El mensaje del médium
29 de mayo de 2019
Bryan Sentes
No fue hace mucho tiempo que los intrigados por el misterio ovni estuvieron tentados a declarar el fenómeno y su estudio (ufología) moribundos si no completamente muertos en el agua. Sin embargo, hoy, están blogueando en el borde de sus asientos e incluso, cuando no pueden respirar, susurran la palabra «Disclosure». Su entusiasmo ha sido resucitado por las recientes revelaciones en prensa y televisión (serie Unidentified de History) en relación con aparentes encuentros con aeroformas clásicas en 2014 y 2015 por pilotos de la Marina en maniobras de entrenamiento desde Virginia a Florida desde el portaaviones Theodore Roosevelt. Este cambio de rumbo me hizo pensar.
Ya en 1965, Jacques Vallée comprendió que «el fenómeno en estudio no es el ovni … sino el informe escrito por el testigo» (Anatomy of a Phenomenon, vii). Sin embargo, una variación de esta metodología, una adoptada por John Keel (y muchos otros) según se describe en su Operación Caballo de Troya (1970), es la recopilación de informes de testigos de los medios de comunicación. El ejemplo de la práctica de Keel sugiere la posibilidad de que las olas de interés en el fenómeno no estén directamente relacionadas con ningún patrón en el fenómeno en sí, sino que estén mediadas por patrones de información sobre el fenómeno en los medios de comunicación.
En un entorno mediático gobernado en el análisis final por ganancias, como en el caso de The New York Times, The Washington Post y otros medios que recientemente publicaron estas sensacionales historias y artículos de opinión, es tentador atribuir esta repentina emoción revitalizada no se debe tanto a los nuevos desarrollos en el campo (después de todo, los avistamientos registrados recientemente tienen todas las características de los encuentros piloto desde finales de la década de 1940 hasta la actualidad), sino a los patrones de demanda y oferta.
Si comenzamos en la cima de una ola de interés, las historias de ovnis se venderán bien. Sin embargo, el interés público puede y llegará a un punto de saturación y el interés y las ventas caerán. Sin embargo, después de un tiempo suficiente, el interés potencial en el fenómeno estará maduro para la estimulación, y los informes que aparezcan en ese momento aumentarán otra ola de fascinación y el mercado de historias, periodísticas y de ficción. Conscientemente o no, se puede decir que los medios de comunicación emplean un tipo de método de rotación (como en la agricultura) cuando se trata (al menos) del tema ovni debido a la naturaleza de la capacidad de atención de sus clientes.
Estos recientes encuentros dramáticos bien pueden no ser más (de nuevo) que, como opina el astrofísico Leon Golub, «errores en el código para los sistemas de visualización y visualización de imágenes, efectos atmosféricos y reflexiones, [o] sobrecarga neurológica de entradas múltiples durante el vuelo de alta velocidad». Pero, al igual que los pilotos engañados por su nueva instrumentación desconocida, los que navegan por esta reciente oleada de interés pueden también ser llevados a un lado por el código que maneja los medios.
Anexo: Desde mi primer intento de articular las reflexiones anteriores, Chris Rutkowski ha hecho públicos sus propios pensamientos, no relacionados, sobre este furor mediático más reciente, que vale la pena echarle un vistazo.
https://skunkworksblog.com/2019/05/29/the-message-of-the-medium/