone que Martín hizo una «verdadera investigación del asunto» y sin embargo «La Cana» no apoyó las declaraciones de María. ¿Se trata de otro testigo falso? ¿Qué intereses podría tener el gobierno de Puerto Rico para ocultar este caso sin importancia? ¿Por qué iban a trasladar al personal policiaco y burocrático por un simple pajarraco?

«Nosotros no estamos locos y sabemos lo que vimos y esto en su momento se va a saber todo y lo que es va a sorprender a mucha gente aquí y como siga la campaña esa de que nosotros fabricamos eso vamos a demandar a los que estén diciéndolo porque habemos más de 25 personas que somos testigos de que ese animal existe. Que quieran ahora ocultarlo es otra cosa, pero que a nosotros nos quieran desprestigiar porque eso no es cierto no se lo acepto a nadie».

Recientemente se informó que vecino de María, Agustín Morales, dijo que también había encontrado otro ejemplar y que lo tuvo en su casa durante tres meses, el tiempo que tardó en curarse la herida en un ala. La criatura únicamente comía trozos de pescado crudo y aullaba. Pero esto nunca se conoció en aquella época y muchos dicen que se trata del mismo caso y que sólo es una confusión de nombres.

Nunca se dio a conocer ni uno solo de los nombres de los 25 testigos de los que hablaba Martín, es más, ni el nombre del marido, ni el del cuñado de María, los testigos principales, quienes encontraron al animal.

En México se cambió la versión y se dijo que fue el propio alcalde quien ordenó que confiscaran al pájaro ya que «podía hacer negocio cobrando por exhibirlo, por lo que abusó de su autoridad y mandó a dos policías para que confiscaran el animal».

Aunque esta versión pudiera estar más cercana a la verdad, nada de eso ocurrió. Tan es así que nunca más se supo del extraño Quetzalcoatl de Puerto Rico. Sólo en una revista española se le mencionó, pero nunca se dijo que se trataba del cuerpo mutilado de un chotacabras.

REFERENCIAS

Del Amo Freixedo Magdalena, ¿Qué está pasando en Puerto Rico?, en Espacio Tiempo, No. 6, Madrid, agosto de 1991, págs. 8-21.

Escorza Vicente, ¡Se capturó viva una «Quetzalcoatl», serpiente emplumada que, se creía, nunca había existido, en Semanario de lo Insólito, No. 223, México, abril de 1996, págs. 30-31.

Martín J. Jorge, Continúa el misterio del pájaro-serpiente de Gurabo, en ¡Enigma!, No. 24, Puerto Rico, 1989, págs. 3-9 y 22.

Ruiz Noguez Luis, La garra extraterrestre y el ejemplar de «Quetzalcóatl», en 100 fotos de extraterrestres, Corporativo Mina, México, 1996, Págs. 24-27.

Jorge J. Martín

Víctimas del «vampiro de Moca».

María Ortiz Hernández

Agustín Morales

El Quetzalcóatl puertorriqueño.

Chotacabras