El nuevo blog de Heri

Ya conocíamos la calidad de los trabajos de Heriberto Janosch González por su blog Espacio Exterior (http://espacioexterior.blogspot.com/) y por ser colisteros en varias listas de discusión de ufología crítica.

Heri es psicólogo y docente (Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires), técnico en electrónica y telecomunicaciones (CONET), programador de computación, estudioso del tema ovni desde 1973 e integrante de la Comisión de Investigaciones Ufológicas (CIU) desde 1976. En 1994 fue miembro fundador de la institución científico-educativa Fundación «Centro Argentino para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia» (CAIRP). Actualmente reside en Caldas dos Reis, España.

Su nuevo blog promete desde el título:

http://debunker-.blogspot.com/

Malasia: Los duendes están in; el Bigfoot esta out.

Bigfoot demodé en Malasia; espíritus necrófagos y duendes toman el escenario

KUALA LUMPUR, Malasia (AP)

Bigfoot out. Duendes momificados in.

Un grupo de los investigadores de mitos malayos que aseguran tener un molde de la huella de una criatura gigante, «Bigfoot», dijeron el viernes que se preponen venderlo para obtener fondos para su siguiente proyecto: determinar si las tres figuras momificadas de duendes vampiros son verdaderas.

El grupo Seekers-Malaysia, que tiene un programa de TV en Malasia, dijeron que colectarán dinero de la venta de la supuesta huella del sasquatch para investigar a los «tres espíritus necrófagos momificados», y para comprar equipo paranormal nuevo, dijo el portavoz Adrin Emman.

Los tres supuestos vampiros, criaturas esqueléticas con dientes afilados, fueron entregados para propósitos de investigación por su dueño Bukhari Abdullah, por dos semanas. Las fotos publicadas por el grupo muestran una figura no más grande que una mano humana, mientras que otra aparece tener la longitud de un cuerpo humano.

El año pasado las historias sobre el Bigfoot capturaron los titulares en Malasia después de que tres trabajadores de una granja de pescados reportaron ver criaturas gigantes de aspecto humano en la reserva de Endau Rompin del estado meridional de Johor. Seekers-Malaysia aseguraron haber hecho el molde de una huella de Bigfoot «“de tres veces el tamaño de una cabeza humana- durante una expedición al área a principios de este año.

La fiebre de Bigfoot ha disminuido desde entonces en Malasia, y criaturas más pequeñas y populares en el folklore malayo han tomado ahora el escenario.

Una exhibición en curso en un museo exhibe docenas de criaturas del folklore malayo ha atraído diez de millares de visitantes. Entre los objetos expuestos en el museo de Shah Alam se incluye una supuesta sirena preservada, los aparente restos esqueléticos de un ser mitad serpiente y mitad mujer, y un supuesto duende atrapado en una botella.

El museo dice que ha invitado a equipo de investigadores de «Ripley’s Believe It or Not» ha investigar los objetos expuestos.

Una gran cantidad de malayos, especialmente en comunidades rurales, creen en lo sobrenatural, pero tal creencia también se ha criticado por ir contra los principios del Islam. Una mayor parte de los pobladores de la Malasia (26 millones) es musulmana.

http://www.chinapost.com.tw/i_latestdetail.asp?id=41051

Vea el inicio de esta historia en http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/08/el-jenglot.html

Aterrizaje en Tula: un cuento de hadas

ATERRIZAJE EN TULA: UN CUENTO DE HADAS[1]


Luis Ruiz Noguez, Oscar García, Héctor Escobar, Héctor Chavarría


Prefacio

«Escuché un ruido muy diferente al que produce un auto, una moto, una máquina de las terrestres. Era un ruido hueco, vibratorio, fuerte, muy fuerte. Algo muy fuera de la realidad. Los perros comenzaron, no a ladrar ni a aullar, sino como a chillar muy asustados. Se sintió frío, como una atmósfera de vacío».

Así inicia el relato de uno de los testigos de los sucesos que ocurrieron en la madrugada del miércoles 12 de mayo de 1993 en un claro de la población de San Marcos, entre las ciudades de Tula y Cruz Azul en el Estado de Hidalgo[2]. Algunos vecinos afirman que aquel día, una nave de grandes dimensiones aterrizó en el lugar y de ella descendieron cinco humanoides. Las pruebas que aportan son una serie de extraños fenómenos que van desde la aparición de una enorme huella circular de aproximadamente 9.4 metros de diámetro, hasta fotografías de la supuesta nave, pasando por la abducción de una perrita, efectos electromagnéticos en grabadoras y en las líneas de suministro eléctrico, ruidos, voces, sonidos inexplicables y la extraña observación de una «nave nodriza» frente a la luna. En una palabra, se trata de un caso tan espectacular que, seguramente, pasará a la historia de la ufología mexicana. Estos son los hechos:

Antecedentes

La testigo principal de los hechos es la señora María de Lourdes Sánchez Uribe, de 34 años, vecina del poblado de San Marcos, quien trabaja como cajera en un bar. Su vivienda se encuentra a unos pasos del bar Tony’s, a unos 20 metros del lugar donde «se posó el OVNI». Fue la señora Sánchez quien escuchó los extraños ruidos descritos anteriormente.


«Nosotros teníamos la televisión prendida y había terminado la película del canal 5[3]; es decir, el fenómeno ocurrió aproximadamente después de la 1:00 a.m».

La relación de sucesos extraños no inicia precisamente ese día. Tenemos que remontarnos algún tiempo atrás para comprender mejor los acontecimientos:


«El 10 de mayo para amanecer el día lunes -informa la Sra. Sánchez- hubo luna llena[4] y ésta se veía roja. Nosotros no estábamos en casa; nos fuimos de fiesta[5]. Al regresar, entre las 0:00 y 0:30 vimos el astro que tenía una sombra que lo cubría, como si fuera un eclipse. Mi hijo (Jorge Morales S., de 8 años) pensó que se trataba de una plataforma ovni que estaba desplazando las naves».

Como puede verse, la idea de la testigo es que esos ovnis fueron los que aterrizaron después frente a su hogar y, que esos mismo ovnis, habían sido transportados desde lugares lejanos por una nave nodriza.


«En Zaragoza, ese mismo 10 de mayo en la carretera que va a Tepeji, un ingeniero observó un OVNI suspendido en al aire.


«En Iturbe, hace seis años, mi hijo y yo vimos un platillo volador sobre el cerro de Xicuco, junto a la presa Endo. Permaneció en el aire sin moverse como una hora u hora y media».

Al preguntar a la testigo si esos objetos vistos anteriormente tenían algún parecido con lo visto el día 12 de mayo nos enteramos que la testigo no vio nada en esa fecha sino que únicamente escuchó ruidos. He aquí un aspecto evidentemente sorprendente, pues la testigo, que ubica perfectamente toda una atmósfera ovni y escucha ruidos extraños, decide no salir a observar. Sólo era necesario asomarse a la ventana de la casa para ver que pasaba; ¡no hace nada de esto, y se pierde de ver un ovni que debe estar, cuando mucho, a unos 30 metros de ella!. Los aspectos incoherentes son especialmente notorios en este caso. Por otra parte, la supuesta observación de Iturbe, queda sólo en el terreno de la anécdota, ya que en aquel entonces, el niño tendría a lo más dos años, y difícilmente podría corroborar lo dicho por su madre.

Al transcurrir la entrevista, nos percatamos que la «cultura» ufológica de María de Lourdes es bastante amplia en cantidad aunque no en calidad.


«Nos hemos reunido con las personas que creen en el fenómeno ovni y hemos estado cotejando los datos y haciendo un análisis empírico, puesto que no tenemos grados de científicos. Hicimos un análisis muy cotidiano (sic) y empírico y llegamos a la conclusión de que esto no se puede trucar porque no se puede quemar el pasto de la noche a la mañana. Si usted lo hace van a quedar residuos de algún combustible. Estamos seguros que no lo trucaron con una moto ni con un auto porque quedaría el surco de las llantas. Es sumamente difícil trazar un círculo sobre el pasto, porque la tierra está desigual y no es plana; está a desnivel. Cuando se quema el pasto con algún combustible o con un soplete, quedan residuos del mismo. Las quemaduras que tiene son fuera de lo normal. Los surcos están bien delineados, como si el platillo, al posarse, hubiera vibrado. Es decir, el suelo estuvo sujeto a un peso y al movimiento del platillo que formó los surcos.


«Los surcos estaban quemados -continúa la Sra. Sánchez- es decir, hubo una ola de calor. ¿Porqué no se quemó el resto del pasto? Además, la parte central conserva un color verde que no se ha apagado».


La perrita abducida


«Toda la semana ha habido muchos ruidos[6]. Como cuando se cierra una cajuela metálica (sic). El domingo pasado escuchamos unos sonidos metálicos. Mi vecina también los pudo oír en una ocasión. El viernes anterior, dos días después del aterrizaje, se extravió la mascota de mi hijo, una pequeña perrita pastor alemán de un mes y medio de edad. ¿La raptaron los extraterrestres? .No lo sé, pero pudiera ser. El miércoles siguiente vino una reportera de la revista OVNI[7] y, durante la entrevista, su grabadora se apagaba. Esta es un área magnética y que de que aquí existe el fenómeno ovni eso es un hecho indudable[8].


«Bueno eso es lo que yo comento; no quiero ser sensacionalista ni llamar la atención. No afirmo que yo lo vi, sino que le trasmito lo que he vivido. Aparte de eso, se tomó una foto de un platillo volador. Se dice que un muchacho lo vio pero eso son sólo rumores, fue un fenómeno únicamente auditivo. Nadie observó el platillo».


Habla otro de los testigos

Posteriormente, en el mismo lugar, hablamos con Martín Trujillo, de 24 años, vecino de Las Palmas, poblado sito a unos 200 metros del lugar de la huella.

De acuerdo con el señor Trujillo, el ovni aterrizó en este lugar debido a que se encuentra cerca de una escuela «y los niños, al jugar y estudiar, dejan mucha energía (sic), luego vienen los ovnis y la absorben (sic). El día 12 de mayo llegué aquí como a las 7:00 y no había absolutamente nadie. La huella ya era visible pero nadie la había tomado en cuenta. Ese mismo día, pero un poco más tarde, los muchachos de la escuela que tienen la clase de educación física en este lugar vieron el anillo cuando la pelota se les vino para acá; le dijeron a los maestros y así empezó a correr el rumor. Cuando yo pasé -a las 7:00- se veían unos surcos similares a los del anillo pero saliendo de él. A esta altura (señala el terreno), vean bien, todavía se pueden ver. Mas allá (afuera del anillo) hay otras marcas similares a éstas».

En el terreno podemos comprobar efectivamente la presencia de un surco similar, sólo que éste en línea recta, de unos 10 metros de largo que por un extremo se interrumpe repentinamente y por el otro conecta con el anillo.


«La gente -continúa Trujillo- dice que el perímetro del círculo (unos 9.20 metros aproximadamente) era la base del ovni y que su estructura sobresalía de él. Es decir que se trataba de un objeto de unos 20 metros de diámetro por lo que calculo que debía pesar unas 50 toneladas. No creo que un objeto tan grande dejara una huellas tan débiles.


«Posteriormente llegó el gobernador del estado, reporteros del noticiero ECO, del programa de Lolita Ayala…»

-¿Es posible que nadie haya visto el ovni?


«No lo creo. De haber ocurrido algo así, forzosamente alguien tuvo que verlo. Siempre pasan automóviles y autobuses por la carretera (a unos 100 m. de la huella y con visibilidad perfecta). El último, de Cruz Azul a Tula pasa más o menos a las 2 de la mañana».

Al respecto, el Ing. Bartolomé Quijano, quien informó a uno de nosotros (Héctor Chavarría) del aterrizaje, afirma que es muy raro que nadie haya visto nada pues además hay muchas viviendas en los alrededores.

Efectivamente, el área se encuentra a unos 100 metros de la carretera y la visión desde ella es prácticamente libre. En las cercanías hay una unidad habitacional de Infonavit donde moran unas 500 familias, igualmente se encuentra el mentado bar Tony’s y a unos 10 o 15 metros hay un mínimo de 5 viviendas. Igualmente resulta extraño que en la ciudad de Tula, de 60,000 habitantes ,y a no más de 3 kilómetros nadie se percatara de nada. El claro donde está la huella se encuentra pues rodeado de viviendas y cerca de tres poblados, San Lorenzo, Montecillo y San Marcos, además de la ciudad de Tula. En total una población cercana a 120,000 habitantes.


¿Y los humanoides?

Quien manejó la versión referente a humanoides fue igualmente el Sr. Trujillo, aclarando que él no creía en ella.


«Un muchacho dice que él si vio el platillo por la altura de aquellos árboles (a unos 50 metros). Era una luz intensa; mientras lo observaba se fue la luz de las casas y se veía el ovni resplandeciente. De él bajaron cinco humanoides y rodearon la nave. Según este muchacho, en Poza Rica, Veracruz, hubo un fenómeno igual[9].

Al tratar de investigar a este supuesto testigo que vio humanoides, nos encontramos con aquel fenómeno que uno de nosotros (H.Ch.) ha llamado «Síndrome del compadre ausente». Es decir, se habla de un amigo que tiene un conocido que oyó decir a una vecina, que tiene un compadre que vio el ovni. Cuando se trata de contactar con este compadre, resulta que jamás aparece por ningún lado. Es decir, se trata de un mero rumor que nunca puede rastrearse y del cual están llenos muchos relatos ovni.


La foto del OVNI

La existencia de una supuesta fotografía nos fue comentada por dos vecinos, la señora Sánchez y el señor Trujillo. Según Trujillo «llegó un señor con una foto -un evidente fotomontaje-; no se veía nada original. En la foto aparece una cosa plateada pero borrosa a la altura de los árboles».

En nuestras indagaciones averiguamos que el autor de tales fotos fue el señor Alfredo Laguna, de 58 años, quien vive en el poblado de San Marcos, a algunos kilómetros de Tula. En tres ocasiones acudimos al domicilio del señor Laguna siendo imposible ponernos en contacto con él o siquiera ver las supuestas fotografías. La hija y el yerno del señor Laguna nos comentaron que esas fotos no fueron tomadas el día 12 de mayo sino algunos años antes, pero que el señor Laguna confunde las fechas. La familia del señor Laguna se negó a mostrar las fotos argumentando que se las habían dado a un periodista de la televisión (al parecer Jaime Maussan). Los vecinos, quienes conocen la afición del señor Laguna por los ovnis, creen que se trata de un truco. Desgraciadamente, por el momento, dichas fotos están en el terreno de lo anecdótico, pero sí es claro que no guardan relación alguna con el avistamiento del 12 de mayo.


La Huella OVNI

Como hemos podido ver, el caso Tula está lleno de elementos que permiten tener dudas razonable acerca de lo dicho por los testigos. No hay tales fotos, y si las hay, no tienen relación con la huella. La anécdota de la perra abducida suena a una fantasía digna de Salvador Freixedo, al igual que la teoría de los ovnis que vienen a absorber la energía de los niños. Es evidente además, que los supuestos «humanoides» no son más que un mero rumor. Pero, ¿qué podemos decir de la evidencia física encontrada en el lugar?: la huella del ovni.

El equipo de Perspectivas llevó a cabo distintas mediciones y toma de muestras en el lugar, en ellas se encontró que la temperatura del suelo en el interior del círculo era de 15.3ºC, en el surco del anillo de 17.8ºC y en el exterior de la huella de 15.1ºC. Esto se explica claramente ya que al ser el anillo la parte más seca, disminuye el contenido de humedad, lo cual provoca que aumente la temperatura del terreno.

Igualmente se hicieron mediciones con cuatro brújulas no encontrando la menor evidencia de efecto electromagnético.

Algunos vecinos nos informaron que unos científicos de PEMEX[10] acudieron al lugar a tomar muestras de la huella y llevaron un contador Geiger. No sabemos que pasó con estos científicos, ni los resultados de estas pruebas, pero al parecer, si en realidad se hicieron tales pruebas, se trató de una investigación personal y no oficial[11].

El anillo de Tula es de apariencia circular aunque no es un círculo perfecto ni tampoco una elipse. Mide en promedio 9.20 metros de diámetro, por lo tanto abarca un área de unos 70 metros cuadrados.

El anillo de Tula lo conforman en realidad varios fragmentos de un anillo, en la parte NE se ve un total de 4 surcos, en la parte SO sólo son visibles dos y en las partes SE y NO se aprecian 3 surcos. El ancho de los mismos es variable, siendo en promedio de 20 centímetros, con un máximo de 30 centímetros en la parte NE y un mínimo de 15 centímetros en la parte SO. En los surcos del SE, el pasto está aplastado de manera levógira (hacia la izquierda), en tanto que los del NO son dextrógiros (hacia la derecha). En la zona NE los dos surcos externos son levógiros, en tanto que los dos internos son dextrógiros. En los surcos de la zona SO la dirección del giro es inapreciable.

La huella parece circular a simple vista, pero en realidad se trata de un círculo imperfecto en el que se distinguen dos ejes, uno mayor que mide 9.4 metros (SE-NO) y uno menor de 9.1 metros (NE-SO).

Lo que distingue a la huella es que se trata de una zona más o menos definida en la cual el pasto está seco, lo que contrasta notoriamente con el interior y el exterior de la huella. Escarbando en los anillos, se aprecia que bajo ellos, la tierra también se encuentra seca hasta una profundidad de 40 centímetros En la parte interna de la huella, el terreno está húmedo desde la superficie hasta unos 30 centímetros de profundidad.

Uno de nosotros, (Luis Ruiz) llevó a cabo los análisis de las distintas muestras de terreno en los laboratorios de Ciencia Básica de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México, en donde se obtuvieron los siguientes resultados (ver Tabla I).

Igualmente se hicieron pruebas de compactación con un dinamómetro. Los resultados indican que, para que el aparato penetre sobre el terreno a la profundidad que se encuentran los surcos, es necesario aplicar una fuerza de 1.09 Kg. sobre un área de 4 cm2 es decir, una presión de 2,752 kg/m2 . Dado que el área del anillo es de 4.36 m2, se desarrolla la siguiente fórmula:

(9.4/2)2Ï€ – (9.1/2)2Ï€

Para producir este efecto, la masa del objeto (m=PA/g) debió ser de 1,211 Kg. Dicho de otra manera: el resultado sería el mismo al producido por un hombre de 200 Kg. que calce del 7.

Supongamos, por un momento, que en verdad aterrizó un ovni. Hagamos dos suposiciones sobre la forma del mismo:

a) un objeto en forma de moneda de 20 metros y una altura de 1 metro;

b) un objeto esférico de 20 metros.

En ambos casos con una base anular de 9.4 metros (el diámetro de la huella). En el primer caso tenemos un volumen (hDÏ€) de 62.85 m3 y en el segundo (D3Ï€/6) de 4188.79 m3. La densidad de cada uno de estos objetos, considerando que estuvieran fabricados de una sola sustancia homogénea, sería, respectivamente de 19.3 y 0.29. Estas densidades corresponden a las del oro y al carbón de pino que, como todos sabemos, son excelentes materiales para fabricar naves espaciales.

A partir de todas las características físicas del terreno y de las condiciones morfológicas de la huella, así como la debilidad manifiesta de la hipótesis ovni, existían fuertes probabilidades de que el fenómeno cayera bajo la rúbrica de un Anillo de Hadas.


El Anillo de Hadas

Un anillo de hadas es producido por el crecimiento de distintos tipos de hongos, que normalmente crecen bajo tierra formando en el exterior, como en el caso Tula, una huella casi circular con crecimiento diferencial de la vegetación.

A partir de los análisis de terreno se infiere que se trata de un terreno de tipo calcáreo, muy propenso al crecimiento de este tipo de hongos. Igualmente otras condiciones como una leve lluvia (4 mm.) ocurrida el domingo anterior, permitieron las condiciones ideales para la formación de este anillo de hadas.

La hipótesis del anillo de hadas se refuerza aún más si tomamos en cuenta que el terreno es básicamente un sembradío y es utilizado para el pastizal de borregos. Los excrementos de dichos animales son un excelente abono para distintos tipos de hongos.


Hidrofobia

Posteriormente, un análisis micológico de las muestras logró identificar el hongo que produjo al huella, se trata del Marasmus oreades.

El micelio de dicho hongo[12] impartió al terreno una propiedad bastante asombrosa que, dada la ignorancia científica de otras personas que investigaron el caso[13], les evitó percatarse de ello, y que hubieran podido utilizar como «prueba» en favor de la hipótesis extraterrestre. Se trata de la impermeabilidad al agua que presenta el terreno de estudio. Las muestras de tierra que se extrajeron del anillo no son miscibles en agua (es decir no forman lodo, parecen secas y flotan en el agua), la repelen por completo. En cambio, la tierra extraída a pocos centímetros del anillo y fuera de la huella, es perfectamente permeable (forma lodo). La explicación de este fenómeno es muy simple y confirma el hecho de que se trata de un hongo.

Elemento ppm fuera del círculo ppm en el interior del círculo ppm en el anillo
Silicio (Si) 7200 7440 7680
Sodio (Na) 2240 2200 3820
Calcio (Ca) 1310 3200 3450
Aluminio (Al) 2030 1900 1880
Magnesio (Mg) 245 3020 2180
Potasio (K) 985 1300 1600
Níquel 180 130 125
Azufre (S) 100 100 115
Manganeso (Mn) 13 107 120
Hierro (Fe) 5 10 20
Plomo (Pb) 3 2 3

Figura 2: Tabla que muestra los componentes de la muestra de terreno

Las raicillas microscópicas de éste son hidrofóbicas, es decir, repelen al agua. Dado que el terreno está impregnado de estas raicillas, el agua no puede pasar, pues está cubierto de una capa grasa. En cambio, el área exterior al círculo, adonde aún no ha llegado el micelio, absorbe perfectamente el agua.

Al llevarse a cabo pruebas de cultivo, en las muestras extraídas dentro de la huella, en el anillo y afuera de éste se encontró el desarrollo de una especie de «pelusa»[14] en la muestra correspondiente al anillo y nada en la muestra exterior.

Resumiendo los resultados de la investigación, es enormemente probable que las huellas de Tula hayan sido el producto de un hongo, (Marasmus oreades) y no del aterrizaje de un platillo volador que, por otra parte, nadie vio.


Psicosis ovni

Días después de la aparición de la huella en el poblado de San Marcos, y cuando este número estaba en trabajo de edición, nos enteramos de otra huella, aparecida ahora en el poblado de Atitalaquia a unos 5 Km. de San Marcos.

En esta ocasión, cerca de las tres de la mañana, un grupo de muchachos informó haber visto el despegue de un ovni en un campo de fútbol. En el lugar del aterrizaje quedó una huella compuesta a su vez de varios círculos concéntricos, el mayor de unos 10 metros de diámetro y el menor de 1.40 metros.

Según la versión sensacionalista manejada por la prensa[15], el 18 de julio, a las 3.00 de la mañana, un grupo de jóvenes que regresaban de una fiesta, pudieron ver un ovni despegar de un campo de fútbol. Al despegar, el objeto quemó el terreno y al tocarlo uno de los jóvenes, aún estaba caliente[16].

Los aterrizajes de ovnis han causado psicosis en Hidalgo y es muy probable que aparezcan nuevas huellas. Seguiremos informando[17].


Colofón

Como hemos visto, la actividad ufológica no se limita a entrevistar a los testigos, tomar muestras de terreno y sacar unas fotografías para luego publicarlas en un libro o en revistas apareciendo en primer plano junto con los testigos, ni tampoco a tomar videos para luego comercializarlos a nivel nacional para extraer jugosos dividendos de los ovnis. El investigador serio aporta sus conocimientos, tiempo y recursos económicos para tratar de llegar a una explicación racional. Estos fenómenos, aparentemente inexplicables a los ojos profanos, pueden, eventualmente, conocerse a la perfección cuando la investigación la realizan personas que poseen un mínimo de cultura científica. Es mucho más fácil, rápido y redituable, ofrecer hipótesis fantasiosas. Lo difícil, lento y caro, es dar explicaciones razonables. Como diría Philip Klass: «Los malos ufólogos son los más populares, puesto que todos los casos que «˜Investigan»™ son -para ellos- inexplicables y, por lo tanto, pueden comercializarse fácilmente en revistas, radio y televisión. Los buenos ufólogos encuentran una explicación que convierte al caso en algo sin atractivo comercial, dado lo cual, es muy difícil que se publique, quedando ellos, y su trabajo, en el anonimato».


[1] Este artículo apareció originalmente en: Ruiz Noguez Luis, García Óscar, Escobar Héctor y Chavarría Héctor, Aterrizaje en Tula: Un cuento de hadas, Perspectivas Ufológicas, No. 1, México, diciembre 1993, págs. 11-20.

[2] Situada aproximadamente en las siguientes coordenadas: 20º,00′,00″N, 99º,20′,00″W.

[3] Efectivamente Canal 5 transmitió ese día la película «Héroe Callejero» de las 23:00 a las 1:05 aproximadamente.

[4] En realidad la luna llena no fue sino el día 5 a las 21:34. Pasados ya cinco días la luna era mucho más menguante que llena, esto acarrea dudas en esta parte del relato.

[5] En esa fecha se celebra en México el Día de las Madres.

[6] La entrevista se llevó a cabo el 23 de mayo, 11 días después de la aparición de la huella.

[7] Se trata de Zita Rodríguez de Reporte OVNI quien dio un tratamiento altamente sensacionalista al presente caso.

[8] Durante la entrevista, nuestras grabadoras, equipo fotográfico y de video funcionaron perfectamente.

[9] Este caso fue investigado por uno de nosotros, Óscar García.

[10] Petróleos Mexicanos.

[11] Durante años he trabajado para la Refinería de Tula como asesor en control de corrosión y se de cierto que no tienen equipo de esta naturaleza.

[12] Es decir el hongo como tal, no la seta que es únicamente el cuerpo fructuoso y puede no aparecer, salvo que se reúnan las condiciones de temperatura y humedad adecuadas.

[13] No queremos mencionar a Zita Rodríguez… pero ya lo hicimos.

[14] El micelio.

[15] Rodríguez, Z. Un OVNI aterrizó en un campo de fútbol, en Reporte OVNI, Nº 11, México, 1993.

[16] Esta es la versión manejada por la autoridades municipales.

[17] Posteriormente publicamos el resultado de nuestra investigación del caso Atitalaquia: Ruiz Noguez Luis, Sexo, mentiras y ovnis, Perspectivas Ufológicas, No. 2, México, abril 1994, págs. 27-30.

Encuentra un meteorito en su jardín

Objeto del «espacio» encontrado por casualidad

Por Rebecca Quilliam

Una mujer de Dunsandel encontró ayer en un prado, por casualidad, lo que puede haber sido parte de un meteorito.

Momentos antes de las 3 pm, los residentes de Cantorbery informaron haber visto el vuelo de un objeto ardiendo a través del cielo y oído un estampido sónico que sacudió edificios.

Pero Tania Haigh dijo que ella no había oído hablar sobre el avistamiento o la gente que buscaba un meteorito, y que no tenía ninguna idea de qué era el objeto cuando tropezó con él en su jardín más adelante por la tarde.

«No esperaba que se convirtiera en algo tan grande,» dijo.

La señorita Haigh vio el fragmento sobre las 5 pm mientras encendía el sistema para regar su jardín, pero no fue hasta después de ver un reporte sobre él en las noticias que ella decidió echar otro vistazo.

«Fue justo un hallazgo por casualidad,» dijo.

«Decidí hablar a la policía y ellos arribaron a mi puerta cinco minutos más tarde «“parece que la gente piensa que es parte de un meteorito,» dijo Haigh.

No estaba caliente porque las regaderas lo habían mojado ya, y era razonablemente ligero, «no como una roca», dijo.

La señorita Haigh dijo que ella tenía ovejas en la granja de 2 hectáreas pero no estaba preocupada por la caída de un objeto ardiente del espacio entre ellas.

El oficial de policía de Hanmer Springs, Constable Chris Hughey, comparó el meteorito con el cometa de Halley, que él vio cuando pasó por última vez cerca de la tierra en 1986.

«Todo lo que vi fue un rastro de vapor de un avión que iba a una altitud enorme,» dijo.

«Era un día claro y cristalino aquí en Hanmer y aparecía tener una bola roja o algo en el frente. Entonces se partió en cerca de tres pedazos y desapareció.»

http://www.stuff.co.nz/stuff/0,2106,3796075a10,00.html

Anillos de hadas

ANILLOS DE HADAS[1]

»…vosotros duendecillos,
que a la luz de la luna hacéis cercos de hierba amarga
que la oveja no quiere comer; y vosotros, que por diversión
criáis hongos nocturnos…»

William Shakespeare en La Tempestad

Gran cantidad informes de presuntas huellas de OVNIs pueden caer, luego de un riguroso examen y análisis de muestras, dentro de una explicación bastante convencional, mas no por ello, menos interesante, es decir, la explicación proporcionada por un curioso fenómeno natural conocido como Anillos de Hadas.

Los biólogos conocen con este nombre aquellas bandas de crecimiento diferencial de vegetación, mismas que se pueden encontrar no sólo en los prados, sino también, en los campos de cereales[2], montes recién talados y, más comúnmente, en terrenos calcáreos.

Estos anillos son visibles aunque no hayan crecido ahí los carpóforos, o más comúnmente conocidas como setas, que son los cuerpos fructíferos de los hongos, y que pueden llegar a producir billones o trillones de esporas. Los anillos forman un círculo casi perfecto que, al final del verano, se cubre de setas.

En otras épocas, la presencia de estas bandas se atribuía a diversos agentes, tales como los relámpagos, las hormigas, los caracoles, las pacas de heno que se apilaban en los campos, etcétera. Para la mentalidad supersticiosa de la Edad Media esto era obra del diablo o «cosas de brujas» (se les conocía como «huellas de brujas» o Hag tracks). En Austria se decía que eran generados por bocanadas de vapores subterráneos, provenientes del infierno o de la respiración de los dragones, o que el diablo mismo había caminado, durante la noche, dejando su huella mientras batía su mantequilla[3].

En Dinamarca los culpables eran los duendes. En Inglaterra eran las hadas que bailaban en círculo. El pasto así aplastado les era confortable a los sapos, quienes acostumbraban reposar sobre estos almohadones de hierba o «toadstol» (banquillos de sapos); y como todo mundo sabe, los sapos envenenan las plantas y por lo tanto impiden su crecimiento, no así de los hongos, que proliferan. Parece que las hadas de Devon eran más flojas, pues en lugar de bailar, cabalgaban sus caballos sobre la hierba haciendo círculos.

La teoría de que los anillos eran producto de los relámpagos fue muy socorrida en el siglo XVIII. El padre Marranzino cita un pareado de Erasmus Darwin (1731-1802), abuelo del naturalista inglés, que en 1789 escribía:

«De oscuros nubarrones salta veloz el rayo

hendiendo el fuerte roble o haciendo el corro mágico».

El mismo Erasmus Darwin escribió:

«Existe un fenómeno, al parecer, de naturaleza eléctrica, al que aún no se ha conseguido explicar: me refiero a lo que en lenguaje popular se llaman los corros de hadas que, con tanta frecuencia aparecen en los prados.

«A veces, los segmentos mayores o más predominantes de nubes que van descendiendo gradualmente a medida que se desplazan, descargan el agua que transportan en las zonas más húmedas de las llanuras herbosas. Ahora bien, este mamelón o extremo de la nube, adquiere, al ser atraído hacia la tierra, una forma casi cilíndrica, de manera parecida a lo que ocurre con la lana suelta de la rueca al hilarla, y despide al suelo un chorro de electricidad de dos a diez yardas de diámetro, pero sólo la parte exterior del cilindro quema la hierba».

Ahora sabemos que Darwin estaba equivocado, pero durante mucho tiempo estas teorías fueron aceptadas como buenas.

A estas curiosidades (los anillos de hadas) se les conoce con diversos nombres: salones de baile de las hadas, terrenos de las hadas, cohortes de hadas, corros de brujas o anillos de brujas. Estas formaciones están relacionadas con las brujas, hadas, duendes y demás seres mitológicos en casi todas las culturas y lenguas. En Alemania se creía que tales anillos se formaban cuando las brujas salían en la noche de Walpurgis[4] para danzar en los campos. En Holanda se creía que eran producto del diablo, por lo que se suponía que, si alguna vaca los pisaba, su leche daría pésima mantequilla. En Francia se afirmaba que albergaban sapos gigantescos de ojos saltones, tradición muy parecida a la de los ingleses. Los italianos lo conocen por el nombre de Cerchi delle Streghe (círculos de las brujas), porque creían que ahí hacían sus reuniones nocturnas. Los catalanes les llaman Candeles de bruch (luces de las brujas). En nuestra época tecnológica lo más común es que las mentes simples los atribuyan al aterrizaje de un OVNI.

Las tradiciones europeas que consideran a las hadas como responsables de tales círculos fueron recopiladas por el investigador americano Walter Yveling Evans Wentz[5]. Según estas leyendas:

«Las hadas existen y es en los anillos donde, a veces, se las suele ver bailar. La hierba jamás crece alta en los bordes del anillo, pues es de la especie más corta y fina. En el centro crecen, en círculo, las setas de las hadas en las que éstas toman asiento. Las hadas son muy menuditas y gustan de cantar y bailar. Llevan libreas verdes y, a veces, bonetes y casacas rojas»

Adrien Leroux, de Lincy, en sus «Livres des légendes» refiere que las hadas en Noruega eran seres de gruesa y enorme cabeza, piernas diminutas y brazos desmesurados. Estos seres reciben diversos nombres según la región de Europa donde nos encontremos: hadas. Elfos, gnomos»¦

«Se les atribuye la creación de los círculos verde brillantes, llamados elfdans, que a veces se ven en los prados. Incluso hoy en día, cuando un campesino danés descubre uno de estos círculos al alba, dice que allí han ido los elfos a bailar durante la noche».

TEORÍAS ACTUALES

Hoy se sabe que la formación de estos anillos se debe a la maraña de hilillos microscópicos fungosos, el mycellium, enterrado bajo el círculo mágico.

Para comprender el mecanismo de crecimiento de los anillos es necesario tener en cuenta lo que es realmente un hongo. Los pequeños sombrerillos llamados carpóforos o setas no son sino la parte reproductora. La parte más grande del hongo, como un iceberg[6], está oculta bajo la tierra. Es el micelio, cuyas ramificaciones, constituidas de pequeñísimos filamentos, llamados hifas, pueden extenderse a más de un metro de profundidad. Este es el verdadero cuerpo o tallo del hongo. Estas ramificaciones microscópicas se les conoce vulgarmente con el nombre de «blanco de hongo»

La función del micelio es la de conseguir el alimento. Esa es la razón por la cual se extienden por el terreno en busca de nuevos nutrientes. Los micellia pueden alimentarse casi de cualquier cosa y crecer prácticamente en cualquier lugar, desde el suelo a la madera, hasta el vidrio o el cuero. Algunos crecen sobre materia orgánica, mientras que otros viven de los organismos vivos, ya como parásitos, ya como parte de un grupo simbiótico.

En el caso de los hongos que producen anillos de hadas, los subproductos de descomposición, que aquellos producen, alimenta la hierba que crece encima del micelio subterráneo que siempre sale a flor de tierra. En consecuencia, la hierba sobresale del anillo.

La manera en que se forman los anillos de hadas es muy interesante. Supongamos que han nacido hongos en un punto determinado del suelo. Si las condiciones son favorables, particularmente si la humedad es elevada, van a proliferar alrededor de su punto de origen. Debajo de la tierra, por lo regular, los micelios crecen por igual en todas direcciones, de una forma radial. Al agotar las sustancias que los nutren, algunos de ellos van muriendo, pero otros, los que han avanzado más allá del círculo en donde se han agotado los nutrientes, tendrán oportunidad de fructificar y formar setas. Estas setas dejarán caer sus esporas, que se desarrollarán en la parte exterior de este nuevo círculo, lo que provoca que la parte viva del hongo sea un anillo que se va extendiendo de forma radial. Este fenómeno se seguirá repitiendo de modo indefinido, pues las distintas generaciones de hongos agotarán las sustancias alimenticias del lugar en el cual vivieron. Así se ira formando un anillo que, a medida que el tiempo pase, tendrá mayores dimensiones, puesto que las nuevas setas irán creciendo y esparciéndose por la parte exterior en busca de su alimento.

Los corros de brujas se pueden apreciar incluso cuando el hongo todavía no ha producido las setas, ya que la acumulación de nitritos por parte del hongo hace que la hierba crezca con más vigor sobre éste, formando un corro de hierba más alta.

La formación de estos anillos refleja el modo en que crece el hongo si no tiene obstrucciones de tipo físico o biológico. En el laboratorio, los hongos pueden crecer hasta formar un círculo perfecto. Generalmente, en la naturaleza esto no ocurre debido a diversos factores. Los hongos tienden a crecer siguiendo los sustratos favorables y manteniéndose alejados de las condiciones desfavorables[7]. El ancho de estas zonas circulares es constante, no sobrepasando, generalmente, los 20 o 30 centímetros.

El anillo aumenta de diámetro anualmente, como consecuencia del crecimiento subterráneo de su aparato vegetativo. Los anillos de hadas son colonias gigantes formadas después de muchos años de una dura lucha contra las condiciones ambientales. Se conocen casos de anillos de más de 70 metros de diámetro, a los que se les ha calculado una edad aproximada a los 400 años. Pero, los más típicos se escalonan entre 1 y 4 metros. La velocidad de crecimiento hacia el exterior depende de numerosos parámetros: naturaleza del suelo, de las plantas que ahí crecen, y del propio hongo. El crecimiento puede oscilar entre 7.5 y 60 centímetros por año. En algunos casos, los hongos florecen durante dos o tres años hasta dejar exhausto el terreno, sin nutrientes, por lo que el mismo hongo llega a morir.

La zona de crecimiento acelerado de hierba se desplaza también con los hongos; y ello se debe a los abonos nitrogenados producidos por el ciclo ecológico del parásito; éste, por descomposición de las proteínas de la materia orgánica proveniente del suelo, libera amoniaco, que las bacterias transforman en nitritos, y después en nitratos. Pero este crecimiento, que presenta ciertas cualidades estéticas, lleva a un estado final de debilitamiento de la vegetación sobre una franja del anillo situada entre dos zonas estimuladas como consecuencia del efecto de los cambios fisicoquímicos del suelo, debidos al micelio. Bajo condiciones tan desfavorables, toda la superficie del círculo resulta, al fin de cuentas, dañada y el anillo de hadas así formado puede, erróneamente, hacer pensar que se trata de una quemadura, no bien la hierba desecada tome un color rojizo o amarillento. Pero también cabe acotar que hay casos en los que se observan anillos rodeados de hongos sin menores efectos en la vegetación[8].

Algunos de estos anillos presentan una particularidad aún más sorprendente: las setas suelen aparecer de la noche a la mañana, como «por arte de magia». Este fenómeno también tiene una explicación racional. Es bien conocido que todo ser vivo está compuesto, esencialmente, de agua: en el caso del hombre, el 70% de su peso es agua, pero este porcentaje aumenta al 90 o 95% en el caso de los hongos y las algas. Ciertas especies pueden, en tiempos de sequía, reducirse mediante deshidratación al tamaño de una cabeza de alfiler, apenas visible. Al llegar la lluvia, la criptógama crece por absorción de agua a una velocidad tal, que de buena fe puede creerse que ha surgido de la nada. Todo el proceso puede ocurrir en una noche.

LA RELACIÓN CON LOS OVNIS

Desde la muy temprana época de los platillos volantes (cincuentas y sesentas) los ufólogos intentaron establecer una relación entre los anillos de hadas, hongos y OVNIs. El hecho de que en algunos sitios aparecieran, de repente, enormes hongos que no estaban ahí el día anterior; o que en los prados se vieran zonas casi perfectamente circulares de anillos en donde la vegetación o bien, había crecido superando en tamaño a la que crecía fuera del círculo, o bien formando un anillo de terreno «seco y quemado», dio lugar a que algunos teóricos de los OVNIs difundieran la idea de que algunos de estos aparatos habían aterrizado en esas zonas. Sus motores, decían, habían quemado la zona y la radiación había alterado la hierba haciéndola crecer de manera desproporcionada.

Muchos de estos casos, la mayoría, se dieron en Argentina[9].

A principios de los setenta algunos ufólogos críticos[10] se dieron cuenta de que estos fenómenos nada tenían que ver con los OVNIs y así lo dieron a conocer. No obstante, para la gran mayoría de los aficionados a los OVNIs y las nuevas generaciones que se acercan al tema, el asunto de los anillos de hadas continúa siendo parte integral del mito OVNI.

Allan Hendry, quien fuera director de investigaciones del CUFOS, presenta el caso en su The UFO Handbook[11], de un matrimonio que vivía en Galena, Illinois. La mañana del 7 de agosto de 1977 descubrieron un gran anillo en el patio trasero de su casa. Los testigos habían vivido en el sitio desde 1946 y nunca habían visto algo parecido. Le avisaron a su vecino y éste se comunicó al CUFOS diciendo que «estaba formado por nódulos de molibdeno o níquel formando un anillo de 3 o 3.5 metros».

Hendry se dirigió de inmediato al sitio y encontró que en realidad tenía casi unos 4 metros de diámetro por 20 centímetros de ancho. El prado estaba cubierto de pequeñas esferitas, parecidas a las cabezas de los alfileres, y aglomeradas de forma muy compacta. Dentro del anillo había, además, tres manchas equidistantes que sugerían una especie de trípode o tren de aterrizaje. Pero la hierba no estaba aplastada, aunque sí estaba cubierta, por arriba y por debajo del suelo, con esa sustancia.

Al colectar las bolitas se vio que no eran, definitivamente, metálicas y se deshacían fácilmente, en un fino polvo, al tocarlas.

El «nido de OVNI» se encontraba directamente bajo las ramas de un árbol y, a un lado, había varias líneas de tensión. Definitivamente un OVNI no podía haber aterrizado en ese lugar.

Hendry recolectó algunas muestras del material y lo llevó a analizar al Field Museum of Natural History, en Chicago. El veredicto fue «lodo de hongos» (Myxomycetes sporangia), un hongo primitivo. Este hongo comienza su crecimiento como una simple espora y va creciendo, de manera radial, en forma de gel transparente, unas cuantas pulgadas por día. Cuando entra en la fase de esporas, más o menos cuando el círculo que va formando alcanza unos 3 metros de diámetro, se vuelve visible ya que adopta la forma de pequeñas microesféras de aspecto metálico.

Curiosamente cinco días después un investigador OVNI independiente envió muestras «de una sustancia dejada por dos OVNIs al aterrizar en un terreno al noroeste de la Universidad de Purdue en Indiana». Hendry las identificó de inmediato como las esporas del myxomycetes. Las muestras provenían de dos anillos adyacentes de 8 pies y 11 pulgadas de diámetro. Tanto los estudiantes de la universidad, como el sheriff del condado supusieron que las habían dejado dos OVNIs al aterrizar.

En México varios casos de aterrizaje investigados por el comité OVNI de la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica (SOMIE), resultaron ser anillos de hadas[12]. El caso de Tula, en particular, fue presentado en la televisión en el programa ¿Usted que opina? En esa ocasión Héctor Escobar fue el encargado de hablar del asunto. Desafortunadamente Héctor tenía poco de conocer el fenómeno de los anillos de hadas y tampoco entendió mi explicación sobre los análisis que hice del terreno, por lo que su presentación fue poco entendida. Tan es así que la señora Zita Rodríguez, que en ese entonces dirigía la revista Reporte OVNI, se atrevió a decir que los escépticos «tenían una gran imaginación». La Rodríguez escribió[13]:

«Algunos «analistas escépticos» del fenómeno OVNI, formularon la hipótesis de que estos círculos fueron creados «de la noche a la mañana» por unos hongos de tipo carnoso de pie y sombrero que son muy comunes en nuestros bosques»¦

«Y para su desarrollo tardarían varias semanas y los daños se verían en un periodo de uno a dos meses.

La que tenía mucha imaginación y poca cultura era la señora Zita, quien creía que nosotros imaginábamos un enorme hongo bajando del cielo y produciendo la huella. Tampoco sabía que, efectivamente, las setas podían aparecer «de la noche a la mañana». Por otra parte, nosotros nunca dijimos que las huellas que aparecieron en el cerro de la estrella se debieran a hongos. Lo que encontramos, simplemente al entrevistar a la gente del lugar, era que tales círculos se habían formado porque ahí salían a entrenar a unos caballos. Atados de cuerdas se les hacía girar y habían llegado a formar esos surcos. Esto lo debería saber la señora Zita porque estuvo en el sitio y sólo hay dos explicaciones: o era muy mala investigadora y no preguntó a los vecinos por el fenómeno; u ocultó la explicación en aras de poder vender su revista.

Finalmente, en su artículo citado extrae un largo párrafo sacado de algún texto de educación secundaria, para darles una clase sobre los hongos a esos «escépticos tan imaginativos», y de paso demostrar sus enormes conocimientos de «botánica».

Ciertamente los artículos críticos sobre el tema de los anillos de hadas han tenido poca difusión pero, espero que una revista como Contacto OVNI que llega prácticamente a toda Latinoamérica pueda, de una vez y para siempre, dejar el asunto zanjado y los ufólogos ya no vuelvan a mezclar esas cosas que se ven en el cielo con aquellos manjares tan suculentos de la tierra.

Anillos de hadas o corros de brujas

La ilustración superior muestra un «corro de brujas» en el que la mesa de ceremonias parece un hongo. Tiene 9 panes, uno para cada brujo y el central para el demonio.

Erasmus Darwin

Grabado antiguo en el que vemos la formación de un anillo debida a la danza de los demonios y brujos.

Se creía que aquel que pisara uno de ellos, era transportado a una tierra misteriosa en donde no pasaba el tiempo. A la izquierda, un explorador trata de rescatar a su amigo víctima del embrujo musical de los nomos.

Casi todo mundo piensa en las setas al referirse a los hongos. En realidad estas son sólo la parte reproductora. El micelio es el verdadero cuerpo del hongo

Una bella fotografía que, de manera muy gráfica, muestra los carpóforos (setas) y las hifas (micelio) de un Stropharia aeruginosa.

La mecánica en la formación del anillo es muy sencilla. Una espora que cae en terreno fértil hace crecer el carpóforo, dentro de la tierra, y la seta madre, fuera de ella. Esta seta, a su vez, suelta sus esporas, que caerán en su derredor, formando nuevas setas. Las hifas, que corren por el subsuelo crecen radialmente en busca de alimento y alejándose de terrenos agostados. Cuando las condiciones son propicias (temperatura y humedad adecuadas) crecen las nuevas setas en las partes nuevas y alejadas del centro, formando un anillo. Esto puede ocurrir de la noche a la mañana por absorción de agua después de una lluvia: ha nacido un Anillo de Hadas.

Dos anillos casi perfectos. El primero, izquierda, bajo la sombra de un bosque muy arbolado; el segundo, derecha, en un jardín al aire libre.

El extraño anillo de Galeana, Illinois, que resulto ser producto del Myxomycetes sporangia.

Arriba, un corro de Clitocybe geotropa que rodea por completo a un árbol.

A la derecha, parte del anillo de hadas que apareció en Miramar, Provincia de Buenos Aires, Argentina, en 1975, y que los ufólogos afirmaron era obra de los Ovnis.

A un lado, las esporas que fueron identificadas como microesféras de molibdeno o níquel. Si Hendry no hubiera estudiado el caso, había pasado a la historia de la ufología como un caso extraordinario.

Los círculos no son perfectos, y si las setas crecen desperdigadas, a veces no se puede apreciar muy bien el anillo.

En 1984, en la ciudad de Jaso (Cruz Azul), Hidalgo, a unos 5 kilómetros de San Marcos, se encontró este otro anillo de hadas. En esa ocasión el tema OVNI no estaba de moda, por lo que no se le asoció con él.

El hongo, al agotar los nutrientes, deseca la hierba que se encuentra en la superficie y deja una zona que parece haber sido «quemada por un OVNI».

Así vio el dibujante de la revista Contacto OVNI, la investigación de este autor, del caso del supuesto aterrizaje de un OVNI en San Marcos, en Tula de Allende, Hidalgo. El anillo de Cruz Azul no tenía setas en su periferia, lo mismo que el de San Marcos, a pesar de que el dibujante de Contacto OVNI los presentó en su ilustración.

Los anillos que se forman fueron siempre asociados a las brujas o a los duendes. A la izquierda un anillo casi perfecto en un jardín inglés.

Las setas crecen en ramificaciones que se distribuyen formando el anillo.


[1] Una versión original de este artículo apareció en los siguientes boletines:

Ruiz Noguez Luis, Corros de brujas, Esto me Interesa, No. 3, México, marzo 1978, p. 8-10.

Ruiz Noguez Luis, Anillos de hadas, Perspectivas Ufológicas, Año 1, No. 1, diciembre 1993, pag. 33-36, México.

[2] No confundir con los famosos Crop Circles, cuyo origen, en su mayoría, es espurio.

[3] En ese entonces la mantequilla se batía dentro de una especie de toneles o barriles que en la parte superior tenían una especie de asa o palo que era el que se agitaba caminando alrededor del barril.

[4] Se celebraba el 1° de mayo y se decía que los brujos, hechiceras y demonios se reunían en el Broken (un cerro), y que por la mañana se podía ver su enorme sombra proyectada sobre la niebla: el famoso Espectro del Broken, que también tiene alguna relación con los Ovnis. Ver http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/de-espectros-y-glorias.html

[5] Walter Yveling Evans Wentz, The Fairy-Faith in Celtic Countries, The Classic Study of the Luminous Reality of Leprechauns, Pixies, and other Fairy Spirits, Citadel Press/Carol Publishing Group. New York, 1977.

[6] Los micellia pueden llegar a ocupar una superficie de varios cientos de hectáreas. Se sabe que el ser vivo más grande (y probablemente el más antiguo) del mundo es un hongo que se extiende por miles de hectáreas en zonas boscosas que abarcan gran parte de Canadá y el norte de los Estados Unidos.

[7] Shirtloff M. Randall R., How to control lawn diseases and pests, Intertec Publishing Co., Kansas City, 1974.

[8] Dickinson C., & Lucas J., The Encyclopaedia of mushrooms, Crescent Books, New York, 1983.

[9] De María Carlos Alberto, publicó diversos artículos en su boletín Extraterrestre, Buenos Aires, Argentina.

[10] González, M., Janosch H., Ujvari A. y Alcaraz A. Caso Correa. Retrospectiva. Los Hongos: ¿Desafían a la Ciencia?», CEFANC Boletín Informativo, año 1, No. 2, Bs.As. 1980.

Bourtembourg Charles., et Scornaux Jacques, Anillos de hadas, OVNIs un desafío a la ciencia, Año II, No. 9, octubre-noviembre, 1975, Buenos Aires, Argentina.

Scornaux Jacques et Piens Christiane, A la recherche des OVNI. La vérité sur les soucoupes volantes, Verviers, B : Marabout No. 565, 1976.

[11] Hendry Allan, The UFO Handbook, Doubleday & Company Inc., Garden City, New York, 1979.

[12] Ruiz Noguez Luis, García Oscar, Escobar Héctor y Chavarría Héctor, Aterrizaje en Tula: Un cuento de hadas, Perspectivas ufológicas, Año 1, No. 1, diciembre 1993, pag. 11-20, México.

García Oscar, El OVNI de Poza Rica, Perspectivas ufológicas, Año 1, No. 1, diciembre 1993, pag. 26-32, México.

[13] Rodríguez Zita, ¿Qué misterioso efecto produce círculos en los campos?, Reporte OVNI, Año 1, No. 16, enero de 1994, México.