Cortan las raíces del «árbol fantasma»

Los visitantes curiosos cortan raíces del «árbol fantasma»

Creen que tiene poderes curativos pero los aldeanos están más preocupados por la supervivencia del árbol

Primero, los visitantes curiosos llegaron al sitio para ver el árbol maravilloso que tenía una cara parecida a la de los humanos. Ahora, incluso toman partes de la palmera de betel, o Pinang, y se las llevan, reportó el New Straits Times.

Muchos de los que van a ver la rareza en una aldea de Penang han cortado partes de sus raíces. Esto es porque están convencidos de que el árbol tiene poderes curativos mágicos.

A fin de salvar el árbol, los aldeanos han erigido una cerca atando cuerdas alrededor del árbol.

El aldeano Abdullah Baharom, de 53 años, dijo ayer que la gente había estado cortando las raíces desde la mañana del miércoles. Agregó que todavía había una gran muchedumbre en el área hasta las 3 AM así que los que habían cortado las raíces del árbol debieron haberlo hecho momentos antes del amanecer.

Dijo: «Creen que las raíces contienen poderes curativos o que tienen valor medicinal. Lo que sea, no debieron haber cortado las raíces. El árbol morirá seguramente si la gente continúa cortando las raíces».

Dijo que afortunadamente solo una parte pequeña de las raíces había sido cortada.

Millares de personas han estado haciendo filas para ver el árbol después de la extraña aparición de la imagen en su tronco.

Las hojas en el árbol de 5 m de altura se asemejan claramente a una cara humana completa con amplia frente, una nariz y una boca anchas.

El aldeano Zainol Nayan, de 54 años, que vive cerca del árbol, dijo que él vio las hojas que emergían del árbol hace más o menos un mes, pero la cara humana comenzó a ser obvia solamente el viernes pasado.

CRECIÓ POR SÍ MISMA

Dijo que el árbol de Pinang creció por sí mismo hace más de 10 años, pero no había nada extraño en él hasta hace poco tiempo.

El fenómeno ha dado lugar a que los aldeanos que lo nombren el «árbol fantasma». Algunos han afirmado que la cara humana cambia a diario.

A los aldeanos no les importa que una gran muchedumbre de vueltas por su kampung. Pero no aprueban que la gente rece o que coloque palillos de incienso o flores en la base del árbol. No obstante, los aldeanos más emprendedores están vendiendo fotografías del árbol por 2 RM (86 centavos de dólar) por copia.

Algunos miembros del departamento de agricultura visitaron el área pero parecía que no estaban en un viaje de trabajo, sino que habían ido allí por curiosidad.

http://newpaper.asia1.com.sg/news/story/0,4136,113586,00.html

Versión Malaya de Trejo y un ET que resultó Jenglot

Parece que en Malasia no «cantan mal las rancheras». Después del ridículo criptozoológico con el Bigfoot de Johor

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/bigfoot-deje-de-rerse-hasta-que-se.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/08/ya-puede-reirse-del-bigfoot-de-johor.html

ahora están de moda los duendes, las sirenas y los vampiros momificados

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/09/malasia-los-duendes-estn-in-el-bigfoot.html

Hay que resaltar que en todos estos asuntos (y en otros más, como reportes de ovnis, videos de fantasmas y expediciones en busca de «lo desconocido») se encuentra involucrado un personaje no tan singular (es igual de naco o cutre que Carlos Trejo: los mismos gustos por las chamarras de cuero, los uniformes de corte fascista, las motocicletas y los clásicos chalecos multibolsillo de todo buen himbeztigador), llamado Syed Abdullah Al-Attas, mejor conocido como «Uncle».

http://profile.myspace.com/index.cfm?fuseaction=user.viewprofile&friendid=11476560

Al igual que el cazafantasmas mexicano. Uncle tiene un club de seguidores, la mayoría niños y adolescentes que creen que con sólo ponerse una camiseta de Seekers-Malaysia, ya son todos unos investigadores de lo paranormal.

http://www.mohdatasha.com/seekers/files.html

Los procedimientos son similares. Tours de investigación en los que participan cientos de «investigadores» que, eso sí, previamente pagan su cuota por pertenecer al club y los respectivos gastos del viaje. Supongo que al ver esa marabunta, los fantasmas desaparecen, el bigfoot echa a correr dejando sólo su huella y los duendes se quedan petrificados (¿o momificados?).

Parece que a este «Tío» no le va nada mal. Hasta tiene un show de televisión (muérete de envidia Trejo), que no le pide nada al programa de Friker Jiménez.

Pero que poca… abuela tienen todos estos hijos de su Pink Floyd, que viven de engañar a niños y gente de escasa cultura. Veamos, por ejemplo a los ufólogos Piotr CielebiaÅ› y Ahmad Jamaluddin, el primero polaco y el segundo malayo y miembro del Seekers-Malaysia. Estos tipejos publicaron en internet una serie de fotografías de un supuesto ser extraterrestre encontrado por un pescador en el interior de una botella

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/07/extraterrestres-enlatados.html

Pero resulta que ese «extraterrestre» no es más que otro Jenglot, Jenglok, Pochong, Lang, Lansuir, Duyung, Toyol o Nyai blorong (duende, espíritu, vampiro o sirena momificados), muy comunes en el folklore malayo. Existe toda una industria que fabrica este tipo de monstruos para los turistas.

CielebiaÅ› y Jamaluddin decían que el ET dentro del frasco había sido lanzado al mar por el temor supersticioso de los pescadores. Pero en realidad es parte de una colección de pequeños monstruos que actualmente se exhibe en el museo de Shah Alam.

El tal Uncle encargó unos exámenes de ADN a la doctora Zafarina. Algo debe encontrar: los pelos de los Jenglots son hechos de cabello humano; los monitos llevan años de ser manipulados y manoseados; y la propia doctora Zafarina no tiene precaución alguna al tomar la muestra, lo hace a «mano pelona».

En el clip podemos ver a Uncle y varios de estos Jenglot. Hay también algunas sirenas Fidjee. No se pierdan las seis últimas fotos que muestran al ET de CielebiaÅ› y Jamaluddin: las dos primeras ya las habíamos publicado; las cuatro últimas muestran al propietario de este Jenglot.

Dan asco. No me refiero a los Jenglot sino a todos los himbestigadores mencionados en este post.

Los anillos de Poza Rica

EL OVNI DE POZA RICA

DE CÍRCULOS, OVNIS E IMAGINACIÓN[1]

Óscar García

Durante los últimos años, y en comparación con otros países, la ufología mexicana había contado con muy pocos reportes referentes a supuestos aterrizajes; sin embargo, cuando el tema comienza a ponerse de moda en los medios de comunicación, y sutilmente entra en la conciencia del pueblo, no es raro que recibamos noticias sobre incidentes espectaculares como el que nos ocupa esta ocasión.

«Más de 250 habitantes vieron durante dos horas un «˜platillo volador»™ de aproximadamente 10 metros que además, posteriormente aterrizó, dejando plasmadas dos huellas en el piso en dos lugares separados entre sí por más de 3 kilómetros».

Esta era la información dada a conocer por el diario El Norte de la ciudad de Poza Rica, en el Estado mexicano de Veracruz. La nota apareció en la sección policíaca de dicho rotativo con fecha 23 de mayo de 1992.

«Poza Rica «“ Veracruz.- Un objeto no identificado (ovni) de aproximadamente 10 metros de diámetro, que desprendía un brillo inmenso y bastante extraño, fue visto por más de 250 habitantes de la Parcela 14, quienes reportaron a las autoridades policíacas la presencia del platillo volador que causó expectación entre quienes por espacio de dos horas apreciaron el objeto que pendía en el aire sobre un cerro».

IMPORTANCIA DEL CASO

Independientemente de la importancia directa que el caso pueda tener, su importancia en México es fundamental ya que sirvió de detonante a toda una serie de reportes, así como modelo de lo que debería ser la huella de un ovni.

La historia se divide en dos partes principales, el avistamiento y la aparición de las presuntas huellas del aterrizaje; además de diversas ramificaciones, que narran cómo los círculos «fosforescían», la aparición del ovni diariamente (como en toda psicosis colectiva), el presunto choque del ovni (Ufo crash tan de moda últimamente) y su posterior recuperación por el Ejército Mexicano. Todo esto en medio de investigaciones secretas de la NASA, agentes desinformadores vestidos de negro (los ya famosos «men in black»), etc.

EL OVNI

Todo comenzó al atardecer del viernes 22 de mayo de 1992 en unas canchas de basketball, situadas n la parte superior de la Escuela Primaria Pública Ignacio Zaragoza, en la colonia Parcela 14, en la ciudad de Poza Rica, Estado de Veracruz, a unos 293 kilómetros de la Ciudad de México.

El testigo más importante del avistamiento es la señora Zitha Alicia Azuara, profesora de la primaria Ignacio Zaragoza.

«Era un día muy soleado y hacía bastante calor, había mucho sol, estábamos en recreo. Eran las 10:30 de la mañana y los niños jugaban en la cancha de basketball.

«Los niños miraban un resplandor que había y decían que era una nave espacial. Algunos muchachos me llamaron para que lo fuera a ver, me avisaron dos o tres veces, pero no les creí, pues los niños son muy fantasiosos.

«Aproximadamente a las 11:00 noté que algunos niño seguían en la cancha, pero yo entré a mi salón dispuesta a dar la clase. Al notar que faltaban algunos alumnos, les pregunté a sus compañeros dónde estaban y me contestaron que viendo el platillo volador. Intrigada les pregunté si era cierto lo del platillo, a lo cual respondieron que sí.

«Todos salimos del salón y fuimos donde estaban el resto de los niños.

«Para mí no era un sólido, sino más bien una especie de pared o lámina, una especie de espejo brillante de unos tres metros de altura, que no lastimaba la vista.

«En ese momento pedí a algunos niños que fueran por una maestra compañera mía, la profesora Isabel Lira; ella llegó minutos después, y en ese momento la lámina hizo una especie de oscilación (sic) y se sumergió detrás de las palmeras, salió de nuevo y se volvió a meter para no volver a aparecer más.

«Nadie de los que estábamos ahí quisimos decir nada. Una señora insistía en que llamáramos a los periódicos, pero yo me opuse: no fueran a creer que tuvimos un espejismo colectivo (sic).

«En la tarde me llamaron a casa por teléfono las autoridades para que les platicara lo que había visto. Yo no se si fue algo anormal o un experimento que hayan hecho por ahí».

LAS HUELLAS

Ese mismo viernes, en la tarde, en las cercanías del lugar de la observación, aparecieron una extrañas huellas.

Se trataba de dos círculos concéntricos de gran tamaño, que fueron visibles durante 8 días.

Según la profesora Azuara, los círculos aparecieron el día viernes en la tarde, lo cual «comprueba» que tienen relación con lo visto en la mañana por ella y sus alumnos.

En este punto encontramos algunos detalles que nos hacen dudar de la relación que pueda haber entre ambos hechos.

Ese viernes en la tarde, el lugar de la observación fue visitado por el periodista Felipe Pérez Peralta, quien redactara la nota sensacionalista aparecida en el periódico «El Norte», en la cual no se hace referencia a las supuestas huellas.

No fue sino hasta el sábado 23 de mayo[2] cuando, junto al jardín de niños Polantay, apareció un círculo de aproximadamente 12 metros de diámetro conformado aproximadamente por 8 anillos de 15 centímetros de ancho cada uno.

En esas mismas fechas (el lunes 25 de mayo), en el rancho llamado El Edén, situado en las cercanías del lugar donde supuestamente se vio que se ocultaba el objeto del día 22 de mayo, aparecieron otras huellas.

Sigamos el relato de la profesora Azuara:

«Era igual al círculo del campo de fútbol de acá arriba. Se veía perfectamente. La tierra estaba calcinada. Esta huella duró mucho tiempo, pues fui a verla 15 días después y ya había vegetación a su alrededor, mas no donde se posó el ovni: ahí la tierra estaba calcinada y reseca.

«Otra cosa muy curiosa es que parece que tomaron como punto de referencia para posarse, 4 arbolitos que estaban estratégicamente marcados como si fueran los 4 puntos cardinales, y las ramas de los árboles aparecieron quemadas.

Con el mismo sensacionalismo de la nota de prensa anterior, el diario «El Norte» narraba, a petición del público, las nuevas noticias alrededor de los incidentes ovni. Así pues, en su edición del jueves 28 de mayo, en pluma del periodista Jorge Levario, se informa de la aparición de una nueva huella.

«Poza Rica.- Temor, incertidumbre, miedo, curiosidad, morbo, todos estos agentes colectivos se han manifestado en torno a la aparición de objetos volantes no identificados que han aparecido en la porción Este de la urbe petrolera.

«Frente al rancho El Edén, en la carretera a Santa Águeda, frente a la estación de radio, hay un camino de terracería que conduce a los pozos 226 y 268 de Petróleos Mexicanos, avanzando unos 500 metros, luego hay que avanzar sobre el lado izquierdo y caminar paralelamente a la carretera hasta una pequeña cima, ahí aparece otra huella con las mismas características de la aparecida en la Parcela 14.

«El señor Jacobo Hernández, de 45 años de edad, vigilante de uno de los ranchos de este lugar, aseveró a este medio de información, haber visto un fuerte resplandor, como el flashazo de una gigantesca cámara. Al instante desapareció el espectro y se apagó la luz de la torre de la difusora, luego, en pequeños instantes se fue la luz y volvió, el señor Hernández dice que eso fue todo lo que vio además de sentir una masa de aire caliente, pero no escuchó ruido alguno.

«Al otro día, el señor Roberto Ruiz Montoya, de ocupación campesino, encontró en una de las cimas un extraño círculo de aproximadamente 10 metros de diámetro, y en medio de éste, otro más pequeño, como de unos cinco metros, este hallazgo fue aproximadamente a las 06:45 horas y coincide exactamente con la posición que el señor Hernández señala como por donde se vio el resplandor».

«Personas vecinas del lugar[3] han observado que han pasado elementos de la Armada, también se logró ve a un elemento de la policía preventiva, e incluso, un radioaficionado[4] interceptó una llamada diciendo que «˜habían localizado el objeto»™. En el área del fenómeno se detectó radiación en un punto uno. Según versiones de ingenieros que trabajan en PEMEX[5], aun cuando no lo atribuyen a un objeto volador, trascendió en forma extraoficial que se procedió al levantamiento de un objeto extraño, como si fuera un satélite, al cual subieron a un pesado trailer pero no se sabe más del asunto[6].

«Diario El Norte se trasladó hasta el lugar de los hechos y pudo constatar que efectivamente hay una huella de características particulares y en el entorno cuatro árboles y a un costado, una laguna; los árboles están quemados por debajo de sus ramas, por lo que se presume que el ovni que aterrizó tomó como punto de referencia los cuatro árboles».

Entrevistamos a Jesús Gabriel Paredes Flores, comandante de policía de Poza Rica, quien informó:

J. G. P. F. Mira, ponte a pensar, yo estoy de acuerdo en que puede existir gente en otros planetas, pero tú metes un carro, y le das toda la vuelta completa al volante, y haces un círculo, ¿no es cierto?, porque un oficial de aquí le hizo así e hizo un círculo perfecto, únicamente que en este caso a fuerza hay salida o entrada y ahí no había salida o entrada. Vimos los círculos que estaban ahí, pero jamás un aparato o un objeto volador, vimos las huellas, efectivamente estaban las huellas en el Campo 5 de mayo, en la Parcela 14.

O. G. Aparecieron otros círculos en El Edén, ¿los fueron a ver?

J. G. P. F. Sí. También fui personalmente a verlos.

O. G. ¿Qué es lo que había?

J. G. P. F. Pues nada más un círculo con pasto quemado. El pasto estaba achicharrado.

O. G. ¿Era igual que el del Campo 5 de mayo?

J. G. P. F. Era un círculo quemado pero más grande. El diámetro era como de 6 metros, y el otro era más pequeño, como de unos 4 metros. Uno dentro del otro.

El anillo estaba quemado. Era como de 10 centímetros de grosor y de profundo como 5 centímetros, como si algo pesado se hubiera posado.

El círculo estaba en medio de tres arbolitos, y las hojas estaban quemadas. Yo no se de esto pero al parecer ¡bajó algo ahí! De ahí en adelante yo no supe qué pasó.

O. G. ¿La del Campo 5 de mayo pudo ser un carro?

J. G. P. F. Quién sabe.

O. G. ¿Cuál fue su conclusión?

J. G. P. F. Ninguna. No nos interesa eso.

O. G. Fueron. Vieron que estaba quemado y… ¿Qué fue lo que hicieron?

J. G. P. F. Pues nada.

O. G. ¿Pasaron el reporte?

J. G. P. F. No. Mira. Te voy a decir una cosa. Uno no puede asegurar una cosa que no hemos visto bien. Únicamente te puedo decir que vimos eso. Hasta ahí. Era un círculo con otro más pequeño adentro.

O. G. ¿Emitieron algún juicio sobre esto?

J. G. P. F. Nada más lo vimos. Mucha gente lo vio.

O. G. ¿Porqué fueron?

J. G. P. F. A mí me pasaron la información. Una llamada telefónica, y fuimos. Ves que la curiosidad te lleva.

Pudo haber sido el ranchero. Es lo único que puedo decir.

PSICOSIS DE MASAS

En medio de todo este alboroto ocurrió lo que habría de esperar en un pueblo que, de la noche a la mañana, se ha convertido en el lugar elegido por los ovnis.

Rápidamente se dan cita en el campo de fútbol cientos de curiosos para observar las huellas del aterrizaje y esperar todas las noches, mirando a las estrellas a cualquier luz que se mueve de manera «anormal» y gritar que se trata de un ovni, el cual es fotografiado por numerosas cámaras.

El mito crece rápidamente, así lo testimonia el relato de la profesora Azuara.

«Tengo un primo que fue al Edén un día que estaba lloviendo y al pararse en el círculo se llenó de lodo. Cuando llegó a su casa, en la noche, se quitó el lodo de los zapatos y éste se veía fosforescente.

«También cuando yo fui al lugar sentí una cosa muy rara en mi organismo. Incluso le dije a una compañera que no iba conmigo y que no era muy sugestionable, pero sentía una cosa muy rara dentro de mi organismo.

«El lunes en la mañana me dieron nauseas. No se si es porque ahí había radiactividad, pero fue algo que yo percibí, pero sentí una sensación muy rara».

Así las cosas, y con todo tipo de historias corriendo de boca en boca, no sólo se hablaba de huellas fosforescentes, sino que se afirmó que la misma NASA (al parece siempre pendiente de los ovnis), había hecho acto de presencia debido a que «“mediante operaciones secretas- intentaba recuperar el ovni[7].

La profesora Azuara también nos informa que una persona que cuidaba un invernadero situado en los alrededores vio «algo» pero le dio mucho miedo y huyó del lugar. Al parecer, se trataba de una gran luz que iluminaba el terreno como si fuera de día. Esta persona tenía una grabadora que sufrió interferencias.

«La gente ya está amañada, parece que les dijeron que no dijeran nada. Muchas personas recogen piedras del Edén. Dicen que tenían grumos como si hubieran sido sometidas a altas temperaturas.

«Dicen que hubo un aparato pero que se lo llevaron. Otros dicen que desapareció y que a la gente le prohibieron que hablara; sin embargo, una persona dice que un sobrino suyo, que era soldado, entró a un lugar donde tenían el aparato[8]. Que tenían un ovni lleno de cables[9]«.

FINALMENTE ¿QUÉ PASÓ EN POZA RICA?

Desgraciadamente, quien esto escribe sólo pudo acudir al lugar de los hechos unos cuatro meses después de la observación. Para ese entonces ya no era visible ninguna de las huellas, por lo que sólo pude observarlas a través de fotografías.

La forma y estructura del círculo aparecido en el campo de fútbol (primera huella) es muy similar a la que produciría un Anillo de Hadas. Dada la no relación entre esta huella y el avistamiento, es muy probable que la respuesta se encuentre en este territorio.

La segunda huella, aparecida tres días después del avistamiento, presentaba características totalmente distintas. En este caso se trataba de un círculo quemado, de forma muy irregular. Es muy probable que algún bromista, aprovechando la euforia de ovnis, hubiera hecho su propia huella rociando gasolina o algún combustible en el pasto.

Si estas hipótesis son ciertas, ya que al parecer no hay relación entre las huellas y el avistamiento, ¿qué fue lo que observaron los niños y la maestra la mañana del 22 de mayo?

Dos observaciones hechas por la maestra Azuara y la maestra Lira parecen darnos la posible respuesta a este cuestionamiento. En primer lugar el hecho de que se trataba de un día muy soleado y claro, y en segundo lugar la manera en que se escribe lo visto, como un objeto plano, una lámina o un espejo, descripción que coincide ampliamente con los dibujos de los niños.

Al observar desde la escuela el lugar donde supuestamente apareció el ovni, encontramos que en ese sitio existe una pequeña casucha de adobe con un techo de lámina inclinado. La respuesta parece clara. El techo de lámina, probablemente movido por el viento, reflejó la luz del sol, y ese era el ovni que veían desde la escuela. Quizá ciertas condiciones climatológicas especiales provocaron un fenómeno de refracción, una capa de aire caliente que dio mayor espectacularidad al avistamiento. Finalmente, el progresivo avance del sol en la bóveda celeste provocó que el fenómeno cesara («se apagó para no volverse a ver»), al cambiar el ángulo de incidencia de la luz solar sobre el techo de la casucha.

Hemos manejado anteriormente la posibilidad de que la huella aparecida en el rancho El Edén fuera fruto de una broma. ¿Quién pudo haber sido el responsable?

Uno de los elementos principales es que la persona que lo haya hecho debe tener acceso fácil y directo al lugar, ya que no es tan fácil meterse en una propiedad privada y hacer una huella ovni quemando el pasto.

Entre los vecinos del lugar, es ya legendaria la fama del hijo del dueño del rancho, dadas sus bromas. ¿Esta aquí el responsable?, no lo sabemos y por lo mismo no lo podemos asegurar, pero la posibilidad queda abierta.

CONCLUSIÓN

Quizá a ciertas personas pueda parecer que he abusado de los datos al tratar de buscar una explicación que a primera vista pudiera parecer forzada, pero me parece que es más probable que se haya dado todo este conjunto de circunstancias y coincidencias, a que un ser de otro planeta haya venido a dejar una huella tan sólo para ver la cara de asombro de los pobladores de una pequeña ciudad donde lo único que vuela son los cercano y famosos «voladores de Papantla», estos sí, completamente identificados.

REFERENCIAS

Pérez Peralta Felipe, ¡Aterrizó un ovni en Parcela 14!, El Norte, Poza Rica, 23 de mayo de 1992.

Levario Jorge, Nuevo avistamiento de un ovni en Santa Águeda; Expectación, El Norte, Poza Rica, 28 de mayo de 1992.

Romano Rivera Fernando y Calvo Miguel Ángel, Investigadores examinan el área posible de avistamiento de un ovni en Parcela 14, El Norte, Poza Rica, 25 de mayo de 1992.

Anónimo, ¡Aterrizó un ovni en Poza Rica, Veracruz!, Semanario de lo Insólito, No. 55, México, noviembre de 1992, págs. 16-17.


[1] Este artículo fue publicado originalmente en García Óscar, El ovni de Poza Rica. De círculos, ovnis e imaginación, Perspectivas Ufológicas, No. 1, México, diciembre de 1993, págs. 26-32.[2] Es decir, el mismo día en que apareció la nota en El Norte. Nota de LRN.[3] ¿Nombres? Nota LRN.

[4] ¿Nombre del radioaficionado? Nota LRN

[5] ¡Nombres! ¡Nombres! Nota LRN.

[6] Se supone que la huella estaba en el cerro, sólo accesible a través de un camino de terracería, ¡cómo logró llegar un pesado trailer hasta el lugar? ¿Cómo no se dieron cuenta de la maniobra los vecinos, como el señor Hernández? Nota LRN.

[7] ¿Pues qué no ya se lo habían llevado los técnicos de PEMEX? Nota de LRN.

[8] Seguramente el Área 52, base aún más secreta que el Área 51. Tan secreta que nadie sabe su ubicación, aunque una tía del amigo de mi vecino dice que conoció al abuelo del soldado y le aseguró que la base estaba en Poza Rica. Nota LRN

[9] Seguramente estaba en la Unidad de Cuidados Intensivos. No era para menos después del batacazo que se dio. Nota LRN.

Otra luz de bengala confundida con un ovni

Ovni realmente una luz de bengala

NEW BRIGHTON -Por lo menos un residente pensó que era un ovni, pero la policía del área de New Brighton dice que no era un platillo volador volando sobre New Brighton la noche del jueves. Realmente era una luz de bengala.

El policía dijo que un oficial reportó ver una señal de bengala en un paracaídas en el cielo alrededor de las 10:30 P.M. Las luces de bengala son utilizadas típicamente por los marinos como señal en caso de emergencia. El policía dijo que no parecía haber nadie en peligro.

Una luz de bengala en paracaídas se puede ver desde varias millas ya que puede alcanzar gran altura, hasta 1.500 pies y quemarse cerca de 60 segundos.

http://www.timesonline.com/site/news.cfm?newsid=17204471&BRD=2305&PAG=461&dept_id=478569&rfi=6

Los anillos de Atitalaquia

SEXO, MENTIRAS Y OVNIS[1]

Atitalaquia: ¿Un amor frustrado por los ovnis o un caso de chauvinismo ufológico?

Fue nuevamente nuestro inquieto amigo Óscar García quien destapó la liebre. A finales de julio de 1993 consiguió, de un modo que aún no logramos descubrir, las pruebas de impresión del No. 11 de Reporte Ovni, mismas que ponía sobre mi escritorio:

«Â¡Otra huella de ovni! «“exclamó-, parece que es la época de los anillos de hadas».

Frente a mí aparecían cuatro fotografías de varios círculos concéntricos aparecidos en la noche del 17 al 18 de julio en el campo de fútbol de Atitalaquia, en el Estado de Hidalgo, México. No hacía mucho tiempo que e equipo de Perspectivas Ufológicas había estado a unos cinco kilómetros del lugar investigando un caso de anillo de hadas[2].

Sin embargo, las fotos no presentaban la forma característica de este fenómeno natural, y así se lo hice saber a Óscar.

De inmediato organizamos otra expedición para investigar este nuevo «Nido de ovni». El domingo 1 de agosto llegamos al lugar Araceli Leyva, Héctor Escobar, Óscar García y quien esto escribe.

Tiempo después Óscar escribiría sus impresiones:

«Sinceramente, en contra de lo que Luis decía, yo tenía la esperanza de que se tratara de otro anillo de hadas, aunque retocado con alguna mala intención. Mientras Noguez insistía en un fraude, yo, como siempre, iba con toda buena disposición de encontrar la verdad… y vaya que si la encontramos».

Después de mucho indagar y de localizar un campo de fútbol ajeno al incidente, logramos llegar al campo deportivo en cuestión. Estaba repleto de futbolistas aficionados: había dos equipos en la cancha y otros dos esperando su turno de jugar; además estaban los porristas, los acompañantes, familiares y los clásicos vendedores de paletas y cervezas. Esto dificultó mucho el trabajo pues la huella se encontraba dentro del área grande de la porción del terreno que da al oriente[3]. Los habitantes del lugar de inmediato vieron que éramos fuereños y eso nos hacía sentir un clima de incomodidad.

Mientras terminaba el primer partido conversamos con el vendedor de paletas y otros curiosos que se acercaron atraídos por nuestras cámaras y grabadoras. Todos declararon lo mismo: en ese lugar había aterrizado un ovni dejando una serie de círculos concéntricos como prueba (lo que yo no comprendía era el porqué los aficionados al deporte de las patadas no le guardaban el debido respeto a la «prueba» de la visita de las lagartijas grises)[4].

Fuimos a la Presidencia Municipal a fin de hablar con el Regidor, Francisco Molina o con el secretario municipal, doctor Ramiro Godínez Martínez, pero no lo logramos ya que ese día estaban cerradas sus oficinas. Igual suerte tuvimos con la señorita Araceli Hernández, encargada de la Biblioteca de Atitalaquia y hermana de uno de los testigos.

Regresamos al campo de fútbol y entrevistamos al señor Adrián Hernández Olguín, hermano de Araceli y de Francisco Hernández Olguín (uno de los muchachos que «vio» al ovni). Adrián nos comentó que él y su hermano están muy interesados en el fenómeno ovni y que no se pierden un solo número de la revista de la señora Zita Rodríguez[5]. Fue por eso que se pusieron rápidamente en contacto con ella después del supuesto aterrizaje.

Adrián reconoció a Héctor Escobar como uno de los escépticos que en diversas ocasiones había aparecido en el programa de Nino Canun. Afirmó que su hermano era una persona seria, tímida y que no quería hablar del asunto. Como nosotros ya habíamos conseguido su dirección, no le quedó más remedio que permitirnos hablar con él. Adrián se quedó vistiendo en el campo y nosotros nos dirigimos a su casa.

Francisco Hernández Olguín es un joven de 21 años que trabaja en el taller de autoservicio que su familia tiene al lado de su hogar. Al llegar ahí, en contra de lo que nos había afirmado su hermano, Francisco estuvo más que dispuesto a hablar, sólo nos pidió que lo dejáramos ducharse, «para no salir mal en la foto». Se encontraba en esa labor cuando llegó Adrián. Cruzaron algunas palabras y luego el joven Francisco se negó a hablar, aunque, como premio de consolación, nos dijo que nos llevaría a la casa de otro de los testigos: Juan Carlos Corona[6].

Después de, literalmente, perseguirlo por las calles de Atitalaquia (parecía que nos quería perder la pista), llegamos a casa del susodicho, pero éste no se encontraba. Le pedimos a Francisco que nos llevara con la señorita Toñis, y al oír este nombre, puso cara de espanto y quiso desentenderse. Arremetimos indicándole que ella trabajaba en la tienda de videos Atlantis. No pudo negarse más y nos guió hacia ella. Llegamos al lugar y sin bajarse de la camioneta ni frenar, con la mano nos indicó el sitio de la tienda de videos. Luego aceleró y se perdió entre las calles de Atitalaquia[7].

Entramos a la tienda y preguntamos por Toñis. El dueño de la misma nos dijo que ese día no trabajaba, pero que podíamos hablar con ella entre semana y que su nombre completo era María Antonieta Casanova Castañeda.

Habíamos perdido el día. No pudimos hablar con ninguno de los testigos y la huella, después de más de diez días, ya casi no se distinguía (otro detalle que me aseguraba que no se trataba de un anillo de hadas típico).

CHERCHES LA FEMME

Dos días después, acompañado por Oscar García, regresamos al lugar. Como a las cinco de la tarde entramos al video Atlantis y nos dirigimos con la dependienta preguntándole por Toñis. Ella negó conocerla y afirmó no saber nada de los ovnis. Desafortundamente para ella, uno de los clientes la llamó con el nombre de «Toñita», lo cual nos hizo sospechar.

Salimos de la tienda y planeamos la siguiente estrategia: le diríamos que habíamos hablado con el Presidente Municipal, Francisco Molina, quien había ordenado que hablara y dijera la verdad. La siguiente es la trascripción de dicha entrevista:

Óscar García: ¿Qué crees?, que dice el regidor que tú eres Toñis.

Toñis: No, yo no soy.

O. G.: Como no, cuéntanos…

Luis Ruiz: Nada más queremos que nos platiques cómo estuvo lo del «aterrizaje».

T: Yo no se nada, de veras.

L. R.: Lo que sepas.

T: No se nada.

L. R.: Ni siquiera es para una revista nacional.

T: …Ya les dijeron ellos, ¿no? (refiriéndose a Francisco y los otros muchachos). Ellos también estuvieron ahí.

L. R.: Pero, para, más o menos, relacionar las historias.

O. G.: ¿Realmente hubo algo ahí?

T: No.

O. G.: ¿No vieron nada? Mira, nosotros nos dedicamos a investigar reportes de ovnis y tenemos mucho tiempo detrás de este asunto. Entonces, historias así, que no son reales, hemos visto muchas. Mejor dinos «no pasó nada» y ya.

T: No pasó nada.

O. G.: ¿Y por qué contaron eso?

L. R.: ¿Fue una broma?

T: No, no fue una broma. ¡Yo no sé nada!

L. R.: Mira, lo de San Marcos[8], en mayo que estuvimos allá, supimos que fue un hongo y que no hubo nada de extraterrestres y suponemos que acá pudo ser algo similar.

O. G.: ¿Entonces, por qué hablaron de luces y esas cosas?

T: Yo no se nada.

O. G.: Mira, Francisco, él es tu novio, ¿no?

T: Era.

L. R.: Ayer que vinimos, el dueño del videoclub nos dijo: «Mañana va a estar la señorita aquí».

O. G.: Además, nos dijeron que tú habías visto y habías tocado la huella.

T: Él la vio (Francisco).

L. R.: Pero él dice que tú la tocaste.

T: La tocamos todos.

L. R.: ¿Se quemaron?[9]

T: No, no estaba caliente.

L. R.: ¿Es cierto que fosforescía mucho?

T: Si. El círculo de en medio.

L. R.: ¿Cuánto tiempo duró fosforescente, contando en días?

T: Eso si no se.

L. R.: ¿Porqué los de Pachuca dicen que esto lo hicieron con un tractor? Obviamente eso no se hizo con un tractor.

T: No, porque si así hubiera sido, habría salidas, y no las hay.

O. G.: Pero, ¿vieron alguna luz?

L. R.: Eso si no lo vieron, ¿o sí?

T: No[10].

L. R.: ¿Qué pasó entonces ?

T: Habíamos salido de una fiesta y Paco insistió en que fuéramos al campo de fútbol.

L. R.: ¿Quiénes iban?

T: Mi hermana Julia, una amiga (Aurora), yo, Paco, Juan Carlos y Julio Vega.

O. G.: ¿Qué pasó en el campo ?

T: Paco y yo nos quedamos en el coche. Los demás bajaron. Juan Carlos se dirigió al lugar en donde estaba la huella y luego regresó diciendo que ahí había unos círculos extraños de ovnis.

L. R.: ¿Todos los vieron?, ¿Fosforescían?

T: No, estaban como quemados.

L. R.: ¿Lo tocaste?

T: Lo tocamos todos.

L. R.: ¿Estaba caliente?

T: No.

L. R.: Luego. ¿Qué hicieron?

T: Paco dijo que debíamos avisar a la policía. Fuimos a la Presidencia Municipal, pero nadie nos abrió.

O. G.: ¿Qué hora era?

T: Como las dos de la mañana.

O. G.: ¿Qué pasó después?

T: Fuimos a la farmacia (el dueño de la farmacia es otro aficionado a los ovnis), pero no nos abrió. Luego nos fuimos a nuestras casas.

L. R.: ¿Qué crees que haya sido?

T: No lo se.

L. R.: ¿Viste un ovni?[11]

T: No.

L. R.: ¿Por qué anteriormente dijiste que sí?

T: Porque me habían dado permiso hasta las 12 de la noche y Paco me pidió que dijera eso para que no me regañaran. Ahora por decir que vimos ovnis he tenido una serie de problemas que, incluso, ya me han corrido de mi casa… por eso no quería hablar.

DE CÓMO MENTIR CON APLOMO

Las cosas se iban aclarando. No había aparecido ningún ovni; la huella no fosforescía ni estaba caliente. Sin embargo, aún había varios detalles oscuros. Decidimos entrevistar a Julio Vega. Dejaríamos que hablara y luego le haríamos explotar las declaraciones de Toñis en la cara. El reporte de Julio seguía más o menos los lineamientos fantasiosos que ya conocemos. No obstante salieron a la luz varios detalles curiosos.

Como a las 7 de la tarde del sábado 17 de julio de 1993, es decir, unas dos horas antes de iniciar la fiesta, Julio encontró a Francisco quien dijo que iba a ir al campo de fútbol a correr (¿a esa hora de la noche y poco antes de ir a una fiesta en la que, para bailar, iba a necesitar la energía que gastaría en correr? O más bien, ¿estaba preparando el escenario de la huella de ovni para «atrapar a su novia»? Hay que hacer notar que la cancha de fútbol, misteriosamente, se encuentra justo atrás de la casa de Francisco).

Juan Carlos y Francisco «“comenta Julio- estaban emocionados por el hecho de que Toñis iba a llevar a su hermana y a una amiga. Tal vez, y sólo tal vez, podrían tener oportunidad de enamorarlas.

Como a la una de la mañana salieron de la fiesta, y en contra de la opinión de las muchachas de llevarlas a sus casas, insistieron en ir al campo de fútbol…

Estacionaron el auto al lado poniente de la cancha. Después de media hora (que a falta de otro término podríamos llamarla «missing time») se dieron cuenta de que en el otro extremo de la cancha estaba posada una «nave de otro planeta», intensamente luminosa (¿Porqué no notaron su presencia durante la media hora que estuvieron en el automóvil? Misterio)[12].

Julio afirmó que vieron partir la nave hasta que ésta se perdió como un punto de luz en el cielo. Luego, Toñis tocó la huella y se quemó la mano.

Al terminar Julio su exposición, tuvimos oportunidad de ver cómo cambiaba la expresión de su rostro. Su cara, desencajada, adoptó un tono pálido y comenzó a sudar cuando le dijimos que Toñis ya nos había contado todo: que no había ningún ovni, que todo lo habían inventado para tener una excusa y llegar tarde a casa.

Esta historia tuvo un giro curioso. Las intenciones de los muchachos de enamorar a las jovencitas se vieron truncadas. Al final de cuentas, ellas los «mandaron a volar», ya que se comportaron cobardemente poniéndolas de escudo entre ellos y los periodistas e investigadores. Las obligaron a mentir sobre el ovni, la huella y la quemadura. Luego de esto, Toñis terminó con Francisco.

CHAUVINISMO UFOLÓGICO

El «aterrizaje» de Atitalaquia había resultado ser una simple broma juvenil, pero ¿y la huella?

Antes de responder a lo anterior tendremos que adelantarnos unos días en los acontecimientos.

Dos semanas después de los sucesos de Atitalaquia, en San Marcos, donde meses antes había aparecido la primera huella ovni, se encontró una nueva huella circular. Esto me extrañó sobremanera, pues sin que los otros miembros de Perspectivas Ufológicas lo supieran, yo había esparcido un producto comercial (una sal de mercurio) sobre la huella del 12 de mayo. Mi intención era acabar con la plaga del hongo y corroborar, de esta manera, su existencia.

La aparición de una segunda huella era algo extraordinario. Ésta, de ningún modo, podía ser un anillo de hadas, pues los hongos habían sido exterminados con anterioridad. ¿Se trataría de una auténtica huella dejada por un ovni?

Se tomaron muestras de la huella de Atitalaquia y de la nueva de San Marcos. Hice nuevamente los análisis del terreno y envié muestras al Instituto de Biología de la UNAM. No había rastros de Marasmus oreades. En ninguno de los dos sitios podíamos hablar de anillos de hadas.

La respuesta la encontraríamos en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM. Las muestras, analizadas mediante cromatógrafo de gases, mostraron la presencia de residuos de combustibles (gasolina). ¡Las huellas se habían fabricado quemando el pasto! (recordemos que Francisco trabaja en un taller de servicio automotriz y que fácilmente puede conseguir gasolina y otros combustibles)[13].

Teníamos un caso de chauvinismo ufológico. San Marcos fue el primer pueblo en tener su propia huella ovni y no iban a permitir que los vecinos de Atitalaquia les quitaran esta «gloria».

La señora Zita Rodríguez informó a sus lectores que las huellas de Atitalaquia fueron medidas por los «ingenieros en física» (sic) Manuel Guerrero Argueta y Víctor Sánchez. Sus resultados fueron reportados de una extraña manera:

Diámetro 1) 3.30 – .40 x 2

Diámetro 2) 4.85 – .20 x 2

Diámetro 3) 6.18 – .40 x 2

Diámetro 4) 7.20 – .20 x 2

No se preocupen si no entienden estos datos (¿porqué restar una cantidad multiplicada por 2? En lugar de decir que el diámetro 1, por ejemplo, era de 2.50. Esos datos sólo los podrían entender unos «ingenieros en física») ¿Qué podemos pensar de alguien que afirma que la huella de San Marcos mide «aproximadamente 9 metros de ancho por 5 de ALTO» (¿?) (¿Una huella plana que tiene largo, ancho y altura?)

El supuesto «aterrizaje» de Atitalaquia sirvió para contrastar dos de las «hipótesis» favoritas del frenético Salvador Freixedo: que los ovnis se aparecen cerca de las plantas termoeléctricas o generadoras de electricidad y que lo hacen cerca de embalses de agua. La primera resultó equivocada, pues no puedo aceptar que una tecnología que logre llegar desde Zeta-retículi hasta la Tierra, se equivoque por cerca de 5 kilómetros (la termoeléctrica de Tula está a esa distancia de Atitalaquia); pero la segunda ¡resultó cierta! A escasos cien metros del lugar del «aterrizaje» se encuentra el canal de aguas negras que viene desde la ciudad de México y pasa por ese lugar. Queda ahora por investigar cuál de las dos razas que nos visitan (las lagartijas grises o los rubios oxigenados) son los que se alimentan de semejantes «nutrientes».

Los hermanos Hernández Olguín no se han quedado inactivos. Recientemente informaron a Zita Rodríguez que durante una peregrinación en honor de la Virgen de Guadalupe lograron observar un ovni (10 de diciembre de 1993). Me imagino que no fue necesario el rosario para dirigir las plegarias, pues, en el cielo, por cada diez platillos voladores aparecía una nave nodriza.

El caso de Atitalaquia nos volvió a demostrar que los ovnis habían «aterrizado» en la mente y en la imaginación de aquellos que hacen caso a la máxima ufológica de «mantener la mente abierta a todo» (que de tanto tenerla abierta se les ha escapado el cerebro), pero que olvidaron que el colofón de esa misma frase es «pero no crean en nada».

REFERENCIAS

Anónimo, Otra vez los ovnis, Nueva Imagen de Hidalgo, No. 112, Tula, Hidalgo, 24 de julio al 6 de agosto de 1993, pág. 8.


[1] Este artículo apareció originalmente en Ruiz Noguez Luis, Sexo, mentiras y ovnis, Perspectivas Ufológicas, No. 2, México, abril 1994, págs. 27-30.

[2] Ruiz Noguez Luis, García Óscar, Escobar Héctor y Chavarría Héctor, Aterrizaje en Tula: un cuento de hadas, Perspectivas Ufológicas, No. 1, México, diciembre de 1993, págs. 11-20.

[3] Para mayor exactitud, la huella se encontraba a la izquierda de la portería y estaba constituida por cuatro círculos concéntricos

[4] Las autoridades locales tuvieron más respeto. Como medida precautoria no permitieron que se utilizara la cancha de juego el domingo.

[5] En la nota original publicada en Perspectivas Ufológicas escribíamos Chita Rodríguez (un chiste local), pero por respeto a esa gran ufóloga mexicana ya no le llamaremos Chita a la señora Chita.

[6] El periódico Nueva Imagen de Hidalgo, no menciona a Juan Carlos Corona. En su lugar dice que el otro testigo era Daniel Gutiérrez Estrada. Al parecer Francisco Hernández nos mintió en este y otros puntos.

[7] Luego comprenderíamos la razón de esta actitud: ese día no trabajaba Toñis y seguro que Francisco ya no quería que lo siguiéramos molestando con nuestras preguntas.

[8] En referencia al caso de Tula, Hidalgo ver: http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/09/aterrizaje-en-tula-un-cuento-de-hadas.html

[9] Reporte Ovni informó que los muchachos se habían quemado al tocar la huella.

[10] En el número 112 del periódico Nueva Imagen de Hidalgo se publicó lo siguiente:

«Toña, una jovencita que acompañada de varias amistades pasaba cerca del lugar, comenta a Nueva Imagen que no pudo ser una visión, «˜le aseguro que yo no creo en los ovnis, sin embargo todos vimos una fuerte luz que se alzaba de ahí»™, dice al momento que señala el lugar que ya ha sido visitado por cientos de personas incluso por investigadores de este tipo de fenómenos (se refería a Reporte ovni y Perspectivas Ufológicas)«.

[11] Reporte Ovni informó que los muchachos vieron un ovni.

[12] A Nueva Imagen de Hidalgo le informaron algo diferente:

«… señalan que cerca de las 3 de la mañana cuando se retiraban a sus hogares después de asistir a un baile, vieron como una luz intensa, entre blanca y amarilla, destellaba en el campo de fútbol. Aseguran que la luz se pudo observar por cerca de media hora para después alzarse y perderse en la oscuridad de la noche».

[13] Después de años de que ocurrieron estos casos me encontré con una antigua compañera de generación. La misma que había hecho los análisis y ella me dijo que las muestras que contenían residuos de combustibles eran las del segundo caso de San Marcos. El error no fue de ella sino mío al reportar de manera equivocada los resultados. Luego, no podemos acusar a los hermanos Hernández Olguín de haber hecho las huellas quemando el pasto. Una forma de obtener el mismo resultado es colocar anillos concéntricos de cualquier material (cartón, por ejemplo), que impida el paso del sol y el proceso de fotosíntesis. El pasto quedará amarillo, como si estuviera quemado.