NOAA: las sirenas no existen

Agencia Federal navega en el debate de las sirenas

Por Will Oremus

Lunes, 02 de julio 2012

En un intento de arrojar luz sobre uno de los grandes debates científicos de nuestro tiempo -de cualquier tiempo- la National Oceanic and Atmospheric Administration ha tomado una posición firme sobre la existencia de las sirenas.

«Nunca se ha encontrado evidencia de humanoides acuáticos«, declara a la agencia federal en un comunicado en su página web.

NOAA, más conocida por su emisión de informes sobre temas tales como recursos pesqueros y tendencias del clima, al parecer, fue llevada a meterse en el debate de las sirenas por un especial que hizo Animal Planet sobre el caso de la existencia de las criaturas míticas. El especial, llamado «Mermaids: The Body Found«, lanzó en conjunto las «pruebas», tales como pinturas rupestres, las lesiones de ballenas varadas y misteriosos deep-ocean bloops para pintar lo que llama «una imagen tremendamente convincente de las sirenas, a qué se parecen, y por qué han permanecido ocultas… hasta ahora».

Discovery News nota que el show fue concebido como ciencia ficción, pero eso no impidió que los espectadores inundaran al NOAA con demandas de una mayor transparencia sobre la cuestión de las sirenas.

History sugiere que la declaración de NOAA tampoco pone el tema a descanso. Después de todo, la agencia ha emitido un informe tras otro mostrando que el clima del planeta se está calentando de manera espectacular, y todavía hay algunos teóricos de la conspiración por ahí que sostienen que la ciencia no se sostiene.

http://www.slate.com/blogs/future_tense/2012/07/02/mermaids_the_body_found_government_agency_noaa_debunks_animal_planet_show.html

AMLO, Peña Nieto y la palabra de honor

IMPACTO AMBIENTAL

AMLO, Peña Nieto y la palabra de honor[1]

Juan José Morales

Con la mayor desvergüenza, Peña Nieto y otros candidatos continúan copiando las propuestas de López Obrador. Ofrecen pensión para adultos mayores, ayuda a madres solteras, uniformes y útiles escolares gratuitos, servicio médico universal, y otras cosas que en su momento, cuando fue jefe de gobierno del Distrito Federal, estableció AMLO y que ahora propone ampliar a todo el país.

Decimos que lo copian con toda desfachatez, en primer lugar porque cuando López Obrador creó tales beneficios sociales, los mismos partidos y candidatos que ahora las imitan, pusieron el grito en el cielo calificándolas de populistas e irresponsables porque «”decían»” harían quebrar las finanzas públicas, cosa que como se sabe no ocurrió. En segundo lugar, porque en los estados gobernados por el PRI nunca se hizo lo que ahora ofrecen para todo el país. Cuando fue gobernador del estado de México, por ejemplo, Peña Nieto pudo haber hecho al menos parte de lo que promete, pero no hizo absolutamente nada.

clip_image002Portada del libro de Jaime Avilés «”el cual recomendamos ampliamente»”, en el cual relata cuándo, dónde y cómo nació la idea del crédito a la palabra, que ahora Peña Nieto presenta muy ufano como su gran promesa de campaña.

Pues bien, ahora, en Reynosa, Tamaulipas, el candidato priísta acaba de ofrecer que «como parte de su estrategia para el combate de la pobreza, en caso de ganar las elecciones pondrá en marcha un programa de crédito a la palabra, que beneficie a las personas que viven en condición de pobreza y no son sujetos de crédito, a fin de que puedan emprender alguna actividad productiva».

Mayor cinismo no podría haber. El crédito a la palabra es cosa vieja; bastante vieja. Data de hace más de 30 años. ¿Y sabe usted quién lo ideó y lo puso en práctica por primera vez, tan exitosamente que no tardó en ser práctica común en muchos lugares? Pues nada más ni nada menos que Andrés Manuel López Obrador, cuando fue coordinador del Instituto Nacional Indigenista en la región maya chontal de Tabasco de enero de 1977 a noviembre de 1982.

Leamos lo que al respecto cuenta el escritor y periodista Jaime Avilés en su libro «”recientemente presentado en Mérida y Cancún»” «AMLO: vida privada de un hombre público.»

Dice el autor que cuando Andrés Manuel comenzó a trabajar en la zona chontal, una de las primeras medidas que aplicó fue acabar con la costumbre del arrendamiento de tierras de los chontales a los grandes ganaderos, y «para que los indígenas fueran dueños de sus propias vacas, Andrés Manuel ideó el programa «˜Crédito a la palabra»™, que andando el tiempo se extendería por todo México. Siete sociedades ejidales recibieron un préstamo de cuatro millones de pesos… Para garantizar que devolverían el préstamo, a los ejidatarios únicamente se les exigió su palabra de honor». Y de que la cumplieron es prueba el hecho de que poco después el crédito se amplió, bajo los mismos principios, a 90 millones, en beneficio de más de 1 400 ejidatarios, que luego aumentaron a más de dos mil.

Ciertamente, si López Obrador hubiera patentado los numerosos y muy efectivos programas sociales que puso en marcha y cobrara derechos de autor por los mismos, recibiría una buena cantidad de dinero de los incontables políticos y politicastros que «”tras haberlo anatematizado por ellos, tildándolo de demagogo»”, ahora intentan copiarlos. Y las copias, dicho sea de paso, resultan a menudo verdaderamente caricaturescas y hasta insultantes por lo burdas.

Para terminar, agradezco a un apreciado lector, Raúl Vela Sosa, haberme señalado que en mis comentarios de anteayer sobre las candidatas a la presidencia de la República, omití decir que en las elecciones de 1994 doña Marcela Lombardo se presentó como candidata presidencial por el PPS.

Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx


[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Jueves 21 de junio de 2012. Reproducción autorizada por Juan José Morales.

El misterio de las centellas (723)

El misterio de las centellas (723)

Era una centella que entró por la ventana de la casa esta noche, mis dos primos estaban sentados viendo la televisión, uno de ellos tiene sólo 5 años de edad, su hermano mayor es de 25. Como si estuvieran viendo la televisión esta bola de fuego entró por la ventana, iba entre mis dos primos entonces, simplemente explotó, golpeando las líneas telefónicas. Nadie fue herido por ella.

Peter D. Kay

Shetland, Reino Unido